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domingo, 25 de mayo de 2025

Del todo va a ir bien a todo va "regulinchi"

Un fotograma de 'Los años nuevos' Movistar Plus+
Esta es una historia de amor que nació en una nochevieja de hace ya seis años, creció hiperconectada en tiempos de pandemia y murió después de una corta convivencia. La pareja pasó del todo va a ir bien a todo va regulinchi (regular tirando a mal) para terminar de forma fulminante en un verano devastador. Como la pareja de la serie de televisión Los años nuevos de Rodrigo Sorogoyen, desprendían química pura, se les notaba en la mirada y en la expresión corporal, daba gusto verlos al natural y en las fotos, él tan alto y cariñoso, ella expresiva y divertida parecía una muñequita a su lado. La viva estampa de la felicidad. Todos apostábamos por su relación cuando se fueron a vivir juntos, pero surgieron desencuentros que desconocemos, pequeñas brechas sin necesidad de peleas o celos. Vivir junto a otra persona es tremendamente difícil. El trabajo esclavo al que están sometidos los jóvenes no les ayudó. Él estaba casi todo el día encerrado en casa con un trabajo telemático y ella se pasaba el día fuera, con un horario que a veces duraba desde las 8 de la mañana a las ocho de la noche, sin contar con el tiempo invertido en el transporte de cercanías. El cansancio, la rutina, las tareas domésticas, fueron poco a poco mermando la armonía, su alegría y las ganas de estar juntos. Aun así decidieron adoptar un perro. Gastaron su energía en salvas, el perro les salió canalla, con su locura se comió los muebles y lo que quedaba de su relación. Inopinadamente, ella abandonó el hogar que habían creado con tanta ilusión. Seguían queriéndose, pero ya no podían continuar juntos. No querían conformarse con una vida regulinchi. Solo les queda el recuerdo reparador de haber vivido la plenitud del esplendor en la hierba*. 
Una historia de desamor como tantas otras que deja el corazón herido. Hay amores que cuando terminan producen tanto dolor como una amputación.

*Fragmento de la “Oda a la inmortalidad” del poeta romántico inglés William Wordsworth, conocido por ser recitado y dar título al drama romántico rodado por Elia Kazan en 1961«Aunque ya nada pueda devolvernos la hora del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, porque la belleza subsiste en el recuerdo«.

Regulinchi, palabra de moda desde la pandemia

La RAE ha documentado el término regulinchi, una manera de decir regular en textos coloquiales y familiares. Se utiliza para responder a la pregunta ¿Cómo estás? Está creado sobre la forma el adjetivo regular añadiendo -inchi, que no es un sufijo tradicional del español. Seguramente está inspirado en la voz chanchi (excelente, estupendo). 
La conquense Mara Moreno popularizó la palabra cuando modificó el mensaje Todo va salir bien que colgaba de nuestras ventanas al comienzo de la pandemia por Todo va a salir regulinchi acompañado de un arcoíris. Daniel Fez en Instagram, con el monólogo que ha llevado a los escenarios La vida regulinchi ha popularizado la frase.


lunes, 14 de abril de 2025

Lecturas republicanas: El niño republicano y Lecturas Ciudadanas (1)

Edición Madrid,1932
 La llegada de la segunda República, en la primavera del 1931, fue para muchos españoles un hito fundacional, el comienzo de una nueva era de libertad y regeneración La República siempre estuvo convencida de que el atraso español y la enorme tasa de analfabetismo (fuentes oficiales indicaban cerca de un 60%) se podía superar con un sistema educativo adecuado que intentara erradicar la presencia social de la iglesia. El establecimiento de la escuela laica (con supresión de la enseñanza de la religión y reconocimiento de la libertad religiosa) encontró una fuerte oposición entre los sectores más reaccionarios y conservadores. Introducir la coeducación (niños y niñas en una misma clase) no resultaría tarea fácil. 

