El solsticio de verano en época romana se celebraba el
matrimonio de Júpiter y Juno. Junio era el mes ideal para los matrimonios y la
fecundidad. También se celebraba el día de Servio Tulio, nacido del fuego y
favorito de la diosa Fortuna. La tradición era mantenerse toda la noche sin
dormir, encendían lucernas y antorchas para iluminar las casas, y hogueras por
la ciudad para que la fuerza del Sol no decayera y las cosechas fueran buenas.
Estas hogueras habían de ser saltadas tres veces, así se purificaban y atraían
la fortuna. Pero además de la fiesta del fuego, era también una fiesta del agua
en la que se paseaba en barcas adornadas con flores por los lagos, ríos y mares.
En toda la geografía española, especialmente en Levante, se
sigue esta costumbre popular. Desde 1928, desde el 20 al 24 de junio, ‘Les Fogueres de Sant Joan‘ se convirtieron en
la festa oficial de Alicante, beneficiando así económicamente a la ciudad. Estas
fiestas nacieron a la sombra de las famosas Fallas* de Valencia con las que guardan gran similitud y alguna diferencia. La principal que las Fallas se
celebran el 19 de marzo, día de san José patrón de los carpinteros, fecha
cercana a la celebración del equinoccio de primavera. Las Fallas y las Hogueras van acompañadas también de un concurso de mascletás* menos conocido.
Este año, en la Plaza de los Luceros a las 14 horas, a la hora de más calor, desde la terraza del
restaurante Nou Palas, saboreando unos canelones Rossini como antaño y un trozo de coca amb tonyina (empanada de atún),por primera vez he
asistido más atónita que emocionada a una Mascletà en directo, un disparo pirotécnico que
conforma una composición muy ruidosa y rítmica. Cada mascletà tiene una
composición musical diferente que se origina a través de los ruidos de los
cañones de pólvora y de la sucesión de petardos. El disparo
empieza despacio y va aumentando gradualmente de sonoridad hasta llegar a lo que se conoce como
“terremoto”. Finalmente se disparan unas carcasas
muy potentes en forma de bombardeo.
Mascletá en la plaza de los Luceros
La mascletá es un fenómeno estético, social y musical de larga
tradición en la Comunidad Valenciana que produce un impacto multisensorial
(visual, sonoro, olfativo), una apoteosis de vibraciones ensordecedoras en una plaza que ejerce de embudo sonoro que llega a los cuerpos de los espectadores y produce un éxtasis
colectivo. Emociona hasta las lágrimas a los mayores y extrañamente no hace
llorar a los niños, acostumbrados desde pequeños a este rito. Sonidos aéreos y
terrestres que a mí me recuerdan a los rayos, truenos y terremotos que se describían en la muerte de Cristo el Viernes Santo, o al sonido del Apocalipsis.
Incluyo la primera parte del documental Historia de Les Fogueres de Sant Joan que recoge los primeros pasos de la creación en 1928 de la ‘festa més fermosa’ de Alicante. Las primeras Fogueres presentaban unos muñecos articulados de cera, cubiertos de tela y peluca, que fueron dando paso al cartón del ninot sin perder su capacidad satírica mientras que buscaban nuevos caminos estéticos en la abstracción y el simbolismo, con sus formas ascendentes y remates estilizados de tonalidades más claras. Los vestidos que llevan las falleras y las belleas son muy parecidos, clásicos y de ricas telas; se diferencian solo por el peinado, las valencianas llevan de uno a tres moños y tapan las orejas con unos rodetes como los de la Dama de Elche; las alicantinas sólo se cubren con un velo ondulado de novia. Hay más diferencias, pero por no cansar al lector, no las reproduzco. Eso sí, que no se te ocurra llamar Fallas a las Hogueras porque te caerá toda la ira del orgullo fogueril alicantino. Algo aturdida por el estruendo, cogí el ave para Madrid, contenta de que las fiestas en mi ciudad sean aburridas sin sobresaltos sonoros.
Por último, añado una rareza, un poema de Rafael Duyos: EL NINOT ENAMORADO
(Revista “Utielanías”, Utiel 2020)
Quisiera ser el hombre de madera
- sin arterias, sin nervios, sin memoria
que plantado en la falla giratoria
- pelea del amor- al fuego espera...
