jueves, 30 de mayo de 2019

Monográfico dedicado a Bécquer (Mundo Hispánico)


A veces, los regalos son una grata sorpresa, sobre todo si son parte de la trayectoria vital del regalador, un cúmulo de recuerdos, una muestra de sí mismo. En este caso me obsequiaron, sin motivo ninguno, un ejemplar extraordinario de la revista Mundo Hispánico* dedicado a Bécquer (noviembre de 1970). Setenta y ocho hojas perfectamente conservadas, palpitantes de vida y sabiduría que incluían dentro otro regalo imprevisto: unos pétalos de rosa secos que, perdido su primigenio olor, ahora huelen a papel viejo, tabaco y delicadeza. ¿Qué historia habrá detrás de esa rosa? ¿Dónde y para quién se cortó?* 
En el año 70, yo empezaba a estudiar Preuniversitario y no tenía ni idea de lo que iba a estudiar después, ni siquiera sabía de la existencia de la revista. He leído esta pequeña joya ilustrada como si fuera un incunable. He buscado en internet el PDF del ejemplar para que así su dueño no pierda del todo esos fragmentos de piel desprendida y sirva para disfrute de todos.

*Mundo Hispánico (1948-1977), revista fundada por Alfredo Sánchez Bella, miembro del Instituto Cultura hispánica, organismo autónomo de Asuntos Exteriores, tuvo una extensa trayectoria marcada por la situación política y por su espíritu de defensa de la hispanidad. "Una revista gráfica de lujo, que pretendía mostrar a España en todos los aspectos; realizar una síntesis de la vida, desde el toro hasta el arte, incluyendo la geografía, tradiciones, costumbres, literatura, poesía, el turismo, la historia, la economía, la moda, la cultura, en definitiva, la actualidad siempre y cuando resultara atractiva y positiva cara al exterior pues estaba dirigida a distribuirse por 23 países latinoamericanos, la mayoría repúblicas que compartían afinidades religiosas y políticas".
*Estas últimas frases las he escrito embriagada por el espíritu romántico de la revista.

lunes, 27 de mayo de 2019

Escritores famosos que pintaron

Como hemos visto en entradas anteriores, la pintura y la literatura han estado unidas a lo largo de la historia. Ha habido escritores que pintaban y pintores que escribían. Se dice que Eurípides era aficionado al dibujo, y que este arte era uno de los entretenimientos de Petrarca en sus horas de ocio. En varias civilizaciones de la antigüedad, la habilidad para pintar o dibujar constituía una parte de la educación de un caballero, así como el arte de tocar algún instrumento musical, recordemos el cuadro Los poetas contemporáneos de Antonio Esquivel donde retrata a literatos, pintores y músicos de su tiempo que frecuentaban los mismos lugares. Las fronteras entre las diferentes artes son a menudo una imposición social y cultural. El arte una experiencia completa, y hay muchos artistas que quizás no destacan con la misma genialidad en varios campos artísticos, pero que sí los disfrutan y los cultivan como una necesidad de expresión personal. 


Pinturas y dibujos de escritores from Ángeles Cuéllar

Escritores españoles

General Torrijos
Galdós, Vapores en la bahía de Santander

En la historia de la literatura española hay bastantes ejemplos de escritores que amaban también la pintura. En el siglo XIX destacan el Duque de Rivas, Gustavo Adolfo Bécquer, Galdós y Santiago Rusiñol. Preparando esta entrada, he descubierto que al Duque de Rivas autor del drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), fue historiador, estadista y director de la RAE, y aún le quedó tiempo para pintar, a él le debemos el retrato del general José María Torrijos (1825). Tampoco sabía que a Galdós le gustaba pintar acuarelas de paisajes y marinas y que dibujó muchas caricaturas e ilustró partes de sus novelas.

