domingo, 24 de diciembre de 2023

Serie para estas navidades: El encargado

La serie de Disney+ El encargado me ha parecido extraordinaria.  En sus dos temporadas destila ironía y humor. Es una comedia negra con un buen guión y magníficos actores, entre los que destaca su protagonista Guillermo Francella, que ya me sorprendió en El secreto de sus ojos (2009) y en  El clan (2015). 

Eliseo es el portero de un edificio de clase alta en Buenos Aires, donde hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión. Debajo de su apariencia servicial, oculta un talento extraordinario para manipular. Considera que el edificio es suyo porque lleva décadas trabajándolo, está al servicio de los vecinos y los vecinos, sin saberlo, al suyo. Su existencia se verá amenazada cuando se entera del plan para construir una piscina en la azotea donde tiene su casa. Esto ocasionaría su despido y liquidación tras treinta años. Pero él tiene un plan para solucionarlo.

Eliseo juega a ser dios según sus caprichos, ánimo o ganas de impartir justicia. Aunque eche una mano a vagabundos, empleadas del hogar e inquilinos buenos a punto de ser estafados.  Carente de escrúpulos, cobra comisiones a los obreros que vienen a hacer reparaciones, e incluso saca beneficio alquilando por días el apartamento de unos vecinos. Detrás de su apariencia servicial se esconde un maestro del engaño, un bufón mentiroso y demente, un solitario pícaro que vive acompañado de una planta carnívora que alimenta con moscas. Unas veces pierde, pero la mayoría gana. No es una serie de crítica social, pero nos presenta una ficción con personajes reconocibles. Este portero sin uniforme no tiene nada que ver con sus colegas de las series de televisión españolas. 





sábado, 23 de diciembre de 2023

Muñoz Molina: Un 20 de diciembre (aniversario del asesinato de Carrero Blanco)


Teníamos casi 18 años cuando fue asesinado Carrero Blanco, y a pesar de la impaciencia, no sospechábamos todo el tiempo de espera que todavía nos quedaba, cuánta negrura sería preciso atravesar

 (...) Era un tiempo estancado en el que no parecía que fuera a suceder nunca nada. Ahora, retrospectivamente, sabemos que no faltaba mucho para la muerte de Franco, para el vendaval de vértigo y de miedo y ebriedad frágil de esperanza que vendría después. Pero entonces el porvenir era un horizonte cerrado, un bloque sin fisuras, con el negro siniestro de los chaqués de los dignatarios oficiales y de las sotanas eclesiásticas, con el blanco y negro de los telediarios y el gris de los uniformes de la policía, los muebles metálicos de las oficinas y el humo del tabaco que fumaban funcionarios de ademanes despóticos y gesto y aliento avinagrados. Había más colores, desde luego, pero todos eran de una extraordinaria fealdad, una epidemia de sordidez visual que se correspondía con el envilecimiento moral de muchos años acumulados de sumisión a un poder cuartelario: predominaban aquellos horrendos marrones de los primeros setenta, los marrones del vestuario, de los groseros edificios de ladrillo especulativo, los murales de cerámica marrón en las fachadas de las cafeterías, los de las moquetas en las discotecas, las vidrieras de color caramelo; y también los jerséis de cuello vuelto con olor a tabaco, los pantalones de pata de elefante, la proliferación capilar de cejas unidas y bigotes, las corbatas marrones de nudo grueso, las camisas de picos muy anchos. Por algún motivo esa era la modernidad indumentaria de los miembros jóvenes de la Brigada Político-Social, que vivieron entonces sus tiempos de gloria, repartiendo bofetadas en los interrogatorios sin quitarse el cigarro de la boca, ufanos de sus patillas peludas y sus bigotes caídos, imaginándose que actuaban en películas americanas de policías...

Artículo completo: https://elpais.com/opinion/2023-12-23/un-20-de-diciembre.html

Otro magnífico el artículo de Muñoz Molina. Yo tenía 19 años, por eso me resulta muy difícil pensar que algunos jóvenes y no tan jóvenes ahora añoren esos tiempos de negrura y represión. 

miércoles, 20 de diciembre de 2023

Felicitación de Navidad de Peter Hassell (2023)

Ayer me llegó la felicitación de Peter que hago extensible a todos los amigos del blog. Gracias, Peter. 

Peter Hassell: Back garden under snow

domingo, 17 de diciembre de 2023

La actualidad de la semana en dos viñetas (Eneko y Eduardo Vergara)

La motosierra de Milei:


El poder judicial, indignado con las acusaciones de de 'lawfare', guarda silencio ante 'Neurona' y la guerra contra Colau:




miércoles, 13 de diciembre de 2023

Gustafrutismo/filiputismo


Hijo de puta no es un insulto cualquiera. Está lleno de todos los valores emocionales, raciales, clasistas y machistas que cabe imaginar. Es la clase de insulto que todos intentamos no decir porque sabemos que va contra la razón y contra la dignidad de las personas y no únicamente contra la dignidad de quien lo recibe. Aunque para Isabel Díaz Ayuso, llamar hijo de puta al presidente del Gobierno no es siquiera un insulto, sino más bien un comentario anodino, tan normal como comer fruta.