La reforma en la enseñanza primaria tenía básicamente tres objetivos: la mejora de las condiciones de los maestros, la creación de los consejos de protección escolar (constituyéndose como el precedente de la participación de la sociedad en la escuela) y la mejora de los recursos escolares. Los cambios en los libros de texto en la enseñanza primaria son prácticamente inexistentes, y por eso se siguieron utilizando los que persistían en el tratamiento tradicional de la historia de España. En las escuelas laicas leían El niño republicano y Lecturas Ciudadanas, libros que divulgaban las nuevas ideas a la ciudadanía desde un punto de vista histórico de la manera más clara posible. 

 En la escuela republicana, podemos establecer dos fases claramente diferenciadas: época de paz y tiempos de guerra. La primera, centrada en combatir el analfabetismo y preocupada por el definitivo asentamiento de la pluralidad democrática. La segunda, en época de guerra, se podría caracterizar por su marcado contenido proselitista y consignatario. Un ejemplo es La Cartilla escolar antifascista (abril de 1937).

 Joaquín Seró, El niño republicano

El niño republicano fue un libro de lectura para la escuela primaria, una especie de evangelio de la República diseñado para la formación de la conciencia republicana de la infancia siguiendo el tradicional método de preguntas y respuestas. Su autor fue el maestro santanderino Joaquín Seró y se publicó por primera vez en Barcelona en agosto de 1932.
Está organizado en 39 capítulos que ofrecen una serie de lecturas breves para los niños, centradas en la comprensión del significado de la República, sus símbolos, los acontecimientos históricos que la precedieron y algunos de los personajes históricos más representativos del espíritu republicano. Al final de cada lectura se realizan unas preguntas para facilitar su comprensión (Conversación) y una redacción (Práctica). Fue especialmente significativo por lo excepcional y por la divulgación que tuvo.

En las páginas 10 y 11 del libro, leemos:

“(…) No ha habido, no hay, no habrá ni puede haber régimen alguno que sea capaz de substituir a este en el que cada ciudadano, en una sociedad de orden, de trabajo, de mutua inteligencia, goza de libre albedrío para intervenir en la cosa pública con la expresión de su voluntad, que es el voto.
La República es el gobierno del pueblo por el pueblo, el gobierno de todos para todos.
(…) La República es un régimen de dignidad humana. El pueblo republicano tiene para regular su vida las leyes que él mismo se da por medio de sus representantes y las mejora o las substituye a conveniencia para que rindan un beneficio igual para todos (...)
(…) La libertad es el más sabio de los principios que conducen al orden y al respeto, pues tiene un límite natural que nadie discute, esto es: la libertad de un ciudadano termina donde comienza la libertad de otro ciudadano. El límite de la libertad lo fijan las leyes (…)”

Lo puedes leer y descargar aquí:

*Eduardo Haro Tecglen utilizó este mismo título El niño republicano para el libro de sus memorias, publicado  en 1999, en el que mezcla los recuerdos del niño que fue durante la República con otros muchos temas:
"Me gusta utilizar en ordinal la II República, por la esperanza de que pueda haber una III. El sentimiento de lo republicano es el de una aspiración de libertades (no hay libertades: hay aspiración, como sucede con la democracia, la felicidad y otros elementos equívocos de nuestras vidas)".


 Victoriano F. Ascarza, Lecturas Ciudadanas (Educación Cívica)

 Victoriano F. Ascarza en el prólogo de Lecturas Ciudadanas de 1932 escribe Dos palabras al lector:

(…) La libertad es el más sabio de los principios que conducen al orden y al respeto, pues tiene un límite natural que nadie discute, esto es: la libertad de un ciudadano termina donde comienza la libertad de otro ciudadano. El límite de la libertad lo fijan las leyes (…)”

 “(…) Ello aconseja llevar a la escuela y dar a los niños y niñas, desde los primeros años, las nociones fundamentales de la democracia y los preceptos constitucionales, para que vayan encarnando en las costumbres y en el corazón del pueblo”.

