La verdad es que yo no estudié en la pública, pero me hubiese gustado.
sábado, 19 de mayo de 2012
viernes, 18 de mayo de 2012
miércoles, 2 de mayo de 2012
Lo que pasa en las clases
Cortometraje realizado con los alumnos de 4ºD de la E.S.O. del Instituto
Puente Ajuda de Olivenza (Badajoz). Fue rodado durante el mes de abril de 2010.
La música es "New born", del grupo británico Muse, recogida en su
álbum "Origin of symmetry".
CUESTIONARIO sobre el cortometraje
"Cada segundo cuenta". (Para uso de profesores en el aula)
Responde a las siguientes cuestiones.
1ª) ¿Crees que el contenido del cortometraje se parece a la realidad? Argumenta tu contestación.
2ª) De todos los alumnos que salen en el cortometraje, ¿cuáles crees que tienen comportamientos correctos y cuáles incorrectos? Explica por qué.
3ª) De todos los alumnos que se portan mal en el cortometraje, ¿cuál te parece que es el que tiene un comportamiento más incorrecto? Explica razonadamente por qué su comportamiento te resulta peor que el de los demás.
4ª) ¿Las clases deben ser interesantes y divertidas, o piensas que lo importante en ellas es aprender? Argumenta tu contestación.
5ª) ¿Has aprendido algo viendo el cortometraje? Razona tu respuesta.
6ª) ¿Por qué piensas que el cortometraje se titula "Cada segundo cuenta"?
7ª) En tu opinión, ¿cuál es la razón por la que al principio del cortometraje el pasillo del Instituto aparece deformado?
8ª) ¿Qué escena del cortometraje cambiarías? ¿Por qué?
9ª) ¿Qué escena te ha gustado más? ¿Por qué?
10ª) ¿El cortometraje es pesimista u optimista? Razona tu respuesta.
Responde a las siguientes cuestiones.
1ª) ¿Crees que el contenido del cortometraje se parece a la realidad? Argumenta tu contestación.
2ª) De todos los alumnos que salen en el cortometraje, ¿cuáles crees que tienen comportamientos correctos y cuáles incorrectos? Explica por qué.
3ª) De todos los alumnos que se portan mal en el cortometraje, ¿cuál te parece que es el que tiene un comportamiento más incorrecto? Explica razonadamente por qué su comportamiento te resulta peor que el de los demás.
4ª) ¿Las clases deben ser interesantes y divertidas, o piensas que lo importante en ellas es aprender? Argumenta tu contestación.
5ª) ¿Has aprendido algo viendo el cortometraje? Razona tu respuesta.
6ª) ¿Por qué piensas que el cortometraje se titula "Cada segundo cuenta"?
7ª) En tu opinión, ¿cuál es la razón por la que al principio del cortometraje el pasillo del Instituto aparece deformado?
8ª) ¿Qué escena del cortometraje cambiarías? ¿Por qué?
9ª) ¿Qué escena te ha gustado más? ¿Por qué?
10ª) ¿El cortometraje es pesimista u optimista? Razona tu respuesta.
sábado, 7 de abril de 2012
Viejuno, regulero, flojete...
Joaquín Reyes y sus compañeros de Muchachada Nui han puesto de moda unos adjetivos, provenientes del vocabulario albaceteño pueblerino, que cada vez que los oigo me echo a reír y que demuestran la buena salud del lenguaje popular que sigue creando palabras nuevas o recuperando localismos:
Tontaco, viejuno, regulero, chotuno, flojete , cascoporro, caldofrán, bonico o gambitero (persona aficionada a divertirse y que siempre está pensando en pasarlo bien o en ir de fiestas).
domingo, 1 de abril de 2012
Mentiras sobre la huelga general
El piquete empresarial
JOAQUÍN SÁNCHEZ
Siempre que hay una huelga general sale a relucir de una manera virulenta el debate de los piquetes obreros, a los que se les acusa de coercitivos e innecesarios porque si son piquetes informativos, hoy en día hay suficientes medios de comunicación para que los obreros de cualquier ámbito laboral estén informados y, por tanto, no son necesarios. Desde instancias gubernamentales se insiste que si existe el derecho a la huelga también existe el derecho a trabajar y que la huelga se debe llevar a cabo en el ejercicio de la libertad individual y se debe garantizar el derecho a trabajar.
Pero curiosamente no se habla nada de los piquetes empresariales que funcionan desde el mismo instante en que se anuncia una huelga general, y éstos sí que son tremendamente coercitivos e informan que el que vaya a hacer huelga será despedido o no se le renovará su contrato. Además, se hace con nocturnidad, es decir, de una manera individual y sin testigos. El poder económico tiene medios suficientes para imponer su amenaza; ejercer el derecho a la huelga va a conllevar la pérdida del empleo o hacer la vida imposible al empleado en su lugar de trabajo.
El piquete empresarial tiene mayor fuerza porque ha logrado fragmentar el mundo del trabajo, unido a la precariedad, utilizando el chantaje de si no te renuevo el contrato cómo vas a alimentar a tus hijos o pagar la vivienda. Un piquete obrero puede interrumpir una labor durante horas, pero no destruye la vida de personas.
El piquete empresarial actúa desde el anonimato y sin presencia policial. La Policía está a las puertas, según dicen, para proteger el derecho a trabajar, pero ¿por qué no están dentro para proteger el derecho a la huelga? Vigilan los piquetes obreros y permiten que los piquetes empresariales actúen desde una impunidad escandalosa. ¿Por qué desde instancias gubernamentales no se dice a los empresarios que no coaccionen a los obreros para que puedan ejercer libremente su derecho a la huelga? Como es habitual, los Gobiernos se muestran sumisos al poder económico.
