El escritor y periodista argentino ha publicado Antes que nada, unas memorias en las que mira atrás y reflexiona tras haber sido diagnosticado con ELA.
Salir del armario es la emotiva carta en la que la
periodista Marta Nebot comparte su convivencia con el escritor tras dos años y
medio guardando el diagnóstico en secreto. Todo un ejemplo de amor y lucha
compartida. Y de descubrimientos: dormir es más importante que comer para una cuidadora.
"Estuvo bien ocultarlo, aunque aquel secreto me arrancó el sueño de cuajo durante meses hasta que se lo desvelé a un terapeuta amigo. De lo primero que descubrí, entre tantas otras cosas que ya he descubierto, está que dormir es más importante que comer, que te mueres antes de agotamiento que de hambre, que sin dormir aparecen ansiedades, ataques de pánico y depresión y todo deja de tener sentido.
Por eso, quizá, me atrevo a hablar en plural, porque su mal es de los que son más compartidos. No estoy enferma, pero soy sus brazos y sus piernas, hago lo suyo y lo mío, me propongo vivir a su lado lo que venga e intentar ser lo que necesite".
Entre 1912 y 1919, Universal Studios contaba con 11 directoras y 170 películas.
Las décadas del cine mudo dejaron no solo grandes
actrices, sino también un buen número de cineastas y guionistas femeninas olvidadas
que desarrollaron interesantísimas carreras.Una misma persona podía escribir el guion
de una cinta, encargarse de las luces y salir de extra. Ese contexto informal
dio la oportunidad a que muchas mujeres actrices o guionistas se pusieran a
liderar rodajes o a crear pequeñas productoras. En cambio, desaparecen cuando
el celuloide se convierte en un negocio con una financiación potente en el
que es posible ganar mucho dinero. Es ahí cuando se impone una mayor división del trabajo que implica
también una división por géneros. Capitalismo y patriarcado van de la mano y,
en la gran pantalla, eso supuso la expulsión de las mujeres de puestos de poder.
Entre ellas destacan: Mabel Normand, Dorothy Davenport Reid, Cleo Madison, Marion E. Wong, Nell Shipman, Ruth Ann Baldwin, Lita Lawrence, Madeline Brandeis y Olga Preobrazhenskaia.
La primera directora de cine que realizó una película de ficción en 1895 fue la francesa Alice Guy: El hada
de las coles. En 1905 filmó las dos primeras películas
realizadas por una directora en España:Voyage en Espagne o La malagueña y el torero, yLa pasión o la vida de Cristo, la que podría considerarse como la primera superproducción de la historia, con una duración de treinta minutos y para la que se usaron veinticinco decorados y más de trescientos extras, algo excepcional para la época.
Las pioneras españolas
Elena Jordi, Musidora, Helena Cortesina y Rosario Pi
Elena Jordi, actriz y empresaria, es considerada la primera directora de cine
española por su trabajo en la película muda ‘Thaïs’, estrenada en 1918, pero su película se perdió
y no se conserva ninguna copia, solo tenemos conocimiento de la misma a través
de las reseñas que aparecieron en la prensa, como ocurre por desgracia con gran parte del cine mudo.
Julio Romero de Torres, Musidora
Jeanne Roques, conocida artísticamente como Musidora, fue una actriz, directora, escritora, productora y realizadora francesa, especialmente conocida por su papel de Irma Vep en la película Les Vampires (1915). La actriz estuvo cinco años en suelo español, tres de sus películas abordan su paso por España: Une aventure de Musidora en Espagne, Soleil et ombre (1922) y La tierra de los toros (1924), de las que fue guionista, directora, productora e intérprete. Incluso fue retratada por Julio Romero de Torres.
Helena Cortesina
En 1921, la valenciana Helena Cortesina
produjo, dirigió y protagonizó Flor de España o la leyenda de un torero, una
película de la que tan solo se conserva un fotograma. También fue la primera mujer que montó una productora de cine en el
país, de acuerdo a la información que tenemos hasta la fecha.