El gustafrutismo o filiputismo ha triunfado entre los palmeros de la derecha y ha resultado un perfecto detector de imbéciles como ya lo fue "que te vote chapote"En su visita a Argentina hemos descubierto que a Abascal también le gusta la fruta hasta límites insospechados: "Habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo de los pies", dijo sobre el presidente español, Pedro Sánchez. Los seguidores de Vox afirman que es solo una metáfora, pero esta se asocia a la muerte que tuvo el fascista Benito Mussolini, el admirado líder de Meloni y Milei, "En cierto modo, Abascal es como el subconsciente de Feijóo, desatado, sin frenos, y comiendo plátanos como un loco"*.






miércoles, 6 de diciembre de 2023

Arboricidio en la Plaza de las Comendadoras


Los pinos de las Comendadoras han formado parte de mi paisaje urbano. Bajo sus ramas, un remanso de paz entre el ajetreo de las calles aledañas, he pasado mucho tiempo cobijada con entretenidas conversaciones sobre todo en verano. También ha sido el escenario de muchas películas. Hoy es el el espacio de la desolación. 

Los pinos de la plaza de Comendadoras, en 2018 

Vista de la zona oriental de Comendadoras, después de la tala

domingo, 3 de diciembre de 2023

La técnica del chibolete (shibboleth)

Doris Salcedo,Shibboleth
En una entrada anterior recogí el artículo de Irene Vallejo Lenguas de fuego sobre la importancia de las lenguas que sirven para comunicarnos, pero también para
 dibujar fronteras. Los idiomas construyen el concepto del otro, del extranjero, y las sociedades jerarquizan los idiomas y los acentos. 

Hoy lo completo con la técnica del chibolete (shibboleth) que establece marcadores para la identificación de las personas por su forma de hablar y por sus costumbres y tradiciones que denotan su origen social y regional tanto geográfico como cultural. Estas diferencias lingüísticas y dialectales a lo largo de la historia han servido también para su exclusión del grupo dominante e, incluso, para su exterminación. Los marcadores tribales o chiboletes se convierten así en una metáfora de las segregaciones y las fronteras.

Ver vídeo https://fb.watch/n_pTEzvGjF/

¿Qué es eso de chiboletes?

El término chibolete no está recogido en el diccionario de la RAE. Su origen es la palabra hebrea «šibóleth» (שִׁבֹּלֶת), que significa literalmente ‘espiga’ o, según otras fuentes, ‘torrente’ y hace referencia a un pasaje bíblico (Jueces 12, 4-6) en el que se cuenta cómo los miembros de un pueblo reconocían a quienes pertenecían o no a ellos por la forma en que pronunciaban esta palabra. El término pasó a las lenguas modernas, como el inglés shibboleth, y se refiere a cualquier palabra o frase que se pueda utilizar para distinguir a los miembros de un grupo de personas. También se convirtió en sinónimo de contraseña, una palabra clave para demostrar que se es parte de un grupo. Actualmente se utiliza en tecnología de la información.

 Miguel de Unamuno castellanizó como chibolete la expresión original shibboleth en su ensayo La fe (1900), le atribuyó el significado amplio de signo que permite identificar a los miembros de un grupo social:

–¿Qué es eso de chiboletes? –dirás. 

Acude al capítulo XII del libro de los Jueces, y hallarás su explicación. Hela aquí: Los de Efraim movieron guerra a los de Galaad, y juntando Jefté a éstos, peleó contra Efraim. «Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a Efraim, y sucedía que cuando alguno de los de Efraim, que había huido, decía: “¿Pasaré?”, los de Galaad le preguntaban: “¿Eres tú efraimita?” Si respondía que no, le decían: “Pues di schibolet”. Y él decía sibolet, porque no podía pronunciar de aquella suerte. Y entonces le echaban mano y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraim cuarenta y dos mil».
 He aquí lo que nos cuenta el libro de los Jueces en los versillos 5 y 6 de su capítulo XII. Que es como si moviendo guerra los de Castilla la Vieja a los de la Nueva, cuando alguno de éstos intentase pasar el Guadarrama le dijeran: ¿eres madrileño? y si respondiese que no: pues di pollo, y él diría poyo, porque no pueden pronunciar de aquella suerte. Y entonces le echaran mano para degollarle en los puertos del Guadarrama.

 Y ha quedado la palabra schibolet, sobre todo en inglés (shibboleth) lenguaje que, como pueblo que lo habla, se ha formado en gran parte bajo el influjo de tradiciones bíblicas– en el sentido de santo y seña de un partido cualquiera o de una secta. Nosotros no hemos adoptado el vocablo, ¿pero la cosa? Estamos llenos de schibolets, o chiboletes, si preferís esta forma, ya adaptada a nuestro idioma, de santos y señas; chiboletes por todas partes. «¡Jesuita!» –y cree haber dicho algo; «¡krausista!»– y se queda tan descansado nuestro hombre. Chiboletes, chiboletes por todas partes, chibolete de la falta de fe. «Di ¡pollo!», y contesta el pobre diciendo: ¡poyo!, y; «¿poyo, poyo dices?… pues te degüello, que tú eres efraimita!».

