domingo, 31 de mayo de 2020

El mejor lapsus lingüístico: "luz genital"



El director general de la Fundéu BBVA en el blog de la institución anunció hace unos días la creación de un concurso a nivel mundial: buscaban el mejor lapsus lingüístico, el más gracioso, el que lograse asemejarse a una obra de arte. 'La luz genital' ha ganado con un 57% de los votos al 'cólico frenético' y se convierte desde ahora en el mejor lapsus del mundo después de que su creador, Juan Pich y Pon, alcalde de Barcelona en la década de los años treinta, lo dijese en público para referirse a la luz cenital de la que se podía disfrutar en un restaurante recién abierto en la Rambla de Catalunya. Este
Juan Pich y Pon, 1915
tipo de lapsus eran tan comunes en Pich y Pon que el alcalde dio nombre a la 'voz piquiponada', una expresión que en Cataluña se usa para referirse a este tipo de errores lingüísticos e incluso a las barbaridades. A él se le atribuyen célebres errores de léxico que han pasado a la historia y que en ocasiones cambiaban por completo el significado de las frases. Otros dos ejemplos del alcalde, además de la 'luz cenital', que también concursaban por ser el mejor lapsus del mundo son 'sifilítico' , una palabra que usó confundiéndola con filatelista o filatélico para describir a su sobrino y 'calígula', término que empleó en público sustituyéndolo por canícula para referirse a la temporada en la que el calor es más fuerte.

Estas son las 16 expresiones que competían:

·       Tenía mucho dinero; nadaba en la ambulancia (cambiando abundancia por ambulancia).
·       Le gusta que lo miren, estar en el candelabro (cambiando candelero por candelabro).
·       Se está encargando de todos los preservativos de la boda (cambiando preparativos por preservativos).
·       Estamos metidos en una auténtica aborigen de trabajo (cambiando vorágine aborigen).
·       Es muy doloroso el cólico frenético (cambiando nefrítico por frenético).
·       Colecciona sellos, es sifilítico (cambiando filatélico por sifilítico).
·       ¡Qué calor! Estamos en plena calígula (cambiando canícula por calígula).
·       Dice maldades, tiene una lengua vespertina (cambiando viperina por vespertina).
·       Es mejor tomarlo en pequeñas diócesis (cambiando dosis por diócesis).
·       La claraboya proporciona luz genital (cambiando cenital por genital).
·       Es lo opuesto a él, su antílope (cambiando antítesis por antílope).
·       No sé si le dio un mareo o una linotipia (cambiando lipotimia por linotipia).
·       Llama la atención, es muy ostentóreo (cambiando ostentoso por ostentorio).
·       Se presenta por la circuncisión electoral de su pueblo (cambiando circunscripción por circuncisión).
·       Veo los programas de otros países con la antena diabólica (cambiando parabólica por diabólica).
·       Está sórdido como una tapia (cambiando sordo por sórdido).

      Otros que recuerdo ahora:
      No tengo hijos porque mi mujer es esméril (estérilI y yo soy omnipotente (impotente).
      Ese actor y esa actriz andan liados, hacen vida marítima (marital).
       Hoy hace mucho bichorno (bochorno) y hay garrafas (ráfagas) de aire. 

jueves, 21 de mayo de 2020

Chaves Nogales, A sangre y fuego

Chaves Nogales en el Heraldo de Madrid

"Manuel  Chaves Nogales fue un profesional entregado en cuerpo y alma al periodismo. Tras permanecer muchos años, demasiados, olvidado, vuelve a ser un espejo para la profesión y su autonomía por encima de colores y poderes políticos".

Estas palabras introducen el interesantísimo artículo del sociólogo Iñaki Chaves, Chaves Nogales, un contar demócrata y republicano, sobre el periodista que escribió un insólito libro de relatos, A sangre y fuego, publicado en 1937 en la editorial chilena Ercilla, la misma en la que Baroja sacó año y medio después Ayer y hoy, también sobre la guerra civil. Los nueve relatos con un estilo sencillo tratan sobre la realidad del momento desde un punto de vista objetivo, historias protagonizadas por rojos, azules y gentes sin filiación; buenos y malos; cobardes, valientes y mártires en todos los frentes. Un impresionante alegato sobre la brutalidad de la guerra que afectó a los dos bandos. Chaves Nogales murió en el exilio, "En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid como la que vertían los aviones de Franco, asesinando a mujeres y niños inocentes". Fue un ciudadano demócrata que luchó contra los totalitarismos (el fascismo y el comunismo) y que buscaba la cordura y el diálogo con las mejores armas que se han inventado: la pluma y la máquina de escribir. Su lectura no nos deja indiferentes. 