Catorce años después Rosario Pi fundó junto a dos compañeros la primera productora de sonoro en España, Star Films. Dirigió El gato montés (1935) y Molinos de viento (1937). Hubo que esperar casi 20 hasta que Ana Mariscal dirigiera su primer largometraje en 1953.
Durante tres fines de semana, del 2 al 17 de marzo, en conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), el Teatro de Títeres de El Retiro ofrece el ciclo Títeres en femenino, en el que se podrá disfrutar de una selección de espectáculos dirigidos o interpretados por mujeres.
Las funciones serán a las 12:30 h en el Teatro de Títeres de El Retiro. Las entradas son gratuitas, pero hay que descargarlas de la web https://teatrotiteresretiro.es/ (máximo cuatro entradas por usuario registrado). Se pondrán a disposición del público los viernes a las 10:00 h. /
Proscrita de la conversación pública como algo sucio y vergonzoso, la menstruación y su cese, la menopausia, toman impulso en la producción cultural reciente con nuevos libros, películas y obras de arte
Los poemas menstruales no son novedad, ya en su día los escribió Emily Dickinson, ni tampoco la regla ha sido un aspecto ajeno al arte feminista. Pero ahora está desplegándose una tendencia cultural. No es solo biología. Es una tendencia también literaria, audiovisual, plástica. Ha podido verse en escenas de Saltburno en la novela La soldada de Paulina Tuchschneider, es leitmotiv en Redde Pixar o motivo de la obra de Laia Abril, galardonada con el Premio Nacional de Fotografía y una de cuyas obras sobre la revisión del imaginario lunar asociado erróneamente a la regla es la imagen de portada de esta semana en Babelia.
Suciedad, asco, indecencia… Debilidad, enfermedad, “estar mala”… Existe una montaña de prejuicios conmiserativos asociados a la menstruación, tópicos denigratorios de una época que ha terminado. No solo es el cambio de sensibilidad que obliga a integrar las miradas tanto tiempo ocultadas, también nuevo conocimiento que se elabora desde ámbitos complementarios: está la perspectiva médica, pero también la política o la económica. Abordarlo con sentido y sensibilidad es lo que se ha propuesto Silvia Hernando al leer nuevos reportajes, ensayos o poemas sobre la cuestión. También sobre la menopausia.
Hay quien podría pensar que visibilizar este nuevo ciclo de la regla es una demostración más del feminismo radical que aterroriza cabeceras progresistas como la nuestra. Es exactamente lo contrario. El terror es seguir queriendo ignorar. No hay mejor herramienta para repensar la vida del cuerpo que el saber, el arte, la literatura. Provocando incluso, como hicieron en su día los poemas en gallego de Lupe Gómez y que acaban de editarse en castellano.
El corto La loca y el feminista de apenas 12 minutos aborda el tema de lo que significa el ejercicio del feminismo y el uso que le damos a la palabra que también se ha puesto en boca de los hombres. Una conversación de pareja sobre el reparto desigual de las tareas del hogar, la carga de más que asume ella y la inconsciencia de él sobre lo que de verdad supone su actitud. Él, que es un feminista comprometido, y ella, que se lo va a cuestionar a partir de una petición que es un ultimátum: por favor, no vuelvas a decir que eres feminista.
Pilar Gómez en el guion, Sandra Gallego en la dirección, María del Puy Alvarado y la cordobesa Penélope Cristóbal en la producción, son las mujeres que están detrás de este trabajo que se puede ver completo en Filmin y Movistar+.
Manuel Casal en su blog Casa L comienza este año una
nueva sección diaria, Mujeres al descubierto, en la que aportará información de "todas
esas mujeres, algunas conocidas, otras menos conocidas y otras olvidadas,
ocultas o rechazadas por la historia oficial".
El primer día de enero está destinado a Emilia
Serrano (autodenominada Baronesa de
Wilson), escritora y periodista española, gran viajera por
el continente americano, pero casi desconocida en España. Gran acierto, porque la autorafue la valedora de las mujeres de letras de habla
española: durante años, fue rescatando noticias en torno a la vida y la obra de
numerosas escritoras contemporáneas, pero también de destacadas filántropas,
artistas o heroínas olvidadas.
