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viernes, 3 de enero de 2025

Mariquita, marica, maricón: del estigma a la dignificación


Esta entrada es una ampliación de la entrada anterior Mariquita, palabra polisémica.

 Mariquita (marica, maricón), sustantivo y adjetivo de carácter peyorativo y despectivo, se utiliza para designar a un varón afeminado u homosexual, tanto como un insulto grosero o como mero rasgo identificativo. Hasta que la comunidad LGBT+  decidió darle un nuevo significado a la palabra maricón dotándola de una nueva denotación positiva y de orgullo. Su utilización depende de la edad del hablante y del contexto y no a todos les gusta que les llamen de esa manera. 

Su origen deriva del nombre de mujer María, en este caso utilizado para señalar a mujeres libidinosas y prostitutas. Con el tiempo. se utilizó para designar a los hombres homosexuales que presentaban comportamientos femeninos. Con esta comparación se añadía el machismo al uso del insulto homófobo .  

  Torres Naharro, La Propaladia (1517)
 El primer registro escrito de la palabra maricón lo encontramos en 1517, en la Comedia Serafina, de Bartolomé Torres Naharro para criticar al varón que no se comporta exactamente como se espera de su género, se le consideraba afeminado, equivalente a una mujer, a una María cualquieraLa primera documentación clara de la palabra marica en el sentido despectivo de afeminado apareció en la novela El Guzmán de Alfarache (1599) de Mateo Alemán. 

Maricones aparece como un insulto en la famosa escena de Fuenteovejuna de Lope de Vega en la que Laurencia recrimina a su padre y a todos los hombres su cobardía por no hacer frente a los abusos del comendador Fernán Gómez.

Gallinas, ¡vuestras mujeres
sufrís que otros hombres gocen!
Poneos ruecas en la cinta.
¿Para qué os ceñís estoques?
Vive Dios, que he de trazar
que solas mujeres cobren
la honra de estos tiranos,
la sangre de estos traidores,

y que os han de tirar piedras,
hilanderas, maricones,
amujerados y cobardes,
poco hombres y traidores.

"No sólo se utilizaba contra hombres homosexuales, sino que también se usaba como insulto para aquellos hombres que no ejercían dominación y violencia contra las mujeres, y además contra cualquier hombre al que se quisiera insultar. A pesar de la virilidad del término, el maricón se hizo popular por convertirse en un arquetipo del teatro del Siglo de Oro español, siendo el personaje amanerado y con estética femenina del que burlarse, con el que divertirse a su costa y con el que, por tanto, se debía evitar comparación. Por esto en muchas ocasiones aparecía en expresiones como “que no te tengan por maricón” o “te van a tomar por maricón”. 

"Lo que antes era el gran insulto es ahora un gran recordatorio de que la lucha marica es una lucha profundamente adscrita a la lucha feminista. Porque empoderarnos como maricas es empoderarnos en nuestra feminidad".


P.D. El comentario de Beatriz Olivenza me ha hecho recordar el hermoso texto de Luis Cernuda titulado El escándalo :
 
En las largas tardes del verano, ya regadas las puertas, ya pasado el vendedor de jazmines, aparecían ellos, solos a veces, emparejados casi siempre. Iban vestidos con blanca chaqueta almidonada, ceñido pantalón negro de alpaca, zapatos rechinantes como el cantar de un grillo, y en la cabeza una gorrilla ladeada, que dejaba escapar algún rizo negro o rubio. Se contoneaban con gracia felina, ufanos de algo que sólo ellos conocían, pareciendo guardarlo secreto, aunque el placer que en ese secreto hallaban desbordaba a pesar de ellos sobre las gentes.

Un coro de gritos en falsete, el ladrar de algún perro, anunciaba su paso, aun antes de que hubieran doblado la esquina. Al fin surgían, risueños y casi envanecidos del cortejo que les seguía insultándoles con motes indecorosos. Con dignidad de alto personaje en destierro, apenas si se volvían al séquito blasfemo para lanzar tal pulla ingeniosa. Mas como si no quisieran decepcionar a las gentes en lo que éstas esperaban de ellos, se contoneaban más exageradamente, ciñendo aún más la chaqueta a su talle cimbreante, con lo cual redoblaban las risotadas y la chacota del coro.