G.A. Bécquer, Los muertos de risa
Rusiñol, Jardín de las Elegías 
La pasión por la pintura de Gustavo Adolfo Bécquer le viene de familia porque su padre y su hermano Valeriano eran notables pintores. A los dos hermanos se les atribuye la autoría de Los Borbones en pelota, láminas pintadas a la acuarela, muchas procaces, donde se caricaturiza a personajes públicos del reinado de Isabel II, sobre todo a la casa real.
Santiago Rusiñol y Prats fue un artista polifacético: pintor, escritor, coleccionista, periodista y dramaturgo, destacó sobre todo como pintor de jardines. 


JRJ, Bodegón con uvas
Juan Ramón Jiménez 

En el siglo XX, Juan Ramón Jiménez estudió el bachillerato de arte y dejó Huelva para ir a Sevilla para desarrollar su carrera como pintor que abandonó para estudiar Derecho como quería su padre.


Miguel Hernández retratado por Buero Vallejo 
Alberti, que también iba para pintor y se quedó en poeta, tuvo un papel importantísimo en el salvamento del Museo del Prado durante la guerra civil; Lorca, cuyos dibujos iluminan algunos de sus símbolos y metáforas, y Buero Vallejo que realizó en la cárcel el conocidísimo dibujo de Miguel Hernández para que se lo enviara al hijo que tanto extrañaba. El dramaturgo Víctor Ruiz Iriarte, que obtuvo grandes éxitos en la posguerra antes de dedicarse a la escritura, decidió ser un gran pintor con el beneplácito de su familia,  dada su inclinación por la pintura y el dibujo. Lástima que no haya encontrado en internet ninguna de sus obras pictóricas.

 

Recientemente falleció el ilicitano Vicente Verdú, poeta, periodista y pintor.


Nómina de escritores

Acuarela de Günter Grass
En la literatura universal también encontramos numerosos escritores que descubrieron en el ámbito del dibujo y del color, una forma más de expresión complementaria al texto. Muchos de los dibujos de los escritores proceden de la facilidad con que una mano distraída se encamina hacia los márgenes de un papel para garabatear formas con la misma pluma con la que antes trazaba palabras.

 Citaremos aquí algunos nombres, recordando que no están todos los que son. Antes del siglo XX: William Blake, Hoffmann, Dante Gabriel Rossetti, Víctor Hugo, Johann W. Goethe, Washington Irving, Nicolas Gogol, Tolstoi, Thackeray, Mark Twain, George Sand, Charlotte Brontë, Lewis Carroll. 
En el siglo XX: Rudyard Kipling, StrindbergMarcel Proust, Thomas Hardy, H.G. Wells, Kafka, Thomas Mann, Gottfried Keller, Jean Cocteau, Friedrich Dürrenmatt, Hermann Hesse, Günter Grass, Kurt Schwitters, Bruno Schulz, Henri Michaux, Valéry, Rilke, André Breton, Gertrude Stein, Éluard, Ezra Pound, William Carlos Williams, Tennessee Williams, E.E. Cummings, Rabindranath Tagore, Pierre Loti, Apollinaire, Valéry, Verlaine, Rimbaud, Max Jacob, Saint-Exupéry, Sylvia Plath, Flannery O´Connor, Anne Sexton, Henry Miller, Charles Bukowski, Jack Kerouac, Allen Gingsberg, Lawrence Durrell, Ernesto Sábato, Borges, Leonard Cohen... 


sábado, 25 de mayo de 2019

Pintura y poesía (ut pictura poesis)



La poesía y la pintura. Francesco Furini. 
  

-"Una pintura es un poema sin palabras".  Horacio (65 a.C.-8 a.C.), poeta.

-"La pintura es poesía muda, la poesía pintura ciega". Leonardo da Vinci (1452-1519), pintor e inventor.

-"La poesía es pintura de los oídos, como la pintura poesía de los ojos". Lope de Vega (1562-1635), poeta y dramaturgo.

-"La pintura es poesía; siempre se escribe en verso con rimas plásticas". Pablo Picasso (1881-1973), pintor y escultor.


