Orgullosa de su etnia y de su aspecto, Adelina Jiménez, la primera maestra gitana de España, ha luchado por convencer a los jóvenes gitanos y a sus mayores sobre la importancia de estudiar y de formarse para poder ocupar puestos de relevancia en la sociedad. Sitúa la batalla en la Secundaria, adonde estos chicos no llegan o de la que se escapan. Y asegura que es cuestión de tiempo y trabajo conjunto conseguir en esta etapa la plena escolarización
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sábado, 30 de agosto de 2025
Adelina Jiménez, un referente: la primera gitana maestra nacional
Adelina Jiménez Jiménez (Ayerbe, Huesca, 5 de abril de 1945)
fue la primera mujer gitana en España en aprobar una oposición y conseguir plaza como maestra nacional, en 1966. Con solo 21 años, en plena dictadura franquista, rompió barreras impuestas por la pobreza, el machismo, el racismo y los estereotipos hacia su comunidad.
Nació en una familia humilde y numerosa. Era una niña gitana en un mundo que no esperaba que llegara a nada. Pero ella quería estudiar, y sus padre —sobre todo su abuela — la apoyaron. Se presentó a las oposiciones a magisterio… y las ganó.
Ejerció como maestra durante 34 años, defendiendo siempre la educación como herramienta de libertad. Enseñaba en la escuela, pero también fuera de ella: trabajó por la inclusión del pueblo gitano, animó a las niñas a estudiar, y trató de derribar prejuicios que aún hoy pesan.
No fue famosa. No salió en portadas. Pero su gesta abrió un camino que hasta entonces parecía imposible.
En 2007, el Consejo de Ministros le concedió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, por su labor pionera. Aun así, pocas personas saben su nombre.
Hoy, Adelina vive en Zaragoza. Dice que no se considera heroína, pero que se siente feliz si su historia ayuda a otras niñas gitanas a imaginarse en la universidad, en una escuela, o donde quieran estar.
No tiene calle, ni estatua, ni lugar en los libros de texto. Pero fue la primera en saltar el muro.
Amelia Almau, “Se convence a los gitanos más con miel que con hiel”
domingo, 6 de julio de 2025
Selección de artículos de Público (2023-24)
Hace tiempo que no me paseo por Facebook, un negocio que recopila datos personales para generar ingresos, solo recibo anuncios y solicitudes de amistad de personas que no conozco. Al principio, antes de ser M, me sirvió para recuperar relaciones familiares, viejas amistades e incluso para propiciar nuevos encuentros con gente interesante. Soy una chafardera como diría mi amigo Eduardo Allende, qué le vamos a hacer. Algunas veces lo utilicé para conseguir más visitas en mi blog, pero luego desistí, porque creo que no se debe mezclar el negocio con el ocio. Lo seguí utilizando para enlazar con artículos interesantes, fundamentalmente de El País y de Público. Pues bien, en los de Público primero desaparecieron las fotografías y después el contenido, ignoro cuál es la razón. Lo que sí sé es que en noviembre de 2023 sufrió un ataque informático, así que he recuperado los más interesantes por orden cronológico con nuevos enlaces que no sé lo que durarán.
05/06/2023 Agustín Moreno, La unidad de la izquierda o la balsa de la medusa
17/10/2023 David Torres, El fantástico viaje de Ayuso
24/10/2023 Ana Bernal Triviño, Cómo Picasso pintó el desprecio a sus parejas
- 19/01/2024 Enrique Javier Díez Gutiérrez, ¿Por qué es imprescindible una educación laica?
- 15/03/2024 Candela Barro, Ellas locas, ellos genios: cómo se entiende la subversión en el arte en función del género
- 1/04/24 Ramón Soriano, Vulneración de derechos del profesorado de la enseñanza privada concertada
1/06/24 David Torres. Milei y Ayuso: estética a tope
31/12/04 Oti Corona, Premios Machirulo 2024
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lunes, 9 de junio de 2025
Muñoz Molina y la masculinidad dañina (Cosa de hombres)
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Magnífico artículo de Muñoz Molina (31/5/2025) del que destaco algunos párrafos. El feminismo es también cosa de hombres.
Los varones que hemos ido desprendiéndonos de una masculinidad dañina debemos militar contra la marea negra de los machotes redivivos, los hijos innumerables de los machos alfa del despotismo planetario.