Para ello ofrece a los niños ejemplos de ciudadanos ilustres (Francisco Pi y Margall, Emilio Castelar, Nicolás Salmerón, Joaquín Costa, Pablo Iglesias) que ayudaron a conquistar el régimen democrático. lecturas en capítulos breves para que puedan ser objeto de comentarios, de resúmenes escritos y de temas de redacción.

El patriotismo y el talante ciudadano eran dos de los valores sociales más repetidos en estas obras. En las páginas 7 y 8, dentro del apartado Yo soy español, podemos leer: 
“…España tiene un gobierno republicano democrático que hace a todos los españoles iguales ante las leyes (…) En otros tiempos había personas privilegiadas que disfrutaban preferencias especiales, solamente por el hecho de haber nacido de padres que también tenían esas preeminencias (…)” 
En la página 9 y siguientes, dentro del capítulo España, una y varia, se argumenta:
 “(…) A su vez el suelo español, tan quebrado y tan distinto en clima y productos, crea condiciones de vida y aspiraciones muy diferentes, las cuales, en lo posible y sin atentar la unidad nacional deben tenerse en cuenta para la organización social y política española. Los recuerdos históricos, las influencias de raza, y las condiciones del suelo han dado origen a lo que se llama regionalismo, que consiste en la aspiración de varias regiones a gobernarse por sí mismas, en aquello que les es propio y peculiar, pero conservando la unidad nacional.” 

Lo puedes leer o descargar aquí: https://www.centromanes.org/?page_id=6321&print=pdf


Antonio Benaiges, el maestro que prometió el mar 


Todos estos cambios calaron en los textos y en el profesorado, los colectivos docentes se interesaron por los aspectos prácticos de estas ideas. El libro El maestro que prometió el mar (ed. Blume, 2023) es un ejemplo de ello. Gracias a una metodología de enseñanza pionera y revolucionaria para la época, basada en la participación activa de los niños y el uso de la imprenta, el maestro Antoni Benaiges, en 1934 comenzó a transformar la vida de sus alumnos y la del pueblo. A finales de julio de 1936, justo al inicio de la Guerra Civil, lo mataron. Su cuerpo se encuentra aún desaparecido en una fosa común.



sábado, 28 de septiembre de 2024

Un sainete, una revista y un tango sobre el cinematógrafo (6)

Utilizar el cine como asunto o como parte del espectáculo teatral no tenía más finalidad que la de atraer espectadores, o aliarse con el competidor que a la larga provocará una nueva crisis teatral.

Sainete de Ramón López-Montenegro 

Buscando en internet me he encontrado con un polifacético escritor: Ramón López-Montenegro y de Frías-Salazar (Zaragoza, 1877-Alfaro,1936) cuya existencia desconocía. Fue también periodista, actor, cantante lírico, dibujante y político. Publicó en los mejores periódicos de El País Vasco y Aragón, en Madrid colaboró con Blanco y Negro, ABC. Leyendo su biografía descubrimos que era una persona extraordinaria y un trabajador incansable

Merece la pena leer ¡¡Al cine!!, Caricatura madrileña, escrita por Ramón López-Montenegro, que también compuso su música. Fue estrenada por la compañía de Loreto Prado y Enrique Chicote, la noche del 22 de marzo de 1907, en el Gran Teatro de Madrid. El sainete, una parodia cómica del desarrollo de una función, nos sirve como referencia para saber cómo era el público y el espacio de las barracas y los explicadores. Así anima al público el castizo charlatán:

"¡Al cine! ¡Al cine! ¡Aquí está la más grande, la más potente, la más asombrosa creación de los modernos espectáculos! ¡Sí, señoras y caballeros, sí! A pesar de que hay lenguas vespertinas que nos están poniendo a chupar de un burro, nada puede la envidia contra el cine. El teatro ha tenido que pasar por las horcas claudinas y rendirse ante la película. No se puede comparar el cinematógrafo con el teatro. Al cine viene el doble, el trípode, el cuadrúpedo número de espectadores. Y no así como quiera, sino que vienen damas de alto cuplet y caballeros con más orgullo que don Rodrigo en el arca. Los empresarios de zarzuela, todavía no han vuelto de su apocalipsis al ver el excremento que está tomando el cine; y, aunque todos ellos se empeñan en tomar el rábano por las orejas, y sacamos defectos, y decir que el día menos pensao la vamos a diñar, ya vendrá el tío Paco con la baraja y ellos serán los que se mueran sin decir este ni oeste. ¡Animo, señores! ¡Aquí no hay chistes verdes como en La vida es sueño, Loyengrín, y otras obras sicalípticas de Sorolla o Mariano Benlliure! ¡Aquí no se cantan cuplés indecentes, como en el Juan José o en Sansón y la lila! ¡Aquí no pican las pulgas como en los teatros! ¡Ande la película! ¡Al cine! ¡Al cine!".

La revista el Cinematógrafo Nacional


Cinematógrafo Nacional,
con texto de Guillermo 
Perrín y Miguel de Palacios y música de Jerónimo Giménez, es una revista cómico-lírica en la que se abordan satíricamente cuestiones políticas del momento. A modo de ejemplo, en el cuadro segundo el decorado nos muestra el congreso de los diputados convertido en un gran cinematógrafo; delante de las columnas se ha instalado un gran órgano y al lado de los leones dos despachos de billetes. 

Existen otras zarzuelas y revistas que tienen al cine como protagonista: El cine de Embajadores, de 1909 o La última película (1913) de Luis Larra y Ossorio, el tercer hijo de Mariano de Larra y Cristina Ossorio.


 


 

José Serrano, Tango del cinematógrafo 

En la zarzuela La gente seria, aparece el divertido Tango del cinematógrafo del maestro Serrano (1907):  (Llévame al cine,… mamá,… matógrafo)

 

Coro Llévame al Cine, mamá.
Saturnino   Mamá.
Coro Mamá.
Saturnino  Mamá.
Coro Matógrafo.
Que eso de la oscuridá.
Saturnino     ¡Aaa!
Coro Me gusta una atrocidá.
Saturnino ¡Aaa!
Coro Y hay unas peli-culi...
Saturnino        Culi.
Coro      Culi.
Saturnino        Culi.
Coro        Culitas
tan dislocantes
y espeluznantes
que es una barbarídá.
Saturnino Diablillo solista.
Niño Llévame al Cine, mamá.
Coro Mamá.
Niño Mamá.
Coro Mamá.
Niño Matógrafo,
etc., etc.
Saturnino Por Dios, mamá,
llévame al Cine
que alguno habrá
que se me arrime.
Si vamos hoy
ya tú verás.
Todos Qué peli-culi,
qué peli-culi,
qué peli-culi-culás.
Saturnino Solé...
     Solé...
     Soledá, si vas al Cine,
     sola... sola...
     dímelo por un Contine,
     mira que yendo juntos,
     nena, no hay ná mejor.
     Anda, Solé, vente al Cine,
     que allí te espero yo.
Todos Solé...
Solé...
Soledá, si vas al Cine,
etc., etc.
Llévame al Cine, mamá,
etc., etc.
Llévame al Cine.
Llévame al Cine.
Llévame al Cine y verás
que peli-culi
que peli-culi
que peli-culi culás.
Culas.
Culás.
Culás.
Llévame al Cine, mamá.