Precisamente esta reforma laboral va a dejar a la clase trabajadora en una precariedad y flexibilidad que implica claramente una situación de explotación y opresión, que va a dificultar aún más el derecho a la huelga, porque si te dejan sin trabajo te arruinan la vida, no sólo económicamente sino también familiar y personalmente.
Mientras los piquetes empresariales están actuando sin ninguna cortapisa desde el día que se rumoreaba que habría huelga general, y sin ningún debate mediático, se está poniendo el acento en los piquetes obreros, que intentaremos —lo digo en plural porque si Dios quiere participaré desde la no-violencia—, decir que el movimiento obrero es un movimiento para la lucha por la justicia social y en defensa de los derechos laborales y sociales y, no me cansaré de insistir, para crear una humanidad de todos y para todos.
Es verdad que hay muchas dificultades para que una huelga general salga bien, porque existe trabajo precario, situaciones de explotación, chantaje de los piquetes empresariales y el hecho de que quitan ese día de sueldo, y hay muchos que no se lo pueden permitir, la amenaza velada de que los Cuerpos de Seguridad van a ´dar goma´… pero es necesario que ante leyes como la de esta reforma laboral protestemos y salgamos a la calle si queremos que las generaciones venideras tenga un futuro digno. Yo no tengo hijos, pero participaré en la huelga general porque no creo, mejor dicho, no quiero una humanidad gobernada por personas que a través de corporaciones e instituciones financieras, políticas… hacen bandera de la codicia, de la avaricia, la ambición, la lujuria, la gula y la vihttp://www.blogger.com/img/blank.gifolencia, una forma de actuar que destruye al ser humano y a la naturaleza.
Posdata. Hay cristianos católicos que echan pestes de los sindicatos —son antisindicatos— de las huelgas, de la protesta social, de reivindicar la justicia social porque les suena a izquierda. Sólo recordarles que la Doctrina Social de la Iglesia defiende y valora a los sindicatos, defiende el derecho a la huelga y la protesta social y anima a luchar por la justicia social. Esto también es de catecismo.
martes, 27 de marzo de 2012
TENER O NO TENER (VERGÜENZA)
A veces es sano y normal no tener vergüenza de algo. Yo, por ejemplo, no tengo vergüenza de no saber chino, por muy importante que sea (y cada vez más); puedo decir que es muy difícil, que me ha pillado mayor, que quién iba a pensar, etc. Sí la tengo de no saber inglés, o apenas, y ahí no tengo nada para justificarme.
Lo malo es que ahora mucha gente, sobre todo entre “los de arriba”, parece no tener vergüenza de cosas que la merecerían. Se ponen sueldos astronómicos para navegar por las más altas esferas de la sociedad, mientras dejan a millones de personas arrastrándose por el subsuelo, e incluso lo proclaman sin complejos: “porque yo lo valgo”. Roban cantidades desmesuradas, y se siguen postulando como un modelo para todos.
Lo peor es que nos estamos acostumbrando, y es un camino muy peligroso. Cuando alguien es capaz de mirar a otro a los ojos y decirle: “Yo tengo de todo y tú nada; por algo será. Es justo que sea así”, ya no estamos en una democracia. Estamos volviendo a las castas y a la esclavitud.
Sería preciso enseñar un poco de vergüenza a nuestras clases dirigentes. Para ser dirigente hay que tener un mínimo de ejemplaridad. Si, como ha dicho un ministro, “estamos en una situación de urgencia y casi de emergencia nacional”, deberían dar un poco de ejemplo: los auténticos jefes viven peor que sus subordinados. Pero, como dice un refrán romano, el pescado se empieza a pudrir por la cabeza. Y, según nuestro dicho popular, se empieza por asesinar viejecitas y se acaba faltando a misa.
Hoy he oído a un presentador, ya algo viejuno, proclamar en una emisora de radio: “Yo he vivido una dictadura, una transición y una democracia...” Esperemos que nuestros actuales jóvenes no tengan que contarles a sus nietos “Yo he vivido una democracia, una transición, una dictadura...”
22 – 3 - 2012
Lo malo es que ahora mucha gente, sobre todo entre “los de arriba”, parece no tener vergüenza de cosas que la merecerían. Se ponen sueldos astronómicos para navegar por las más altas esferas de la sociedad, mientras dejan a millones de personas arrastrándose por el subsuelo, e incluso lo proclaman sin complejos: “porque yo lo valgo”. Roban cantidades desmesuradas, y se siguen postulando como un modelo para todos.
Lo peor es que nos estamos acostumbrando, y es un camino muy peligroso. Cuando alguien es capaz de mirar a otro a los ojos y decirle: “Yo tengo de todo y tú nada; por algo será. Es justo que sea así”, ya no estamos en una democracia. Estamos volviendo a las castas y a la esclavitud.
Sería preciso enseñar un poco de vergüenza a nuestras clases dirigentes. Para ser dirigente hay que tener un mínimo de ejemplaridad. Si, como ha dicho un ministro, “estamos en una situación de urgencia y casi de emergencia nacional”, deberían dar un poco de ejemplo: los auténticos jefes viven peor que sus subordinados. Pero, como dice un refrán romano, el pescado se empieza a pudrir por la cabeza. Y, según nuestro dicho popular, se empieza por asesinar viejecitas y se acaba faltando a misa.
Hoy he oído a un presentador, ya algo viejuno, proclamar en una emisora de radio: “Yo he vivido una dictadura, una transición y una democracia...” Esperemos que nuestros actuales jóvenes no tengan que contarles a sus nietos “Yo he vivido una democracia, una transición, una dictadura...”
22 – 3 - 2012
miércoles, 21 de marzo de 2012
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