Había en cada pandilla líderes y practicantes precoces. Había una brutalidad física que se manifestaba en los juegos del recreo y en los vestuarios y los patios de la llamada educación física, guiada por un grosero darwinismo de la supremacía de los fuertes, que profesores desalmados, casi todos ellos burócratas falangistas, disfrutaban alentando. Había que aprender a hacerse hombres, decían. El que no cumpliera las exigencias, el torpe, el cobardón, el que no saltara el potro o no escalara la cuerda, recibía el desprecio del profesor y las carcajadas saludables de los compañeros, tempranos aprendices de la crueldad masculina hacia el débil, el raro, el posible mariquita. La obsesión por la hombría se acompañaba de una vigilancia de cualquier síntoma o indicio de afeminamiento: “Hombros anchos, estrecho de culo: maricón seguro”. Había que llevar el reloj con la izquierda, y no olvidarse nunca, cuando se empezaba a fumar, de coger el cigarro también con la izquierda: fumar con la derecha era de mujeres y de maricas. Había que jugar al fútbol lanzándose en tromba y repartiendo patadas. Incluso no jugar al fútbol o no gritar roncamente en las gradas podía ser una prueba de falta de entereza masculina.
La patria y los testículos siguen manteniendo su alianza sagrada. El gerifalte del partido fascista que ya está inoculando las instituciones y la vida españolas anda por ahí con la camisa desabotonada para exhibir mejor el desafío irrisorio de su cuello macizo y su torso fornido. A los varones que gracias al influjo educativo y a la camaradería de las mujeres hemos ido desprendiéndonos a lo largo de los años de una gran parte de las adherencias de aquella masculinidad dañina y además embustera nos corresponde vindicar todo lo que hemos aprendido, y nuestra voluntad de seguir aprendiendo, y militar en la medida de lo posible contra la marea negra de los machotes redivivos, los machotes arqueológicos con sus chirriantes armaduras, los hijos innumerables de los machos alfa del despotismo planetario, Trump y Musk y Orbán y Milei y Maduro y Putin y Bolsonaro y Netanyahu.
En la compañía igualitaria de las mujeres hemos ido aprendiendo a manifestar sentimientos, a cultivar la ternura, a vigilar la propensión masculina a alzar la voz más de la cuenta, a estar atentos a los privilegios mayores o menores que ya no nos es lícito aceptar. Cuando el infortunio golpea con toda su crudeza, o cuando se insinúa la tentación del resentimiento, nadie, ni hombre ni mujer, está a salvo, pero ahora sabemos que pocas cosas debilitan y asfixian tanto por dentro a los varones como la coraza ya tan oxidada de la hombría.lunes, 7 de abril de 2025
Algunas consideraciones y elucubraciones sobre el adoctrinamiento (y 7)
En las
entradas anteriores sobre algunos de los manuales escolares más representativos de la escuela española de hace siglo y medio, he intentado reflejar la información que he leído por casualidad y que desconocía porque no he estudiado pedagogía.
En el censo de los manuales y sus años de edición ocurre lo mismo que con los recortables, hay pocas fuentes disponibles, los títulos tuvieron muchas ediciones y es muy difícil saber cuál fue la primera. Como sabemos los manuales escolares se van deteriorando con el uso y acaban destruyendo, además no se valoran y la mayoría terminan en la basura. Aunque en este caso la autoría está demostrada.
Debo confesar que jamás leí un libro de urbanidad, aunque en mi colegio de monjas se
leían normas de buenas maneras en el comedor y teníamos una cartilla escolar
donde nos valoraban el comportamiento a base de quitarnos puntos cuando este no era
correcto, la puntuación final aparecía en las notas escolares. La buena
educación y las normas eran fundamentales tanto en la casa como en el colegio, también los castigos, aunque, afortunadamente en mi caso, sin
violencia física. Todavía recuerdo la vergüenza que pasábamos las niñas cuando
nos pillaban comiendo chicle y teníamos que llevarlo pegado en la punta de la
nariz todo el día. Una supuesta falta de respeto se pagaba con el ridículo público. Eran
otros tiempos y otras costumbres.
A pesar de mi desconocimiento teórico sobre el tema, las variadas lecturas me han permitido llegar a algunas conclusiones:
1) Ha sido un duro camino crear ciudadanos con derechos y deberes en libertad en lugar de súbditos domesticados a base de lecciones morales, utilizando el castigo y el miedo como armas. Pero, a veces, se ha olvidado que unas normas de comportamiento basadas en el respeto a los demás facilitan la convivencia y nos hacen más humanos. Los viejos códigos sociales de comportamiento ciudadano adaptados a la sociedad del siglo XXI, sin distinción de género, deberían ponerse de moda otra vez en los centros de enseñanza de primaria y secundaria porque damos por sentado que nuestros alumnos ya vienen educados de casa y no es así. Vivir en sociedad es una tarea, en ocasiones, complicada porque se están perdiendo muchas muestras de cortesía como dejar salir antes de entrar, caminar por la derecha, saludar, ceder el sitio a los mayores, hablar bajo, no hablar con la boca llena, no tirar basura, cuidar el mobiliario urbano, no pintar lugares públicos y privados, respetar espacios reservados para personas con discapacidad, etc.
2) Los manuales escolares nos sirven en la actualidad para comprender las peculiaridades de
determinados periodos históricos, porque permiten examinar las ideologías, los
conceptos y valores de los grupos sociales que ostentaban el poder, casi siempre una mezcla de innovaciones modernizadoras y persistencias arcaizantes*.
3) Durante muchos años la enseñanza
tradicional religiosa cambió muy poco
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Modernización en s. XIX de las portadas de La buena Juanita |
1. Educación religiosa en todos los centros y marcado contenido moral de todo el saber. El amor a la Patria debía impregnar cualquier hecho educativo.
2. Prohibición de la coeducación. El sacrificio y la disciplina se considerarán el motor del éxito.
3. Valor fundamental de la familia como eje vertebrador de la vida española. La mujer, garante del bienestar familiar al servicio del marido y los hijos.
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Edición de 1942 |
Lo que si tengo claro claro es que estos manuales de lectura auspiciados por la iglesia católica no enseñan, adoctrinan, justo lo que ahora los centros concertados religiosos critican a las nuevas políticas educativas de la sociedad democrática. La caridad no puede remediar las injusticias sociales. Segregar no es lo mismo que convivir. Discriminar es lo contrario que integrar. Las buenas costumbres no tienen nada que ver con la mojigatería y el puritanismo. Respetar el orden social no significa que tengamos que ser sumisos. La visión idílica de la infancia es tan contraproducente como una visión tremendista. La libertad no tiene nada que ver con la mala educación. Y la felicidad no va unida, desgraciadamente, a la bondad.
Alejandro Tiana Ferrer, El libro escolar, reflejo de intenciones políticas e influencias pedagógicas
Algunas elucubraciones malvadas sobre las lecturas
La boda cortés de Juanito con Juanita.
En consecuencia con lo que he leído, me atrevo a hacer un resumen final: el buen niño Juanito se casó con la horma de su zapato, la buena Juanita, y formaron un matrimonio burgués de provincias, aburrido, sano y santo como lo manda la Santa Madre Iglesia. Comieron perdices en el florido pensil de su hogar y perpetuaron a través de sus hijos el sistema social dominante. Finalmente, sus nietos asfixiados por tanta represión buscaron la libertad como caballos desbocados.
Jaimito frente a Juanito
En algunos pasajes de Juanito me acordé por paronomasia del
temible y travieso Jaimito de los chistes de mi infancia, caracterizado por su
descaro y malicia que fastidiaba con sus preguntas a su
profesora y perturbaba el orden con sus travesuras. Jaimito es el contrario, el
antagonista de Juanito. Estoy convencida que su creador lo escribió en venganza por
haberse visto obligado a leerse el libro de pequeño, por eso la mayoría de sus chistes
son verdes y zafios, pero graciosos y comprensibles para un público amplio. El nombre Jaimito proviene o coincide con el del cómico del cine mudo norteamericano
Larry Semon, que se llamó en España primero
Tomasín y en las reposiciones a partir de 1941 Jaimito. Su popularidad entre nosotros fue tan grande que protagonizó todos los chistes de una
época. “¿Sabes ése de Jaimito
que va y…?”, era una de las frases seguras que surgían en cualquier reunión.