La entrada anterior se refería a la redacción de nuevas cartelas para los cuadros del Museo del Prado, aprovechando la simbiosis que siempre ha habido entre la poesía y la pintura, dos artes complementarias que pueden versar sobre un mismo tema. Una relación que, en el terreno literario, va de la reflexión a la descripción, de la glosa interpretativa a la generación de un relato. Una forma de dar voz a las imágenes contenidas en las pinturas. Un modo de emparejar la pluma con el pincel.
Los artistas no se conforman con un lenguaje único ni una sola manera de mirar. A lo largo de la historia, los escritores han buscado su fuente de inspiración en el arte y los pintores han ilustrado las obras de los grandes escritores. De tal manera que nos encontramos con pinturas escritas y con poemas ilustrados, pinturas de poetas y poesía de pintores. Aquí solo recojo, a modo de resumen, algunos ejemplos que me han sorprendido gratamente. Los que aparecían en los libros de texto que he utilizado los recoge el documento de slideshare:

La formulación de las analogías entre la poesía y la pintura se remonta a la afirmación de Simónides de Ceos en el siglo V a. C., recogida por Plutarco, según la cual "la pintura es poesía silenciosa, la poesía es pintura que habla", y reconocida por Horacio en su célebre verso "ut pictura poesis" (como la pintura así es la poesía) en la Epístola a los Pisones. Según Krieger, la poesía imita las imágenes de la naturaleza gracias a la figura retórica de la La écfrasis​ o ecfrasis. La écfrasis en un principio era entendida como una “descripción extendida, detallada, vívida, que pretende mostrar el objeto ante los ojos de una obra de arte tanto real como ficticia”.
El ejemplo más citado de écfrasis sobre una obra de arte ficticia es el verso 478, y siguientes, del canto XVIII de la Ilíada. En el cual se relata con sumo detalle el tipo de relieves que labró Hefesto en el escudo de Aquiles: 
Empezó por hacer un escudo grande y pesado; lo labró con arte por todas partes; alrededor le adosó un triple reborde brillante, y a partir de éste, un tahalí de plata. Cinco eran las capas del escudo, en el que hacía sus obras de arte con ingeniosa inventiva. Allí cinceló la tierra: allí, el cielo: allí, el mar: el sol infatigable, la luna llena; allí, las constelaciones todas, de que el cielo se corona: las Pléyades, las Híades y la fuerza de Orión; la Osa, a la que llaman Carro por otro nombre; ella gira sobre si misma y contempla a Orión: sólo ella no tiene parte en los baños del océano. Allí labró dos ciudades de hombres mortales, ciudades hermosas las dos. En la una se celebraban bodas y festejos. A las novias las llevaban por el pueblo desde sus aposentos, bajo antorchas encendidas y al son de muchos cantos nupciales. Los mozos daban vueltas bailando, mientras entre ellos las flautas y las liras hacían oír sus sones. Las mujeres del pueblo, cada una en el portal de su casa, los contemplaban admiradas. 



1. Pinturas e ilustraciones inspiradas en obras literarias


La muerte de Ofelia, de Sir John Everett Millais inspirada en la tragedia Hamlet de William Shakespeare (1852).






2. Poemas ilustrados por el propio autor

William Blake, poeta, pintor y filósofo (1757- 1827) quiso reafirmar en su obra pictórica y poética su creencia sobre la fuerza creativa de la imaginación humana frente a la razón.


3. Poesía sobre pintura

Santiago Elso, en su blog Poesía-pintura por el que merece la pena perderse, realiza una antología de poesías inspiradas en obras pictóricas (écfrasis) donde confronta la pintura y el poema, de manera que el lector pueda degustar la relación que las palabras establecen con la imagen. 

Cuadro de Caspar D. Friedrich (Aurora Saura)

Apenas 
una figura humana 
anónima,
embebida
en la amenaza del mar 
o en los abismos 
de montañas sin límite.

