sábado, 8 de marzo de 2025

La buena Juanita y Flora: adoctrinamiento para niñas (2)

La vida de los hombres y mujeres está condicionada por la procedencia social y familiar y por el contexto rural o urbano. Pero las mujeres nunca han tenido las mismas posibilidades de acceso a la educación que los hombres, lo que ha determinado su exclusión de la vida social y de las instituciones. La desigualdad manifiesta entre niños y niñas se perpetuaba en las escuelas segregadas por sexo. Hace aproximadamente siglo y medio se publicaban en nuestro país los primeros libros específicos para la enseñanza de la mujer.

En vista de la aceptación que tuvo el Juanito de Parravicini (1836), dos editores, Calleja y Faustino Paluzíe publicaron en el siglo XIX y la primera mitad del XX, libros de lectura con niñas de protagonistas cuando la ley Moyano de 1857 ordenó la creación de una escuela para niñas en toda población de más quinientas almas. Las niñas de las clases populares empezaron a asistir a las escuelas recibiendo una instrucción muy diferente a la de los niños: debían convertirse en buenas esposas y madres, además de ser excelentes hijas. Como afirma Pilar Ballarín la asignatura de «Ligeras nociones de higiene doméstica» junto con la reorientación que se dio a las «labores propias del sexo» hacia la utilidad familiar fueron los instrumentos clave para el alejamiento de las mujeres del mercado laboral y la devaluación de los trabajos que éstas desempeñan»

La buena Juanita

La buena Juanita, 1876
El educador italiano Pasquale Fornari en 1874 publicó El buen Juanito educado e instruido, y dos años más tarde La buena Juanita educada e instruida. Este último libro llamó la atención del editor Saturnino Calleja, que lo adaptó para las niñas españolas con el título de La buena Juanita, en su doble vertiente de libro escolar de lectura y de buenos modales. De 1890 a la de 1940 se hicieron numerosas ediciones, pero las lecciones de urbanidad permanecieron inmutables, se trataba de transmitir a las niñas los recios principios de la sociedad burguesa. Juanita era la “buena” niña, complemento del “buen” varón, adornada con grandes cualidades y virtudes. Recibe lecciones por partida doble, pues además de las que aprende de la maestra, en casa su madre comienza ya a instruirla sobre los quehaceres del hogar para que llegue a ser también una modélica ama de casa. Así se perpetuaba el patriarcado en la escuela como centro formador de madres de familia al cuidado del hogar, el marido y los hijos. La urbanidad femenina era por tanto mucho más estricta que la masculina, debido al papel ejemplarizante y formativo que se esperaba de unas esposas sin tacha que ya desde pequeñas debían comportarse como pequeñas damas angelicales que tienden a desvalorizar sus propias necesidades y deseos por los de las personas cercanas a las que cuidan. 

En el preámbulo se afirmaba que: “Juanita es una niña que aún no ha cumplido los ocho años. Es muy cariñosa con todo el mundo, y, por lo mismo, todos la quieren y le desean mucho bien. Y además de ser muy buena, es muy estudiosa. Su mamá va enseñándole poco a poco los quehaceres de la casa. También va a la escuela, y escucha con respeto y atención las explicaciones de la Maestra, se fija mucho en lo que ésta le dice, y lo conserva en la memoria para practicarlo. No cabe duda de que, siguiendo así, Juanita llegará a ser pronto una mujercita de su casa”.

 El librito formaba parte del método de lectura Lecciones de una madre que consta de cuatro partes: 
- Primera:  Ejercicios preliminares y fugas de palabras. 
- Segunda: La buena Juanita, nociones de urbanidad y cortesía       en forma de 20 narraciones breves.                   
 En el capitulo VIII encontramos otro ejemplo del enseñar asustando como ya hemos visto en JuanitoNo os metáis los alfileres en la boca relata la historia de Casilda, una amiga de Juanita, muy hábil confeccionando ropa para sus muñecas que al coser se mete los alfileres en la boca para tener las manos libres. La imprudencia de esta niña se verifica cuando un día de improviso entra un perro y por el susto se traga dos agujas y un alfiler que le provocan la muerte entre atroces dolores. "Llorando, acompañó Juanita al féretro al cementerio, y se acordó siempre de tan triste ejemplo".
Este es el epílogo del libro:
Juanita conservó siempre en la memoria estos cuentecitos de su abuelita y las lecciones morales que de ellos se desprendían. De este modo, queriendo mucho a su mamá y a su papá, respetando a los ancianos, mirando a su  maestra como a su segunda madre, no deseando mal a nadie, haciendo todo el bien que podía, como manda nuestra santa Religión católica, apostólica, romana, y estudiando mucho, llegó a ser considerada como modelo de niñas y querida por todo el mundo. Niñas, imitad siempre a Juanita, y sed buenas y aplicadas si queréis ser felices.