El
nombre de Jaimito coincide también con el de una revista de historietas
infantiles publicada entre entre 1945 y 1985 por una editorial de Valencia. Antes, en España, los tres sobrinos traviesos del
pato Donald en las historietas producidas por Disney se llamaron Juanito, Jaimito y Jorgito.
Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes
Las chicas buenas, la sumisas y modosas Juanitas del siglo XIX, no cuestionaban lo que les enseñaban los viejos manuales, solo tenían deberes, las habían controlado y separado. La Diana del libro de los años treinta fue el modelo que anticipó el futuro, una chica que aprendió a comprometerse con la realidad y a buscar su propio camino. Las primeras chicas malas buscaban cambiar las normas, no se sometieron, se hicieron autónomas a través de la educación, no se quedaron en casa y ejercieron sus derechos como ciudadanas. Fueron el germen de la famosa frase "las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes", siendo abanderadas de la libertad sexual, la igualdad laboral y política. A la frase se le atribuyen diversas paternidades: la actriz Mae West, un eslogan de mayo del 68, el dibujante Quino, o a la psicóloga alemana Ute Ehrhardt. Todos contribuyeron en el siglo XX a que el ángel del hogar moviese sus alas y abandonase su jaula para reconquistar su libertad. También me vino a la mente la frase complementaria : "Cuando soy buena, soy buenísima. Cuando soy mala, soy mucho mejor".
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domingo, 23 de marzo de 2025
Leonor Serrano, Diana o la educación de una niña en tiempos de cambio (5)
Entre los libros de lectura publicados en la época de la República cabe destacar la obra Diana o la educación de una niña: Libro de lectura escolar dividido en tres grados de la autora Leonor Serrano (1933) que presenta grandes avances en comparación con los publicados anteriormente. La autora, maestra, abogada e inspectora de educación, ejemplifica en sus textos las teorías expuestas en su obra La educación de la mujer de mañana donde hace exaltación de los nuevos principios entre los que destaca la coeducación, la autonomía y la igualdad de la mujer. Defiende la obligación del Estado de dar respuesta a las nuevas necesidades surgidas a raíz de la incorporación de la mujer al trabajo. Sostiene que el matrimonio no es una profesión sino un contrato entre iguales, de ahí que defienda el derecho de la mujer a tener un trabajo remunerado. Aboga por el derecho al voto de la mujer y su acceso a todos los cargos sin restricciones, y también por una ley de divorcio y la supresión de la pena de muerte.
La imagen de la portada de los libros de Diana nos remite a la mitología romana y griega en la que Diana era la diosa de la caza, protectora de la naturaleza, vinculada a la luna y defensora de la maternidad y de la infancia y caracteriza por su belleza, fuerza y libertad. Las diferentes partes constituyen una narrativa biográfica del desarrollo de su protagonista a través de distintas formas narrativas, el cuento, el diario y el libro de viajes. Una niña para la que es tan importante el dominio de la máquina de coser como el de la de escribir,
El primer libro, correspondiente al Grado I, se estructura en trece capítulos; las narraciones nos muestran la vida de Diana y sus entornos formativos familiares, las lecturas y modelos de referencia, que transitan entre la reproducción del modelo de género femenino y las aventuras que le abren otras formas de pensar y proyectarse.
El tercer libro, correspondiente al Grado III, narra el camino formativo de Diana en su entorno social. Este libro se presenta dividido en dos partes. La primera, dedicada a la función de la escuela que debe permitir la participación económica de la mujer en la sociedad a partir de conocimientos técnicos. En la segunda, un libro de viajes por todas las regiones de España, Diana entra en contacto con los conflictos sociales de la época que le muestran la necesidad de introducir cambios que la llevarán a hacerse maestra. Explícitas son, en este sentido, las últimas palabras del libro:
"-Sí, señora,- continuó Don Luis. -Otros hacen edificios materiales. Yo quiero poner la primera piedra del edificio espiritual de la cultura patria. Que Diana enseñe lo que ha aprendido."