Su vida estuvo llena de grandes misterios que ella
nunca aclaró, ya que fantaseó sobre sus orígenes familiares y su pasado que están llenos de datos contradictorios. Lo que sí sabemos es que poseía
una refinada cultura y un buen manejo de lenguas. Hacia 1853 huye exiliada a
París seguida de su amante, el escritor José Zorrilla*, con el que tendría una hija, Margarita
Aurora, que moriría con cuatro años.Allí se
codeó con Eugenia de Montijo y la flor y nata de la intelectualidad y burguesía
parisinas.
Fue una auténtica "influencer", una mujer sorprendente, curiosa, aventurera. La audacia, el cosmopolitismo y la formación
variada le permitieron trazar en sus viajes poderosas redes sociales y
personales que la conectaron con los principales nombres del panorama cultural
y político del siglo, hasta el punto de llegar a convertirse en asesora de
gobernantes, como el presidente mexicano, Porfirio Díaz, y en historiadora
oficial de países como Venezuela o México y en la autora más difundida en las
escuelas americanas.
Pura Fernández en su novela 365 relojes. La Baronesa de Wilson recrea la vida de esta extraordinaria mujer que pasó de ser una exitosa empresaria
cultural en París, una viajera
aclamada en todas las repúblicas americanas y la impulsora de las relaciones
transatlánticas entre España y sus antiguas colonias, a morir arruinada y
olvidada en Barcelona (1923).
Leed aquíLas perlas del corazón. Deberes y aspiraciones de la mujer en su vida íntima y social(1876).
*La famosa Leila, nombre poético con el que la recordó en sus
versos para no descubrir su relación secreta.
Como todos los años, las ovejas toman el centro de Madrid para celebrar la Fiesta de la Trashumancia y poner de relieve el derecho de los rebaños a transitar por terrenos de dominio público. Pero este año la tradición se presenta con una novedad, una mujer lidera entre los pastores. Marity González es la primera mayoral de la historia de esta celebración y representa a todas las mujeres ganaderas y pastoras trashumantes de España,
La editorial Ya lo dijo Casimiro Parker acaba de publicar «Poéticas. Antología de mujeres del siglo XVIII», continuando con su proyecto de visibilizar la poesía escrita por mujeres. "Esta antología sigue el camino que se inició con los dos primeros volúmenes de POÉTICAS, que corresponden a los siglos XVI y XVII, porque el olvido a las escritoras se ha producido durante toda la historia, y pretendemos recuperar parte de la literatura antes de perderla sin remisión".
Hace poco un joven campeón español atribuyó sus éxitos a seguir la norma que le inculcó su abuelo: "Cabeza, corazón y cojones", declaró en los medios. No hace mucho el seleccionador nacional de un equipo masculino igualmente triunfador sermoneaba así a sus jugadores antes de un partido: "La clave está en llegar al último cuarto con una ventaja de al menos ocho puntos. A partir de ahí es cuestión de huevos."
Ahora un sujeto que detenta (y nunca mejor dicho) la presidencia de la federación deportiva más generadora de dinero, públicamente, entre otras tropelías, se los agarra para "ponerlos por testigos" del éxito de "sus" jugadoras, diciendo claramente "aquí no hay más cojones que los míos", y hago conellaslo que quiero "porque soy el puto amo".
Estamos todos hartos de gente impresentable que sólo saben aferrarse a sus propios testículos para intentar elevarse sobre los demás, como el personaje del cuento que lo hacía tirando de los cordones de sus botas. ¡Basta de orquicracia! ("poder testicular") Ese viejo culto hispano a lo testicular, al toro, a la taleguilla torera marcando paquete, al caballo de Espartero, tiene que ir acabando de una vez, porque eso es lo que acarrea todos los abusos, violaciones, asesinatos y demás horrores que nos rodean a diario. Pongamos definitivamente los huevos en su sitio, y si hay que romperlos, se rompen, para que podamos decir algún día cosas inofensivas sobre ellos, como que "aquellos huevos trajeron estas tortillas".