El prólogo de A sangre y fuego .




"El hombre que estaba allí" (2014) es un documental, nominado al Goya, sobre el periodista Manuel Chaves. Daniel Suberviola y Luis Felipe Torrente retratan al periodista  que vivió la España fratricida del 36, la Rusia bolchevique, la Italia fascista, la Alemania nazi, un París agonizante o el Londres envuelto en llamas de la II Guerra Mundial.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Cadarso 18: Colegio Covadonga/Demolición/Apartamentos de lujo Be Mate


Colegio Covadonga antes de la demolición 
Demolición (2015)

Cadarso 18 en la actualidad 

De repente, recibí muchísimas visitas en mi entrada Demolición del edificio que albergó la sala Cadarso y el colegio Covadonga que había escrito hace años llena de melancolía (y cursilería, todo hay que decirlo) recordando versos clásicos sobre ruinas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está confinada y encantada en las habitaciones de un apartohotel de lujo, propiedad de Be Mate. Me quedé sorprendida, el edificio era una réplica casi exacta del anterior, pero para qué destruir para volver a construir. Hoy, comparando las fotos, he encontrado la finalidad de la operación, el nuevo edificio ha ganado en altura, con unas terrazas que no estaban en el original, para que las vistas del centro de Madrid sean espectaculares. La explicación es tan sorprendente como las explicaciones que ha dado la política. Lo que yo sé es que el Hogar del Empleado alquilaba los pisos bajos a los jesuitas que tenían una residencia más arriba, en el ascensor nos encontrábamos a veces a José María Díez-Alegría. Supongo que, cuando cerraron el colegio, decidieron vender el edifico. Alguien habrá ganado mucho dinero con esta especulación inmobiliaria.



lunes, 11 de mayo de 2020

Stoner, John Williams


Stoner es una novela sencilla, sin alardes técnicos, emotiva, perfecta en su trazado y en sus palabras. Es un libro al que cualquier público se puede acercar, pero que, como las grandes obras, satisface a los amantes de la lectura y a los filólogos. Su ritmo es como una música melancólica cuya cadencia resuena en nuestros oídos después de haberla leído. Es literatura en estado puro. Es vida. Es muerte.

Stoner — considerada una especie de novela de culto—,  narra la vida de John Stoner, un hijo de campesinos que en 1910 entra a la universidad de Misuri a estudiar agricultura pero que al poco tiempo cambia de rumbo cuando descubre su gusto por la literatura y su vocación como profesor universitario. Una novela un tanto triste sobre un idealista que aspira a triunfar en el amor y en su trabajo, pero que –sin poder evitarlo- ve cómo su matrimonio y su ascendente carrera como profesor se precipitan al despeñadero. “Al cabo de un mes él supo que su matrimonio era un fracaso; al cabo de un año abandonó toda esperanza de que fuera a mejorar. Aprendió a callarse y dejó de imponerle su amor”, se lee en la primera parte de la novela. El mismo sentimiento de decepción va a estar presente en la relación de Stoner con los otros profesores y sus alumnos, aunque el autor siempre negó el carácter triste del protagonista. “Creo que es un verdadero héroe”, dijo John Williams en una entrevista: “Mucha gente que ha leído la novela piensa que Stoner tuvo una vida triste y mala. Yo creo que tuvo una muy buena vida. Él estaba haciendo lo que quería".
Me he emocionado con la vida de este profesor, que tanto tiene que ver con su propio autor,  y con las dificultades que tuvo que vivir y afrontar que no eran obstáculos inquebrantables o sucesos extraordinarios, sino el mismo paso del tiempo y el peso de la vida que a veces puede resultar insoportable. 