domingo, 4 de agosto de 2024

Salva Soler: De cine, un poema con títulos de películas


Salva Soler (Barcelona, 1976) sorprendió a los 
viajeros del tranvía de Zaragoza recitando el poema De cine, hecho de principio a fin con títulos de películas. Formaba parte del I Festival de Poesía Joven de Zaragoza 'Rasmia' y saltó a las redes sociales. Una ingeniosa iniciativa. 
Aquí puedes leerlo.


domingo, 26 de mayo de 2024

Los monos en la literatura (el cine y el arte)


Tal como el más bello de los monos es feo al compararlo con otra especie, el más inteligente de los hombres ante un dios parecerá un mono en inteligencia, en belleza y en todo lo demás.
                    (Heráclito, fragmento 119 de la edición de A. Gª Calvo)

Monos y hombres  

    »Yo por seguro tengo
(Dijole á Blas Manuel)
Que el mono es hoy lo mismo
Que ántes el hombre fué.
    Piedras cual hombre tira,
Y es muy frecuente en él
Reñir á garrotazos
Mejor que un montañes.«
    Blas dijo: »Reconozco
Al mono su saber;
Opino, sin embargo,
No como piensa usted.
    Hay en humano traje
Irracional cruel,
Que agarra piedra y palo
Sin qué ni para qué.
    Bicho de tal ralea
Debe sin duda ser
orangutan exento 
De andar a cuatro piés. 
                      
                                                                                      (Hartzenbusch, fábula XLVI)

    ...o me gustan mucho los monos y, sin embargo, cometo un error, porque los considero una imitación perfecta de la naturaleza humana. Cuando veo a uno […], tengo la impresión de verme en un espejo de aumento: los mismos sentimientos, los mismos apetitos brutales, un poco menos de orgullo y nada más.»     (Gustave Flaubert)

Los monos se han utilizado en la mayoría de las culturas como mascotas por su exotismo, inteligencia, sus aptitudes para la imitación y su facilidad para ser domesticados. Los nobles los utilizaban como un adorno y un símbolo de riqueza, y los titiriteros y gentes del circo los incluían en sus espectáculos para asombrar con sus piruetas al pueblo llano (El Quijote: Maese Pedro y el mono adivino). Los filósofos y los científicos han especulado sobre su naturaleza comparándola con el hombre. Por lo general, su representación en numerosas expresiones artísticas y literarias ha servido más como motivo de burla, al identificar la figura del mono con los instintos más bajos y primarios del hombre. Pero, desde que a mediados del siglo XIX las teorías de Darwin fundamentaron científicamente nuestro parentesco, adquirieron una dimensión inesperada, dramática, objeto de todo tipo de fabulaciones, ironías y pesadillas. 

Los monos en el arte

Desde el siglo XVII se puso de moda entre los pintores hacer cuadros con escenas de la vida cotidiana (jugar a las cartas, acudir al dentista, ir a la escuela, leer un libro…) protagonizados por monos en vez de humanos. Este subgénero pictórico perduró los siglos siguientes y hasta tiene su propio nombre singerie: la palabra francesa que significa «monería».

 Los monos en la literatura 

El mono gracioso y burlón es el modelo que aprovechan los fabulistas para descubrir moralejas en la imitación simplificada de las prácticas humanas. Así lo plantean Esopo (La zorra y el mono discuten por su nobleza), Tomás de Iriarte (El mono y el titiritero), La Fontaine (El lobo pone pleito al zorro ante el mono) y Samaniego (El lobo, la zorra y el mono juez).

Zaccaria Seriman, Viages de Enrique Wanton a las tierras incógnitas australes, y al país de las monas Viages de Enrique Wanton a las tierras incógnitas australes, y al país de las monas (1749). Sátira contra la sociedad y sus costumbres a través del viaje y naufragio de sus protagonistas en una isla habitada por simios. 