Si hay algo que nunca se le perdona a una mujer es que sea una mala madre
Laura Baena fundó el club Malas Madres, un espacio dedicado a desmitificar la maternidad con humor, en el que las madres se apoyan entre sí y comparten experiencias. El problema fundamental es la conciliación, una madre no debería tener que renunciar a su carrera, pero tampoco a ver crecer a sus hijos. El libro Soy mala madre es imprescindible para toda madre que se siente
imperfecta y que lucha a diario por sobrevivir.Un libro de cabecera de una nueva generación de mujeres, que quieren
decir adiós al sentimiento de culpa.
Ahondando en el tema,
en el Día de la Madre, Marta Marne entrevista a cuatro escritoras de ficción
criminal -Laura Lippman, Claudia Piñeiro, Bonnie Jo Campbell y Marie Ndiaye-
que hablan sobre sus personajes
femeninos y de cómo se enfrentan a decisiones argumentales relacionadas con la maternidad. El
concepto tradicional de maternidad es un arma de doble filo: oprime a las
mujeres, mientras las hace sentir miserables por sus
defectos como madres.
Bertrand Ndongo acosa a Cristina Fallarás en la manifestación del 20 de abril de 2023. Foto: Dani Gago
El día 21 Cristina Fallarás reflexionaba contra el acoso en el artículo Cuando un hombre acosa en la calle, te caes. Ella misma explicaba en Instagram el acoso sufrido el día anterior en una concentración contra la decisión del PSOE de modificar la ley del 'solo sí es sí, delante del ministerio de Justicia en la calle San Bernardo.
Aquel hombre se pegó a mi espalda y empezó a gritarme. Oía sus palabras contra mi oreja, contra mi cabello, contra mi cara, sus gritos, sus imprecaciones. Me agarró del brazo, tocaba mi espalda. Ha vuelto a abrir la puerta del hielo, del miedo y la ansiedad, esa que yo voy sellando con dificultades.
Por favor, pinchad en el vídeo para que veáis lo que verdaderamente sucedió. Ese indeseable, haciéndose pasar por periodista, le arrimaba la cebolleta al mismo tiempo que el micrófono, sin disimular, solo para provocar y demostrar su superioridad.
Iba a subir solamente la viñeta de Eneko sobre la gestación
subrogada. Sin palabras, explica muy bien que en el mercado capitalista
cualquier mercancía se puede vender y comprar, incluidos los bebés en aras de
la libertad. Lo tremendo es que es un ser humano y la ley lo prohíbe.
Pero he visto las imágenes del deseo de tener descendientes con tu ADN en la revista Hola y no he podido evitar un
comentario. En la portada, una feliz y glamurosa madre-abuela, que no representa
los 68 años que tiene, posa con un bebé comprado en Estados Unidos. Al mismo
tiempo, en otra publicación, aparecía la mujer de mediana edad que ha gestado
por ella, de origen cubano, despeinada, en bata, recuperándose del parto. Dicen que lo ha
hecho por altruismo para ayudar a las mujeres que no pueden concebir, a cambio
de una miserable cantidad para cubrir gastos, muy lejos de lo que ha sacado la protagonista con
sus exclusivas. Y me he acordado de la serie El cuento de la criada sobre el
relato de Margaret Atwood (1985), una distopía donde la explotación humana y
reproductiva es llevada al límite y las mujeres han perdido todos los derechos
que tardaron siglos en conquistar. El mundo se enfrenta a una pandemia de
infertilidad y pocos son los niños que nacen con vida. El vídeo que aparece al final, recoge el momento en que la
criada da a luz, las Tías le entregan a la señora Warren la hija que ha
engendrado a través de 'La Ceremonia'. Una niña que ya tiene nombre tras ser
arrebatada de los brazos de su propia madre. No hay ni una gota de sangre, pero
es terrorífica: un coro de
mujeres la anima en el parto, equiparable a los intermediarios del negocio: las
enfermeras, los médicos, los abogados y los periodistas.