Quisiera preludiar la primavera,
llama viva de loca trayectoria,
rebasando la línea divisoria
donde la carne se convierte en cera...
Y derretirme inmóvil, lentamente,
frente a la muchedumbre indiferente,
sobre montones mágicos de leña.
Y “ninot” de mí mismo, ante tus ojos,
ser de ceniza y humo los despojos
de un corazón que hasta el final te sueña.
*La palabra valenciana falla deriva del latín facula, que significa "antorcha". Las antorchas que se colocaban en lo alto de las torres de vigilancia romanas.
*Recibe su denominación de los masclets (petardos
de una gran potencia sonora) ligados mediante una mecha conformando una línea o
traca.
El sacerdote Juan Carlos García Domene, de la diócesis de
Cartagena, ha sido nombrado director general de la Biblioteca de Autores
Cristianos (BAC), sustituyendo a Jesús Pulido que dejó el cargo al ser nombrado
obispo de Coria-Cáceres. Nació el 11 de agosto de
1960 en la localidad alicantina de Villena. Ingresó en el Seminario San
Fulgencio en 1980. Con 24 años, el 25 de julio de 1985, fue ordenado presbítero
en la iglesia de Santiago Apóstol de Villena. Durante su ministerio sacerdotal
ha compaginado la enseñanza con sus responsabilidades pastorales en diferentes
parroquias. Es doctor en Teología Pastoral por la Universidad Salesiana de Roma
y licenciado en Filosofía por la UNED. Hasta ahora ha sido el director del
Instituto Teológico San Fulgencio de Murcia; párroco de San Lorenzo de Murcia;
miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores; y profesor de
Religión en la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia desde 1994.
El nuevo director de la BAC asegura que se dedicará «en
cuerpo y alma» a la labor que le encomiendan los obispos españoles: «Voy a
hacerlo con toda mi fuerza, mi corazón y mi alma. Soy lector y autor de la
casa, es un mundo que me gusta y conozco».
La Biblioteca de Autores Cristianos fue fundada en 1943 con
la finalidad de ofrecer al público en general un conjunto de obras
fundamentales que le permitiesen conocer mejor las fuentes del cristianismo.
Sus ediciones de la Biblia, santos padres y doctores, autores medievales y
renacentistas, fuentes del derecho y documentos del Magisterio de la Iglesia se
cuentan entre las aportaciones más importantes de la Iglesia a la cultura
española y constituyen uno de los exponentes más ilustres del patrimonio
inmaterial católico. Así lo ha reconocido también el Gobierno de España, que
declaró a la BAC «de interés nacional» y la distinguió con la Orden Civil de
Alfonso X el Sabio.
Mi más profunda enhorabuena para este amigo con el que he compartido tantos momentos familiares. No me cabe ninguna duda de que, cuando se incorpore a su nuevo trabajo en septiembre, desempeñará este cargo, para el que está sobradamente preparado, como lo ha hecho con los anteriores, con ilusión, trabajo y responsabilidad.
“Los libros nos permiten saber que no estamos solos, que hay otros que piensan y sienten como nosotros. Y eso, si quieres, es terapéutico”.
Rosa Montero (El peligro de estar cuerda)
Silvia Hernando en Babelia (Memorias del malestar: escritores que narran su trastorno psicológico en primera persona) aborda el
tema de la salud mental, uno de los grandes debates de los últimos años. El 2021
fue el año de la salida del armario del trastorno mental. Una oleada de
autores, de Rosa Montero a Eloy Fernández Porta y Almudena Sánchez, exponen sus
dolencias en obras confesionales que desafían el tabú.
"El peso de la enfermedad mental en la literatura
podría medirse en toneladas. Enumerar la cantidad de libros que la abordan
resultaría inabarcable: para el suyo, Montero se pasó años leyendo sobre el
asunto. Desde el Quijote a La campana de cristal, de La metamorfosis a El
resplandor, infinidad de autores han imaginado a hombres y mujeres tocados por
la depresión, la ansiedad, la bipolaridad, la esquizofrenia… No es ningún
secreto que muchas veces esos personajes han sido un desdoblamiento de sus
creadores: imágenes que en el espejo deformante de la novela les devolvían un
reflejo de sus abismos".