Pero otras veces, presas de turbias pasiones, los primates atacan al hombre y se dejan llevar por el salvajismo y la perversidad. En la antología De monos y hombresMarta Salís ha reunido diecisiete cuentos que ilustran perfectamente esta evolución de mascota graciosa y presentable a símbolo muchas veces oscuro de nuestra animalidad. De E. T. A. Hoffmann a Roberto Arlt, pasando por Flaubert, Poe, Lugones, Kafka, Lovecraft, Vallejo o Dinesen, vemos cómo la literatura se ha servido de los primates para ridiculizarnos, extrañarnos, forzar incómodamente nuestra comprensión. A veces imagen de la degradación, a veces recordatorio de la fatuidad, también ha sido un excelente pretexto para hablar de la cautividad y de los desmanes de la experimentación científica.

La siguiente lista de narraciones ordenadas cronológicamente nos acerca a la relación entre monos y hombres en literatura. El asterisco indica que el título citado es un cuento, los enlaces nos llevan al texto en pdf.

Hoffmann,  Noticia de un joven culto (1814). En este capítulo de la segunda parte de Kreisleriana, el narrador transcribe la carta de Milo, un joven que pasa de ser un salvaje a volverse todo un erudito…

Edgar Allan Poe, Los crímenes de la calle Morgue(1841). Cuento policíaco protagonizado por un gran orangután salvaje de las islas de la India Oriental, capaz de realizar los peores asesinatos

FlaubertQuidquid volueris* (1837). Escrito en la adolescencia presenta a un ser hijo de una mujer y un mono al que la desesperación conduce al crimen.

Kafka, Informe para una Academia* (1917)La obra parte de un aparente absurdo, de una situación insólita: una simio que hace cinco años ha dejado de serlo, redacta un Informe sobre lo simiesco y nos deja una reflexión sobre la definición de libertad.
Edgar Rice Burroughs Tarzán de los monos (1914)Huérfano y atrapado en el corazón de la selva africana, el heredero de Lord Greystoke es criado entre monos para convertirse en Tarzán, el hombre mono. Esta historia fue publicada por primera vez en la revista pulp All Story Magazine en octubre de 1912.
 Horacio Quiroga, El mono que asesinó* (1919). Cuento fantástico sobre una metamorfosis cruzada entre un humano y un simio. En 1904 ya había publicado Historia de Estilicón*, un bebé gorila que cambiará la vida de dos hombres (1904).
César VallejoLos caynas o el paso regresivo*, incluido en Escalas melografiadas (1923). Luis Urquizo tiene fama de loco entre sus vecinos pues todo lo observa a la inversa del sentido común, hasta que un día el problema se agrava cuando proclama ser un mono junto al resto de su familia.
Leopoldo lugonesYzur* (1924). La obsesión de un hombre por alcanzar una meta irrealizable: enseñarle a hablar a un mono. 
Delos W. LovelaceKing Kong (1932).Trata sobre el hallazgo de un gorila gigante, en una isla prehistórica perdida y sobre cómo fue capturado y llevado a la civilización contra su voluntad.
Isak Dinesen El mono* (1934). En sus breves páginas la autora se las arregla para contar historias muy diversas sutilmente emparentadas entre sí. Insinúa una perversa relación entre el mono y la Priora. Al final del relato, el mono termina encaramado sobre un busto de Immanuel Kant.
Roberto Arlt, Accidentado paseo a Moka* (1935). Escrito después de su viaje por España y Marruecos. 
Pierre Boulle, El planeta de los simios (1963). Como su título indica, trata sobre un planeta en el que los simios son la raza dominante. Su objetivo es comprobar cómo ellos repiten los mismos errores que nosotros.
Michael CrichtonCongo (1980). En esta novela de aventuras, Peter Elliott, un primatólogo de la Universidad de California, y su asistente enseñan la comunicación humana a los primates utilizando una gorila. 

