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domingo, 27 de abril de 2025

Erasmo de Rotterdam (1530) y Agustín García Calvo (1985), las buenas maneras aplicadas a los niños

El texto De la urbanidad en las maneras de los niños (De civilitate morum puerilium) de Erasmo de Rotterdam, publicado  en 1530 en los Países Bajos y dedicado al Príncipe Enrique de Borgoña, constituye el primer intento de tratamiento sistemático de las buenas maneras aplicadas a la educación de los niños. Enseguida alcanzó un gran éxito, en vida del autor ya había sido traducido al inglés, al francés, al alemán y al checo. Sin embargo, la traducción al castellano no se produjo hasta 1985, con la edición bilingüe latín-español de Agustín García Calvo que incluye un comentario de la socióloga Julia Varela.

La obra de Erasmo está concebida también como una cartilla de buen latín, con los recursos gramaticales y léxicos y los tropos con los que un niño de once años debía estar familiarizado. Dividida en veinte epígrafes, los once primeros se refieren a los usos sociales del cuerpo, es decir, a las necesidades naturales del cuerpo que la civilización obliga a codificar como comer, escupir, estornudar, defecar etc. Sus usos son objeto de una regulación precisa y definida. Se detiene en los ojos, las cejas, la frente, las narices, las mejillas, la boca, los dientes para luego llegar al cabello y más tarde al porte, al andar, al sentarse o estar quedo.

Leyendo el ameno libro que debería leerse en las clases de tutoría, observamos que las costumbres, algunas indecorosas y poco saludables, que nos hacen inciviles no han cambiado a lo largo de estos casi cinco siglos. Hay criterios ideales que marcan la distinción entre bárbaros y civilizados, entre lo que está bien y está mal. Como aparece en la solapa del libro: "Frente a los que sostienen que la educación ha tenido como finalidad primordial el cultivo del espíritu, la saga de obras de urbanidad iniciada por Erasmo muestra más bien que el cuerpo fue y sigue siendo su soporte real, material y simbólico"*.

Sorprende comprobar que Erasmo es mucho más indulgente que las monjas de mi colegio (Ver algunas consideraciones y elucubraciones sobre el adoctrinamiento (y 7), sustituye la represión por la seducción, la orden por el consejo, como se puede ver en sus consideraciones finales:

A quienes les tocó en suerte ser de buena cuna, deshonroso les es no responder a su linaje con sus maneras; aquellos que Fortuna quiso que fuesen plebeyos, de condición humilde y aun campesina, con más empeño aún les toca afanarse en que aquello que la suerte les rehusó lo compensen con la elegancia de sus maneras. Nadie puede para sí elegir padres o patria; pero puede cada cual hacerse su carácter y modales. 

Séame dado añadir a guisa de colofón un preceptillo que a mí me parece casi casi que digno del lugar primero: parte principal es de la urbanidad que, en tanto que tú no cometes falta alguna, fácilmente disculpes las faltas de los otros, y no tengas en menos estima a un compañero por el hecho de que tenga algunas maneras un tanto desaguisadas; pues hay quienes la rudeza de sus maneras la compensan con otras dotes; ni se dan aquí estos preceptos en la idea de que sin ellos nadie pueda ser bueno. Pero si por ignorancia peca tu compañero en algo en todo caso que parezca de cierta importancia, advertírselo a solas y amablemente es de urbanidad.


Aquí puedes leer y descargar la edición bilingüe de Agustín García Calvo.

domingo, 22 de diciembre de 2024

¡Feliz Navidad!: La vida vive y de continuo perece y renace


Peter Hassell, 2024

Para no faltar a la costumbre, como todos los años, os reenvio la felicitación de Peter Hassell acompañada de una máxima latina y de un artículo de Manuel Vicent. 

 VITA VIVIT IVGITERQVE PERIT ET RENASCITVR

                                               Anónimo

        (La vida vive y de continuo perece y renace)


El sabio y sagaz escritor Manuel Vicent, en Divagaciones ante un turrón de coco, nos recuerda que en esencia nada ha cambiado en nuestra cultura desde la época de los romanos.

"Hoy, sábado 21 de diciembre de 2024, a las tres de la madrugada en el hemisferio norte se ha producido el solsticio de invierno. La luz del sol ha empezado a crecer y así lo hará hasta que llegue el verano. Los antiguos romanos celebraban este acontecimiento con las Saturnales, unas fiestas paganas en honor a Saturno, el dios de la agricultura y la cosecha, y que originalmente transcurrían entre el 17 y el 23 de diciembre.
Los romanos también montaban mercadillos en el foro y por allí andarían Horacio, Ovidio y Virgilio comprando regalos, velas, figuritas de barro y dulces tradicionales para amigos y parientes. Por una vez los esclavos se sentaban a la mesa y eran servidos por sus amos, como sucede en la película Plácido, de Berlanga. Las fiestas estaban presididas por la alegría de los niños y por la nostalgia de los ancianos. Como pasaba con la luz del solsticio, unos llegaban a la vida y otros la abandonaban.
De pronto la luz del sol se irá apagando y cuando llegue la noche de san Juan con el solsticio de verano todos nuestros sueños de luz habrán vuelto a empezar o habrán terminado. Estas son divagaciones ante una bandeja de turrones de Navidad".

jueves, 31 de agosto de 2023

De ágil a frágil, a propósito de El licenciado Vidriera


Delirio de cristal, enfermedad mental o realidad

De vez en cuando aparecen artículos en la prensa sobre la enfermedad mental de la nobleza llamada " delirio de cristal", registrada en Europa occidental principalmente en los siglos XV al XVII. El vidrio entonces se consideraba mágico, porque no era fácil comprender cómo la arena podía manipularse para convertirla en vidrio. Quienes lo sufrían pensaban que su cuerpo o parte de él eran de cristal y por tanto podían quebrarse en añicos. El caso más famoso fue el del rey Carlos VI de Francia.