-Tercera: Vocabulario caligráfico ilustrado
- Cuarta: Recuerdos históricos que tienen una finalidad pedagógica. 

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Flora o la educación de la niña

Paluzie encargó la redacción del libro Flora o la educación de una niña (1881) a la escritora Pilar Pascual de Sanjuán que definía el modelo de mujer convencional, basado en la diferenciación y en la exclusión, al que hay que imitar, pero intentando mejorar algo la autoestima y las condiciones de vida de las mujeres. 

Flora es una niña de clase media ilustrada, una familia de orden; el abuelo era militar retirado y el padre abogado; vivía con sus padres y sus abuelos paternos. La autora va describiendo la vida de Flora y refleja algunos tópicos acerca de las clases populares que reflejan el sentido paternalista propio de la épocaCon un estilo especialmente florido se la compara con un pequeño y delicado capullo que se convertirá en una fragante flor y con un fruto excelente cuya dulzura deleitará a todos los que alcanzan a probarlo. 

Las características principales de Flora eran la bondad, obediencia, prudencia, humildad e inocencia. A lo largo de la obra se ve cómo va desarrollando virtudes y conductas siguiendo las enseñanzas que su madre y su abuela le ofrecen en todas las ocasiones que se presentan. El padre también aparece como educador, pero se centra más en las cuestiones intelectuales que se consideraban imprescindibles para una niña de su época.
El libro se divide en tres partes, Flora párvula, Flora niña y Flora adolescente, que giran en torno a sus vivencias; contiene ilustraciones que representan escenas que se describen en el texto o que muestran lo que se está explicando, siendo la mayoría de Historia natural (elefante, abeja, cascada, volcán, barómetro, la Luna…). 

Este es el final del libro que termina con Flora felizmente casada: 

     Ya veis, queridas lectoras, el fruto de la esmerada educación que vuestra amiguita ha recibido. Os la he presentado en la cuna, hemos presenciado su desarrollo, la hemos visto iniciarse en los secretos de la naturaleza y adquirir los conocimientos útiles a la mujer, corregir los defectos que se insinuaban en su corazón de niña, robustecerse en la virtud con el apoyo de sus prudentes y sabios educadores y llegar a ser, después de una hija tierna, obediente y respetuosa, una esposa modelo y excelente madre". 

   Os he ofrecido un modelo, el imitarle no es difícil. ¡Dichosas vosotras si podéis superarlo!

Superarlo he dicho, porque con buena voluntad todo es posible, y así como en el corazón humano hay a veces insondables abismos de perversidad, que contrastan y aterran al que los profundiza, hay también tesoros de virtud, cuyo germen colocó en él la Providencia, y que convenientemente desarrollados convierten a los niños en ángeles de inocencia y de candor, al hombre y la mujer en seres, privilegiados que derraman la dicha en su familia y en su patria, y que honran y enaltecen la humanidad.


Lo puedes leer o descargar aquí

Otros libros didácticos para las niñas

A la buena Juanita Flora le siguieron otros libros didácticos destinados a la educación de las niñas, solían titularse con los nombres más utilizados de mujer: Carmencita, Flora, Juanita, Diana, Mari Sol. Eran modelos a imitar, un espejo en el que se miraban las pequeñas lectoras. A la niña de la época se la adornaba con metáforas botánicas (un “pensil” o “florilegio” de plantas delicadas, coloristas y perfumadas), como acompañamiento a su condición de “perla” o “ángel” del hogar. La higiene y la economía determinaban el gobierno de la casa, en el que la mujer también se aplicaría a las “labores” que aprendió en la escuela. En la calle, acomodará su conducta a las reglas de cortesía, recato y pudor. Mientras que al varón se le asignaba un carácter “viril”, procreador de la especie, y una “rosa de los vientos”, que le permitiría elegir el mejor camino hacia estudios o profesiones más en consonancia con su superior estatuto antropológico*. 