Dian Fossey, Gorilas en la niebla (1983). La autora, asesinada en 1985 por un asaltante desconocido, combinó su aventura personal con un informe científico sin precedentes para completar un retrato inolvidable de nuestros parientes primates más cercanos.
 Daniel Quinn, Ishmael (1995). A través del cautivador diálogo entre un protagonista desilusionado y un sabio gorila se desvela un mensaje poderoso y urgente: nuestra civilización actual está atrapada en una trayectoria destructiva, impulsada por una ideología insostenible.
Stephen KingEl mono* (1980). La historia sobre dos hermanos gemelos que de pequeños encuentran un mono de juguete en el ático. El muñeco tiene unos platillos, los cuales toca de vez en cuando. ¿El problema? Que cada vez que lo hace, alguien cercano a los hermanos muere.

Monos en el cine 



Muchos de los libros citados han sido llevados al cine con gran éxito: Tarzán, King Kong y El planeta de los simios forman parte de nuestra infancia. Solo me permito recordar que la mona Chita era un chimpancé macho que fue creado por los guionistas de la MGM y que no figuraba en el libro. 

Para saber más

 cuyo título es una famosa frase de El planeta de los simios cruzada con el relato breve de terror La pata de mono escrito por el humorista W. W. Jacobs (1902).

domingo, 17 de marzo de 2024

Historia del teatro de títeres

Como una ficha de dominó que empuja a otra, El Teatro de los Niños me ha llevado a consultar la historia del teatro de títeres. Recomiendo la lectura de Documenta títeres. Incluyo a continuación algunos de los enlaces: 

1.- Los antiguos rituales mágico-religiosos.

2.- Los títeres medievales.

3.- De lo religioso a lo profano.

4.- Otras diversiones relacionadas con los títeres.

5.- La persistente corriente popular.

6.- La explotación comercial del títere,

7.- El teatro de títeres culto en la primera mitad del siglo XX,



Un resumen de la historia del teatro de títeres 

El teatro de títeres es un fenómeno histórico, social y cultural que durante siglos se consideró un espectáculo juglaresco destinado al público infantil o al público adulto escasamente exigente, pero a partir del siglo XX ha sido utilizado por las vanguardias para cuestiones más filosóficas. Hoy los títeres están presenten en los grandes teatros y festivales internacionales.

Desde la antigüedad, el hombre ha sentido la necesidad de insuflar vida a los elementos inanimados. De esta forma, el origen de los títeres se remonta casi al momento en el que comenzó a manipular los objetos. El nacimiento de las marionetas está ligado a ceremonias religiosas del Paleolítico y la Antigüedad. En la Edad Media, el cristianismo persiguió el teatro y los muñecos por su origen pagano, aunque posteriormente los utilizó en su beneficio. En el siglo XVI aparecen los personajes populares, figuras que por su arraigo y popularidad ponen de manifiesto la cultura universal. Cervantes se refiere a los retablos de los titiriteros en dos ocasiones, en El retablo de las maravillas, entremés de 1615 y en la segunda parte de Don Quijote de la Mancha, publicada aquel mismo año. En el siglo XVIII, los títeres no sólo se movieron en teatrillos ambulantes, sino que acceden a círculos más selectos de la sociedad. En el XIX siguió interesando a intelectuales y artistas y su proliferación fue tanta que grandes autores escribieron para este teatro. Desde los inicios del siglo XX, el teatro de marionetas empezó a subir en conexión con los lenguajes escénicos; los muñecos se introducen en los medios de comunicación, el cine y la televisión.

Hay muestras por todo el mundo: títeres asiáticos, sombras hindúes, títeres acuáticos de Vietnam, etc. Y películas con títeres, como La guerra de las Galaxias o programas de TV como las célebres Noticias del Guiñol….  Y un personaje casi universal con diferentes nombres según el país: Punch, Polichinela o Don Cristóbal, que representa lo peor del ser humano desde el Medioevo, con argumentos crueles, para un público acostumbrado a los espectáculos duros. Otro ejemplo es la lucha de caballeros con títeres de Italia, Teatro dei Puppi.