Alguna vez levantaban la mirada a un balcón, donde los curiosos se asomaban al ruido, y había en sus descarados ojos juveniles esa burla mayor, un desprecio más real que en quienes con morbosa curiosidad les iban persiguiendo.

 Al fin se perdían al otro extremo de la calle. Eran unos seres misteriosos a quienes llamaban «los maricas».

jueves, 2 de enero de 2025

Mariquita, palabra polisémica

Mariquita es una palabra polisémica que designa tanto a un insecto coleóptero, a una mujer parlanchina, a un varón afeminado u homosexual, a un baile argentino, a un recortable para niñas y a una muñeca pepona. Todos los significados provienen del nombre de María. Según el diccionario crítico etimológico castellano e hispánico de J. Corominas, Maria se toma como prototipo de nombre de mujer en general, en diminutivo Marica y, en una doble derivación, Mariquilla o Mariquita. 

En la literatura encontramos todo tipo de composiciones burlescas en las que Marica figura como una pícara protagonista. La más conocida es el divertido romance Hermana Marica de Luis de Góngora con las cosillas que hacen los mozos en la calle. 

Antonio Pérez Lasheras, «Hermana Marica»: un verso con fortuna 

https://books.openedition.org/pumi/33498, 

1.- El insecto coleóptero se identificó desde la Edad Media con la virgen María, ya que muchas veces era representada con una capa roja y siete puntos negros, que simbolizaban las siete alegrías o los siete dolores. Los campesinos alemanes e ingleses creían que la mariquita era un regalo de Santa María contra la plaga de pulgones, y bautizaron a la mariquita como el escarabajo de María (marieta en catalán, maruxiña en gallego, Marienkäfer ‘escarabajo de María’ en alemán).

2. Marica como sinónimo de urraca. El parloteo del córvido se asocia al habla de una mujer y se aplica de forma figurada y familiar a una persona charlatana y chismosa. 
Ilustración de El Guzmán de Alfarache
 Mariquita (o «marica»), sustantivo y adjetivo de carácter peyorativo y despectivo, se utiliza para designar a un varón afeminado u homosexual, tanto como un insulto grosero o como mero rasgo identificativo. 

4.  La Mariquita, nombre de una danza folklórica antigua que se bailaba en los salones cultos de Argentina entre 1.820 y 1.860 y también en los ambientes rurales hasta fin del siglo. Su letra comienza: "Mariquita muchacha / tu madre biene / echale una mentira / antes que yegue" y de ahí ha salido su nombre.

5. Mariquita o mariquitina recortable. El recortable de papel apareció en el siglo XIX en Inglaterra y Alemania, lugares en los que se utilizaba en las familias acomodadas como modelos de vestuario y conductaUn entretenimiento que consistía en recortar con tijeras la figura de una persona, generalmente una niña o una mujer, a la que se colocan diferentes prendas doblando unas lengüetas sobre la misma. 
Las primeras muñecas recortables de los años 30 en una gran parte de la península española se llamaban “mariquitas” o “mariquitinas”. La muñeca Mariquita que era una adaptación de la muñeca americana Dolly Dingle, creada por la ilustradora Grace Drayton en 1913.



6. La muñeca Mariquita Pérez, hecha de cartón piedra, con ojos de cristal y pelucas naturales
 reemplazó a las recortables. Fue la muñeca más deseada por todas las niñas desde los años 40 a los 70, aunque la inmensa mayoría nunca pudo tenerla, ya que su precio equivalía a un sueldo medio, 80 pesetas en 1940. Todo un fenómeno social y económico que se extendió por el mundo y llegó a tener hasta su propia tienda en la calle Serrano número 8. Empezó a fabricarse en Onil (Alicante).