Lo demás es la niebla, 
las voces de la luna,
el incierto color de la mañana 
y del ocaso, 
los árboles desnudos.

Lo demás es silencio, 
es el adiós, la pérdida.


4. Poemas de pintores

El diario de Frida Kahlo, Alas rotas, nos muestra una versión de la artista más íntima y personal. Vive lo que pinta. Y escribió pocos pero significativos poemas, como el siguiente que carece de título:

Frida Kahlo:


Si tan solo tuviera cerca
de mí su caricia
Como a la tierra el aire se la da
la realidad de su persona, me haría
más alegre, me alejaría
del sentido que me llena
de gris. Nada ya sería
en mi tan hondo, tan
final. Pero ¡cómo le explico
mi necesidad enorme de ternura! 
Mi soledad de años
Mi estructura inconforme
por inarmónica
por inadaptada
Yo creo que es mejor irme, irme y no escaparme.
Que todo pase en un instante
Ojalá.


5. Poesía visual (caligramas) 


Una de las técnicas vanguardistas más interesantes del siglo XX es el caligrama (del francés calligramne), un poema, frase, palabra o un conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata el poema, en el que la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que crea una especie de imagen visual. 


6. Pintar la poesía con el pincel de la pintura 

El libro A la pintura (1948) de Rafael Alberti, es un mosaico de impresiones, figuraciones y semblanzas sobre pintura y pintores, donde busca la perfecta unión entre pintura y poesía, quiere que sus palabras creen la sensación de estar contemplando la obra de arte.  Un ejemplo de esta unión lo vemos en el poema "El Bosco", donde el poeta no solamente alude a la obra maestra, El Jardín de las Delicias, del pintor holandés, sino que además imita el diseño tríptico que utilizó El Bosco en su pintura. O el poema "Van Gogh", además de aludir a las diferentes obras del artista, utiliza unos versos cortos y entrecortados para reproducir las interrumpidas pinceladas del pintor.
En el enlace aparecen tres representaciones de las poesías de los colores azul, rojo y amarillo.



martes, 21 de mayo de 2019

Cartela abierta en el Museo del Prado


 Con motivo de su bicentenario, el Museo del Prado, a través del concurso Cartela abierta, invitó a participar en la elaboración de los textos explicativos de cinco obras fundamentales de su colección: Los fusilamientos, de Goya; Juana la Loca, de Pradilla; Retrato de la reina Ana de Austria, de Sofonisba Anguissola; El Descendimiento, de Van der Weyden y Autorretrato, de Durero.
Desde este 21 de mayo se pueden leer las cartelas ganadoras, con el nombre de su autor en el propio museo, al lado de la cartela oficial del cuadro. Y todas las cartelas presentadas a concurso, en la página web.

 Una buena iniciativa que puede generar nuevas vías de acercamiento al arte y servir a los profesores como modelo de redacción.

Cartela ganadora 

domingo, 19 de mayo de 2019

Las limpiadoras


La pintura original es Las espigadoras de Jean-François Millet (1814-1875). Este año, Julie Nahon realizó la segunda imagen para el concurso de arte comprometido  @mr_mondialisation, similar a la de Ward kimball  "The Gleaners" (1964). La finalidad del concurso era relacionar una obra de arte histórico con el mundo moderno.

lunes, 13 de mayo de 2019

Fotos y comentarios sobre Perú

Con esta entrada no quiero aburrir, solo contar algunas de las cosas que más me sorprendieron para que me sirvan de recuerdo y de entretenimiento para los lectores, si es que los tengo. 

Calabaza de Cenicienta junto a la catedral de Lima 





Dentro de ella apareció una cursi quinceañera celebrando el final de la adolescencia para empezar el comienzo de la juventud al estilo Disney. Una muestra de sincretismo con hollywood y de mal gusto que no se le puede achacar a los conquistadores españoles.


