martes, 31 de diciembre de 2024
Coro Al Alba, Nana urgente para Palestina
domingo, 22 de diciembre de 2024
¡Feliz Navidad!: La vida vive y de continuo perece y renace
Peter Hassell, 2024 |
Anónimo
"Hoy, sábado 21 de diciembre de 2024, a las tres de la madrugada en el hemisferio norte se ha producido el solsticio de invierno. La luz del sol ha empezado a crecer y así lo hará hasta que llegue el verano. Los antiguos romanos celebraban este acontecimiento con las Saturnales, unas fiestas paganas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre.
jueves, 19 de diciembre de 2024
Las paredes oyen: Hay ropa tendida/ moros en la costa/ pájaros en el alambre
Las paredes oyen
Las paredes oyen se usa como una advertencia para mantener en secreto lo que se está diciendo. El dicho viene del siglo XVI, cuando Catalina de Medici, reina de Francia, mandó construir en las paredes de sus palacios unos conductos acústicos que permitían oír lo que se hablaba en las diferentes habitaciones para así saber si se conspiraba en su contra. Cuando de pequeña oía la frase me imaginaba a una persona con la oreja pegada a la pared o con un vaso para amplificar los sonidos del otro lado del muro. También dio título a una obra de teatro de Juan Ruiz de Alarcón donde cuestiona la mentira patológica y la maledicencia compulsiva del personaje de Don Mendo, quien para conquistar a Ana pretende injuriarla.
Hay ropa tendida/Tener ropa tendida
La frase hay ropa tendida la oí por primera vez cuando vine a Madrid, se utiliza en sentido figurado para avisar al interlocutor de la presencia de personas que no deben enterarse de lo que se está hablando. Está claro que no tiene nada que ver con el hecho de estar pasando por debajo de una colada mal escurrida. Los expertos afirman que su origen es carcelario, proviene de un recurso entre presos que la intercalaban en la conversación cuando se acercaba algún funcionario de la prisión. La ropa tendida en un lugar público simboliza que estamos exponiendo aspectos de nosotros mismos que nos gustaría mantener ocultos. Leyendo el comentario de Raquel Peláez tras la presentación de la nueva novela de Óscar García Sierra, titulada Ropa tendida, que tiene por protagonistas a un aspirante a politicucho enganchado a la cocaína y a una empleada en un asilo, he descubierto la expresión tener ropa tendida que se usa para avisar al que acaba de ir a un baño a meterse un tiro de cocaína de que aún le quedan restos blancos de la droga en las fosas nasales.
Hay pájaros en el alambre
Hay pájaros en el alambre me parece la frase más brillante de todas y la menos conocida, tiene su origen en México cuando el estado policial recurrió a la práctica de intervenir teléfonos. Es un aviso que apela a la autocensura, se utiliza para advertir de que hay alguien espiando con todos los medios técnicos a su alcance, lo que puede comprometer la seguridad de la operación clandestina.
Me temo que todas estas expresiones se quedarán viejunas si es que ya no lo están. Ahora en una sociedad democrática nos creemos más seguros, hay más libertad de expresión, no hay tabús ni secretos entre padres e hijos, pero estamos más expuestos y vigilados tanto en nuestra casa como en el trabajo o en la calle. Vivimos rodeados de sofisticados artilugios que nos espían sin que nos demos cuenta: cámaras, teléfonos, ordenadores... Y, lo que es peor, dejamos voluntariamente información de nuestras opiniones y secretos más ocultos en cualquier red social. Ahora el enemigo puede ser incluso un amante despechado y nuestras vergüenzas pueden ser expuestas al público con total tranquilidad como la ropa tendida. ¡Cuidado! Nos conviene ser prudentes.
domingo, 8 de diciembre de 2024
Se fue la luz
Viñeta de El Roto, 25 noviembre |
Al principio pensé que era una broma por Halloween o una manera extraña de solidarizarnos con los valencianos porque ahora, si no tienes luz, no tienes televisión ni teléfono fijo, y a esas horas la tableta y el móvil estaban recargándose. Solo te queda esperar a que te venza el sueño y recordar la niñez cuando la casa estaba llena de portavelas con cajas de cerillas porque la luz se iba y venía constantemente de forma mágica o cuando fallaban los plomos en casa o en la centralita de la portería y solo había que bajarlos.
Primero nos quedamos a dos velas (sin dinero) por el desorbitado precio de la luz y luego tenemos que encender dos velas para compensarlo. No estaría mal que la empresa nos mandase una nota informativa a los usuarios explicando lo que pasó y pidiéndonos disculpas, además de un número de teléfono que nos pusiera directamente en contacto con un servicio técnico que funcione. Espero que no se cumpla el dicho "no hay dos sin tres".