Su origen se remona a 1939, Leonor Coello, hija del Conde Coello de Portugal, tuvo la idea de vestir a la muñeca de su hija con los mismos trajes que le hacía a la niña. Pronto, la pequeña Leonor de Góngora se convirtió en la sensación de las playas de San Sebastián, porque llevaba a su muñeca vestida de manera idéntica. Leonor quería que su muñeca tuviese una personalidad única, una familia propia y un nombre pegadizo y fácil de recordar. Fue así como se les ocurrió que Mariquita (diminutivo de María) era un nombre perfecto. Eligieron el apellido Pérez porque era uno de los más comunes en España y servía para lograr la familiaridad que la creadora buscaba para su muñeca. 


jueves, 19 de diciembre de 2024

Las paredes oyen: Hay ropa tendida/ moros en la costa/ pájaros en el alambre


La lengua castellana recoge expresiones que nos animan a tener cuidado con lo que se dice. Las paredes oyen, hay moros en la costa, hay ropa tendida y hay pájaros en el alambre son algunas de ellas. Suelen ir introducidas por la advertencia ¡Cuidado! y sirven como contraseñas para indicar al interlocutor que alguien puede estar escuchando y no nos conviene. Los espías pueden ser funcionarios de prisiones, niños o enemigos; los temas, variados: secretos, cotilleos, temas de naturaleza sexual, críticas, complots políticos...

Las paredes oyen 

Las paredes oyen se usa como una advertencia para mantener en secreto lo que se está diciendo. El dicho viene del siglo XVI, cuando Catalina de Medici, reina de Francia, mandó construir en las paredes de sus palacios unos conductos acústicos que permitían oír lo que se hablaba en las diferentes habitaciones para así saber si se conspiraba en su contra. Cuando de pequeña oía la frase me imaginaba a una persona con la oreja pegada a la pared o con un vaso para amplificar los sonidos del otro lado del muro. También dio título a una obra de teatro de Juan Ruiz de Alarcón donde cuestiona la mentira patológica y la maledicencia compulsiva del personaje de Don Mendo, quien para conquistar a Ana pretende injuriarla. 

Hay moros en la costa 

La expresión hay moros en la costa tuvo su origen en los constantes ataques de los piratas berberiscos a pueblos españoles situados en el Mediterráneo para saquear o secuestrar. Era la voz de aviso para resguardarse del peligro que utilizaba el centinela que vigilaba la costa cuando se acercaban barcos enemigos. Por el contrario, no hay moros en la costa servía para indicar que el camino estaba libre. Luego amplió su significado para advertir que había gente escuchando, sobre todo niños, y tenían que cambiar de conversación. En la familia de Onteniente de mi madre, no la utilizaron nunca, tenían otro sistema más sibilino: hablaban rápidamente en valenciano para que los pequeños no nos enterásemos de lo que decían.

Hay ropa tendida/Tener ropa tendida  

La frase hay ropa tendida la oí por primera vez cuando vine a Madrid, se utiliza en sentido figurado para avisar al interlocutor de la presencia de personas que no deben enterarse de lo que se está hablando. Está claro que no tiene nada que ver con el hecho de estar pasando por debajo de una colada mal escurrida. Los expertos afirman que su origen es  carcelario, proviene de un recurso entre presos que la intercalaban en la conversación cuando se acercaba algún funcionario de la prisión. La ropa tendida en un lugar público simboliza que estamos exponiendo aspectos de nosotros mismos que nos gustaría mantener ocultos

Leyendo el comentario de Raquel Peláez tras la presentación de la nueva novela de Óscar García Sierra, titulada Ropa tendida, que tiene por protagonistas a un aspirante a politicucho enganchado a la cocaína y a una empleada en un asilo, he descubierto la expresión tener ropa tendida que se usa para avisar al que acaba de ir a un baño a meterse un tiro de cocaína de que aún le quedan restos blancos de la droga en las fosas nasales.

Hay pájaros en el alambre 

Hay pájaros en el alambre me parece la frase más brillante de todas y la menos conocida, tiene su origen en México cuando el estado policial recurrió a la práctica de intervenir teléfonos. Es un aviso que apela a la autocensura, se utiliza para advertir de que hay alguien espiando con todos los medios técnicos a su alcance, lo que puede comprometer la seguridad de la operación clandestina. 