Las imágenes de anatomía que circularon en las escuelas en los siglos XIX y XX trataron de ocultar los órganos sexuales externos del hombre y de la mujer en la iconografía hasta hacerlos prácticamente invisibles. Cuando estas anatomías muestran el feto de la mujer embarazada lo hacen sacándolo fuera del cuerpo de la madre, a fin de ocultar la procedencia “natural” de los recién nacidos, y de salvaguardar de este modo la doctrina de la Iglesia en la materia. El pudor y el recato eran fundamentales: "Los modales de las niñas bien educadas deben ser como las tapias del jardín del cura: flores y no espinas. Es un jardín hermoso, niñas, el alma, y el cuerpo es el cercado que la resguarda. Guardad el cuerpo, y guardaréis las flores que tiene dentro" .

Para saber más

* Pág. 71  Agustín Escolano Benito, Flora o la educación de una niña  un estudio sobre la formación de la mujer en la sociedad tradicional, basada en la diferenciación y en la exclusión, categorías y valores que dominaron la educación de la “preciosa mitad del género humano”

jueves, 6 de marzo de 2025

Juanito de Parravicini: adoctrinamiento para niños (1)

                                    Paluzie editores (Facsímil, 2019)

Los contenidos de los libros de lectura afectan positiva o negativamente a sus lectores por lo que siempre ha habido un gran interés en controlar su utilización en la educación infantil. A lo largo de la historia las diferentes ideologías dominantes los han utilizado como medio de adoctrinamiento. Un ejemplo de ello son los libros de buenas costumbres y urbanidad que se leían en la escuela para fomentar el interés por la lectura y aleccionar a los niños, inculcándoles las ideas propias del sistema en el que vivían, muchas veces acompañados de cuentos y narraciones breves. Recordemos que el modelo que debían seguir los niños y las niñas, segregados en la escuela, era diferente y claramente discriminatorio para las mujeres.

Urbanidad para niños y para niñas. Ed. Calleja (1890)
A mediados del siglo XIX llegaron a la escuela los libros de buenas costumbres, donde se dictaban la moralidad, las virtudes y algunas reglas de protocolo e higiene necesarias para desenvolverse en la vida cotidiana basándose en los conceptos de armonía, equilibrio y aseo. Estos tratados de urbanidad siempre habían existido para las clases pudientes, pero la construcción de la sociedad burguesa exigió entonces que esas reglas entraran también en la escuela al mismo tiempo que el Estado extendía la educación a clases menos favorecidas. Docilidad, sumisión, respeto al orden social eran los valores que había que inculcar a los niños. La desigualdad entre niños y niñas se manifiesta en aspectos como la vestimenta, códigos de comportamiento (verbal y no verbal) sobre el saludo, el trato y la conversación, la higiene, los modales en la mesa, el aseo o la regulación de las necesidades fisiológicas.

El paradigma fue Juanito de Parravicini (1837) traducida al español en 1848 que gozó de un enorme éxito y sirvió de referencia a muchas publicaciones posterioresLa literatura infantil italiana gozó de gran predicamento en la España del XIX y comienzos del XX, siendo sus máximos exponentes el conocido Corazón de Edmundo de Amicis (1886) donde se inculcaba a los jóvenes italianos el amor a la patria, el respeto a la autoridad y a los padres, el espíritu de sacrificio, el heroísmo, la caridad, la piedad, la obediencia y también el mejor modo de soportar las desgracias de la vida. También fue muy popular el libro de Silvio Pellico Los deberes de los hombres (1832) A principios del siglo XX, se tradujeron: Deberes del hombre de Mazzini, El Amigo de Pazzi y ¡Casa mía! ¡Patria mía! de Fabiani. 


Juanito 

Se hicieron muchas ediciones de Juanito, lectura e instrucción moral de los niñosdel milanés Luigi Alessandro Parravicini, traducción del original italiano “Giannetto”. El libro estuvo presente en nuestras escuelas hasta mediados del siglo XX. Yo desconocía la existencia del manual, pero un amigo más versado en estos temas que lo tuvo como lectura obligatoria en su infancia, me lo recomendó prestándome una edición facsímil de Paluzie. Su lectura no me ha sorprendido, esa era la educación que recibieron mis abuelos y mis padres y que me transmitieron tanto en casa como en mis primeros años de escolarización. 

