El secreto de la juventud, como afirma García Calvo, es seguir aprendiendo. Yo añadiría que el motor que mueve el aprendizaje es la curiosidad por nuestro entorno que nos devuelve a la niñez y nos mantiene la mente activa.
El texto pertenece al coro final de la tragedia musical Ismena (1980). Agustín García Calvo la recitó en los estudios de Radio la UNED, la grabación se tomó como guía para los textos y coros de la obra en el intento de representación que Ester Bellver y un grupo de actores trataron de llevar a cabo en el año 2005.
Marc Giró ha sido todo un descubrimiento en la 2 de TVE. Irónico, divertido, disfrutón, sin ningún sentido del ridículo. Este catalán de 55 años, marido de Santi Villas, hermano de Thais Villas presentadora de El Intermedio, ahora ha saltado a la 1 con Late Xou. El programa nos ofrece originales entrevistas a personajes populares y desternillantes monólogos. Me gusta sobre todo porque ejerce el humor y la autocrítica por encima de todas las etiquetas.A su lado Broncano, que es su telonero, es un pavisoso.
Incluyo dos vídeos del programa para que se le conozca mejor y que desmontan todos los tópicos. Dice las verdades que otros no se atreven.
Ya no se puede decir nada porque no hay libertad, donde disecciona los comentarios que ha recibido sobre su programa.
#LateXou Jose Luis, a ti que aseguras que "ya no se puede decir nada porque ya no hay libertad", atiende a este monólogo de Marc Giró 👇
(😏 Puede hasta que diserte sobre algún tweet tuyo en el que le hayas insultado) pic.twitter.com/v7x84xkuUy
Lo que sí soy es antifascista,donde deja clara su ideología:
🙃 Ni cotiza que muy de izquierdas no tiene que ser este señor si echa la basura a cholón en el contenedor de la inorgánica 🙃 pic.twitter.com/f2Pov5tnRE
Mención aparte merece el recortable La novia y suequipo completo que la revista TBO en 1940 editó en forma de álbum, dibujado por Tinez. Consta de cuatro páginas llenas de vestidos con dos muñecas para recortar y un total de 20 trajes (trajes de casa, traje de novia, traje y abrigo de viaje, trajes de entretiempo, trajes de verano y playa, trajes de invierno, trajes de deporte, traje de noche, traje de disfraz etc.) y cinco tocados. El dibujante ya había publicado otras mariquitas parecidas entre 1930 y 1940 con la imagen de las estrellas del momento como Deanna Durbin o Shirley Temple.
Toda esta profusión de vestidos tiene algo de obsceno porque se publicó en 1940, al inicio de la posguerra, en un momento en el que todos los que habían sobrevivido debían seguir luchando por la vida en una sociedad sumida en la más profunda pobreza. La época franquista supuso un paso atrás sobre todo para las mujeres, se prohibieron y olvidaron todos los logros conseguidos en los años anteriores. Como afirma Carmen Martín Gaite*: “La posición de la mujer española está hoy como en la Edad Media. Franco le arrebató los derechos civiles y la mujer no puede poseer propiedades ni incluso, cuando muere el marido, heredarle…No puede frecuentar los sitios públicos en compañía de un hombre si no es su marido…Tampoco puede tener empleos públicos…”. Los únicos destinos posibles y deseables de la mujer eran, primeramente el matrimonio, al que había que aguardar con castidad y esperanza; y segundo, el convento. La función social se define perfectamente con las palabras servicio, sacrificio y sumisión.
Los recortables dedicados a las niñas, como otras revistas de la época, ofrecen una imagen de mujer adulta alejada de los problemas cotidianos. Abren una puerta para soñar con una vida mejor llena de lujos como el de las actrices de Hollywood. Un juego para entretenerse y olvidar que educaban a las jóvenes para ser guardianas del hogar. En las nubes, vivían de ilusiones: de las letras de las canciones de amor, de las películas americanas y de las novelas rosa. Se sienten princesas, no quieren saber que la novia blanca y radiante se inmolará ante el altar, que no será dueña de su destino. Soñaban con un príncipe azul que en la mayoría de las veces pronto se convertiría en sapo. Tan solo será reina por un día. Con los votos matrimoniales aceptaba ser una mujer abnegada, fiel y obediente a su amo como pregonaba la Sección Femenina.
Las novias de luto
Para casarse, primero había que conseguir un novio rápidamente por el temor a la soltería, lo que era difícil por la cantidad de hombres muertos y encarcelados, y además rico, tarea casi imposible. Mientras, le daban la vuelta al único abrigo que tenían, se pintaban una raya en la pantorrilla para simular que tenían medias y se hacían un jersey con restos de lanas. Las novias del momento no podían comprarse un traje de novia blanco para el día del enlace, la economía no permitía tener un vestido para una sola ocasión, no salía rentable, así que la opción era ir vestidas de negro, el color del luto. Los sueños forjados en tecnicolor se fundían en negro.
Esta dicotomía entre la realidad y la fantasía nos parece ahora un sarcasmo, una burla cruel, pero demuestra la necesidad que tenían las mujeres de evadirse en unos tiempos de calamidades. De ilusión también se vive, los juegos funcionan como un bálsamo contra el autoritarismo, un refugio para soportar la vida cotidiana. Otro antídoto eran las revistas humorísticas que reflejan las genas de reír de un pueblo contra el escaso sentido del humor de la dictadura.
Con esta entrada acabo la serie Recortables que completa la de Teatros de papel. Las producciones editoriales destinadas a la diversión y recreo de niños y adolescentes, durante tres cuartas partes del siglo XX sobre papel impreso en colores, alimentaron los sueños, fantasías e ilusiones de varias generaciones, al mismo tiempo que transmitían los valores sociales y educativos del momento. Su conocimiento nos aporta un testimonio, a veces terrorífico, de la ideología que los ideó, pero nos sirven para saber de dónde venimos y nos reconfortan con el presente que, sin duda, es mucho mejor.
*-Martín Gaite, Carmen. Usos amorosos de la postguerra española, Ed. Anagrama, Barcelona, 1987
La simbología franquista común con la Italia de Mussolini o la Alemania de Hitler se apoderó de los recortables. En Alemania los niños debían conocer sus instituciones y el partido nazi desde edad temprana y era habitual que jugaran con muñecos vestidos con uniformes de las juventudes hitlerianas.Los dibujos se presentan como educativos y demuestran cómo la propaganda política de la época llega a los más pequeños a través del juego.
Shirley Temple falangista
Al recortable de Shirley Temple falangista le salieron dos novios deportistas y guerreros: "Pocholo al servicio de España" y "Paquito al servicio de España".Es muy difícil saber su autoría y su fecha de edición porque se perdieron la mayoría de los archivos de las casas editoras, las ediciones que se conservan en manos de coleccionistas los sitúan en la guerra para persuadir a los niños a elegir bando y, en la inmediata posguerra. editados por revistas infantiles y juveniles de FET y de las JONS y de Acción Católica. Suponen una rareza porque los niños españoles no solían jugar con trajes intercambiables porque se consideraban cosas de chicas. Estos juguetes de papel reflejaban la diferenciación por sexos, la utilización del deporte como cohesión social, la exaltación de los sentimientos patrióticos, el rescate del pasado imperial y los saludos en torno a la figura de Franco. La palabra servicio como un deber a la patria estaba muy de moda y marcó la vida de las generaciones siguientes: servicio social para las mujeres y servicio militar para los hombres.
El recortable de Pocholo está fechado entre 1936 y 1939. La figura de negro pelo rizado azabache va vestida de futbolista con una camiseta con los colores de la bandera española y sostiene un balón en su mano izquierda. Le acompañan tres uniformes intercambiables: el del ejército de África con chilaba que sujeta un rifle, el de soldado con pistola y el de requeté con la boina roja y una bandera de España. La lectura es clara, los jóvenes deportistas deben sustituir el balón por un rifle o una pistola para defender la patria. Posteriormente se llamaron Flechas y Pelayos como la publicación infantil-juvenil más característica del franquismo durante los años cuarenta.
Ignoro cuál es el origen del nombre de Pocholo que se hizo muy popular en los años treinta como un apelativo cariñoso. La editorial Santiago Vives (La Coruña) comenzó a editar la revista "Pocholo" en 1931.Recuerdo que se aplicaba a los niños pijos de los años 60, lo que hoy serían los cayetanos. Maxi Olariaga hace referencia al contexto de la publicación: Del recortable al chip.
Paquito al servicio de España
El recortable Paquito al servicio de España presenta una estetica nazi con un dibujo más clásico y elaborado. Un niño de pelo rubísimo lleva la bandera de la falange con el yugo y las flechas estampada en la camiseta. Adopta una postura firme con el brazo en alto y sostiene un fusil con la mano izquierda. Sus complementos son cuatro trajes militares: el uniforme falangista negro con sus escudos de la falange en el bolsillo izquierdo y en la hebilla del cinturón; el requeté con la boina roja; el de soldado; y el de regular de la guardia mora con el fez rojo. No aparece en ningún sitio la bandera española. Se corresponde con la primera época de Franco cuando la publicación de revistas infantiles y juveniles dependía de la Vicesecretaría de Educación de Falange que duró hasta 1946.
En el catálogo de la exposición Juegos de papel del Museo
del Traje que utilicé para la entrada Teatros de papel, descubrí que se
imprimieron numerosos recortables de Shirley Temple e incluso una mariquita de
la pequeña actriz vestida de falangista.
Los recortables de Shirley Temple
Ediciones T.B.O.
La historieta española se enamoró de Hollywood y de Shirley Temple. La primera niña prodigio del cine con solo cuatro años se hizo famosa gracias a sus condiciones para el canto, el baile y la interpretación, pero también por sus características de niña pizpireta y repipi, a la vez que pícara y traviesa, pero siempre obediente, ejemplar, patriótica y profundamente creyente. La niña de hermosos tirabuzones convertía en oro todo lo que tocaba, no sólo por sus fabulosos contratos con el cine sino también por la venta de muñecas inspiradas en ella, sus canciones, tazas, revistas y hasta una línea de vestidos. Era la hija que todas las madres y padres quisieran tener. La "influencer" del momento.
Su fama se extendió por todo el mundo, sobre todo en los años 30. EnEspaña, en 1936, mientras sucedía el levantamiento militar, la edición del 18 de julio de El Faro de Ceuta publicaba el bando de Franco al mismo tiempo que informaba de una sesión de cine para esa tarde en el Salón Apolo donde se obsequiaba con "una mariquitina de Shirley Temple" a las niñas: "Estrena 'La pequeña coronela', con la pequeña gran estrella, la monísima Shirley Temple (...) junto a Lionel Barrimore, EvelynVenable y John Lodge. Completa el programa el divertido dibujo Popeye el marinero, en 'Donde las dan las toman' (...). La película fue el antecedente de «Un rayo de luz» (1960) con Marisol como protagonista emulando a la actriz.
La auténtica Shirley Temple nacionalista, Falange. Editorial Hergan, Vigo, 1940
Shirley Temple falangista
El bando vencedor utilizó a la inocente actriz como propaganda en la posguerra y se llenó de connotaciones políticas. En el año 40, apareció una mariquita que muestra, entre sus vestidos y complementos, un traje tradicional de flamenca con su peineta y otro de falangista con boina roja saludando a la romana con el brazo derecho en alto. Se vendía como la auténtica Shirley Temple nacionalista.
Pero también se dieron otras imágenes de la niña prodigio del cine mundial menos complacientes: un collage de Dalí y una película.
Dalí: La esfinge de Barcelona
Dalí, el gran
provocador del arte, en 1939 se atrevió a dar una visión diferente de Shirley Templecon una pintura surrealista, muy poco conocida, que supone una sátira sobre la
sexualización de las estrellas infantiles de Hollywood. El título es
descriptivo: Shirley Temple, el monstruo sagrado más joven del cine contemporáneo,
también conocida como la Esfinge de Barcelona.
La pintura
representa en primer plano a Shirley Temple como una
esfinge recostada en una playa con un barco abandonado encallado al fondo. La
cabeza de la estrella infantil, tomada de una fotografía de un periódico, está superpuesta
al cuerpo de una leona roja con pechos y garras blancas, sobre su cabeza se posa un murciélago morado. Alrededor de la esfinge, un cráneo humano y
otros huesos blancos parecen haber sido devorados por ella. Las nubes rojas del fondo amenazan una lluvia de sangre. En la parte central
inferior de la pintura una etiqueta trompe-l'œil que dice: "¡Shirley!
Por fin en Technicolor".