Me temo que todas estas expresiones se quedarán viejunas si es que ya no lo están. Ahora en una sociedad democrática nos creemos más seguros, hay más libertad de expresión, no hay tabús ni secretos entre padres e hijos, pero estamos más expuestos y vigilados tanto en nuestra casa como en el trabajo o en la calle. Vivimos rodeados de sofisticados artilugios que nos espían sin que nos demos cuenta: cámaras, teléfonos, ordenadores... Y, lo que es peor, dejamos voluntariamente información de nuestras opiniones y secretos más ocultos en cualquier red social. Ahora el enemigo puede ser incluso un amante despechado y nuestras vergüenzas pueden ser expuestas al público con total tranquilidad como la ropa tendida. ¡Cuidado! Nos conviene ser prudentes. 

lunes, 20 de mayo de 2024

Monos en el diccionario


El macaco de Berbería (Macaca sylvanus), también llamado mono de Gibraltar y mona rabona, es el único primate no humano que habita en Europa, concretamente en el peñón de Gibraltar. En España, fue introducido como mascota por los árabes del 700 a 1492. 
La palabra mono viene del árabe andalusí “maymûn”, que significaba primero “afortunado”, pero que ha acabado significando en los dialectos del árabe moderno “mono” o “mandril”. 

 Antes de la teoría de la evolución de Charles R. Darwin, ya se había considerado que los monos y los humanos eran como primos hermanos y se les ha comparado continuamente. Mono es un ejemplo claro de polisemia, palabras que teniendo un origen común pueden tener diferentes interpretaciones o sentidos, dependiendo del contexto en el que se use. Lo que ha dado lugar a muchas expresiones y también a muchas confusiones. Un auténtico lío para alguien que no domina el lenguaje, sobre todo si es un niño o un estudiante de español, como la siguiente frase:

Un mono muy mono vestido con un mono de trabajo – A very cute monkey dressed with overalls.

El Diccionario de la RAE recoge 17 significados distintos y múltiples frases hechas, la mayoría coloquialismos, con el mono como protagonista en sentido real o metafórico. 

http://www.infinitoestudio.com/deja-de-pintar-la-mona/
En español como en la mayoría de las lenguas europeas, las comparaciones de un humano con un simio no son halagüeñas: hombre pequeño y feo, travieso y gamberro, tonto, borracho, lascivo, persona que hace gestos impropios de una persona cuerda y formal. («El hombre es el animal más hermoso y el mono, siendo el que más se le parece, es feísimo» (Juan de Zabaleta, El día de fiesta por la mañana, 1654). Pero en el caso del adjetivo mono, las connotaciones ofensivas fueron sustituidas por las positivas (guapo, gracioso, atractivo, arreglado), tal vez los hablantes habrán pensado que, bien mirados, los monitos no son ridículos, sino graciosos. El primer testimonio inequívoco de esta acepción en una obra literaria aparece en el sainete de Don Ramón de la Cruz La Crítica, la Señora, la Primorosa, la Linda (1762): A una cosa linda dicen/ que es muy mona cosa, luego/ un mono hace mil lindezas/ con sus muchísimos gestos. A este fenómeno Julián Víctor Méndez Dosuna lo llama polisemia incongruente.

De monos y monerías

En mi casa, cuando era pequeña me decían que dejara de hacer el mono porque no paraba de moverme y hacer tonterías; en cambio, alababan las monerías (los gestos) de los más pequeños, que eran muy monos (guapos), y a los que a veces vestían con un mono (ropa cerrada) cuando hacía mucho frío. Si se referían a las ilustraciones del periódico y a los dibujos de las publicaciones infantiles, utilizaban de forma elogiosa la palabra monos (en Hispanoamérica se utiliza también para los dibujos animados). Si me observaban mucho, me enfadaba y preguntaba si es que tenía monos en la cara. Mis padres a alguien que no sabía ejercer bien su oficio lo llamaban pintamonas y si pintaba la mona es que era un holgazán.

En Villena, por Pascua nos íbamos al campo a tomar una mona (bollo típico de Levante, en este caso palabra homónima porque tiene otro origen) y en las fiestas de Moros y Cristianos mis primos, todos mayores que yo, primero cogían una mona (borrachera) y luego la dormían. Incluso alguna una vez me mandaron a freír monas (a paseo). En vacaciones de verano jugábamos a la mona (juego de naipes) y para ello teníamos que descartar antes los monos de la baraja (comodines, arlequines). A veces los vecinos estaban de monos (enfadados) por el ruido que hacíamos.

