martes, 8 de junio de 2010

Etimología

Se denomina etimología (del latín etymologĭa, y éste del griego ἐτυμολογία), al estudio del origen de las palabras, cuándo son incorporadas a un idioma, de qué fuente y cómo su forma y significado han cambiado.


Origen de la palabras gilipollas y anfitrión
En el DRAE: GILIPOLLAS: 1. adj. vulg. gilí, tonto, lelo. Ú. t. c. s. En Madrid hay una calle llamada de Gil Imón, haciendo de travesía entre el Paseo Imperial y la Ronda de Segovia, para más señas. Es una calle dedicada al que fue alcalde de la capital, Gil Imón. Se organizaban célebres bailes, a los que acudía la crema social, para poner en el escaparate familiar a lindas damitas de la buena sociedad, como oferta casadera, las cuales acudían ataviadas con su miriñaque de fino muaré.
A las damitas de entonces se les aplicaba el apelativo de "pollas", que en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) llevan, como sexta acepción, figurada y familiarmente, el significado de jovencitas, algo que hoy se ignora, por mor del lenguaje, que en la actualidad se ha vuelto recio y tosco y las mentes malévolas sustituyen el significado antiguo por otro de morbosas connotaciones.
El tal don Gil era un personaje de relieve (la prueba está en que tiene dedicada una calle) y su nombre aparecía frecuentemente en los ecos de sociedad de las revistas del corazón de la época. El hombre, después de atender a los acuciantes problemas que su cargo de alcalde comportaba, se sentía obligado a responsabilizarse de sus deberes familiares, como buen padre. Tenía dos hijas en edad de merecer, feíllas ellas, es decir no muy sobradas de gracejo, y hasta un tantico tontuelas. Y se hacía acompañar por ellas a todos aquellos sitios a los que, invitado como primera autoridad municipal, tenía que acudir. Él, en su fuero interno, acudía no como primera autoridad municipal, sino como primera autoridad familiar. Tras la imponencia de unos bigotes municipales, se ocultaba un corazón de padre.
-¿Ha llegado ya D. Gil?
-Sí, ya ha llegado D. Gil y, como siempre, viene acompañado de sus pollas.
D. Gil departía animadamente con los próceres de la actualidad, y, mientras tanto, sus pollitas iban a ocupar algún asiento que descubrieran desocupado, a esperar a que algún pollo (en masculino, solía aderezarse con pera:("pollo-pera") se les acercase, cosa siempre poco probable.
La situación, una y otra vez repetida, dio lugar a la asociación mental de tontuelidad con D. Gil y sus pollas. Y cundió la especie por "el todo Madrid", que compuso una palabra especial, castiza, nacida en Madrid y, puesta en circulación con el marchamo del Oso y el Madroño, siendo después exportada al resto de España, y ganándose a pulso el derecho de entrar en la Real Academia Española (RAE).
Decía padre Ramón que el que es tonto y lo sabe no es tonto del tó. Los imaginativos y bien humorados madrileños lo tuvieron fácil: para expresar la idea de tontuelo, tontaina, tontucio, tontuelidad integral, inconsciente ‹lo de con malicia o sin malicia es otra cuestión; con el tiempo, habrá de todo‹. ¡Ya está! Gil (D. Gil)-y-pollas (las dos jovencitas hijas suyas) = gil-i-pollas.
A lo largo de la historia, el vocablo ha sufrido avatares de toda índole, hasta que, por fin, la RAE , haciendo gala de su lema "limpia, fija y da esplendor", ha limpiado la palabra, la ha fijado, le ha dado esplendor y le ha dispensado digna acogida en su diccionario.

EL ORIGEN DE LA PALABRA ANFITRIÓN
En la mitología griega, Anfitrión era el marido de Alcmena, madre de Hércules.
Mientras Anfitrión estaba en la guerra de Tebas, Zeus tomo su forma para dormir con Alcmena, y Hermes tomó la forma de su esclavo y doble para montar guardia en el portón.
Con el embarazo de Alcmena, un alboroto fue creado, porque evidentemente Anfitrión dudó de la fidelidad de su esposa. Al final todo fue aclarado por Zeus y Anfitrión se puso contento por ser el marido de una mujer elegida por Dios.
De aquella noche de amor nació el semidiós Hércules.
A partir de allí, el término anfitrión pasó a tener el sentido de:
"aquél que recibe en su casa".
Por lo tanto, Anfitrión es sinónimo de CORNUDO, TRANQUILO Y FELIZ.

Para saber más:
http://etimologia.wordpress.com/
http://www.juegosdepalabras.com/etimologia/etimologia.htm

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