Unos, ya sean hombres o mujeres, son los amos, las mujeres
son las siervas que se someten a un tratamiento de reproducción asistida por encargo para cumplir sus deseos
y expectativas. Dejémonos de eufemismos, donde dice gestación subrogada, quiere decir explotación de una mujer, una práctica que lleva haciéndose desde siempre. Por último, resaltar que cuando la legislación se basa en un modelo altruista, el número de mujeres que gesta voluntariamente es mínimo.
"Los estereotipos, los prejuicios, la diferencia de géneros y
el machismo en las puertas de unos aseos. Lamentable".
Manuel Casal
Le doy la razón a Manuel Casal, siempre con un comentario certero. Es un estereotipo de libro. Los letreros, debo confesarlo, me hicieron gracia, se los enseñé a una amiga que, sin dudar, me dijo: no hay equívocos, se distingue perfectamente el aseo femenino del masculino, las mujeres vamos de dos en dos al servicio y aprovechamos para arreglarnos y hablar. No lo creo, si nos juntamos allí es porque tardamos más en miccionar, el tiempo se nos va en luchar contra el impedimento de la ropa. Lo que es costumbre nada tiene que ver con lo innato. ¿Realmente hablan más las mujeres que los hombres? De ninguna manera. Ni los hombres son de Marte, ni las mujeres de Venus. Ni los hombres están más dotados para las matemáticas, ni las mujeres para el lenguaje porque utilizan más palabras. Estas afirmaciones se basan sobre todo en la situación social y la educación, y exponen los prejuicios, opiniones y tópicos sobre las mujeres con los que se han forjado las bases en las que se sustenta el discurso misógino, en el caso del aseo que las mujeres son charlatanas y los hombres discretos por naturaleza.
Inmediatamente me acordé de las obras de la literatura española de todos los tiempos que han transmitido los estereotipos. Entre ellas, destaca la obra del Arcipreste de Talavera Corbacho o Reprobación del amor mundano (1438). Para Alfonso Martínez de Toledo, como para la mayoría de autores medievales, las mujeres encarnan el mal, son de naturaleza avariciosa, detractora, lujuriosa, codiciosa, envidiosa, inconstante, desobediente, mentirosa y vanidosa, “común regla es dello”, lo que procede de nuestra madre Eva. Especialmente condena su proclividad a la charlatanería en el capítulo XII (De cómo la mujer parlera siempre habla de hechos ajenos), es incapaz de guardar silencio, sus conversaciones son superfluas y sus discursos incoherentes:
«la muger ser murmurante e detractora, regla general es dello: que si con mill fabla, de mill fabla cómo van, cómo están, qué es su estado, qué es su vida, quál es su manera. El callar le es muerte/ muy aspera/: non podría una sola ora estar que non profanase de buenos e malo».
Feminismo
para torpes de Nerea Pérez de las Heras es una guía práctica para combatir el
patriarcado con humor, una caja de herramientas para desmontar el machismo con
argumentos y con risas.
Puedes leer aquí el índice y el primer capítulo las revistas femeninas nuestras mejores amienemigas
Unidas podemos cambiar la sociedad, como nos lo han demostrado las mujeres que nos precedieron. Lo importante es conseguir la igualdad real y luchar contra el patriarcado que expande sus tentáculos para que nada cambie, poniendo siempre piedras en el camino, buscando siempre la confrontación. No confundamos lo superfluo con lo fundamental.