Sí me ponía muy pesada, me decían que parecía un mono de repetición. Otras veces me advertían que debía darme prisa para no ser el último mono equiparándolo con una idiota. Y si solo había cuatro monos en un lugar, es que no había casi nadie. Supongo que muchas veces me quedé hecha una mona (avergonzada) y otras me he cabreado como una mona. Eso sí, nunca me he pintado como una mona (con maquillaje excesivo) porque suelo ir con la cara lavada.

De mayor aprendí que el síndrome de abstinencia era tener el mono. Que el monosabio era un mono amaestrado capaz de hacer piruetas y ejercicios, además del ayudante del picador que atiende al caballo en la plaza de toros. Que las cucamonas (cucar ‘burlarse’ + monas) equivalen a carantoñas, demostración exagerada de cariños para conseguir algo.

En los años 90, en la televisión había un programa con el título ¡Caña al mono que es de goma!, expresión que se utiliza para recriminar o criticar a alguien con dureza.

Hay cosas que, por mucho que intentemos esconder o disfrazar, siempre seguirán siendo como son, ya lo dice el refrán.Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Incluyo la expresión de Torcuato Luca de Tena la letra con monos entra que es mucho más reconfortante que la tradicional que entra con sangre. Y ya termino porque voy a llegar a las mil y monas a mi cita (llegar tarde), frase que he oído mil veces y no sé cuál es su origen. 

Por último, no debemos meter en el mismo saco a la "Mona Lisa" (señora Lisa) con la mona Chita, "monna" es el diminutivo en italiano para la palabra "madonna". 

Para saber más

 Arturo Montenegro, Monerías artísticas y lexicográficas 

sábado, 3 de febrero de 2024

Muñoz Molina, Fantasmas de doblaje

Otro buen artículo de Muñoz Molina en El País, Fantasmas de doblaje, sobre los
anglicismos y su mala utilización. Los copiamos literalmente o hacemos traducciones erróneas de palabras inglesas parecidas al español y con su utilización deficiente nos sentimos más inteligentes. Merece la pena leerlo íntegramente. 

Somos los espectros de una traducción mediocre del inglés, admiradores de una fiesta a la que nunca estaremos invitados. Y lo grave no es el calco de las palabras, sino de las experiencias mismas

"Hablamos y hasta vivimos cada vez más como personajes en una película doblada, en la que hay siempre una desconexión entre las caras y las voces, una discordancia entre el mundo que representa la película y el idioma artificial injertado en ella, ajeno a cualquier acento verdadero, aunque intentando una cercanía forzada al idioma de origen. También el idioma que hablamos nosotros se parece al de los doblajes, porque está influido, contaminado por él, y ya decimos que algo es jodidamente o malditamente esto o lo otro, y el epíteto “puto” aspira a la equivalencia con el admirado fucking de las películas y las novelas..." 

jueves, 11 de enero de 2024

Léxico para lectores lunáticos


Mangata

Cuando vemos la luna en el horizonte del mar, una de las cosas que más nos sorprende es el reflejo que deja sobre el agua. Esa luz sobre el agua es conocida como mangata, que para los suecos significa "reflejo similar a un camino de la luna en el agua", sin embargo, en español, este concepto no tiene nombre.

Selenofilia 

En casi todas las culturas a la luna se le han atribuido poderes mágicos, por eso, no resulta difícil para muchas personas sentir amor y fascinación por ella, llamado también selenofilia. Los selenófilos suelen ser personas que tienden a expresarse a través del arte, es más, muchos de ellos se consideran también nictófilos, es decir, atraídos por la oscuridad envolvente de la noche. En muchas ocasiones, es confundida por un trastorno psicológico debido a su terminación 'filia', sin embargo, este amor no es perjudicial ni peligroso. El concepto viene del griego 'selene', luna, y 'philia', amor.

Tsukimi

Más allá de sentirse atraído por la luna, el acto de contemplarla y mirarla tiene un nombre, tsukimi, que proviene de una milenaria tradición popular japonesa de comienzos de otoño que normalmente se celebra en el mes de septiembre. Este ritual se da como un agradecimiento a la naturaleza. En Japón, la luna tiene un significado especial en su cultura, por ese motivo, quisieron darle un nombre a su costumbre de admirar el satélite.