Para saber más:
https://volveremosamacondo.blogspot.com/2014/07/la-lengua-de-las-mariposas.html
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miércoles, 19 de marzo de 2025
Urbanidad en viñetas: Cartilla Moderna de Urbanidad (4)
La presencia de imágenes como instrumento pedagógico cobra una especial relevancia a
partir del s. XX, un ejemplo de ello son las viñetas ejemplificadoras que aparecen en las Cartillas Modernas de Urbanidad para niños y para niñas, editadas por los Hermanos Maristas en su editorial F.T.D. en 1927. Dos libritos muy cuidados en los que domina la imagen sobre el texto. El mensaje se transmite visualmente a través de una secuencia de viñetas en las que se emplean dos colores, que reflejan el comportamiento considerado socialmente adecuado valiéndose de un modelo y de un contramodelo. Cada viñeta viene acompaña un escueto pie de texto que explica y refuerza el mensaje visual.
partir del s. XX, un ejemplo de ello son las viñetas ejemplificadoras que aparecen en las Cartillas Modernas de Urbanidad para niños y para niñas, editadas por los Hermanos Maristas en su editorial F.T.D. en 1927. Dos libritos muy cuidados en los que domina la imagen sobre el texto. El mensaje se transmite visualmente a través de una secuencia de viñetas en las que se emplean dos colores, que reflejan el comportamiento considerado socialmente adecuado valiéndose de un modelo y de un contramodelo. Cada viñeta viene acompaña un escueto pie de texto que explica y refuerza el mensaje visual.
No cabe duda de que estas ilustraciones ejercen una función motivadora y complementaria en la enseñanza. "Estas viñetas, que recuerdan las estampas de aleluyas o aucas, donde bajo cada una de ellas aparece un dístico o pareado, muy conocidas dentro del ámbito popular catalán-valenciano, contraponen modelos de conducta mediante dibujos que refuerzan el modelo a seguir frente a su contrario en aspectos como lo considerado correcto de los gestos, acciones a seguir, valores o higiene. Todo ello sustentado bajo una ideología de clara diferenciación social entre un mundo urbanita y de posición acomodada frente a otro rural y de escasos medios. La censura social e ideológica, no solo respecto a las mujeres (cuyo papel se reducía a ser esposa y madre) sino también respecto a los criados o servidores domésticos"*.
*En enero de 1932, la Editorial FTD se constituyó como sociedad anónima pasando a denominarse Editorial Luis Vives S.A. (Edelvives).
*https://adarve5.blogspot.com/2021/06/codigos-sociales-de-urbanidad-y-de_14.html
viernes, 14 de marzo de 2025
El padre Codina: Urbanidad en verso (3)
La Urbanidad no solo es una disciplina que enseña a vivir en sociedad, sino también un modo de adoctrinamiento para salvaguardar el orden y la paz social que definía el modelo de hombre y mujer urbano de la época. Los autores de urbanidades escolares del XIX insisten en aclarar que se trata de un código social que “emana de la religión y la sana moral”. La inclusión de la Urbanidad en las escuelas inculca valores, actitudes y conductas en los alumnos para que puedan transferirse al contexto familiar y social de los mismos.
Los preceptos de cortesía y decoro llegan a los escolares en forma de manuales, tratados o cartillas, o como complemento de los libros de lectura como hemos visto en entradas anteriores. Los libros presentan los contenidos de la disciplina bien por el sistema de pregunta-respuesta como en el catecismo. utilizado en Breve tratado de urbanidad para las niñas ( Paluzie,1884) de Pilar Pascual, bien a modo de máximas o preceptos, a veces en forma versificada y, otras veces, con viñetas ilustrativas que favorecen el aprendizaje.
El presbítero y profesor de instrucción pública, D. José Codina redactó en la primera mitad del siglo XIX varios textos breves de urbanidad adoptando la forma versificada –un procedimiento didáctico muy adecuado para la memorización del texto– que gozaron de una gran aceptación a lo largo de muchas décadas con innumerables reediciones. El Tratado completo de urbanidad en verso para uso de los jóvenes, ilustrado con notas sobre el modo de producirse cortésmente (Barcelona, 1838), y el Tratado completo de urbanidad en verso para uso de las niñas (1838). Los dos tratados de unas 60 páginas sin grabados son obras breves escritas en octavas. Al final se incluyen unas 100 preguntas relativas al texto que precede. A pesar de que se dice que el texto está escrito en octavas, más parecen octavillas, la octavilla es una estrofa de ocho versos de arte menor formada por dos redondillas en la que una de las rimas se repite en la segunda de ellas (rima consonante -aab-ccb).
