Hay veces que te
sientas a un lado del camino para descansar porque los acontecimientos te
abruman
y no sabes cómo actuar. Desconectas con el entorno para poder respirar. Necesitas el silencio. En los últimos tres meses, mientras
la vida de mi prima Maritere Hernández Bravo se iba apagando con una valentía admirable, yo peleaba con una casa diez años menos vieja que yo que literalmente hace aguas, acompañada del tinnitus empeñado en poner una insoportable
banda sonora en mis oídos. Para colmo, el ayuntamiento de Villena me amenazaba
con una multa para limpiar una parcela de La Mina que heredé de mis
padres cuya vegetación se confunde con el monte sin urbanizar. No he estado
para nadie, ni siquiera para mí misma. Sólo dos noticias relacionadas con el IES
Luis Buñuel, extraordinarias en esta edad tardía, me han producido una alegría
extrema: Juan Beltrán ha publicado su
primer libro de poemas y Alipio Hernández Guerra ha sido abuelo de un precioso niño llamado Nicolás.

En febrero, Juan
Beltrán publicó Invierno y silencio
en Círculo Rojo, un racimo de 27 poemas de verso libre cincelados con esmero a
base de metáforas, escritos a lo largo de toda su vida que giran
sobre un tema eterno y muy romántico: la
angustia vital. El título es un avance del contenido del libro: el paso del tiempo, la ausencia, la
incertidumbre, el insomnio, el peso de los recuerdos, la soledad...
Juan escribe desde muy joven, en la poesía encontró un refugio en sus momentos bajos para intentar comprender el sentido de la vida. Conocedor de los clásicos, su maestro indudablemente
es Bécquer. Sorprende que un hombre tan calmado, tan equilibrado, con una vida
tan apacible, nos muestre su desolación, su otro yo, su lado oscuro. Por eso he puesto la fotografía realizada con luz primaveral y cara sonriente. Me gustan los contrastes. Te doy
las gracias por invitarnos a conocerte mejor.
Juan ha destacado expresamente el poema titulado Incertidumbre. Refleja con palabras exactas lo que
muchos hemos sentido.
INCERTIDUMBRE
¿Qué nos pasó?
Acaso fue el tiempo
que, como el viento en la roca
o el agua en el acantilado
nos fue erosionando.
El tiempo que nos fue devorando
como ogro insaciable,
como fuego que arrasa
hasta los leños más duros y
empecinados.
En verdad, no sé qué pasó,
pero de todo aquello que fue sólido
sólo queda una huella profunda,
-quizá muy profunda-,
pero dispersa, casi invisible.
Y aquella roca dura y erguida de
orgullo
ya no es más que fina arena
en una plácida playa vacía y
solitaria
cubierta de algas pestilentes y
restos de naufragios.
Y aquel fuego devorador que nos
arrasaba
no es ya más que un cálido rescoldo
al amor de una noche de invierno.
¿Qué nos pasó?
Quizá el tiempo…
Para saber más:
- Entrevista en La Razón.
- Pincha aquí (a partir del minuto 42) para oír la entrevista que le hicieron en el programa de radio El Marcapáginas el sábado 14 de junio en Intereconomía.
- https://bloggeles.blogspot.com/2017/05/juan-beltran-cruz-profesor-y-periodista.html