Plenilunio

De todas las fases lunares por las que pasa el satélite, el plenilunio es aquella que más inspira y admiran los artistas y pensadores, pero también muchas especies del mundo animal: la luna llena. La palabra proviene del latín plenilunium (luna plena o llena); vocablo compuesto por plenus (lleno), y luna (luna, la luminosa, la que ilumina).

Palabras derivadas de “luna” 

  1. Alunado, da (adjetivo). Lunático. Malhumorado. Referido a un animal, en celo.
  2. Alunizaje (sustantivo). Acción de alunizar.
  3. Alunizar (verbo). Descender en la superficie lunar.
  4. Interlunio (sustantivo). Período lunar en que no se ve la Luna por la conjunción directa entre el Sol y la Tierra.
  5. Lunación (sustantivo). Tiempo que demora la Luna en pasar de una conjunción con el Sol a la siguiente.
  6. Lunado, da (adjetivo). Con forma de media luna.
  7. Lunar (adjetivo). Perteneciente a la luna o relacionado con ella. Como sustantivo, el significado dermatológico es propio del español, donde se documenta desde 1280. La etimología del sustantivo se explica por creerse que estas manchas se debían al influjo de la luna.
  8. Lunario, ria (adjetivo). Perteneciente a las lunaciones o relacionado con ellas. Como sustantivo, calendario o almanaque.
  9. Luna (sustantivo). Satélite de un planeta (Júpiter tiene numerosas lunas).
  10. Lunático, ca (adjetivo). Loco.
  11. Lunear (verbo). Salir a cazar, pescar o pasear cuando hay luna.
  12. Lunes (sustantivo). Primer día de la semana.
  13. Lunita (sustantivo). Diminutivo de “luna”.
  14. Medialuna (sustantivo). Aquello que tiene la forma de la luna cuando está en fase creciente o menguante. Panificado con esa forma.
  15. Novilunio (sustantivo). Luna nueva.
  16. Plenilunio (sustantivo). Luna llena.
  17. Semilunio (sustantivo). Mitad del período de una lunación.
  18. Sublunar (adjetivo). Que está por debajo de la luna

Familia de palabras 

  • Estar en la luna.
  • Estar de buena o mala luna. 
  • Pedir la luna.
  • Quedarse a la luna de Valencia.
  • Luna de miel.
  • Claro de luna. 

https://www.elespanol.com/vivir/20231211/todas-palabras-relacionadas-luna-universo-lexico-inspira-artistas/815418675_0.html

La luna y la poesía


La luna ha despertado la inspiración de diferentes poetas a lo largo del tiempo. Este satélite, cargado de simbolismo y significado, está presente en un buen número de composiciones. Todos recordamos de niños haber cantado la poesía popular «Luna, lunera, cascabelera» y también de mayores (Mina)

Trece poemas cortos sobre la luna 

José Zorrilla La luna de enero 

https://www.poetica2puntocero.com/cisne-redondo-en-el-rio-poemas-sobre-la-luna/

A. García Calvo, Cuando está tan llena la luna 

Isabel Escudero, Condiciones de luna 

miércoles, 3 de enero de 2024

Moisés mata a Moisés

Entre los muchos testimonios que estos días circulan sobre los horrores de Gaza, se ha visto un video de una mujer palestina lamentando la muerte de su hijo abatido por las tropas israelíes, un joven llamado Musa. Esto hace recordar los muchos nombres árabes que proceden del hebreo, al pertenecer a personajes destacados de la Biblia que pasaron a la tradición islámica. Ibrahim es Abraham, padre común de los dos linajes, árabes y hebreos, según el Génesis. Yacub es Jacob, nieto de Abraham. Yusuf es Ioseph, hijo de Jacob. Suleimán es Salomón, el rey sabio, hijo de David. Marién es el hebreo Miriam, o Mariam, o sea, María. Susenna (español Azucena) viene del hebreo Susan (Susana). Younes es Ionas (Jonás), o sea Ioannes (Juan). Algunos de estos personajes son reconocidos por los musulmanes como grandes profetas que precedieron a Mahoma.