Ejemplos más recientes de shibboleth 

Como en el ejemplo bíblico, en numerosos conflictos entre grupos con distintos idiomas o dialectos, uno de ellos ha utilizado shibboleths para descubrir al enemigo. Veamos algunos ejemplos relacionados con la historia de España:

 - Hace tres siglos, en 1715, las guerrillas catalanas utilizaban una técnica parecida cuando en sus controles en los caminos obligaban a los viajeros a pronunciar el popular trabalenguas 'setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat' (dieciséis jueces de un juzgado comen hígado de un ahorcado) y daban matarile a quien no dominaba la hermosa fonética catalana.

- En la Guerra de la independencia de Colombia contra España, los rebeldes idearon un curioso método para diferenciar a los criollos y oriundos de los llegados recientemente de la metrópoli. La prueba pasaba por pronunciar el nombre “Francisco”. La clave para diferenciar entre ambos grupos estaba en sesear, pronunciando la primera “c” como una “s”, un detalle que marcaba la diferencia entre sobrevivir o ser arrojado al río Magdalena.

-En la que se ha dado en llamar “La Masacre de Perejil”, dominicanos y haitianos se enfrentaron dejando aproximadamente 5.000 víctimas. Por orden del dictador Rafael Trujillo, miles de haitianos, la mayoría trabajadores en las fincas agrícolas situadas en la frontera entre ambos países, fueron asesinados. En este caso se utilizó el término “perejil” como instrumento de diferenciación entre la población negra local y los foráneos haitianos, ya que mientras los primeros no tenían problemas en la pronunciación de dicho término, los segundos, que tenían como lengua materna el criollo francés, se atragantaban con las letras “j” y “r”.

https://www.eliberico.com/shibboleth-pronunciacion-costaba-la-vida/ 

https://blog.agirregabiria.net/2021/03/shibboleth-o-chibolete-la-fonetica-como.html

En la literatura, la filosofía, la música y el arte 

La expresión ha aparecido también en escritores y filósofos. Paul Celan, poeta rumano de origen judío, y Derrida, filósofo francés nacido en Argelia de origen sefardí, compartieron su condición de arraigo y desarraigo. El poema Schibboleth de Paul Celan es un canto melancólico que evoca el exterminio de los republicanos españoles y es el título de la monografía que dedica Derrida a Celan. Para él schibboleth es lo que hay que saber reconocer y pronunciar para tener derecho de asilo, para identificar y solventar la fronteras.

Corazón:
dalo también aquí a conocer,
aquí, en medio del mercado.
Haz que resuene, el shibboleth,
en lo extranjero de la patria.
Febrero. No pasarán.

El compositor Juan Manuel Ruiz ha estrenado recientemente la cantata sinfónico-coral Shibboleth (ver el vídeo en Youtube) sobre el texto, escrito expresamente por Diego Valverde Villena, admirador de Celan. Trata sobre la búsqueda de las claves y el código cifrado que rige el universo y nos conduce a nuestro propio conocimiento. La Biblia, la Cábala, la mística y las matemáticas son las herramientas con las que se buscan esas cifras del mundo:

Para entrar en/lo más profundo/de mí/tu nombre es/el shibboleth

La escultora colombiana Doris Salcedo con su exposición Shibboleth (2007) en la gran Tate Modern de Londres lanzó un mensaje sobre la segregación y exclusión que sufren los habitantes del tercer mundo. Para ello realizó una grieta de 167 m. de largo y un máximo de 50 cm. de ancho. Una grieta que habla de exclusión, racismo y esclavitud.

@mnchrome_arts Hoy te presento Shibboleth de Doris Salcedo #obrasdearte #artemoderno #artetiktok ♬ Clair de lune/Debussy - もつ

PD: Quevedo, agente secreto  

Mi amigo Guillermo me ha informado de una anécdota que demuestra que los más listos podían burlar la técnica del chibolete gracias a sus conocimientos lingüísticos. Según algunos escritos, el secretario del virrey de Nápoles, el escritor y poeta Francisco de Quevedo y Villegas logró escapar de Venecia gracias a su perfecto conocimiento del veneciano y a su convincente aliento a vino. En 1613 nuestro ilustre escritor y reconocido espadachín se trasladó a Italia, llamado por su amigo el duque de Osuna, Virrey de Nápoles y Sicilia, quien le nombró Secretario de Estado. Para defender aquellas posesiones de la corona, Quevedo tuvo que intrigar contra Venecia (el principal centro de oposición a la hegemonía española en Italia) y tomar parte en una conjura (1618), destinada a apoderarse de la ciudad. Aunque el golpe se abortó, él consiguió huir disfrazado de pordiosero.