jueves, 7 de mayo de 2020

Saludo vírico, la "zamorana" contra el coronavirus

 Lo que más echo de menos en estos tiempos de coronavirus son los abrazos, esos lazos cotidianos que te transmiten cariño y energía. Sin ellos se vive, pero mal. El virus nos ha aislado, no lo hemos podido derrotar por ahora. Huérfanos de contactos, no sé cómo volverán a ser las relaciones personales a partir de ahora, convertidos en solitarios seres mutantes con mascarilla y guantes que arrastran su tristeza por las calles. Me temo que los abrazos perdidos y rotos no volverán.
Los saludos con el codo como alternativa al apretón de manos, que se han puesto de moda, me hacen reír porque me recuerdan a la famosa parada del portero Ricardo Zamora que tantas veces veía de pequeña en el NODO. Alfredo Di Stéfano decía que solo han existido dos porteros: San Pedro en el cielo y Ricardo Zamora en la tierra. La "zamorana" era una parada con el codo, un espectacular despeje con el antebrazo, que le hacía ser un guardameta invencible. La "zamorana" era un corte de mangas en toda regla, un gesto que demostraba la furia española. Los saludos virales también me
recuerdan al "pericote", una danza originaria de la zona de Llanes de un hombre y 2 mujeres o 2/4, 3/6... siempre en proporción 1/2; en ciertos momentos el hombre lleva una mano al hombro contrario, presentando el codo a sus compañeras, y luego cambia de mano y codo. Se parece al saludo militar de mano derecha con la palma hacia abajo llevada a la parte izquierda del pecho, pero en el pericote se marca más la presentación del codo, como en el saludo vírico de estos días.



martes, 5 de mayo de 2020

Bodegón del coronavirus











Mi ahijada ha diseñado y confeccionado unas mascarillas para tiempos del coronavirus. Hoy las hemos estrenado. Como todas, dan mucho calor y empañan las gafas. A mí me agobian muchísimo. Al llegar compuso este bodegón con unas frutas de madera de balsa. Se podría titular Naturaleza muerta y tapabocas.

Las mascarillas de mi sobrina se parecen a las quirúrgicas, no a las que tienen formas de seno y parecen un sujetador "monomástico",  adjetivo inexistente, formado a partir de la raíz griega mastos (pecho, mama, teta), que tendría que ponerse de moda. 


domingo, 26 de abril de 2020

Diagnóstico sin pruebas


El médico de cabecera la envió al urólogo tras hacerle una ecografía, porque la infección de orina presentaba un cultivo negativo desde verano y y estaba fuera de su sabiduría. "¿De dónde pueden venir los leucocitos en orina si no hay infección?", le preguntó al especialista. El médico sonrió y respondió: "Muy fácil, de la tuberculosis del tracto urinario". Era el 30 de diciembre y se le cayó literalmente el mundo encima cuando oyó el nombre de la temida enfermedad de su familia materna. No sabía que hubiese una tuberculosis urinaria. Al ver su cara, el médico recomendó:" Tiene que llevar una muestra de orina tres días consecutivos para que le hagan en el laboratorio unas pruebas de tinción que tardaran más de dos meses. Hay que esperar los resultados, entonces sabremos si la tiene o no. Si no la tiene, realizaremos otras pruebas. Y no se preocupe, ese tipo de tuberculosis no es contagiosa y tiene cura. Puede hacer vida normal. Mientras tanto beba mucha agua". Le dio el volante y le deseó feliz año. 
Sus deseos no se cumplieron. Cuando llegó a casa, buscó en internet y comenzó la zozobra. Se obsesionó con cómo me he podido contagiar y recordó que, en el último Instituto en el que dio clases, hubo un caso de tuberculosis pulmonar e hicieron la prueba de la tuberculina a todos los alumnos y profesores, pero ella afortunadamente no tenía ese curso. A medida que iban pasando los días más largos de su vida, resignada se fue haciendo a la idea, tal vez sea un bacilo que se haya reactivado por una bajada de defensas. A principios de marzo llegaron los resultados. Alea iacta est. Tardó un rato en mirarlos. Por fin, después de angustias e insomnios, se quedó tranquila, todo daba negativo. Hubiese preferido un médico más cauteloso a la hora de emitir un diagnóstico. Ahora no tiene miedo al coronavirus. Lo que tiene que ser, será. Lo único que conserva de tísica es el oído. 

jueves, 23 de abril de 2020

2020, Día del Libro en cuarentena



Toñi y Ramón nos han obsequiado con este especial regalo, un vídeo sobre la película El hombre de la Mancha, un homenaje a Cervantes. Esperemos que sus deseos se cumplan y ganemos la batalla.  



