martes, 8 de junio de 2010

Frases hechas


Muchas veces en nuestras conversaciones cotidianas se emplean “frases hechas”, expresiones populares cuyo significado suele ser figurado, y aunque literalmente parecieran no tener lógica, todos entendemos qué es lo que se quiso decir, aunque tampoco sepamos el origen de su significado. Son frases que encierran en sí mismas todo un mundo, y describirlas (explicarlas) o querer expresar la misma idea pero con otras palabras, por lo general implica el doble y más de palabras que las que conforman a la frase original.
´MANDAR A LA PORRA.´ Antiguamente, en el ámbito militar, el soldado que ejecutaba el tambor mayor del regimiento llevaba un largo bastón, con el puño de plata y mucha historia detrás, al que se llamaba ´porra´. Por lo general, este bastón era clavado en un lugar alejado del campamento y señalaba el lugar al que debía acudir el soldado que era castigado con arresto: ´Vaya usted a la porra´, le gritaba el oficial y el soldado, efectivamente, se dirigía a ese lugar y permanecía allí durante el tiempo que se mantenía el castigo. Posteriormente, fue cambiada la forma de castigo, pero la expresión mandar a la porra quedó en el uso del lenguaje del pueblo con un matiz netamente despectivo. (BELCA)
A BUENAS HORAS MANGAS VERDES. Se dice de todo lo que llega a destiempo, cuando ha pasado la oportunidad y resulta inútil su auxilio. Se debe el origen de esta frase a que en tiempo de los cuadrilleros de la Santa Hermandad, como casi nunca llegaban a tiempo para capturar a los malhechores, los delitos quedaban impunes. Los cuadrilleros vestían un uniforme de mangas verdes y coleto. Obedece a la creencia de que los guardadores del orden suelen acudir tarde o a destiempo al lugar donde son necesarios. (JMI)
A OJO DE BUEN CUBERO. Esta expresión se emplea normalmente para decir que una cosa está hecha sin medida. Antiguamente, en los diferentes reinos existía una total falta de reglamentación a propósito de los sistemas de medidas. La frase hace referencia a las medidas de capacidad de las cubas destinadas a contener agua, vino u otro líquido. Las cubas eran fabricadas una a una por el cubero, y su capacidad venía determinada por el reino en el que tuviera montado el negocio e incluso por las diferentes normativas de medidas dictadas por los señores feudales. (OmiWeb)
A RÍO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES. Es proverbio que alude a los que medran aprovechando las revueltas y trastornos. la experiencia demuestra que los pescadores cogen mucho más pescado en el agua turbia que en la clara, tal vez porque cuando el agua está turbia los peces no ven los peligros que corren y caen más fácilmente en ellos. De aquí nació el otro modismo: "Pescar en agua turbia", como sinónimo de hacer su negocio y aprovecharse de un desorden que tal vez se ha promovido con dicho fin. Los griegos decían en el mismo sentido: "Enturbiar el agua del lado para pescar anguilas", modismo que Aristófanes aplica al mal ciudadano que provoca desórdenes a fin de enriquecerse a expensas del público. (JMI)
ARMARSE LA MARIMORENA. Describe una gran algarabía, o, mucho alboroto, con disputas, reyertas, voces y golpes. Es común explicar esta expresión de acuerdo con la pretendida historia de una mesonera llamada María, o María Morena. Tabernera de fuerte carácter, regañona y amiga de pendencias. Esta historia sugiere que a mediados del siglo XVI había una taberna en Madrid regentada por esta mujer y su esposo, un tal Alonso de Zayas. Estos mesoneros guardaban el mejor vino para sus clientes distinguidos y ofrecían el de menos calidad al vulgo. En cierta ocasión parece que los clientes se enfadaron y quisieron probar el vino bueno, a lo que la fornida mesonera se negó en redondo. La disputa fue tan fenomenal que no quedó mesa sana ni silla en que sentarse, y los golpes y las puñadas se repartieron con tanto ímpetu que sólo la llegada de los alguaciles pudo disolver la cuestión. La fama de aquella trifulca prosperó y por esta razón se habla hoy de esta mesonera. Ahora bien, a la mayoría de las taberneras y venteras de aquella época se las llamaba María, (como Maritornes) y es el nombre tópico de las mozas de las posadas, también. Acostumbradas al trasiego de huéspedes y viajeros, estas mozas (asturianas, muchas veces) solían envolverse en disputas y querellas con los hombres cargados de vino y con pocos escrúpulos. La expresión, por tanto, bien puede hacer referencia a la esposa de Alonso de Zayas, o a cualquier otra, dado que Marías eran todas o casi todas las taberneras, y “morena” es la forma típica de llamar a una moza española.
Para saber más:
http://personal.telefonica.terra.es/web/flxcardona/f_hechas_1.htm

http://www.solidaridad.net/articulo513_enesp.htm

Ejercicios autoevaluables:
http://www.xtec.cat/~jgenover/locucion1.htm




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