Tratado Completo de Urbanidad en Verso by Antonio Lorenzo
Paras saber más
- Almanaque: Códigos sociales de urbanidad y de buenas maneras [I] (adarve5.blogspot.com) Un recorrido histórico por los libros de urbanidad.
sábado, 8 de marzo de 2025
La buena Juanita y Flora: adoctrinamiento para niñas (2)
La vida de los hombres y mujeres está condicionada por la procedencia social y familiar y por el contexto rural o urbano. Pero las mujeres nunca han tenido las mismas posibilidades de acceso a la educación que los hombres, lo que ha determinado su exclusión de la vida social y de las instituciones. La desigualdad manifiesta entre niños y niñas se perpetuaba en las escuelas segregadas por sexo amparadas por la iglesia católica. Hace aproximadamente siglo y medio se publicaban en nuestro país los primeros libros específicos para la enseñanza de la mujer.
En vista de la aceptación que tuvo el Juanito de Parravicini (1836), dos editores, Calleja y Faustino Paluzíe publicaron en el siglo XIX y la primera mitad del XX, libros de lectura con niñas de protagonistas cuando la ley Moyano de 1857 ordenó la creación de una escuela para niñas en toda población de más quinientas almas. Las niñas de las clases populares empezaron a asistir a las escuelas recibiendo una instrucción muy diferente a la de los niños: debían convertirse en buenas esposas y madres, además de ser excelentes hijas. Como afirma Pilar Ballarín la asignatura de «Ligeras nociones de higiene doméstica» junto con la reorientación que se dio a las «labores propias del sexo» hacia la utilidad familiar fueron los instrumentos clave para el alejamiento de las mujeres del mercado laboral y la devaluación de los trabajos que éstas desempeñan»
La buena Juanita
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La buena Juanita, 1876 |
El librito formaba parte del método de lectura Lecciones de una madre que consta de cuatro partes:
- Primera: Ejercicios preliminares y fugas de palabras.
- Segunda: La buena Juanita, nociones de urbanidad y cortesía en forma de 20 narraciones breves.
En el capitulo VIII encontramos otro ejemplo del enseñar asustando como ya hemos visto en Juanito. No os metáis los alfileres en la boca relata la historia de Casilda, una amiga de Juanita, muy hábil confeccionando ropa para sus
muñecas que al coser se mete los alfileres en la boca para tener las manos libres. La imprudencia
de esta niña se verifica cuando un día de improviso entra un perro y por el
susto se traga dos agujas y un alfiler que le provocan la muerte entre atroces dolores. "Llorando, acompañó Juanita al féretro al cementerio, y se acordó siempre de tan triste ejemplo".
Este es el epílogo del libro:
Juanita conservó siempre en la memoria estos cuentecitos de su abuelita y las lecciones morales que de ellos se desprendían. De este modo, queriendo mucho a su mamá y a su papá, respetando a los ancianos, mirando a su maestra como a su segunda madre, no deseando mal a nadie, haciendo todo el bien que podía, como manda nuestra santa Religión católica, apostólica, romana, y estudiando mucho, llegó a ser considerada como modelo de niñas y querida por todo el mundo. Niñas, imitad siempre a Juanita, y sed buenas y aplicadas si queréis ser felices.
-Tercera: Vocabulario caligráfico ilustrado
- Cuarta: Recuerdos históricos que tienen una finalidad pedagógica.
Lo puedes leer o descargar aquí
Flora o la educación de la niña
Paluzie encargó la redacción del libro Flora o la educación de una niña (1881) a la escritora Pilar Pascual de Sanjuán que definía el modelo de mujer convencional, basado en la diferenciación y en la exclusión, al que hay que imitar, pero intentando mejorar algo la autoestima y las condiciones de vida de las mujeres.
Flora es una niña de clase media ilustrada, una familia de orden; el abuelo era militar retirado y el padre abogado; vivía con sus padres y sus abuelos paternos. La autora va describiendo la vida de Flora y refleja algunos tópicos acerca de las clases populares que reflejan el sentido paternalista propio de la época. Con un estilo especialmente florido se la compara con un pequeño y delicado capullo que se convertirá en una fragante flor y con un fruto excelente cuya dulzura deleitará a todos los que alcanzan a probarlo.