    Podríamos seguir con otros, pero acabemos con el del joven Musa: este nombre árabe frecuente (en España todavía es recordado el moro Muza, uno de los primeros caudillos árabes que entraron en la Península en tiempo de los godos), viene del hebreo Moshe, para nosotros Moisés, el gran conductor de las tribus de Israel desde Egipto a la Tierra Prometida, Canaán, más tarde llamada Israel… y Palestina. Por una de esas madejas de la historia, esta víctima árabe del actual conflicto lleva el nombre del caudillo que, por inspiración divina, llevó al pueblo hebreo, hace más de tres mil años, a las puertas del territorio todavía ensangrentado ahora por el mismo enfrentamiento.

    (Para acabar de rizar el rizo, el tal Moisés, suponiendo que fuera un personaje real, con sus cuernecillos divinos, sus Tablas de la Ley con los diez mandamientos y su majestuosa imagen profética, probablemente no era hebreo sino egipcio…)

    En todo caso, con unos entresijos tan implicados entre ambos pueblos, sería de esperar algo más de entendimiento y no sólo la aplicación de la ley del más fuerte, y con esta razón añadida: si Moisés mata a Moisés es una forma de suicidio simbólico del pueblo judío.

 

sábado, 17 de septiembre de 2022

Retrónimo: la evolución de las palabras debida a los avances técnicos

Un retrónimo es un neologismo nacido para representar un concepto cuyo significado se ha visto afectado por la aparición de uno nuevo que incluye una idea más reciente. Así el retrónimo menciona al concepto anterior con la finalidad de diferenciarlo del más reciente. Por ejemplo, guitarra acústica, término acuñado después de la invención de la guitarra eléctrica; es decir que cuando esta última no existía, la primera era simplemente llamada «guitarra».

El término «retrónimo» (tomado del griego) fue utilizado en su forma inglesa (retronym) por el periodista estadounidense Frank Mankiewicz  y popularizado en 1980 por el divulgador lingüístico estadounidense William Safire. La mayoría de los retrónimos se crean debido a los avances tecnológicos.

El DRAE aún no incluye este vocablo que define una frase hecha a través de un sustantivo y un complemento que hace relación a la evolución del concepto primigenio. Un buen ejemplo para utilizarlo cuando explicamos el adjetivo o la evolución semántica. Un "palabro" que no debería ser incluido en la enseñanza obligatoria, que ya tienen bastante nuestros alumnos con todos los neologismos lingüísticos que solo sirven para asustarles.


lunes, 4 de julio de 2022

Lubricán, Blog La llave del mundo y ejercicios para ampliar vocabulario


 La palabra lubricán, sinónimo de crepúsculo de uso sobre todo literario, aparecía en 1499 en el Diccionario eclesiástico de Fernández de Santaella definido como la ora cerca dela noche. que el vulgo llama entre lubrican de lubrico. por que es ora dispuesta a resbalar y caer y tanbien se dize crepusculum ala mañana’. La etimología de ese antiguo diccionario es errónea, la vincula con lubrico ―del latín lubricus 'resbaladizo'― porque supone que la gente se puede resbalar a esa hora, tal vez por la falta de luz. Lo cierto es que lubricán es un vocablo de origen pastoral formado mediante una composición del latín lupus (lobo) y canis (perro), aludiendo al hecho de que a esa hora, con tan poca luz, los pastores no son capaces de distinguir un lobo de un perro.  

La palabra me ha llevado al blog 365palabras.blogspot.com, La llave del mundo, que nos ofrece la definición, significado, etimología, origen, ejemplos, sinónimos y citas de palabras raras, palabras curiosas, palabras divertidas, palabras hermosas y palabras interesantes para cada día del año. 

También aparecen textos para ser usados en clase. Os presentamos en esta página un texto de nuestro custodio NICTEMERO, que con gran maestría ha logrado aglutinar coherentemente un montón de palabras recientes de La Llave del Mundo (en rojo) en un texto francamente fresco y divertido. No tiene desperdicio, disfrutadlo (ahora, por capítulos y ampliado).

 

El ñango desparramado por el suelo había atafagado a todos los presentes en la cena de despedida. Era un olor insoportable.

