sábado, 19 de marzo de 2011

El chico de la moto (K.)


El chico de la moto acude a su cita telefónica, un placer para mis oídos, por lo menos una vez al año. Paz y sosiego. Humor y amor. Es mi príncipe feliz, mi Llanero Solitario, mi Tulipán Negro, mi Caballero de la Armadura. Insultantemente joven. Eternamente azul. Precozmente valiente. Injustamente ausente.
Ahora construye aviones.
Le fallé. Mi inmadurez y mi cobardía hicieron imposible cruzar juntos esta larga travesía que no sé adónde conduce. ¿Cómo serían los hijos que no tuvimos?

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