Las características principales de Flora eran la bondad, obediencia, prudencia, humildad e inocencia. A lo largo de la obra se ve cómo va desarrollando virtudes y conductas siguiendo las enseñanzas que su madre y su abuela le ofrecen en todas las ocasiones que se presentan. El padre también aparece como educador, pero se centra más en las cuestiones intelectuales que se consideraban imprescindibles para una niña de su época.
El libro se divide en tres partes, Flora párvula, Flora niña y Flora adolescente, que giran en torno a sus vivencias; contiene ilustraciones que representan escenas que se describen en el texto o que muestran lo que se está explicando, siendo la mayoría de Historia natural (elefante, abeja, cascada, volcán, barómetro, la Luna…).
Este es el final del libro que termina con Flora felizmente casada:
Ya veis, queridas lectoras, el fruto de la esmerada educación que vuestra amiguita ha recibido. Os la he presentado en la cuna, hemos presenciado su desarrollo, la hemos visto iniciarse en los secretos de la naturaleza y adquirir los conocimientos útiles a la mujer, corregir los defectos que se insinuaban en su corazón de niña, robustecerse en la virtud con el apoyo de sus prudentes y sabios educadores y llegar a ser, después de una hija tierna, obediente y respetuosa, una esposa modelo y excelente madre".
Os he ofrecido un modelo, el imitarle no es difícil. ¡Dichosas vosotras si podéis superarlo!
Superarlo he dicho, porque con buena voluntad todo es posible, y así como en el corazón humano hay a veces insondables abismos de perversidad, que contrastan y aterran al que los profundiza, hay también tesoros de virtud, cuyo germen colocó en él la Providencia, y que convenientemente desarrollados convierten a los niños en ángeles de inocencia y de candor, al hombre y la mujer en seres, privilegiados que derraman la dicha en su familia y en su patria, y que honran y enaltecen la humanidad.
Lo puedes leer o descargar aquí
Otros libros didácticos para las niñas
A la buena Juanita y Flora le siguieron otros libros didácticos destinados a la educación de las niñas, solían titularse con los nombres más utilizados de mujer: Carmencita, Flora, Juanita, Diana, Mari Sol. Eran modelos a imitar, un espejo en el que se miraban las pequeñas lectoras. A la niña de la época se la adornaba con metáforas botánicas (un “pensil” o “florilegio” de plantas delicadas, coloristas y perfumadas), como acompañamiento a su condición de “perla” o “ángel” del hogar. La higiene y la economía determinaban el gobierno de la casa, en el que la mujer también se aplicaría a las “labores” que aprendió en la escuela. En la calle, acomodará su conducta a las reglas de cortesía, recato y pudor. Mientras que al varón se le asignaba un carácter “viril”, procreador de la especie, y una “rosa de los vientos”, que le permitiría elegir el mejor camino hacia estudios o profesiones más en consonancia con su superior estatuto antropológico*.
Las imágenes de anatomía que circularon en las escuelas en los siglos XIX y XX trataron de ocultar los órganos sexuales externos del hombre y de la mujer en la iconografía hasta hacerlos prácticamente invisibles. Cuando estas anatomías muestran el feto de la mujer embarazada lo hacen sacándolo fuera del cuerpo de la madre, a fin de ocultar la procedencia “natural” de los recién nacidos, y de salvaguardar de este modo la doctrina de la Iglesia en la materia. El pudor y el recato eran fundamentales: "Los modales de las niñas bien educadas deben ser como las tapias del jardín del cura: flores y no espinas. Es un jardín hermoso, niñas, el alma, y el cuerpo es el cercado que la resguarda. Guardad el cuerpo, y guardaréis las flores que tiene dentro" .
Para saber más
* Pág. 71 Agustín Escolano Benito, Flora o la educación de una niña un estudio sobre la formación de la mujer en la sociedad tradicional, basada en la diferenciación y en la exclusión, categorías y valores que dominaron la educación de la “preciosa mitad del género humano”- https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/13326/1/Feminismos_13_05.pdf- https://www.museoandaluzdelaeducacion.es/la-buena-juanita/
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