Nos muestra el reverso de la moneda: la
explotación infantil al servicio del capital. La vida de cine de la actriz se ha convertido en una verdadera pesadilla. La niña adorable, convertida en un malvado monstruo, en vez de simpatía produce repugnancia. Apenas tiene vida, es una marioneta al servicio de la voz de su amo que devora todo lo que hay a su alrededor. Hierática
y sola permanece en un campo de batalla lleno de esqueletos como los que dejó
la guerra civil española mientras el fantasma de una nueva guerra recorría Europa.
La obra, un gouache, pastel y collage sobre cartón, se encuentra en el Museo Boijmans Van Beuningen, la principal galería de arte de Róterdam. Ignoro por qué se la conoce como la esfinge de Barcelona. Tal vez si me suscribiese a La Vanguardia podría leeresteartículo que debe aportar mucha información.
¿Qué fue de Baby Jane?
En los años 60, el director Robert Aldrichparodió en ¿Qué fue de Baby Jane? la cara más siniestra de una copia de Shirley Temple, interpretada por Bette Davis. Un desquiciado personaje anclado en su pasado de niña prodigio, vestida con los trajes infantiles y tirabuzones rubios que la hicieron famosa.
Menos mal que nuestra Shirley Temple nacional, Marisol, se desvinculó de la explotación a la que fue sometida durante su infancia y juventud bajo el amparo de Manuel Goyanes para convertirse en Pepa Flores dueña de su destino. Pasó de ser la niña prodigio del franquismo a ser una militante comunista; abandonó los coros y danzas de la Sección Femenina para protagonizar el primer desnudo de la democracia.
En la década de los 20* del siglo pasado, en plena Guerra del Rifo de Marruecos, se vendía una Mariquita Legionaria (Editorial Hernando) que presentaba a una candorosa niña con un lacito de la bandera española en el pelovestida de legionaria con un fusil junto a sus complementos (traje de gala, polainas y sombrero). Sorprendentemente en vez abrazar a un muñeco, sostiene la cabeza sangrienta y decapitada de un niño negro que se completa con la imagen de dos niños africanos encadenados. En la parte inferior aparece la primera bandera del Tercio Gran Capitán I de la Legión (Melilla)
"Comandante Franco" en la que dos jabalíes pelean por un leño de
roble.
La mariquita está inspirada en la propaganda española que publicó fotografías de soldados con las cabezas cortadas de sus enemigos muertos (Ver foto**). Solo una mente perversa pudo crear un jugueteracista y violento para entretenimiento de los niños. Nos ofrece una imagen repulsiva, degradante e inhumana. Sin duda, un antecedente de la estética gore.
No sé si mi estimado lector se dará cuenta del innegable parecido físico de la mariquita legionaria con una presidenta de la Comunidad de Madrid que en lo peor de la pandemia del covid ideó unos "protocolos de la vergüenza" que provocaron la muerte de 7.291 ancianos.
* Los recortables no están fechados, por eso los años de publicación varían según la fuente que consultes
**Esa misma fotografía de 1927 se convirtió en un bulo que comenzó a circular en 1938 y de vez en cuando reaparece: “milicianos frentepopulistas portando cabezas cortadas de sus víctimas”.
Un vídeo
El Coleccionista Friki explica muy bien en el siguiente vídeo cómo es el juguete más racista, xenófobo y violento jamás creado: la mariquita legionaria. "Esta adorable muñeca recortable (paper doll) de los años 20 fue creada en España y con ella jugaron nuestras abuelas. Toda una incorrección política que a día de hoy sería impensable. Un juguete que retrata cuánto ha cambiado esta sociedad española".
Una novela antibelicista sobre la guerra de Marruecos
Para contrastar con la imagen anterior, recomiendo leer la primera novela de Ramón J. SenderImán (1930) que sitúa su acción en el Marruecos de la guerra colonial. En ella, desde un punto de vista humanista, describe la vida militar y pone en evidencia los límites de la condición humana.
Viance, el protagonista, es un muchacho aragonés, uno cualquiera de entre los doscientos mil hombres que pasaron por el continente africano sin más horizonte que la mochila del de delante o la vanguardia espontánea de los cuervos. A Viance le llaman en su pueblo «Imán», porque parece atraer las desgracias. Víctima de las injusticias sociales, de los horrores de la guerra y de la falacia que se esconde tras la brillante y ruidosa parafernalia militar, simboliza el destino de todos aquellos que se vieron obligados a combatir.