Lecturas
El peligro de estar cuerda. Rosa Montero. Seix Barral, 2022.
360 páginas. 20,90 euros.
Con motivo del centenario de la publicación del Ulises, Eduardo Lagohapresentado en la Residencia de Estudiantesuna guía de lectura: Todos somos Leopold Bloom. Razones para (no) leer el ‘Ulises’(Galaxia Gutenberg). Recomiendo leer la entrevista de Iker Seisdedos en El País (pinchad en el enlace para leerla entera).
"El ensayo es la consecuencia
natural de una serie de artículos, conferencias y hasta un amago de traducción
de la novela. También influyó que al término de una charla hace tiempo en la
Biblioteca Nacional de Madrid se le acercara “un chico bastante alto de unos 18
años”, y le dijera: “Señor Lago, le quiero dar las gracias por esta
conferencia, porque ahora sí que tengo claro que no voy a leer el libro”.
Aquello le “pareció genial”. Y de ahí el no entre paréntesis del título".
"Lago, que se
encerró tres meses para escribir su ensayo (“fue, sobre todo, un trabajo de
síntesis”, aclara), también desgrana las relaciones de cada capítulo con la
Odisea y ofrece un franco veredicto sobre la facilidad o la dificultad de cada
parte. “Ulises no es un libro sencillo, pero tiene porciones que son
bellísimas, remansos de tranquilidad".
“La literatura de verdad no tiene como fin primordial entretener a la gente”
“Sabed que el mundo es como un libro y los hombres son como las letras, y las planas escritas son como los tiempos, que cuando se acaba la una comienza la otra”. Un gran relato de aventuras escrito en el siglo XIV, el Libro del caballero Zifar, nos convertía a todos en letras de un infinito alfabeto y hacía del suelo una sucesión de páginas en renovación continua bajo nuestros pies. La voz libro (latín liber), usada en todas las lenguas romances, se hacía ya en la Edad Media vehículo para una metáfora feliz: vivir es ir pasando páginas. La creación de esta imagen era solo una muestra más del profundo arraigo que tenían los libros en la mentalidad y en la vida de una sociedad, curiosamente, muy poco alfabetizada. La palabra libro fue creciendo en nuestra lengua, incrementando la familia de formas derivadas (libresco, librario...) y dando lugar a una fabulosa fraseología nacida de su prestigio manifiesto. Aquí la reduciré a tres muestras" (...) Seguir leyendo
Si un hombre tuviera migrañas, calambres y dolores cinco
días al mes, vería lógico ausentarse del trabajo.
Kate Lister
El feminismo es una forma de vivir individualmente y de
luchar colectivamente.
Simone de Beauvoir
El debate establecido sobre los días remunerados para las mujeres con regla invalidante saca a la superficie las capas más profundas del patriarcado en la sociedad española. En los medios de comunicación, hombres hablando de lo que no saben ni han padecido; empresarios furibundos porque no quieren pagar esa medida que no recaerá sobre ellos, sino sobre la Seguridad Social; médicos callados; la ministra Montero de Unidas Podemos ridiculizada una vez más en la picota. Incluso a algunas feministas les preocupa que refuerce el estereotipo de que las mujeres son débiles y enfermizas. La regla no es una enfermedad para la mayoría de las mujeres, pero una minoría lo pasa francamente mal y lo llevan en silencio por miedo a ser estigmatizadas o despedidas. La política debe pensar también en ellas y en cualquier persona que tenga un dolor paralizante para alcanzar el bienestar general de toda la sociedad.
“Y no dejo de acordarme
porque, más allá de las condiciones de las bajas laborales con la menstruación
que propone el Gobierno, lo que más nos ha asombrado a muchas estos días es esa
capacidad de algunos hombres de opinar sobre nuestro dolor o ausencia de dolor
con la regla, sin tener la más mínima idea sobre ello. Porque si además, de
paso, podían hacer mofa del feminismo, era una oportunidad de oro.