La limpiadora, estatua humana
(Paola Bretones)
En 1977 la Asamblea
General de la ONU estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la
Mujer, excluyendo el término de Trabajadora, con el objetivo de descafeinar el
contenido de clase revolucionario que dio origen a esta celebración. La mujer no se
incorpora al mundo laboral en el siglo XX, como nos han hecho creer, la mujer
trabaja desde siempre en casa y en la calle, en empleos que no quería el hombre, lo que pasa es que
no era reconocida por ello. Las mujeres empezaron luchando por lo suyo y acabaron luchando por los derechos de todas las mujeres. Normalmente se ensalza a las mujeres intelectuales pertenecientes a la
burguesía, y se deja de lado a las mujeres desconocidas que no tienen calles,
ni placas, ni aparecen en los calendarios, que trabajaban precariamente para
subsistir, formando el escalón más bajo de la sociedad.
Jovellanos fue el primero en defender el derecho de la mujer a ganarse un salario en 1785 y destacó el duro oficio de las lavanderas: Informe dado a la Junta General de Comercio y Moneda sobre el libre ejercicio de las artes.
“Yo conozco, y todos conocemos países, no situados bajo los distantes polos, sino en nuestra misma península, donde las mujeres se ocupan en las labores más duras y penosas, donde aran, cavan, siegan y rozan, […], donde trabajan a la par del hombre en todas sus ocupaciones y ejercicios. Aun hay algunos en que nuestras mujeres parece que han querido exceder á la de los pueblos antiguos. Entre ellos, el oficio de lavanderos se ejercía casi exclusivamente por hombres ¿Puede haber otro más molesto, más duro, más expuesto a incomodidades y peligros? Pues este ejercicio se halla hoy a cargo de las mujeres exclusivamente en las cortes y grandes capitales, esto es, donde se abriga la parte más delicada y melindrosa de este sexo”.
Durante siglos, las mujeres fueron las encargadas de desempeñar este arduo trabajo, mal pagado e insano porque también se encargaban de las prendas infectadas de enfermos contagiosos, lavando en las fuentes o en el río en el crudo invierno y en el asfixiante verano, hasta que llegó el agua a las casas a finales del siglo XIX. En España continuaron en los años de la posguerra hasta la década de 1960, cuando las lavadoras eléctricas empezaron a difundirse entre las capas medias y populares.
Llevo intentando hacer una entrada sobre su trabajo desde que subí Fuimos indómitas: los oficios de mujeres en Madrid (y Alicante). Hay muchísima información, sobre todo de las lavanderas del Manzanares, que no sé cómo resumir. Afortunadamente el vídeo del final lo hace bastante bien. Me limitaré a dar unas cuantas pinceladas.
La semana pasada, me levanté con la predicción del tiempo: máximas de
6º y mínimas de -6; en la parte más fría
y menos aislada de mi casa el termómetro indicaba 9º, suficiente para que tuviese las manos y los pies helados.Inmediatamente me llegó la imagen de las lavanderas de antaño tosiendo por la bronquitis: cuerpos encorvados y doloridos, manos agrietadas, artríticas, llenas de sabañones rompiendo el agua helada del río en un día como hoy. Como los soldados rasos de los ejércitos, vidas anónimassin valor para el beneficio de unos cuantos. Y pensar que hacia 1860 el viajero Davillier las llamó“Náyades del Manzanares”.
Lavadero deVillena, años 50
Los lavaderos eran su lugar de encuentro y sociabilidad, así como de solidaridad y ayuda mutua, lejos de los varones. Sin embargo hay muchos testimonios gráficos donde se ve a los hombres vigilando su trabajo mientras fuman tranquilamente un pitillo.¿Qué pensarían esos hombres observando a esas mujeres a sus pies luchando en el barro contra la suciedad? Me ahorro la respuesta.Y por si fuera poco, la creación de los lavaderos cerrados se debe en parte a las críticas de la Iglesia, más preocupada por el decoro que por la higiene, por la inmoralidad de sus posturas con las faldas arremangadas que por sus duras condiciones de trabajo. Allí nacieron expresiones que se extendieron al lenguaje común que todos hemos utilizado alguna vez, como ‘lavar los trapos sucios’ en relación a criticar a otros y ‘hay ropa tendida’ como aviso de que no se podía hablar delante de una persona determinada o de algún niño.