Los libros vistos por los maestros del Prado. El Museo del Prado selecciona 10 obras de sus grandes maestros para celebrar el Día del Libro 2020. El Bosco, Tiziano, Rembrandt, Velázquez y Goya son solo algunos de los artistas que representaron en sus obras los libros como símbolo de sabiduría, elemento de disfrute o refugio espiritual.



jueves, 16 de abril de 2020

Los Cazalet, Elisabeth Jane Howard

En la cuarentena me he dedicado a leer los cinco volúmenes de las Crónicas de los Cazalet. Los recomiendo. Su autora, Elizabeth Jane Howard (1923-2014), se inició en la literatura en 1947, tras unos primeros intentos de ser actriz y modelo. De su amplia obra, esta pentalogía es sin duda su obra maestra, que obtuvo un éxito extraordinario de público y cuyos dos primeros volúmenes fueron adaptados a la pequeña pantalla por la BBC.
Los Cazalet son una familia que se extiende a lo largo de tres generaciones. Los conocemos en 1937, cuando comienza el primer volumen, y se despiden en la Navidad de 1958. Lo que sucede entre esas fechas es una prodigiosa exposición del desarrollo de la sociedad inglesa a través del extenso vínculo familiar iniciado por una pareja, el Brigada y la Duquesita. La historia empieza significativamente en Home Place, la residencia de verano de la pareja fundadora con sus cuatro hijos, esposas y nietos: un reducto de intimidad y afecto donde se han empezado a superar las dolorosas consecuencias de la I Guerra Mundial en los adultos y donde comienza inocente y alegremente a vivir la primera generación de nietos. A lo largo de la serie iremos conociendo los cambios de mentalidad, sociales, personales y económicos, de todos los integrantes del clan y sus servidores, la dificultad de afrontar y entender las nuevas formas de vida y, sobre todo, el paso de un clan familiar a la búsqueda de la vida por parte de todos ellos, unidos por el afecto y disgregados por sus vidas personales y el signo de los tiempos.
 La escritura de esa serie es una verdadera proeza en lo que tiene de reunir y construir tantas personas y vidas singulares, tantas relaciones; una verdadera comedia humana que extrae del relato de la cotidianeidad un mundo complejo de valor universal. Y los saltos en el tiempo se asumen con la misma naturalidad con que asumimos las distancias temporales en la vida real y recuperamos la intensidad de trato con los seres que nos importan. En la recreación del grupo es decisivo el clima sentimental y emocional que la autora consigue plasmar, así como el entrecruzamiento de las conciencias de todos en el camino de sus esperanzas, engaños, fracasos y logros. Una lectura inolvidable.
Crónicas de los Cazalet (1-5). Elizabeth Jane Howard.
Traducción de Celia Montolío (1-4) y Raquel García Rojas (5). Siruela, 2017-1019.
Los años ligeros.
 436 páginas.
Tiempo de espera. 468 páginas.
Confusión. 402 páginas.
Un tiempo nuevo.
 560 páginas.
Todo cambia. 472 páginas.



Para abrir boca, pincha en el siguiente enlace.
https://books.google.es/books/about/Los_a%C3%B1os_ligeros_Cr%C3%B3nicas_de_los_Cazal.html?id=VbGyDgAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false

lunes, 6 de abril de 2020

¿Qué peli es? Juego de adivinanzas para la cuarentena


La pareja cinéfila, formada por la profesora Toñi Olcina Arcaya y el médico jubilado Ramón Foruny Barea, se ha quedado encerrada en su casa de Boadilla por la cuarentena sin la compañía de sus hijos y nietos. Para evadirse de la preocupación del coronavirus, idearon una forma de entretenimiento: lanzar el juego de adivinar películas por medio de vídeos para su familia y amigos todos los días de confinamiento por whatsapp.
Estos dos artistazos nos han alegrado el encierro desde el 24 de marzo y todos los días esperamos como agua de mayo sus películas, adaptadas a las circunstancias del coronavirus con humor e ironía. Ellos dos solos, con dos móviles (uno para la música y otro para la grabación), cantan, bailan e interpretan con desparpajo los surrealistas guiones. Crean también el vestuario y la escenografía con objetos caseros, transformando ropas sacadas del baúl de los disfraces. Día tras día se van superando y nos van sorprendiendo con su ingenio para superar el confinamiento. Son geniales, se merecen un Oscar, un Goya o lo que sea. Deberían mandarlos a la televisión para disfrute de todos.
 Por ahora llevan adaptadas, entre otras,  las siguientes películas: Cantando bajo la lluvia, Indiana Jones, Harry Potter, Buscando a Nemo, La princesa prometida, Terminator, Si yo fuera rico, Mary Poppins, Don Juan Tenorio, El tercer hombre, West side story, Al surcar los mares, Las mil y una noches, El doctor Zhivago, David el Gnomo, El Cid, Cleopatra, Lo que el viento se llevó, La guerra de las galaxias, Sonrisas y lágrimas, Amistades peligrosas, Ágora ...
He subido aquí los primeros vídeos de sus adivinanzas como muestra de su arte, para subirlos todos necesitaría un blog entero porque no han faltado a la cita ningún día.


