Palmeras reales en la Plaza de Armas de Lima 
Acostumbrada a ver las palmeras de mi tierra, Alicante, me sorprendió ver este tipo de palmera originaria de Cuba, de tronco liso que se ensancha en la base y se va estrechando. El estípite, es decir, la unión del tronco con la corona de hojas, es verde, y también se suele engrosar hacia el centro del mismo




El perro chimú


En la puerta de todos los museos se encuentra el único can reconocido como peruano a nivel mundial. La raza normalmente sólo tiene pelos en la cabeza y en la cola, como una brocha, pero el resto de su piel, oscura y muy cálida, está desnuda y es muy vulnerable a la luz solar. Se pensaba que abrazarlo curaba ciertas enfermedades.


 Carrito de Helados D'onofrio




Inconfundibles, están por todas partes, sobre todo en la parte norte donde hace más calor, en una carretilla, en bici, en moto. Incluso se alquilan para cumpleaños. Con lo que me gustan los helados, no tuve tiempo de probar ninguno. 






Una referencia a Palencia en Chiclayo 

En el Museo Nacional de Sicán, entre ajuares funerarios, ceramios y piezas de orfebrería (máscaras funerarias de oro y cuchillos ceremoniales)aparece este panel comparativo en el tiempo entre la cultura Sicán y el resto del mundo que toma como referencia la iglesia románica de San Martín de Tours de Frómista de la segunda mitad del siglo XI en la provincia de Palencia. 












Sombrillas negras en el Pacífico
Junto a las frías aguas del Pacífico y no tan tranquilas como su nombre indica, en la caleta de pescadores de Huanchaco, al lado de los caballitos de totora, antiguas embarcaciones mochicas que utilizaban los pescadores, aparecieron estas fantasmagóricas sombrillas negras. 


















Mercados
Los mercados son laberínticos lugares donde, entre olores, colores y sabores, se exponen gran variedad de productos, desde hierbas medicinales y cactus usados por los chamanes, hasta sombreros y maletas. Las frutas, sobre todo, son dignas de un bodegón. Nunca vi unos aguacates tan grandes ni unas granadas tan apetecibles.




Exposición de fotografías de Morgana Llosa (Casa de la Emancipación en Trujillo)
Una travesía fotográfica, la muestra de la hija de Vargas Llosa en la Fundación BBVA reúne un conjunto de fotografías documentales, que retratan paisajes y hombres y mujeres que trabajan en diferentes zonas de Perú conviviendo con la aspereza de la naturaleza. 













Sala Vallejo en Trujillo

En la Fundación BBVA se encuentra también la sala Vallejo que alberga una colección de libros del poeta peruano César Vallejo (Santiago de Chuco1982) que tanto amó a España (España, aparta de mí este cáliz) y murió en París (1938).



Extraño monumento a la Libertad (Plaza de Armas de Trujillo) 












Cuando lo vi de espaldas parecía un avestruz de una sola pata que soportaba el cuerpo de un hombre. De cerca, descubrí que es un joven sobre el globo terráqueo con una capa corta que ondea al viento que  porta una antorcha en su mano derecha. Fue diseñada por Edmund Möeller en 1921 tras ganar un concurso internacional. El monumento consta de tres cuerpos, cada uno con un significado especial. No puedo ni imaginarme cómo serían los trabajos perdedores. 
 El Tuturutu de Arequipa 


En el centro de la Plaza de Armas se sitúa una fuente sobre la que descansa la entrañable escultura de un duendecillo (se decía que al principio tenía alas) o soldado que toca la trompeta, a ese personaje se le llama Tuturutu.


Capilla de San Ignacio, Iglesia de los jesuitas (Arequipa)
La antigua sacristía de la iglesia, hoy conocida como Capilla de San Ignacio, es una hermosa muestra del arte decorativo arequipeño. Impresiona el extraordinario colorido de sus paredes y cúpula. El frondoso decorado reproduce un ambiente tropical, con extensas enredaderas de flores exóticas que alternan con frutos y pájaros legendarios de colores. Es indudable que la constante relación de los jesuitas de Arequipa con las misiones en las selvas tropicales fue el factor determinante para esta  ornamentación.