La conciliación familiar sigue siendo la gran lucha de la mujer del siglo XXI. Al
final del siglo XIX, las más de cuatro mil lavanderas que trabajaban en un centenar de lavaderos, algunos regentados por mujeres, reivindicaron este derecho. En 1871, la reina María Victoria, consorte de Amadeo I, aprobó la creación de la primera guardería de Madrid en el Asilo de Lavanderas que se encontraba en la glorieta de San Vicente, frente a la Estación de Príncipe Pío. Las madrileñas asalariadas del Manzanares lo utilizaron mientras cumplían con su jornada laboral a los márgenes del río. Se aceptaban bebés y niños menores de 5 años.
Recibían clases de cultura general, alimento y había ocho camas a disposición
de las mujeres que sufrían accidentes mientras trabajaban.
La lavandera de Gaudí
Numerosos pintores y escultores han utilizado representaciones de lavanderas en sus obras: Renoir, Toulouse-Lautrec, Goya, Le Corbusier o el propio Gaudí. La mayoría nos ha ofrecido una imagen superficial y costumbrista que poco tenía que ver con la realidad. Para mí, destaca la imagen de la lavandera solitaria del Parque Güell de Gaudí a modo de cariátide, todo un homenaje simbólico, cargada y erguida con una cesta sobre su cabeza donde lleva la ropa, transmite una extraordinaria fortaleza y robustez. Parece surgir de forma natural de uno de los inclinados elementos que configuran el pórtico en el que se encuentra.
Muchas personas que han dejado su huella en la historia tienen su origen en este grupo de esforzadas mujeres. Lavandera e hija de lavandera fue Consuelo Bello, "La Fornarina". Hijo de lavandera fue Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y UGT, que acudía en ayuda de su madre por 1892, la sufrida gallega Juana Posse, que vino a pie desde Ferrol a Madrid con sus dos hijos pequeños. También fue hijo de lavandera Arturo Barea, escritor nacido en 1897, que dejó notas e impresiones sumamente realistas de lo que fue aquella vida de penurias de la gente del río.
Yo no he visto
trabajar a las lavanderas, mis recuerdos de los años sesenta se reducen a la
visión del lavadero casi vacío de mi pueblo poco antes de que desapareciera y
al zafarrancho que se organizaba todos los lunes en la casa de La Marañosa, día
que se dedicaba casi íntegramente al lavado con una máquina que lavaba pero no
centrifugaba. La lavadora venía equipada con una especie de turbina y un motor
que hacía girar la ropa, el agua y el jabón en un único sentido. Para aclarar
la ropa había que vaciar el agua sucia que siempre acababa rebosando y volver a llenarla, disponía también de
un accesorio con dos rodillos de goma que se colocaban en la parte superior. A
mí el aparato me tenía hipnotizada. Tal vez fuera una Balay. Quién me iba a
decir a mí que, veinte años después, cuando me fui a vivir a un minúsculo apartamento tendría que
comprarme una lavadora portátil Jata* que hacía lentísima la cuestión del lavado,
sobre todo si eran sábanas. Fue un gran invento que revolucionó la vida de las mujeres y también de muchos hombres.
El blog Lavaderos públicos propone identificar, localizar y fotografiar todos los lavaderos públicos, de todos los pueblos, tanto de España como de cualquier otro país,Recopilar testimonios, anécdotas, historias y leyendas de mujeres que lavaron, lavan o simplemente pasaron momentos inolvidables en estos lavaderos. Así las generaciones más jóvenes conocerán la vida laboral de sus antepasados y apreciarán del patrimonio local. Si alguien ha llegado hasta aquí, le animo a buscar el de su lugar de nacimiento.
Fotografía1915, los lavaderos del río Manzanares
Pintura idealizada: Lavaderos del Manzanares y Palacio Real, hacia 1800
Cartón para tapiz. Goya (1779-1780)
Fotografía. Lavanderas (1914)
*La marca fue creada a partir del nombre de su fundador, Jacinto Alcorta en Eibar (Gipuzkoa).