Aunque lo cierto es que la mayoría de asistentes eran pelafustanes con aspecto astroso  incapaces de enarmonar ningún tipo de queja al ínclito anfitrión organizador de la cena, que con cariño a sus invitados había preparado y servido un ciquitroque aderezado con paprika que lo hacía gustosísimo , añadiendo alcauciles de Aragón, el dueño de la casa empezaba a sentir el pródromo que anunciaba una próxima enfermedad.

En el ambiente flotaba una especie de ectoplasma que aunque la vitróla seguía desgranando canciones para amenizar, producía una extraña sensación en los presentes, y no hacía la situación precisamente desopilante.

Para aliviar la tensa situación ordenó al ñengo criado que utilizase rápidamente la aljofifa para limpiar rápidamente el suelo, no solo para evitar los malos olores sino, también para evitar la sanción que sin duda le aplicaría el veedor cuando inspeccionase el recinto.
Este último personaje tenía fama de garrulo aficionado a gulusmear por la cocina y seguro que rápidamente se daría cuenta del tema.

El criado cubierto con una especie de greba para protegerse de la suciedad, dejó de candonguear y comenzó a la limpieza.

La anfractuosidad del suelo, a pesar de la profesionalidad del limpiador gracias a la didascalia de su empleador, dificultaba la netedad. El ñengo servidor coñaceaba con ímpetu el pavimento pero la suciedad se abroquelaba en defensa de su natural misión, enmendar entre los pliegues del pavimento

El gatuperio estaba servido, no había solución alguna, Ni la xenoglosia del chozno sería capaz de evitar la ira y la multa del veedor. Los comensales empezaron a desfilar con lentitud abandonado el recinto del ágape, mientras el ínclito y el ñengo lloraban su desgracia vertiendo gruesas lágrimas que ensuciaban todavía más, si fuese posible, el anfractuoso suelo.

La única solución para atenuar la tensa situación fue llamar a la perendeca de turno para que con las hojas de la matalahúga traída de Oriente intentase atafagar al zurambático criado antes de que preso de ira soltase el arraclán entre los presentes. Con esta actitud el dueño de la casa pretendía acrisolar dentro de lo posible la dramática situación, circunstancia que no había conseguido con el generoso rioja servido con el tragavino.

domingo, 14 de noviembre de 2021

Equilicuá: italianismo y cortometraje premiado


Equilicuá es una expresión que etimológicamente viene del italiano "eccolo qua!" que podríamos traducir como "helo aquí" o "aquí está", que a su vez vendría del latín, a partir de ecce (he aquí) y del relativo qui, quae, quod.  Similar al  famoso “eureka” de Arquímedes en griego. También se usa para reafirmar lo dicho, en este sentido un sinónimo sería "exacto". Equilicuá no está catalogada en el DRAE.

Equilicuá da título a un cortometraje de Ignacio F. Rodó, finalista del VI Concurso de Cortos RNE (Edición 2014). El cineasta nos presenta a dos jóvenes intelectuales en su primera cita, que utilizan una copa de vino y unos pocos latinismos para romper el hielo. Una vez más se demuestra que la lengua muerta está muy viva.  

Y es que el latín durante muchos años fue la lengua de nuestro acervo cultural transmitido a través de las lenguas romances. El emperador políglota Carlos V declaró: «Hablo español a Dios, italiano a las mujeres, francés a hombres y alemán a mi caballo". Valle-Inclán en su obra de teatro Divinas palabras, ya ironizaba con el poder de fascinación de las palabras latinas que no eran entendidas por el pueblo.

El corto me ha recordado la película Un pez llamado Wanda, donde Jamie Lee Curtis se excita sexualmente al escuchar hablar otro idioma, lo entienda o no. Este fetiche se  conoce con el nombre de xenoglosofilia. Para mayor claridad copio los enlaces para ver los fragmentos de la película donde esto ocurre:

https://www.youtube.com/watch?v=6zquYbMbFNk&ab_channel=Movieclips

https://www.youtube.com/watch?v=x6ajz49Ncq4&ab_channel=JaneWilson

Para saber más: Frases de amor en latín para enamorar como lo haría un poeta filósofo.