Las cuatro eses del hombre: santo, sabio, sano y social 
Básicamente, "el Juanito" era el manual del niño modelo de la época, es decir, un niño burgués, conservador y cristiano,
 hijo de un modesto comerciante y de una madre analfabeta. Un libro de adoctrinamiento para niños, escrito con la intención de perpetuar un orden social impuesto por las clases privilegiadas de acuerdo con las buenas conductas cristianasUna mezcla de enciclopedia infantil abreviada y manual de educación escolar en la que se entremezclan pequeños cuentos que encierran una lección moral. Además, el autor nos expone conocimientos, al nivel de la época, de anatomía, geografía y ciencias naturales, zoología, botánica... 

Está dividido en cuatro partes:
- Primera parte. El cuerpo del hombre. Distinción entre las necesidades y las comodidades     de la vida. Deseos inmoderados y pasiones. Deberes del hombre. 
- Segunda parte: El origen de las artes y y de los oficios
- Tercera parte: Sistema planetario. Geografía física y política. Los tres reinos de la naturaleza
- Cuarta parte: La familia de Juanito.

Las reglas de urbanidad son normas básicas de los usos sociales, basadas en las nociones de orden y respeto. Sobre todo, respeto a Dios, a los padres y a los maestros. El trato con los padres está marcado por una mezcla de distancia y sumisión no exenta de amor. Los maestros son los segundos padres a los que se les debe también respeto, obediencia y agradecimiento. Finalmente Juanito logra por su buena conducta casarse con una mujer rica y virtuosa.


Las lecturas de los cuentos pretenden enseñar deleitando, pero más bien se enseña asustando. Veamos un ejemplo: Juanito comete un pequeño pecado al robar una pera a un vecino y su padre no cesará de recordarle el delito hasta que, para que no vuelva a repetirlo y rectifique su conducta, le llevará a conocer la miseria de la cárcel donde encontrará preso a un antiguo compañero de juegos, un niño malo convertido en delincuente..

A partir de la moralidad cristiana se condiciona y regula la conducta física y la actitud corporal. El cuerpo seguía considerado como una fuente potencial de corrupción y desorden. Además de prescindir de descripción del aparato reproductor, en el libro encontramos ejemplos de misoginia, clasismo y racismo. Misoginia porque refleja una diferenciación social y educadora entre niños y niñas. Clasismo porque se da por supuesto que ricos y pobres pertenecen a esferas distintas porque Dios así lo ha querido y que ser pobre no te hace infeliz si cumples con los deberes con la sociedad y con Dios, y te esfuerzas en trabajar. Racismo porque al describir a los orangutanes los compara con los negros africanos*. 

No me extiendo más sobre esta lectura decimonónica que se perpetuó en las aulas y que  dejó un poso inolvidable en algunas personas. Recomiendo leer el artículo del blog de Manuel Martínez Bargueño "Juanito de Parravicini" que incluye esta valoración: "hoy nos parece oprobioso e injusto impuesto por las clases privilegiadas"

 Aquí lo puedes leer o descargar.

Tesoro de las escuelas 
Calleja, 1890

Existe una secuela de Juanito llamada Tesoro de las escuelas que contiene una selección ampliada del texto original con otras muchas materias: historia sagrada, historia de España, conocimientos útiles e inventos modernos, realizada por S.C. Fernández y editada por Calleja en 1890. El famoso editor, pedagogo y escritor, difundió las tendencias pedagógicas europeas llenándolas de didácticas ilustraciones realizadas por afamados dibujantes. Su labor editorial estuvo orientada hacia dos frentes. El primero a la edición de cuentos infantiles y el segundo a la edición de libros escolares. Su filosofía consistía en abaratar el precio final del producto y publicar un mayor número de ejemplares.

Aquí lo puedes leer o descargar.

Para saber más:

- Antonio Lorenzo, Códigos sociales de urbanidad y buenas maneras: 
 https://adarve5.blogspot.com/2021/05/codigos-sociales-de-urbanidad-y-de.html. Un pequeño recorrido sobre el contexto histórico-social de estos códigos de buenas maneras.


lunes, 24 de febrero de 2025

El secreto de la juventud: la curiosidad por aprender


                                      Señores y damas, en toda edad

                                          se puede aprender,

                                  con la condición sola y pura 

                                 de no saber; y mientras sigáis

                                          aprendiendo, jamás

                                     temáis la vejez ni la tumba.

                                 Ese es el secreto de la juventud...

 

                                                                            A. Gª Calvo, Ismena


El secreto de la juventud, como afirma García Calvo, es seguir aprendiendo. Yo añadiría que el motor que mueve el aprendizaje es la curiosidad por nuestro entorno que nos devuelve a la niñez y nos mantiene la mente activa.

