En la esquina de san Bernardo con Palma se produjo un levantamiento de baldosas del suelo en noviembre. Seis meses después el problema continuaba. Harta de tropezar continuamente con la misma piedra y de ver como peligraban los pacientes con problemas de movilidad del centro de salud cercano, me decidí a llamar al Ayuntamiento y exponer mi queja en línea directa. El trámite ha durado más de quince días, he tenido que insistir otra vez, pero finalmente hoy está arreglado (supongo que debajo de la arena estará el pavimento firme).
Independientemente de buscar la responsabilidad del Ayuntamiento que no vigila los desperfectos, la lectura deducible es que tenemos que denunciar y exigir tanto individual como colectivamente, aunque los trámites lleven su tiempo. ¡Qué ganas tengo de que el comando de peatones hasta los cojones/ovarios de José Manuel resucite de nuevo!.
Independientemente de buscar la responsabilidad del Ayuntamiento que no vigila los desperfectos, la lectura deducible es que tenemos que denunciar y exigir tanto individual como colectivamente, aunque los trámites lleven su tiempo. ¡Qué ganas tengo de que el comando de peatones hasta los cojones/ovarios de José Manuel resucite de nuevo!.
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