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sábado, 11 de enero de 2025

Los muñecos recortables

Un poco de historia 

Recortables del siglo XVII: https://www.tiktok.com/@tiempos_preteritos/video/7186527292158446853

El recortable de papel como lo conocemos ahora apareció en el siglo XIX en Inglaterra y Alemania, lugares en los que se utilizaba en las familias acomodadas como modelos de vestuario y conducta. Un entretenimiento que consistía en recortar con tijeras la figura de una persona, generalmente una niña o una mujer, a la que se colocan diferentes prendas doblando unas lengüetas sobre la misma. Se considera que fue la editorial inglesa Fuller la que en 1810 creó la primera muñeca de papel pensada para ser vestida, se llamó Little Fanny. Las muñecas iban acompañadas de historias y las niñas les iban cambiando el vestido según la escena que leían. Los relatos trataban de transmitir a las jóvenes lectoras unas reglas de conducta adecuadas a su posición social y unos determinados valores. Esta misma idea de las niñas y jóvenes dibujadas sobre una lámina también se utilizó para mostrar sobre ellas los modelos que la modista proponía a la clienta, como si fuera un figurín.

En el siglo XX alcanzaron un auge significativo en la cultura popular, siendo un reflejo de los cambios que fue experimentando la sociedad a nivel estético e incluso social. Muchas revistas y periódicos comenzaron a incluir páginas con muñecas recortables como un regalo para sus lectores, lo que aumentó aún más su popularidad. Carmen Martín Gaite en El cuarto de atrás recuerda su infancia y juventud en la época franquista, coleccionaba los cromos de sus actores favoritos porque en una España en blanco y negro emitían un misterioso y lejano fulgor con el que soñar. En la década de 1950, estas muñecas fueron reemplazadas en gran medida por muñecas de plástico más tridimensionales, pero el encanto y la nostalgia de las tradicionales han llevado a que sigan siendo populares entre coleccionistas y entusiastas de la artesanía. 

Las mariquitas recortables

Desde principios del siglo XX hasta la década de los setenta las niñas españolas jugaban a vestir unas muñecas de papel que traían diversos vestidos y complementos en tamaño folio. Apareció en los años 20 de la mano de la Editorial Hernando con su primera muñeca, Mariquita, de ahí el nombre de los recortables en nuestro país “mariquitas” o “mariquitinas”En México y otros países latinoamericanos, principalmente Cuba, las llamaron cuquitas. La muñeca Mariquita  era una adaptación de la muñeca americana Dolly Dingle, creada por la ilustradora Grace Drayton en 1913. Con rizos rubios, su aspecto encantador enamoró al público infantil estadounidense, su aparición en las revistas de moda fue de gran éxito y se crearon en su honor muñecos de peluche, postales, tiras de dibujo y cuentos.

Con la llegada de la Guerra Civil, los dos bandos comenzaron a usar los recortables para agudizar una visión maniqueísta sobre el conflicto. "Dejaron de tener una función pedagógica y se transformaron en instrumentos propagandísticos. Dependiendo de la ubicación de las imprentas se editaban láminas de soldados de un bando u otro. En Barcelona, se difundían soldados del ejército popular y en Zaragoza o en Galicia, del bando nacional". Relacionaban un juego de niños con el conflicto bélico.



Recortables en el recuerdo 

Recor(d)table Alaska 
Yo nunca tuve ni jugué con una Mariquita Pérez, pero he tenido muchos recortables porque era forma barata de entretenimiento. Entonces no nos dábamos cuenta de que reflejaba muy bien la división por estereotipos de la época franquista, las niñas recortábamos muñecas y les poníamos vestiditos, y los niños, soldaditos a los que no se les cambiaba el uniforme. Eran modelos de vestuario y de conducta para las mujeres: folclore, maternidad y política en papel. Estos juegos de papel suponían una manera de soñar y de socializar que dejó una profunda huella en las generaciones posteriores. Hoy todavía, cuando veo algunas reediciones, me quedo con la vista imantada en el papel, recordando el tiempo que he jugado con ellos, me parecen bellísimos a pesar del mensaje que ocultan. Muchos artistas volvieron después a los recortables como una forma de arte. Incluso en la movida madrileña se crearon recortables como el de Alaska que acompaña estas líneas. 

En entradas posteriores haré referencia a algunos recortables desconocidos para mí que son auténticos disparates.

- La mariquita legionaria, un recortable racista (1922)
- Shirley Temple recortable (1940)
- Paquito y Pocholo al servicio de España (1936-1940)

Para saber más: