Hace unos días compré en las rebajas un libro de emblemas: la Enciclopedia Akal de Emblemas españoles
ilustrados, que es parcialmente accesible en google a través de su título. Un emblema es una
frase, generalmente en latín, acompañada de una explicación y un grabado
alusivo. La frase, o lema, que suele aparecer en el grabado, procede de la
Biblia o algún autor clásico, y encierra una lección moral o política, y a
menudo directamente religiosa. Este género, o subgénero, se extiende durante el
s XVI, a partir del italiano Andrea Alciato, y se cultivó hasta finales del
XVII. Los libros de emblemas fueron usados por los predicadores para sus
sermones, los escritores para sus creaciones, los pintores, etc. Se los considera un avance en la extensión de
la cultura de la imagen, al estar cada frase que se comentaba acompañada de una
figura, aunque las ilustraciones no siempre fueran de gran calidad.
En el índice del
libro aparecía una frase atribuida a Lucrecio: NIHIL MAGNUM LONGO
NISI TEMPORE (nada grande hay sino tras mucho tiempo). Está en un libro de
emblemas publicado en España hacia 1600 por el célebre lexicógrafo Covarrubias.
En el grabado se ve una gran palmera con un elefante, en un paisaje árido. La
lección moral es evidente: aun en un ambiente hostil, con el tiempo, se pueden
dar grandes árboles, como la palma y sus dulces frutos, y los mayores animales;
o sea, las grandes obras requieren tiempo, paciencia, trabajo, sacrificio...
El propio Covarrubias atribuye la frase
original, en una versión más amplia, a Lucrecio, sin concretar en qué pasaje.
Como sé que existe un grupo de entusiastas seguidores de Agustín García Calvo, que se reúne todos los miércoles para dar una clase de latín, y está trabajando sobre Lucrecio, me dirigí a ellos para saber si sabían a qué
pasaje se refería: no pudieron, porque no está en el De rerum natura. Buscando en Internet averiguaron que responde a 2
hexámetros que dicen:
At rerum natura parens nil edere magnum
spectandumque
solet, longo nisi tempore adultum.
(Pero la madre
natura de todo no suele producir nada grande y digno de verse, si no ha crecido largo tiempo)
En otras versiones del texto, en vez de At aparecen Nam
(pues) o En (he aquí que), que apenas cambian el sentido. Estos versos fueron
escritos a principios del s XVI por un humanista italiano conocido como Pietro
(o Pierio) Valeriano, de apellido Bolzani, dentro de un poema latino y con un
contexto que quizá algún día podríamos ampliar. La resonancia lucreciana
"rerum natura", al correr estos versos sacados de su original y sin
nombre, como suele ocurrir, hicieron al erudito hispano atribuírselos sin más a
Tito.
En la segunda imagen aparece la explicación de Covarrubias. Si os fijáis, a la
derecha hay otro emblema: una pareja bajo un yugo con el lema Pressi iugo gemuere, o sea, 'Oprimidos por el
yugo gimieron'; se refiere a los casados que, tras las alegrías iniciales, se
sienten agobiados bajo el yugo con-yugal.
Me encanta que una casualidad absurda, una anécdota sin
importancia, nos haga entrar en una madeja enrollada que, poco a poco, gracias
a la ayuda inestimable de personas versadas en la materia y con el apoyo de las nuevas tecnologías,
se vaya desenmarañando y pasado mucho
tiempo aporte nuevas luces a la oscuridad.