Monasterio de Santa Catalina (Arequipa)
Casi en el centro de la Ciudad Blanca se encuentra este bellísimo convento, formado por celdas-casa, un lugar privilegiado para los mujeres obligadas por su familia a dedicarse a la vida monástica. Las autoridades eclesiásticas permitieron que las monjas provenientes de familias adineradas, vivieran con más comodidades y privacidad, para lo que autorizaron la construcción de celdas independientes en las que vivían con sus sirvientas, lo que supuso la urbanización de los espacios interiores del convento, estableciendo calles con el objeto de poder ubicar los recintos de las monjas. No sólo disponían de una habitación propia, sino de todo un apartamento que hubiera hecho las delicias de Virginia Woolf. 











Los toros de Pucará
Colocar dos toritos de Pucará y una cruz en medio sobre las casas es una costumbre muy común en los pueblos andinos para atraer felicidad, protección y prosperidad a los hogares. Representan la dualidad, mujer y varón, padre y madre. Los toros fueron traídos por los españoles durante la conquista del Perú, se dice que durante la época colonial existía una fiesta de la Santísima Trinidad en la que se solía “marcar” el ganado vacuno donde los toros eran adornados. 

Iglesia de San Pedro, en Andahuaylillas 
Ni el pueblo, ni el sobrio exterior de estilo renacentista de la iglesia hace presagiar que alberga en su interior una muestra esplendorosa de barroco realizada por artistas locales, con el objetivo de educar a los nativos sobre los principios de la fe cristiana de los españoles. No se permitía hacer fotos, así que nos quedamos con este vídeo.


Los espejos del agua (Machu Pichu)


Para no quemar las retinas observando el sol y no tener que mirar hacia arriba para observar los estrellas, los incas construyeron piletas que, rebosantes de agua, permitían contemplar el cielo gracias al efecto espejo de estas cavidades de agua. Parecen gafas de aviador olvidadas en la arena. 

La Catedral de Cuzco 
La catedral de Cuzco refleja claramente el sincretismo o identificación entre las dos religiones, la inca y la cristiana. Los religiosos españoles supieron aprovechar esas similitudes para imponer su religión. Construyeron sus iglesias sobre los más importantes palacios y templos incas para demostrar su poder y utilizaron el calendario agrícola para adaptarlo el calendario eclesiástico, exactamente lo mismo que hicieron los cristianos con los romanos.
 La escuela de Cuzco (siglos XVI-XVIII) supone el resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística occidental unida el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión del mundo. Se caracteriza por el desentendimiento de la perspectiva, por la fragmentación del espacio en varios espacios concurrentes con la presencia de la flora y la fauna andinas, y por la predilección por los colores intensos. Sigue sus propias leyes ajenas a la evolución del arte europeo. Aquí tampoco pudimos hacer fotos.

1-  La Virgen de la Almudena y el niño presentan una vestimenta en forma de montaña, porque estas eran consideradas deidades importantes a las que ofrecían sacrificios y ofrendas. La imagen de la Virgen María fue asimilada a la de la Pachamama o madre tierra.

2. El Cristo de los Temblores de color casi negro, habría sido la representación de un emperador Inca, razón por la cual es ataviado por un faldón (en reemplazo del clásico sudario). Se le considera protector de la población contra los terremotos, y su culto se identificó con Pachacámac, deidad subterránea.



3. La escultura del Apóstol Santiago, identificado con Illapa, dios del rayo, está ajusticiando a un soldado inca, por lo que se le llama Santiago Mataindios, en lugar de Matamoros. Dicen que los párrocos y curas de la catedral intentaron transformar esta imagen en una que se pareciera más a la europea, pintándole bigotes. Obsérvese que la cabeza del caballo tiene rasgos casi humanos. Me ha costado mucho encontrar la fotografía que tiene poca nitidez, pero ha merecido la pena, porque el inca se muestra altivo ante la embestida del santo. 