El proceso de creación de un espectáculo de títeres específicamente dirigido a los niños fue larga y tiene sus principios con el despegue de la literatura infantil en el siglo XIX, dentro de la cual hay que citar el Pinocho (1883), de Carlo Collodi, que si bien es un cuento que narra la historia de una marioneta de madera, ha quedado incorporado al repertorio mundial del teatro de guiñol. Con las vanguardias también aparece un nuevo modelo de personaje teatral, que presenta una naturaleza ambigua de hombre y muñeco al mismo tiempo.

El títere como metáfora

 El teatro de títeres se define por la presencia de un sujeto —el titiritero— que utiliza una serie de muñecos —de tres dimensiones o de dos— u otros objetos con el ánimo de expresar ideas o emociones al público. Los títeres funcionan como refuerzo de la actividad creadora y poética del manipulador, son solamente un instrumento aunque para el espectador aparezcan como el eje central del espectáculo. El títere, sin el movimiento o la voz que le presta el titiritero, es solamente un muñeco inerte, aunque lleno de potencialidad expresiva,. El titiritero se transforma así en un ser todopoderoso, un dios de la escena que maneja a los títeres a su antojo. Para los amantes del teatro es la aplicación de la metáfora que relaciona al títere con el actor o el bailarín al que se le exigen las cualidades de la marioneta.

Además de ideas estéticas y teatrales, el títere ilustra creencias religiosas y teorías filosóficas. A través de él pueden abordarse temas muy abstractos como la muerte, el tiempo o la vejez. El títere ha contribuido a la renovación y a la actualización del antiguo mito de Pigmalión, en el que la estatua cobra vida, y al de la caverna de Platón, en el que el mundo es descrito como un teatro de sombras proyectadas por títeres.

En el siguiente vídeo, de la mano del Catedrático de Antropología de la Universidad de Granada José Antonio González Alcantud y de las compañías El Espejo Negro y Títeres Etcétera, nos sumergimos en este fascinante universo, en el que arte y artesanía confluyen para sublimar el hecho escénico.

 

Los títeres tienen algo de mágico que atrae a todos los públicos. El teatrillo en el que viven son cajas de música y de luz llenas de historias y fábulas que nos divierten y nos hacen soñar con otros mundos. Los primeros títeres que vi fueron los muñecos de Herta Frankel en la televisión en blanco y negro, pero hasta que no asistí a un espectáculo del famoso titiritero Francisco Porras Serrano en El Retiro, no me dí cuenta de lo que significaba este arte que hace maravillas. Herta Frankel formaba parte, junto a Arthur Kaps, Gustavo Re y Franz Johan, de la compañía de espectáculos  de variedades "Los Vieneses", que consiguieron gran popularidad con sus apariciones en la televisión en los años sesenta. Su muñeco más famoso fue la perrita Marilín, un caniche impertinente y respondón creado por Elvira de Loyzaga. Las pocas veces que he dado clase de teatro, he procurado que mis alumnos se interesaran por esta forma popular de teatro. No lo conseguí, la edad les hacía interesarse más por vivir lo inmediato, sin ningún esfuerzo, a través de las pantallas. 

  



Para saber más 

Francisco J. Cornejo, El títere como metáfora

https://wepa.unima.org/es/mito-del-titere-perspectiva-occidental/



Teatro de títeres en La Abadía: El verdugo de El Espejo Negro.

Los títeres siguen estando de actualidad creando nuevas propuestas escénicas que buscan la dignidad del titiritero. Este mes de marzo del 13 al 24 de marzo, al teatro de La  Abadía llega la compañía estable de títeres El Espejo Negro. El malagueño Ángel Calvente, responsable de la dirección y del diseño y construcción de las marionetas, ha conseguido con El verdugo una propuesta de marionetas para adultos basada en la película homónima de Berlanga y Azcona que respeta la imagen de la España que Berlanga retrató.