11/4

sábado, 4 de abril de 2020

Aute: la coherencia, el arte, el amor y la vida

Leonard Cohen y Aute  (14/10/1974)

Estos días, inundada de nostalgia, he estado oyendo canciones de Cohen y de Aute, autores a los que vi juntos en el concierto mítico de Cohen en el teatro Monumental un 14 de octubre de 1974, todavía con Franco vivo aunque ya en sus últimas. Justo hoy, 4 de abril, Luis Eduardo Aute ha muerto en un hospital madrileño, tres años y medio después de sufrir un infarto que lo mantuvo postrado durante los últimos tiempos. Descanse en paz.

Recojo estas palabras del artículo de Rosa María Artal, titulado Luis Eduardo Aute: la coherencia, el arte, el amor y la vida: "Luis Eduardo Aute patentó la barba de tres días, la imagen de un hombre nuevo, sensible y moderno, ya desde aquellos años setenta en los que íbamos a cambiar el mundo. Un proyecto colectivo que soñaba con llevar la imaginación al poder, ser realistas pidiendo lo imposible hasta clamar que se "prohibiera prohibir". Como la mayoría, terminó entendiendo que "bajo los adoquines no había arena de playa". Pero no se rindió. Aute frecuentó la bohemia y la lucha antifranquista y siempre fue coherente y defensor de los derechos humanos".

Yo ya me despedí de él en la entrada Amores pletóricos (perdón, platónicos). Ahora sí que ha muerto definitivamente mi otro amor platónico.

viernes, 3 de abril de 2020

Viaje alrededor de mi habitación, Xavier de Maistre

A finales del siglo XVIII, después de un duelo, Xavier de Maistre fue confinado durante 42 días en Turín. De aquel encierro nace Viaje alrededor de mi habitación, un mito literario de sombras borgianas, un recorrido por la inmovilidad. Puede ser la lectura ideal para uno de estos días de cuarentena, que supone una barrera entre el mundo y nosotros.




https://saltusaltus.com/2011/11/19/viaje-alrededor-de-mi-habitacion-de-xavier-de-maistre/

miércoles, 1 de abril de 2020

Las cataratas: Qué delirio de colirios


Una pequeña muestra de los colirios recetados
Una pequeña muestra de los colirios que he utilizado
El término catarata define a una cascada o un salto grande de agua. En medicina, es la opacidad del cristalino del ojo que, al impedir el paso de los rayos luminosos, dificulta la visión.

La cuarentena la estoy pasando luchando contra el wifi de Movistar que falla más que una escopeta de feria, poniéndome colirios continuamente y atándome las manos para evitar restregarme los ojos, porque me acaban de extirpar las cataratas, justo a la edad que tenía mi madre cuando la operaron de las suyas. Ilusa de mí, fui al oculista para pedirle un colirio con antibiótico porque creía que tenía conjuntivitis, ya que ninguno de venta libre en farmacia me solucionaba el problema. Avergonzada, salí con un diagnóstico de cataratas bastante formadas, sobre todo la del ojo derecho, después de una sencilla prueba que consistía en taparme un ojo e intentar leer unas letras que se escondieron detrás de un velo blanco, como si estuviese paseando por el Londres del siglo pasado. Rápidamente comprendí por qué las luces de mi casa cada vez daban menos luz y mi sofá rojo había pasado a ser granate. Esa era la explicación de que ya no necesitara gafas de presbicia. La operación bien, rápida e indolora; es más, en el segundo ojo pensé que no me habían intervenido porque me desperté justo en la misma posición en la que me habían puesto la sedación, sentada en la camilla del quirófano, pero con el pelo mojado.
El delirio de los colirios empezó antes de la operación: gotas para dilatar la pupila y anestesiar. Pero lo peor vino después, y nadie habla de ello, durante seis semanas te los tienes que poner a distintas horas que van cambiando cada siete días (etiquetados con un código de colores): antibióticos, antiinflamatorios, humectantes... Ni que decir tiene que se me ha olvidado ponérmelos, los he puesto repetidos, se los he puesto al ojo que no correspondía, o no he respetado la pausa de los cinco minutos. Durante este tiempo a veces he tenido los ojos rojos y llorosos, los párpados hinchados con legañas, además de destellos de luces y deslumbramientos. Salía a la calle con las gafas de sol de Martirio aunque cayesen chuzos de punta. Los colirios me han llevado al delirio, a una gran alteración mental e intranquilidad. Menos mal que mi sobrina (la hija de mi prima), que casualmente estaba en Madrid en mi casa, se ha convertido en mi enfermera y ha tomado las riendas del asunto después de verme poner una cafetera sin agua y de haber dicho que a santo de qué los pájaros tienen que cantar. A veces, sarcástica, para hacerme la toma más fácil, me ponía en el móvil el sonido de las cataratas del Niágara o las de Iguazú. Me he dejado mimar como una niña pequeña, asistiendo con pasividad al suplicio de la gota china*.
Qué delirio de colirios. Agotada de la gota, cansada de las cataratas, todavía me quedan quince días de cuidados intensivos en el ojo derecho, los mismos que nos quedan de la cuarentena. Cuando pase este tiempo de inactividad, ya veremos en todos los sentidos. 