El texto pertenece al coro final de la tragedia musical Ismena (1980). Agustín García Calvo la recitó en los estudios de Radio la UNED, la grabación se tomó como guía para los textos y coros de la obra en el intento de representación que Ester Bellver y un grupo de actores trataron de llevar a cabo en el año 2005. 

https://bauldetrompetillas.es/agustin-garcia-calvo/del-teatro-2/ismena/


sábado, 15 de febrero de 2025

Marc Giró: Ya no se puede decir nada porque no hay libertad y lo que sí soy es antifascista

Ya no se puede decir nada porque no hay libertad, donde disecciona los comentarios que ha recibido sobre su programa.

Lo que sí soy es antifascista, donde deja clara su ideología: 

sábado, 8 de febrero de 2025

Sueños recortables de posguerra para niñas (y 5)

La novia y su equipo completo, ed. TBO (1940)
Mención aparte merece el recortable  La novia y su equipo completo que la revista TBO en 1940 editó en forma de álbum, dibujado por Tinez. Consta de cuatro páginas llenas de vestidos con dos muñecas para recortar y un total de 20 trajes (trajes de casa, traje de novia, traje y abrigo de viaje, trajes de entretiempo, trajes de verano y playa, trajes de invierno, trajes de deporte, traje de noche, traje de disfraz etc.) y cinco tocados. El dibujante ya había publicado otras mariquitas parecidas entre 1930 y 1940 con la imagen de las estrellas del momento como Deanna Durbin o Shirley Temple. 

Toda esta profusión de vestidos tiene algo de obsceno porque se publicó en 1940, al inicio de la posguerra, en un momento en el que todos los que habían sobrevivido debían seguir luchando por la vida en una sociedad sumida en la más profunda pobrezaLa época franquista supuso un paso atrás sobre todo para las mujeres, se prohibieron y olvidaron todos los logros conseguidos en los años anteriores. Como afirma Carmen Martín Gaite*: “La posición de la mujer española está hoy como en la Edad Media. Franco le arrebató los derechos civiles y la mujer no puede poseer propiedades ni incluso, cuando muere el marido, heredarle…No puede frecuentar los sitios públicos en compañía de un hombre si no es su marido…Tampoco puede tener empleos públicos…”. Los únicos destinos posibles y deseables de la mujer eran, primeramente el matrimonio, al que había que aguardar con castidad y esperanza; y segundo, el convento. La función social se define perfectamente con las palabras servicio, sacrificio y sumisión.

Misterioso y lejano fulgor con el que soñar

La novia, versión reducida, Ediciones TBO (1943)

Los recortables dedicados a las niñas, como otras revistas de la época, ofrecen una imagen de mujer adulta alejada de los problemas cotidianos. Abren una puerta para soñar con una vida mejor llena de lujos como el de las actrices de Hollywood. Un juego para entretenerse y olvidar que educaban a las jóvenes para ser guardianas del hogar. En las nubes, vivían de ilusiones: de las letras de las canciones de amor, de las películas americanas y de las novelas rosa. Se sienten princesas, no quieren saber que la novia blanca y radiante se inmolará ante el altar, que no será dueña de su destino. Soñaban con un príncipe azul que en la mayoría de las veces pronto se convertiría en sapo. Tan solo será reina por un día. Con los votos matrimoniales aceptaba ser una mujer abnegada, fiel y obediente a su amo como pregonaba la Sección Femenina. 

Las novias de luto 

Para casarse, primero había que conseguir un novio rápidamente por el temor a la soltería, lo que era difícil por la cantidad de hombres muertos y encarcelados, y además rico, tarea casi imposible. Mientras, le daban la vuelta al único abrigo que tenían, se pintaban una raya en la pantorrilla para simular que tenían medias y se hacían un jersey con restos de lanas. Las novias del momento no podían comprarse un traje de novia blanco para el día del enlace, la economía no permitía tener un vestido para una sola ocasión, no salía rentable, así que la opción era ir vestidas de negro, el color del luto. Los sueños forjados en tecnicolor se fundían en negro. 
Esta dicotomía entre la realidad y la fantasía nos parece ahora un sarcasmo, una burla cruel, pero demuestra la necesidad que tenían las mujeres de evadirse en unos tiempos de calamidades. De ilusión también se vive, los juegos funcionan como un bálsamo contra el autoritarismo, un refugio para soportar la vida cotidiana. Otro antídoto eran las revistas humorísticas que reflejan las genas de reír de un pueblo contra el escaso sentido del humor de la dictadura. 