4. La Última Cena, lienzo del siglo XVIII de Marcos Zapata, reconocido pintor de la escuela cuzqueña, nos da una curiosa versión donde aparecen alimentos típicos de los andes peruanos: el plato principal es un cuy (terrible para nosotros que consideramos a este conejo una mascota), una vizcacha que sustituye al pan, papaya y la chicha morada (maíz)). Judas el traidor, el único que mira hacia hacia el espectador, tiene el rostro de Pizarro, aunque su tez es oscura, al contrario que la del resto de los apóstoles.



Las esculturas de Hilario Mendivil y Familia



Este artista cuzqueño fue uno de los mejores en cuanto a imaginería tradicional; su arte, de cuellos alargados inspirados en llamas y alpacas, es inconfundible y reconocido a nivel mundial. No reproduce los modelos coloniales, sino que los recrea de forma original. Sus nacimientos son muy valorados. La casa familiar es un museo que se puede visitar donde sus hijos siguen con la tradición. El proceso de elaboración de las figuras es largo porque no se secan al horno.

Escultura del Museo Lítico de Pucará (Puno)
 Entre los objetos exhibidos de la cultura Pucará se encuentra la figura de piedra del Degollador o Hatun Ñakaj, que de cerca se parece muchísimo al actor Peter Lorre que ha poblado alguna de mis pesadillas desde que era niña .



Si hoy es martes, esto es Bélgica
No recorrimos siete países europeos, como la película; pero a un ritmo frenético visitamos en tan solo cuatro días distintos complejos arqueológicos de diversas culturas: Pachacamac (Lima), Chan Chan (la capital del reino Chimú), El Brujo (donde fue encontrada la sacerdotisa y gobernante la dama de Cao) y Batán Grande, con sus respectivos museos: Larco Herrera (en Lima), Museo de Cao, Museo nacional de Sicán cerca de Chiclayo, y el moderno Tumbas Reales de Sicán. Ni qué decir tiene, que nos fue imposible asimilar lo que veíamos porque presentaban unas características muy parecidas (templos y pirámides, joyas, momias, máscaras funerarias y tumí o cuchillos ceremoniales) y no los visitamos por orden cronológico. Que nadie me pregunte a qué museo pertenece cada foto porque no sabría decirlo. La tortura de los museos continuó en Arequipa, en el Museo de Santuarios Andinos, con la momia de Juanita y en Urubamba, en el Museo Inkariy, No quiero ser políticamente incorrecta y me abstengo de comentar la recreación de la colocación de los enterramientos porque me gustan menos que los museos de cera. 












Ruinas de Pisac
Sorprendentemente, en el Valle Sagrado de los Incas, en las Ruinas de Pisac, en soledad, mientras un viento fresco acariciaba mi cara y trataba de recuperar mis piernas de la ascensión, lloré como hacía tiempo que no lo hacía y me liberé de todas mis angustias, sufrí un síndrome de Stendhal atenuado porque solo tuve relajación y felicidad. Esa experiencia no la tuve en Machu Pichu rodeada de turistas. 



No me extiendo más, para terminar me tomaré un pisco sour, delicioso cóctel de aguardiente de uvas, limón y clara de huevo. Creo que me lo merezco, ahora que tengo las piernas deshinchadas y descansadas, después de seis vuelos, múltiples horas de autobús y caminatas interminables. Y, sobre todo, después de luchar contra blogger, porque me cambia el tipo de letra de las entradas que he ido haciendo en diversos días y me añade espacios donde no los había. 
Cumplí mi sueño de viajar a Perú, el deseo me apareció antes de ver la película Ópera Prima de Fernando Trueba (1980).