* Método de tortura psicológica que consiste en inmovilizar a un reo decúbito supino- tumbado boca arriba-, de modo que cayera sobre la frente una gota de agua fría cada cinco segundos que le impedía dormir y beber agua, y le llevaba a la muerte. Esta tortura no se debe confundir con la bota malaya, otro método de tortura que por su homofonía a veces se oye mal como "gota malaya".

Así veía por mi ojo izquierdo antes operación 
Así por el derecho después operación

P.D. Mi colección de colirios y cremas se vio aumentada a causa de una blefaritis (inflamación de los párpados) que me duró exactamente noventa días. Tuve mala suerte.

P.D. En octubre me sometieron a una capsulotomía YAG en los dos ojos en el intervalo de una semana, a este procedimiento, breve e indoloro, se le conoce como "limpieza de lentilla". El láser retira la cápsula opacificada en la zona del eje visual sin realizar cortes, lo peor es el ruido, los disparos se asemejan al sonido que produce el mosquito al ser electrocutado. Tuve que volver al suplicio de los colirios. Y ahora ando enganchada a la lágrima artificial. 
 

domingo, 29 de marzo de 2020

Ilustradoras sin complejos



Por el Día internacional de la de la Mujer, el periódico El Mundo publicó un reportaje sobre10 viñetistas e ilustradoras sin complejos que se ríen de todo. Moderna de Pueblo, Maitena, Pedrita Parker, La Volátil...  Os animo a echarle un vistazo.

He aquí una selección de mujeres que apuestan por el humor y la ironía para sobrevivir a las dificultades del día a día. La tiranía impuesta por los ideales de belleza; las tragedias domésticas; los hijos que reclaman y reclaman (y no paran de reclamar); los cuentos de hadas que no son tal; las relaciones tóxicas; los obstáculos del embarazo; sobrevivir a la montaña rusa que son las emociones; la (a veces) terrible convivencia en pareja; las preguntas impertinentes como "¿Todavía estás soltera?" o "¿No te animas a ser madre?"... Y, por supuesto, la sentencia de muerte definitiva: que te llamen SEÑORA.

martes, 24 de marzo de 2020

Vistas panorámicas de Madrid, Jesús Calleja


El blog Madrid a 360º de Jesús Calleja nos ofrece fotos de Madrid desde otro punto de vista. Este ingeniero informático lleva más de 15 años haciendo fotografías panorámicas de lugares emblemáticos de la capital y de la Comunidad. Merece la pena visitarlo. Pocos son los lugares que todavía no ha podido captar con su cámara.
Incluyo una panorámica de san Antonio de los Alemanes en el blog, junto a tres fotografías de lugares que tienen un interés especial para mí. Dos están en la calle San Bernardo y el último, el Cuartel General del Aire, en Moncloa, allí trabajé tres años en la última planta donde estaba instalado provisionalmente el Ministerio de Defensa durante la transición.

