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lunes, 24 de febrero de 2025

El secreto de la juventud: la curiosidad por aprender


                                      Señores y damas, en toda edad

                                          se puede aprender,

                                  con la condición sola y pura 

                                 de no saber; y mientras sigáis

                                          aprendiendo, jamás

                                     temáis la vejez ni la tumba.

                                 Ese es el secreto de la juventud...

 

                                                                            A. Gª Calvo, Ismena


El secreto de la juventud, como afirma García Calvo, es seguir aprendiendo. Yo añadiría que el motor que mueve el aprendizaje es la curiosidad por nuestro entorno que nos devuelve a la niñez y nos mantiene la mente activa.

El texto pertenece al coro final de la tragedia musical Ismena (1980). Agustín García Calvo la recitó en los estudios de Radio la UNED, la grabación se tomó como guía para los textos y coros de la obra en el intento de representación que Ester Bellver y un grupo de actores trataron de llevar a cabo en el año 2005. 

https://bauldetrompetillas.es/agustin-garcia-calvo/del-teatro-2/ismena/


sábado, 18 de enero de 2025

La mariquita legionaria, un recortable racista (1922) 2

Mariquita LegionariaEd.Hernando,1922*
  En la década de los 20* del siglo pasado, en plena Guerra del Rif
 o de Marruecos, se vendía una Mariquita Legionaria (Editorial Hernando) que presentaba a una candorosa niña con un lacito de la bandera española en el pelo vestida de legionaria con un fusil junto a sus complementos (traje de gala, polainas y sombrero). Sorprendentemente en vez abrazar a un muñeco, sostiene la cabeza sangrienta y decapitada de un niño negro que se completa con la imagen de dos niños africanos encadenados. En la parte inferior aparece la primera bandera del Tercio Gran Capitán I de la Legión (Melilla) "Comandante Franco" en la que dos jabalíes pelean por un leño de roble. 
La mariquita está inspirada en la propaganda española que publicó fotografías de soldados con las cabezas cortadas de sus enemigos muertos (Ver foto**). Solo una mente perversa pudo crear un juguete racista y violento para entretenimiento de los niños. Nos ofrece una imagen repulsiva, degradante e inhumana. Sin duda, un antecedente de la estética gore.

 No sé si mi estimado lector se dará cuenta del innegable parecido físico de la mariquita legionaria con una presidenta de la Comunidad de Madrid que en lo peor de la pandemia del covid ideó unos "protocolos de la vergüenza" que provocaron  la muerte de 7.291 ancianos. 

* Los recortables no están fechados, por eso los años de publicación varían según la fuente que consultes

**Esa misma fotografía de 1927 se convirtió en un bulo que comenzó a circular en 1938 y de vez en cuando reaparece:
“milicianos frentepopulistas portando cabezas cortadas de sus víctimas”.


Un vídeo

El Coleccionista Friki explica muy bien en el siguiente vídeo cómo es el juguete más racista, xenófobo y violento jamás creado: la mariquita legionaria. "Esta adorable muñeca recortable (paper doll) de los años 20 fue creada en España y con ella jugaron nuestras abuelas. Toda una incorrección política que a día de hoy sería impensable. Un juguete que retrata cuánto ha cambiado esta sociedad española".


Una novela antibelicista sobre la guerra de Marruecos
                                                                             
 Para contrastar con la imagen anterior, recomiendo leer la primera novela de Ramón J. Sender Imán (1930) que sitúa su acción en el Marruecos de la guerra colonial. En ella, desde un punto de vista humanista, describe la vida militar y pone en evidencia los límites de la condición humana.

Viance, el protagonista, es un muchacho aragonés, uno cualquiera de entre los doscientos mil hombres que pasaron por el continente africano sin más horizonte que la mochila del de delante o la vanguardia espontánea de los cuervos. A Viance le llaman en su pueblo «Imán», porque parece atraer las desgracias. Víctima de las injusticias sociales, de los horrores de la guerra y de la falacia que se esconde tras la brillante y ruidosa parafernalia militar, simboliza el destino de todos aquellos que se vieron obligados a combatir.

Escrita en un estilo escueto y carente de artificios, Imán es un brillante alegato antibelicista, pero también un análisis sin concesiones de una España que se debate entre la rebeldía y la resignación. 

sábado, 15 de junio de 2024

Un libro, una hora (programa de la SER)

 Un libro Una hora, programa de radio: 
 Aprende a leer, aprende de literatura escuchando. Un programa para contar un libro en una hora. Grandes clásicos de la literatura que te entran por el oído. Dirigido por Antonio Martínez Asensio, crítico literario, productor, escritor y guionista. En la SER. En directo los domingos a las 05:00 y a cualquier hora si te suscribes. 

Para oír mientras cocinas, limpias, conduces o cuidas de las plantashttps://www.podiumpodcast.com/podcasts/un-libro-una-hora-playser-em/


jueves, 6 de junio de 2024

Narciso Gallego, Nunca perseguí la gloría...

Casi un año después de El tú esencial, Narciso Gallego publica su segundo libro sobre Antonio Machado, esta vez el ensayo se centrará en su poesía. 

Nunca perseguí la gloria, 
ni dejar en la memoria 
de los hombres mi canción; 
yo amo los mundos sutiles, 
ingrávidos y gentiles, 
como pompas de jabón. 

Cantares, Campos de Castilla (1912)


sábado, 1 de junio de 2024

Novela negra: guía de los detectives literarios españoles


 Juan Carlos Galindo ha ejercido de detective, ha perseguido las huellas, las pistas y cartografiado el mejor mapa para conocer la literatura criminal española de manera sistemática.

La novela negra llegó aquí con algo de retraso, pero hoy es un género fundamental para el sistema editorial, tiene decenas de miles de lectores y cuenta con autores de prestigio internacional. Las características del género son conocidas y, más que el malvado asesino o el pobre cadáver, el personaje central es el detective y su búsqueda. Precisamente el trabajo de Galindo ha sido elaborar una completa guía de detectives. Saber cuántos casos han resuelto, quiénes son sus ayudantes o familiares, ubicarlos en la geografía y, al fin, poner nombre al autor intelectual de la historia: el escritor.


https://elpais.com/babelia/2024-04-20/guia-esencial-de-los-detectives-literarios-espanoles.html

domingo, 26 de mayo de 2024

Los monos en la literatura (el cine y el arte)


Tal como el más bello de los monos es feo al compararlo con otra especie, el más inteligente de los hombres ante un dios parecerá un mono en inteligencia, en belleza y en todo lo demás.
                    (Heráclito, fragmento 119 de la edición de A. Gª Calvo)

Monos y hombres  

    »Yo por seguro tengo
(Dijole á Blas Manuel)
Que el mono es hoy lo mismo
Que ántes el hombre fué.
    Piedras cual hombre tira,
Y es muy frecuente en él
Reñir á garrotazos
Mejor que un montañes.«
    Blas dijo: »Reconozco
Al mono su saber;
Opino, sin embargo,
No como piensa usted.
    Hay en humano traje
Irracional cruel,
Que agarra piedra y palo
Sin qué ni para qué.
    Bicho de tal ralea
Debe sin duda ser
orangutan exento 
De andar a cuatro piés. 
                      
                                                                                      (Hartzenbusch, fábula XLVI)

    ...o me gustan mucho los monos y, sin embargo, cometo un error, porque los considero una imitación perfecta de la naturaleza humana. Cuando veo a uno […], tengo la impresión de verme en un espejo de aumento: los mismos sentimientos, los mismos apetitos brutales, un poco menos de orgullo y nada más.»     (Gustave Flaubert)

Los monos se han utilizado en la mayoría de las culturas como mascotas por su exotismo, inteligencia, sus aptitudes para la imitación y su facilidad para ser domesticados. Los nobles los utilizaban como un adorno y un símbolo de riqueza, y los titiriteros y gentes del circo los incluían en sus espectáculos para asombrar con sus piruetas al pueblo llano (El Quijote: Maese Pedro y el mono adivino). Los filósofos y los científicos han especulado sobre su naturaleza comparándola con el hombre. Por lo general, su representación en numerosas expresiones artísticas y literarias ha servido más como motivo de burla, al identificar la figura del mono con los instintos más bajos y primarios del hombre. Pero, desde que a mediados del siglo XIX las teorías de Darwin fundamentaron científicamente nuestro parentesco, adquirieron una dimensión inesperada, dramática, objeto de todo tipo de fabulaciones, ironías y pesadillas. 

Los monos en el arte

Desde el siglo XVII se puso de moda entre los pintores hacer cuadros con escenas de la vida cotidiana (jugar a las cartas, acudir al dentista, ir a la escuela, leer un libro…) protagonizados por monos en vez de humanos. Este subgénero pictórico perduró los siglos siguientes y hasta tiene su propio nombre singerie: la palabra francesa que significa «monería».

 Los monos en la literatura 

El mono gracioso y burlón es el modelo que aprovechan los fabulistas para descubrir moralejas en la imitación simplificada de las prácticas humanas. Así lo plantean Esopo (La zorra y el mono discuten por su nobleza), Tomás de Iriarte (El mono y el titiritero), La Fontaine (El lobo pone pleito al zorro ante el mono) y Samaniego (El lobo, la zorra y el mono juez).

Zaccaria Seriman, Viages de Enrique Wanton a las tierras incógnitas australes, y al país de las monas Viages de Enrique Wanton a las tierras incógnitas australes, y al país de las monas (1749). Sátira contra la sociedad y sus costumbres a través del viaje y naufragio de sus protagonistas en una isla habitada por simios. 

Pero otras veces, presas de turbias pasiones, los primates atacan al hombre y se dejan llevar por el salvajismo y la perversidad. En la antología De monos y hombresMarta Salís ha reunido diecisiete cuentos que ilustran perfectamente esta evolución de mascota graciosa y presentable a símbolo muchas veces oscuro de nuestra animalidad. De E. T. A. Hoffmann a Roberto Arlt, pasando por Flaubert, Poe, Lugones, Kafka, Lovecraft, Vallejo o Dinesen, vemos cómo la literatura se ha servido de los primates para ridiculizarnos, extrañarnos, forzar incómodamente nuestra comprensión. A veces imagen de la degradación, a veces recordatorio de la fatuidad, también ha sido un excelente pretexto para hablar de la cautividad y de los desmanes de la experimentación científica.

La siguiente lista de narraciones ordenadas cronológicamente nos acerca a la relación entre monos y hombres en literatura. El asterisco indica que el título citado es un cuento, los enlaces nos llevan al texto en pdf.

Hoffmann,  Noticia de un joven culto (1814). En este capítulo de la segunda parte de Kreisleriana, el narrador transcribe la carta de Milo, un joven que pasa de ser un salvaje a volverse todo un erudito…

Edgar Allan Poe, Los crímenes de la calle Morgue(1841). Cuento policíaco protagonizado por un gran orangután salvaje de las islas de la India Oriental, capaz de realizar los peores asesinatos

FlaubertQuidquid volueris* (1837). Escrito en la adolescencia presenta a un ser hijo de una mujer y un mono al que la desesperación conduce al crimen.

Kafka, Informe para una Academia* (1917)La obra parte de un aparente absurdo, de una situación insólita: una simio que hace cinco años ha dejado de serlo, redacta un Informe sobre lo simiesco y nos deja una reflexión sobre la definición de libertad.
Edgar Rice Burroughs Tarzán de los monos (1914)Huérfano y atrapado en el corazón de la selva africana, el heredero de Lord Greystoke es criado entre monos para convertirse en Tarzán, el hombre mono. Esta historia fue publicada por primera vez en la revista pulp All Story Magazine en octubre de 1912.
 Horacio Quiroga, El mono que asesinó* (1919). Cuento fantástico sobre una metamorfosis cruzada entre un humano y un simio. En 1904 ya había publicado Historia de Estilicón*, un bebé gorila que cambiará la vida de dos hombres (1904).
César VallejoLos caynas o el paso regresivo*, incluido en Escalas melografiadas (1923). Luis Urquizo tiene fama de loco entre sus vecinos pues todo lo observa a la inversa del sentido común, hasta que un día el problema se agrava cuando proclama ser un mono junto al resto de su familia.
Leopoldo lugonesYzur* (1924). La obsesión de un hombre por alcanzar una meta irrealizable: enseñarle a hablar a un mono. 
Delos W. LovelaceKing Kong (1932).Trata sobre el hallazgo de un gorila gigante, en una isla prehistórica perdida y sobre cómo fue capturado y llevado a la civilización contra su voluntad.
Isak Dinesen El mono* (1934). En sus breves páginas la autora se las arregla para contar historias muy diversas sutilmente emparentadas entre sí. Insinúa una perversa relación entre el mono y la Priora. Al final del relato, el mono termina encaramado sobre un busto de Immanuel Kant.
Roberto Arlt, Accidentado paseo a Moka* (1935). Escrito después de su viaje por España y Marruecos. 
Pierre Boulle, El planeta de los simios (1963). Como su título indica, trata sobre un planeta en el que los simios son la raza dominante. Su objetivo es comprobar cómo ellos repiten los mismos errores que nosotros.
Michael CrichtonCongo (1980). En esta novela de aventuras, Peter Elliott, un primatólogo de la Universidad de California, y su asistente enseñan la comunicación humana a los primates utilizando una gorila. 

Dian Fossey, Gorilas en la niebla (1983). La autora, asesinada en 1985 por un asaltante desconocido, combinó su aventura personal con un informe científico sin precedentes para completar un retrato inolvidable de nuestros parientes primates más cercanos.
 Daniel Quinn, Ishmael (1995). A través del cautivador diálogo entre un protagonista desilusionado y un sabio gorila se desvela un mensaje poderoso y urgente: nuestra civilización actual está atrapada en una trayectoria destructiva, impulsada por una ideología insostenible.
Stephen KingEl mono* (1980). La historia sobre dos hermanos gemelos que de pequeños encuentran un mono de juguete en el ático. El muñeco tiene unos platillos, los cuales toca de vez en cuando. ¿El problema? Que cada vez que lo hace, alguien cercano a los hermanos muere.

Monos en el cine 



Muchos de los libros citados han sido llevados al cine con gran éxito: Tarzán, King Kong y El planeta de los simios forman parte de nuestra infancia. Solo me permito recordar que la mona Chita era un chimpancé macho que fue creado por los guionistas de la MGM y que no figuraba en el libro. 

Para saber más

 cuyo título es una famosa frase de El planeta de los simios cruzada con el relato breve de terror La pata de mono escrito por el humorista W. W. Jacobs (1902).

domingo, 11 de febrero de 2024

Silvia Hernando: La menstruación sale del armario

 

Menstruation Myths, 2021 LAIA ABRIL
Proscrita de la conversación pública como algo sucio y vergonzoso, la menstruación y su cese, la menopausia, toman impulso en la producción cultural reciente con nuevos libros, películas y obras de arte

Los poemas menstruales no son novedad, ya en su día los escribió Emily Dickinson, ni tampoco la regla ha sido un aspecto ajeno al arte feminista. Pero ahora está desplegándose una tendencia cultural. No es solo biología. Es una tendencia también literaria, audiovisual, plástica. Ha podido verse en escenas de Saltburn o en la novela La soldada de Paulina Tuchschneider, es leitmotiv en Red de Pixar o motivo de la obra de Laia Abril, galardonada con el Premio Nacional de Fotografía y una de cuyas obras sobre la revisión del imaginario lunar asociado erróneamente a la regla es la imagen de portada de esta semana en Babelia.

Suciedad, asco, indecencia… Debilidad, enfermedad, “estar mala”… Existe una montaña de prejuicios conmiserativos asociados a la menstruación, tópicos denigratorios de una época que ha terminado. No solo es el cambio de sensibilidad que obliga a integrar las miradas tanto tiempo ocultadas, también nuevo conocimiento que se elabora desde ámbitos complementarios: está la perspectiva médica, pero también la política o la económica. Abordarlo con sentido y sensibilidad es lo que se ha propuesto Silvia Hernando al leer nuevos reportajes, ensayos o poemas sobre la cuestión. También sobre la menopausia.


Hay quien podría pensar que visibilizar este nuevo ciclo de la regla es una demostración más del feminismo radical que aterroriza cabeceras progresistas como la nuestra. Es exactamente lo contrario. El terror es seguir queriendo ignorar. No hay mejor herramienta para repensar la vida del cuerpo que el saber, el arte, la literatura. Provocando incluso, como hicieron en su día los poemas en gallego de Lupe Gómez y que acaban de editarse en castellano.



https://elpais.com/babelia/2024-02-10/la-menstruacion-sale-del-armario.html



viernes, 9 de febrero de 2024

Mi despertar de la conciencia ambiental


Premio Nacional de Narrativa 2023
En la entrevista* a la escritora Pilar Adón (Madrid, 1972) que ha triunfado con su novela ‘De bestias y aves’ (Galaxia Gutenberg), afirma que para ella la naturaleza es un personaje más: " No se trata de un simple fondo o de un espacio útil en el que situar a los demás personajes: su presencia tiene un porqué, y es esencial como elemento generador de inquietud o de calma". Fue su padre quien despertó su conciencia ambiental, lo que la llevó a estudiar Derecho Medioambiental:

Aprendí de mi padre la reutilización máxima. Él nació en 1941 y supo lo que era el hambre y la escasez, pero incluso pasados los años, cuando ya no tenía por qué, seguía guardando cada clavo, cada tornillo, cada cable. Reutilizaba las barras que sobraban de alguna obra, por ejemplo, para orientar la parra. Yo he heredado eso y me cuesta tirar cosas que sé que se pueden usar. Tengo montones de cordones y trozos de cuerdas metidos en cajas, nunca me deshago de una bolsa, un folio, sin darles todos los usos que puedo. Nunca tiro comida, y me veo comiendo los restos de lo que ha quedado de la cena por no desaprovecharlos, lo que puede resultar poco conveniente a veces. Tengo ropa de hace años que sigo poniéndome, y hace mucho que decidí tener una especie de uniforme que consiste en un mismo modelo de jerséis y faldas de los que tengo varias prendas, quita y pon, hechas de tejidos ecológicos o reciclados, y así, además, ahorro tiempo frente al armario.

Suscribo todo lo que dice, aunque en mi caso le debo a mi madre el despertar de mi conciencia ambiental porque era una amante de las plantas y las aves, y fue educada también en el concepto de reducción y reutilización. Precisamente estos días estoy poniendo orden en mis cajones en un intento de ordenar también mi vida y no hay manera de que pueda tirar nada por si acaso, excepto la ropa en la que ya no puedo entrar y que deposito en los contenedores sin saber si acabará siendo reutilizada o contaminando un local de Coslada. Y además hago compost con los residuos orgánicos.

*Pilar Adón: “Me cuesta tirar cosas que sé que se pueden usar”

Eduardo Galeano 

Después de leer el artículo anterior, encontré el escrito de Eduardo Galeano (1940– 015) Me caí del
mundo y no sé por dónde se entra. 

(Para mayores de 50) pero deberían leerlo todos los que sepan leer.   

 https://www.youtube.com/watch?v=V0PBxazDgqo

  Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
  No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.

  Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
 ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
   ¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
  ¡Guardo los vasos desechables!
  ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
   ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
   Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
   ¡Es más!
    ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
    La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
    Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
  ¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
     ¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
     ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
    ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
    ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
      Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
    El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
    El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
    ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
    Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
  No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan .
    Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo’. Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no,  eres un arruinado. Así el coche que tenéis esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!!  Pero por Dios.
    Mi cabeza no resiste tanto.
   Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
   Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
  Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
 ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
    En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
   Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
 Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver.. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
 Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
 Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
  Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
    Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
    Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
  Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero.. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour
    Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de teléfonos móviles. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'Maruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'Maruja' me gane de mano y sea yo el entregado.


miércoles, 10 de enero de 2024

Casa L. Mujeres al descubierto: Emilia Serrano de Wilson

 

Emilia Serrano
Manuel Casal en su blog Casa L comienza este año una nueva sección diaria, Mujeres al descubierto, en la que aportará información de "todas esas mujeres, algunas conocidas, otras menos conocidas y otras olvidadas, ocultas o rechazadas por la historia oficial".

El primer día de enero está destinado a Emilia Serrano (autodenominada Baronesa de Wilson), escritora y periodista española, gran viajera por el continente americano, pero casi desconocida en España. Gran acierto, porque la autora fue la valedora de las mujeres de letras de habla española: durante años, fue rescatando noticias en torno a la vida y la obra de numerosas escritoras contemporáneas, pero también de destacadas filántropas, artistas o heroínas olvidadas.

Su vida estuvo llena de grandes misterios que ella nunca aclaró, ya que fantaseó sobre sus orígenes familiares y su pasado que están llenos de datos contradictorios. Lo que sí sabemos es que poseía una refinada cultura y un buen manejo de lenguas. Hacia 1853 huye exiliada a París seguida de su amante, el escritor José Zorrilla*, con el que tendría una hija, Margarita Aurora, que moriría con cuatro años. Allí se codeó con Eugenia de Montijo y la flor y nata de la intelectualidad y burguesía parisinas.

Fue una auténtica "influencer", una mujer sorprendente, curiosa, aventurera. La audacia, el cosmopolitismo y la formación variada le permitieron trazar en sus viajes poderosas redes sociales y personales que la conectaron con los principales nombres del panorama cultural y político del siglo, hasta el punto de llegar a convertirse en asesora de gobernantes, como el presidente mexicano, Porfirio Díaz, y en historiadora oficial de países como Venezuela o México y en la autora más difundida en las escuelas americanas.

Pura Fernández en su novela 365 relojes. La Baronesa de Wilson recrea la vida de esta extraordinaria mujer que pasó de ser una exitosa empresaria cultural en París, una viajera aclamada en todas las repúblicas americanas y la impulsora de las relaciones transatlánticas entre España y sus antiguas colonias, a morir arruinada y olvidada en Barcelona (1923).

Leed aquí Las perlas del corazón. Deberes y aspiraciones de la mujer en su vida íntima y social (1876).

*La famosa Leila, nombre poético con el que la recordó en sus versos para no descubrir su relación secreta.