Con esta entrada acabo la serie Recortables que completa la de Teatros de papel. Las producciones editoriales destinadas a la diversión y recreo de niños y adolescentes, durante tres cuartas partes del siglo XX sobre papel impreso en colores, alimentaron los sueños, fantasías e ilusiones de varias generaciones, al mismo tiempo que transmitían los valores sociales y educativos del momento. Su conocimiento nos aporta un testimonio, a veces terrorífico, de la ideología que los ideó, pero nos sirven para saber de dónde venimos y nos reconfortan con el presente que, sin duda, es mucho mejor. 

*-Martín Gaite, Carmen. Usos amorosos de la postguerra española, Ed. Anagrama, Barcelona, 1987

Para saber más:

domingo, 2 de febrero de 2025

Recortables: Pocholo y Paquito al servicio de España (4)

La simbología franquista común con la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler se apoderó de los recortables. En Alemania los niños debían conocer sus instituciones y el partido nazi desde edad temprana y era habitual que jugaran con muñecos vestidos con uniformes de las juventudes hitlerianas. Los dibujos se presentan como educativos y demuestran cómo la propaganda política de la época llega a los más pequeños a través del juego.
Shirley Temple falangista 
Al recortable de Shirley Temple falangista le salieron dos novios deportistas y guerreros: "Pocholo al servicio de España" y "Paquito al servicio de España". Es muy difícil saber su autoría y su fecha de edición porque se perdieron la mayoría de los archivos de las casas editoras, las ediciones que se conservan en manos de coleccionistas los sitúan en la guerra para persuadir a los niños a elegir bando y, en la inmediata posguerra. editados por revistas infantiles y juveniles de FET y de las JONS y de Acción Católica. Suponen una rareza porque los niños españoles no solían jugar con trajes intercambiables porque se consideraban cosas de chicas. Estos juguetes de papel reflejaban la diferenciación por sexos, la utilización del deporte como cohesión social, la exaltación de los sentimientos patrióticos, el rescate del pasado imperial y los saludos en torno a la figura de Franco. La palabra servicio como un deber a la patria estaba muy de moda y marcó la vida de las generaciones siguientes: servicio social para las mujeres y servicio militar para los hombres.  
Recortables CELTA - Lugo (1936-39)

 Pocholo al servicio de España

El recortable de Pocholo está fechado entre 1936 y 1939. La figura de negro pelo rizado azabache va vestida de futbolista con una camiseta con los colores de la bandera española y sostiene un balón en su mano izquierda. Le acompañan tres uniformes intercambiables: el del ejército de África con chilaba que sujeta un rifle, el de soldado con pistola y el de requeté con la boina roja y una bandera de España. La lectura es clara, los jóvenes deportistas deben sustituir el balón por un rifle o una pistola para defender la patria. Posteriormente se llamaron Flechas y Pelayos como la publicación infantil-juvenil más característica del franquismo durante los años cuarenta.

Ignoro cuál es el origen del nombre de Pocholo que se hizo muy popular en los años treinta como un apelativo cariñoso. La editorial Santiago Vives (La Coruña) comenzó a editar la revista "Pocholo" en 1931. Recuerdo que se aplicaba a los niños pijos de los años 60, lo que hoy serían los cayetanos. Maxi Olariaga hace referencia al contexto de la publicación: Del recortable al chip.

Paquito al servicio de España

El recortable Paquito al servicio de España presenta una estetica nazi con un dibujo más clásico y elaborado. Un niño de pelo rubísimo lleva la bandera de la falange con el yugo y las flechas estampada en la camiseta. Adopta una postura firme con el brazo en alto y sostiene un fusil con la mano izquierda. Sus complementos son cuatro trajes militares: el uniforme falangista negro con sus escudos de la falange en el bolsillo izquierdo y en la hebilla del cinturón; el requeté con la boina roja; el de soldado; y el de regular de la guardia mora con el fez rojo. No aparece en ningún sitio la bandera española. Se corresponde con la primera época de Franco cuando la publicación de revistas infantiles y juveniles dependía de la Vicesecretaría de Educación de Falange que duró hasta 1946. 

domingo, 26 de enero de 2025

Shirley Temple recortable (3)

En el catálogo de la exposición Juegos de papel del Museo del Traje que utilicé para la entrada Teatros de papel, descubrí que se imprimieron numerosos recortables de Shirley Temple e incluso una mariquita de la pequeña actriz vestida de falangista.
Los recortables de Shirley Temple