El paraninfo de la Universidad Complutense (San Bernardo)

Palacio Bauer (Escuela Superior de Canto)
Cuartel General del Aire 


jueves, 19 de marzo de 2020

Los estuches del Delfín y Julio Cortázar

En el Museo del Prado, ahora sin visitantes, se expone, desde junio de 2018, El Tesoro del Delfín, una colección de vasos en cristal de roca y piedras ornamentales, enriquecidos en su mayoría con guarniciones de oro y plata, y con diamantes, rubíes, esmeraldas, perlas y otras gemas. Las piezas fueron traídas a España por Felipe V, primer rey Borbón español y nieto de Luis XIV,  que las heredó de su padre, Luis, el Gran Delfín de Francia (1661-1711).
Este lujoso conjunto viene ahora a completarse por unos meses con la exposición temporal (programada desde el 9 de marzo hasta 13 de septiembre de 2020) El otro tesoro: Los estuches del Tesoro del Delfín, compuesta por ciento un estuches que, junto con los veintitrés expuestos en la sala del Tesoro del Delfín, fueron diseñados para proteger esas piezas. Fabricados en madera con forro de diversos materiales, están recubiertos por finas pieles o ricas telas y decorados con estampaciones heráldicas. El conjunto constituye uno de los más completos del mundo, con ejemplares de los siglos XVI al XVIII.




Mientras leía la información, me preguntaba si algún estuche no pudo proteger alguna de esas hermosas obras de arte en sus múltiples viajes. En seguida me acordé del microrrelato de Julio Cortázar Historia verídica, donde el protagonista intenta proteger sus gafas de una caída con un nuevo estuche acolchado, pero el destino hace una de las suyas y se produce un extraño milagro, acaban rompiéndose.  Pertenece al libro "Historias de cronopios y de famas" (1962), conjunto de sueños y maravillas en los que autor argentino nos muestra su universo mágico y absurdo, tan real como la vida misma, una muestra más del profundo sentido lúdico que puede tener la literatura.

Historia verídica
 A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.
Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud. Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.


miércoles, 18 de marzo de 2020

Cuarentenas literarias

Ahora que estamos recluidos por el coronavirus, con tiempo para leer y reflexionar, es bueno recordar que la Literatura también ha ganado con las cuarentenas a través de libros que evocan o anticiparon lo que hoy está sucediendo en el mundo. Una vez más, la Literatura, como otras formas de creación y entretenimiento, sirve para encontrar consuelo en medio de la adversidad y para llenar de esperanza el tiempo de encierro.

En seguida nos viene a la memoria el Decamerón de Boccaccio, cuya historia transcurre en medio de la epidemia de peste bubónica que diezmó a la población de Florencia en el año 1348, en el que no se abordan tanto los detalles de la enfermedad como la oportunidad que les brinda a sus protagonistas de llenar su tiempo de cuarentena, que pasan aislados en una casa de campo, de narraciones orales y de imaginación. Y sus herederos: el Heptamerón de Margarita de Valois; el Pentamerón (también conocido por El cuento de los cuentos) de Giambattista Basile; y el menos conocido, el Decamerón español, que escribió el poeta y dramaturgo Vicente Rodríguez de Arellano en el año 1805. Este libro quizá sea poco conocido porque su autor no pretendía pasar a la posteridad, ni ganar ninguna gloria con sus páginas, sino sencillamente entretener.
Recordemos también La peste, de Albert Camus; Los novios, de Alessandro Manzoni; La peste escarlata, de Jack London; Diarios del año de la peste, de Daniel Defoe; El último hombre, de Mary Shelley, La montaña mágica, Thomas Mann; La tierra permanece, de George R. Stewart; Ensayo sobre la ceguera, de Saramago; El amor en los tiempos del cólera, de García Márquez; El quadern gris, Josep Pla; Némesis, de Philip Roth; Gripe mortal, de Pablo CaralpsPeste & Cólera, Patrick Deville; El sueño de la aldea Ding, de Yan Lianke; En el blanco, de Ken Follet; Apocalipsis, de Stephen King... 

Libros sobre virus y epidemias https://es.babelio.com/liste/651/Libros-sobre-virus-y-epidemias

domingo, 8 de marzo de 2020

Pancartas del 8 de Marzo, Día de la Mujer

Mi agradecimiento a todas las que han elaborado, entre otros, estos estupendos carteles:







La timidez de los árboles y la fobia social


Algunas especies arbóreas crecen sin que sus ramas se toquen, bajo sus copas se forma un entramado de líneas azules que se entrelazan de forma extraña impidiendo que los árboles intercambien las ramas de sus troncos para no tener que competir con la luz. Este fenómeno excepcional, llamado timidez botánica, suele producirse, sobre todo, entre árboles de la misma especie. Existen varias conjeturas sobre su origen, la mayoría de los especialistas consideran que este desarrollo tiene como objetivo primordial evitar la propagación de plagas de insectos; otros consideran que es una poda recíproca en zonas donde son habituales los vientos, realizada por los propios árboles de manera natural, conscientes de las necesidades de sus semejantes. De este modo, los espacios soleados entre las siluetas de las ramas sólo serían el resultado de una bella  competición por la supervivencia.
A veces se producen extraños paralelismos entre los seres humanos y la naturaleza. A mí estas fotografías me parecen una hermosa metáfora de la fobia social, del miedo que produce en algunas personas la interacción con los otros, motivado por factores genéticos y experiencias traumáticas, que hacen que el individuo se comporte de una forma tímida al no poder controlar sus emociones. Las personas y los árboles son conscientes de que tienen que protegerse del entorno creando un espacio vital, una coraza defensiva, un cordón sanitario, un foso de cielo, una grieta de timidez.


Por casualidad he vuelto a ver las pinturas de Botticelli sobre el cuento del Decamerón de Boccaccio (Nastagio degli Onesti, octava novella de la Quinta Jornada) y en el segundo episodio he visto plasmada por el artista la timidez de los árboles (1.483).

Museo del Prado 




viernes, 6 de marzo de 2020

Lola Pons Rodríguez, Queridas lingüistas


María Moliner, autora del 'Diccionario de uso del español'
La realidad está cambiando y ahora es difícil dar una clase de Lingüística sin mencionar a alguna investigadora actual. En este artículo, la autora apremia a reconstruir la historia de la mujer en el ámbito de las Humanidades.

"Pero no solo estamos hablando de hacer una historia de la ciencia más inclusiva y amplia, sino de volver a los trabajos y hallazgos de las mujeres que fueron pioneras en un ámbito científico, porque tal vez sus trabajos merecieron más citas y mayor presencia en las aulas universitarias y en la bibliografía. Pensaba estos días en las queridas filólogas españolas de otro tiempo. Hemos recuperado, sí, la memoria de la lexicógrafa y bibliotecaria María Moliner, autora de un diccionario original y sólido. Pero otros nombres muy destacados siguen siendo conocidos solo para los muy iniciados, como el de María Goyri (1873-1954), autora de páginas brillantes de investigación sobre el romancero hispánico. Fue la primera mujer que estudió en la Facultad de Filosofía y Letras, donde una rutina escalofriante la obligaba a acudir al aula acompañada de un conserje que la escoltaba también en los descansos entre clases. Conocemos por alguna crónica de la época su capacidad crítica; reclamó en una tertulia con Emilia Pardo Bazán la necesidad de brindar a la mujer de su tiempo una educación integrada y no limitada. Una figura intelectual de esa altura hoy es conocida meramente por haber sido la mujer de un colosal maestro como Ramón Menéndez Pidal. Y con el nombre de Goyri, vienen al recuerdo el de otras filólogas empequeñecidas por la historia, como la dialectóloga y autora literaria Josefa Canellada, Jimena Menéndez Pidal, Carmina Pleyan i Cerdà o las muchas mujeres que participaron en campañas y colonias de la Institución Libre de Enseñanza. Sus artículos y libros apenas serán citados en los grados y másteres universitarios dedicados a la lengua y la literatura. Poco nos hablaron de ellas en nuestro periodo formativo..."

jueves, 5 de marzo de 2020

Bernardo Díaz Nosty, Voces de mujeres periodistas españolas del siglo XX

Díaz Nosty recupera las voces de más de doscientas periodistas que, en su tiempo, rompieron moldes y buscaron espacios de igualdad. La docencia y el periodismo fueron ámbitos donde las mujeres cultivaron ideas de emancipación, a partir de posiciones muy distintas, para converger en una propuesta de sociedad más justa. Herederas, en unos casos, del librepensamiento, el anticlericalismo y la conciencia republicana, que, en los años veinte y treinta del pasado siglo, junto con otras de talante conservador, protagonizaron un periodismo creativo, moderno y crítico, abruptamente interrumpido por la dictadura franquista. Perfiles biográficos que descubren la audacia de las viajeras en tiempos difíciles, el tesón de las impulsoras del pensamiento feminista y el destino no deseado de más de medio centenar forzadas al exilio, fallecidas en muchos casos lejos de su tierra, sin olvidar a las fusiladas por la expresión libre de las ideas. Periodistas del siglo XX, nacidas antes de 1939.