Escrita en un estilo escueto y carente de artificios, Imán es un brillante alegato antibelicista, pero también un análisis sin concesiones de una España que se debate entre la rebeldía y la resignación.
El recortable de papel como lo conocemos ahora apareció en el siglo XIX en Inglaterra y Alemania, lugares en los que se utilizaba en las familias acomodadas como modelos de vestuario y conducta. Un entretenimiento que consistía en recortar con tijeras la figura de una persona, generalmente una niña o una mujer, a la que se colocan diferentes prendas doblando unas lengüetas sobre la misma. Se considera que fue la editorial inglesa Fuller la que en 1810 creó la primera muñeca de papel pensada para ser vestida, se llamó Little Fanny. Las muñecas iban acompañadas de historias y las niñas les iban cambiando el vestido según la escena que leían. Los relatos trataban de transmitir a las jóvenes lectoras unas reglas de conducta adecuadas a su posición social y unos determinados valores. Esta misma idea de las niñas y jóvenes dibujadas sobre una lámina también se utilizó para mostrar sobre ellas los modelos que la modista proponía a la clienta, como si fuera un figurín.
En el siglo XX alcanzaron un auge significativo en la cultura popular, siendo un reflejo de los cambios que fue experimentandola sociedad a nivel estético e incluso social.Muchas revistas y periódicos comenzaron a incluir páginas con muñecas recortables como un regalo para sus lectores, lo que aumentó aún más su popularidad. Carmen Martín Gaite en El cuarto de atrás recuerda su infancia y juventud en la época franquista, coleccionaba los cromos de sus actores favoritos porque en una España en blanco y negro emitían un misterioso y lejano fulgor con el que soñar.En la década de 1950, estas muñecasfueron reemplazadas en gran medida por muñecas de plástico más tridimensionales, pero el encanto y la nostalgia de las tradicionales han llevado a que sigan siendo populares entre coleccionistas y entusiastas de la artesanía.
Las mariquitas recortables
Desde principios del siglo XX hasta la década de los setenta las niñas españolas jugaban a vestir unas muñecas de papel que traían diversos vestidos y complementos en tamaño folio. Apareció en los años 20 de la mano de la Editorial Hernando con su primera muñeca, Mariquita, de ahí el nombre de los recortables en nuestro país “mariquitas” o “mariquitinas”. En México y otros países latinoamericanos, principalmente Cuba, las llamaron cuquitas. La muñeca Mariquita era una adaptación de la muñeca americana Dolly Dingle, creada por la ilustradora Grace Drayton en 1913. Con rizos rubios, su aspecto encantador enamoró al público infantil estadounidense, su aparición en las revistas de moda fue de gran éxito y se crearon en su honor muñecos de peluche, postales, tiras de dibujo y cuentos.
Con la llegada de la Guerra Civil, los dos bandos comenzaron a usar los recortables para agudizar una visión maniqueísta sobre el conflicto. "Dejaron de tener una función pedagógica y se transformaron en instrumentos propagandísticos. Dependiendo de la ubicación de las imprentas se editaban láminas de soldados de un bando u otro. En Barcelona, se difundían soldados del ejército popular y en Zaragoza o en Galicia, del bando nacional". Relacionaban un juego de niños con el conflicto bélico.
Yo nunca tuve ni jugué con una Mariquita Pérez, pero he tenido muchos recortables porque era forma barata de entretenimiento. Entonces no nos dábamos cuenta de que reflejaba muy bien la división por estereotipos de la época franquista, las niñas recortábamos muñecas y les poníamos vestiditos, y los niños, soldaditos a los que no se les cambiaba el uniforme. Eran modelos de vestuario y de conducta para las mujeres: folclore, maternidad y política en papel. Suponían una manera de soñar y de socializar que dejó una profunda huella en las generaciones posteriores. Hoy todavía, cuando veo algunas reediciones, me quedo con la vista imantada en el papel, recordando el tiempo que he jugado con ellos, me parecen bellísimos a pesar del mensaje que ocultan. Muchos artistas volvieron después a los recortables como una forma de arte. Incluso en la movida madrileña se crearon recortablescomo el de Alaska que acompaña estas líneas.
En entradas posteriores haré referencia a algunos recortables desconocidos para mí que se utilizaron como arma política y que son auténticos disparates.