La verdad es que no
debe extrañarnos que algunos aún hoy se crean con la autoridad o potestad de
liderar este discurso porque es lo que han aprendido entre generaciones de
hombres durante siglos a través de una Ciencia o Filosofía donde ellos tenían
la voz. Así, ellos han recomendado nuestras anticonceptivas, han legislado
sobre el aborto o nos han puesto de locas con la regla, teniendo que asumir
diagnósticos sin escucharnos o cuestionándonos. ¿Cómo no van a sentir que
pueden seguir hablando por nosotras? Siguen hablando de la regla porque,
durante siglos, ellos han dicho qué era la regla. Y la convirtieron en tabú
desde los tiempos más remotos.
Para Aristóteles éramos
seres inferiores. Para Hipócrates, la sangre menstrual era un "producto
deshecho" porque la mujer era muy "caliente". Para Galeno lo
mismo, pero porque éramos "frías". Para Plinio el Viejo, las reglas
hacían que el vino fuera agrio, las cosechas secas, o que las frutas se cayeran
de los árboles. En la Edad Media, el flujo era venenoso. Entre medias, tachan
nuestro deseo sexual de "Histeria" hasta 1952. El aparato reproductor masculino se conocía
ya desde finales del siglo XVII y hasta bien entrado el siglo XIX no se empieza
a acertar sobre el femenino, y aún hoy tenemos que seguir recordando que el
clítoris no lo tenemos como adorno.
Simone de Beauvoir
recordaba una comunicación del British Medical Journal en 1878que decía:
"Es un hecho indudable que la carne se corrompe cuando la tocan mujeres
que tienen la regla". En 1940, en pleno siglo XX, el antropólogo Ashley
Montagu decía lo mismo que Plinio El Viejo sobre nuestra regla, en el siglo I.
Que pasen diecinueve siglos para acabar igual… Mientras, las feministas empezaron a trabajar en quitar todo este imaginario colectivo y parece que hay
que seguir en ello.
Imaginad si se han dicho
todas estas cosas sobre nuestra regla, qué se ha llegado a decir de la
menopausia o de las mujeres que no tenían la regla y que ya eran tratadas como
"inservibles" para la reproducción. Así, miles de mujeres han crecido
durante la historia siendo negadas de sus males o enfermedades, siendo no
escuchadas, siendo calladas por una "sabiduría" que no nos tuvo en
cuenta. Así hemos aprendido de nuestras madres y abuelas todo el rosario de
supersticiones que otros hombres han dicho de nosotras, desde impuras, a que se
corta la mahonesa con la regla o que no hagamos deporte. Y fuera de nuestras
fronteras, aún hoy una cantidad de mujeres en otros países son aisladas durante
el periodo y repudiadas, incluso con riesgo para su vida. Hemos crecido viendo
cómo nuestras abuelas y madres (aún más en plena dictadura) hablaban de la
regla en secreto con claves como "Antonio" o "Felipe",
porque solo quienes "sabían" del tema podían hacerlo de forma pública”.
(…)
Rosa Montero, Hablemos de la regla "Basta ya de tener que hacernos pasar por hombrecitos para conseguir un puesto secundario en el cielo del trabajo".
Luis Magrinyà
reedita ampliado ‘Estilo rico, estilo pobre’, su famoso manual contra el uso
pretencioso de la lengua. ‘Babelia’ adelanta un capítulo: Todo el mundo quiere escribir bien. Un libro práctico, riguroso y divertido sobre los buenos y malos usos del lenguaje Nueva edición revisada y ampliada ¿Son los sinónimos la panacea del buen estilo? Tratando de lograr cierta intensidad ¿no caemos en ocasiones en la redundancia?
L&L (LENGUA Y LITERATURA) Luis Magrinyà cerraba así su colaboración con El País en 2014: "Esperamos haber sido de cierta utilidad, servido de algún entretenimiento, y habernos aproximado, aunque sea someramente, a alguno de nuestros principales propósitos: invitar a pensar la lengua para evitar usos cansinos, perezosos e irreflexivos; y procurar cierta tranquilidad a quienes escribimos, ofreciendo indicios de que muchas veces el estilo no tiene por qué estar donde nos han dicho, y animando a liberarnos de una serie de consignas y prejuicios, muchos de ellos inconscientes, que limitan nuestra forma de pensar y de escribir. Hemos defendido la posibilidad de un estilo neutro, silencioso, casi invisible, y sin embargo estilo… que es algo que al parecer choca en general con la tradición hispánica, pero que nos parecía interesante plantear".