La medicina actual contempla enfermedades genéticas (la osteogénesis imperfecta) y raras (síndrome de McCune-Albright) que hacen que los huesos se fracturen sin motivo aparente y obliga a los enfermos a estar postrados en una cama. La más común es la osteoporosis que disminuye la densidad de masa ósea y hace que los huesos se vuelvan más porosos; afecta sobre todo a las mujeres después de la menopausia, es culpable de la mayoría de las roturas. 

Reflejo en la literatura 


Una de las máximas del mimógrafo y aforista romano Publilio Siro (s. I a.C.) dice:

                Fortuna vitrea est: tum cum splendet frangitur.
           (La fortuna es de vidrio: cuando más brilla se rompe)

La frase, algo tranformada, llegó a ser uno de los emblemas del Renacimiento y el
Barroco, con la concisión propia del género:
                  
                        SPLENDET  DVM  FRANGITVR
                           (brilla mientras se rompe)  
  
Se refiere al proceso de fabricación del vidrio, cuando la ampolla incandescente está en el mayor riesgo de romperse, y suele aparecer en las colecciones emblemáticas con el grabado correspondiente, siempre con el sentido moral del escritor romano.


Cervantes dedicó una de sus Novelas Ejemplares a esta creencia, El licenciado vidriera, que publicó en 1613, años después de El Quijote. El  protagonista es envenenado por un membrillo, como si de la fruta prohibida se tratase, provocándole la "ilusión del vidrio". A mí, el licenciado Vidriera, siempre me pareció tan cuerdo como don Quijote, los dos personajes eran incapaces de desenvolverse en la vida cotidiana y se protegieron en su locura para criticar a la sociedad en la que vivieron. Don Quijote decidió vivir en el mundo de la caballería y el licenciado decidió aislarse para no quebrarse. Ambos se mueven entre la cordura y la locura, entre las armas y las letras, entre la realidad y el deseo, entre la literatura y la vida, pero en lo que atañe a lo demás son muy cuerdos.

Los huesos, como el vidrio, las burbujas, los relojes de arena y las flores marchitas, son un símbolo de lo efímero de la vida en la tierra. El Licenciado Vidriera es, por tanto, una alegoría de la fragilidad en el mundo barroco.

La forma splendet dum frangitur fue usada por Rafael Sánchez Ferlosio para encabezar la segunda parte de su colección de ensayos Las semanas del jardín (1974), título de evidente estirpe cervantina.


De ágil a frágil 

Carmen tenía un cuerpo muy ágil que con el tiempo se volvió extremadamente frágil, pesaba muy poco y siempre estaba dispuesta a subirse a un promontorio para conseguir cualquier objeto que no estuviese a su alcance. De pequeña se subía a los árboles a coger fruta o se encaramaba a un burro sin pensárselo dos veces, aunque terminase en el suelo. No tenía ningún temor a las caídas, ni había sido criada entre algodones. No se amilanó cuando un coche la atropelló con el semáforo en verde y la volteó por los aires, ni cuando poco después se cayó de la mesa camilla a la que se había subido para colocar unos visillos. Los males empezaron con la menopausia y la aparición silenciosa de la osteoporosis, se rompió la cadera en la calle porque, según ella, había tropezado con una raíz de un árbol que sobresalía. En ese momento, creyó oír el ruido de los huesos al romperse como cuando le das un golpe al vidrio y sintió que las ternillas que sujetan los músculos habían estallado como un espejo. A partir de ese momento, el miedo paralizante se instaló en su mente, miedo a caerse y a romperse porque ya le había ocurrido. Y empezó una escalada de roturas: una muñeca, luego el brazo y la otra cadera, para terminar con un cambio de prótesis en la primera cadera; en total, cuatro operaciones que la hicieron dependiente de los demás. Con su buen humor ácido, manifestaba que se había convertido en el licenciado Vidriera. Ya no salía de su casa, su belleza se mantenía protegida entre sus muros como las figuritas de cristal que asomaban tras la vitrina de su salón. Su cuerpo se convirtió en un mírame y no me toques, no quería romperse de nuevo. Antes era firme y ligera, de carne y hueso; ahora, inmóvil y lábil, de cristal. 

lunes, 23 de enero de 2023

VNA SALVS, Virgilio

 

VNA  SALVS   

 Es de un verso de Virgilio (Eneida II 354). El hexámetro completo dice:

                        Una salus victis nullam sperare salutem.   (‘la única salvación para los vencidos es no esperar ninguna salvación’) 

     Lo dice Eneas en el momento crucial de la Iliupersis o destrucción de Troya. El héroe ha reunido un puñado de jóvenes para intentar una defensa desesperada frente a los griegos y les lanza una arenga que acaba con las palabras citadas. La frase anterior dice: Moriamur et in media arma ruamus (‘muramos y lancémonos en medio de las armas’, con su razonable hýsteron-próteron incluido); es, por tanto, un exhorto a ‘morir matando’ o ‘vender caras sus vidas’, como dicen los tópicos bélicos, que cumplirán efectivamente muriendo todos ellos, menos Eneas, claro, que es el chico de la peli.

     Durante mucho tiempo tomé el verso Vna salus… como un lema, olvidando la parte anterior por su militarismo suicida. Lo sentía como una última rebelión negativa frente a la derrota vital que nos suele acontecer al llegar a la mediana edad. La tranquilidad de la desesperación permite sentarse al borde del sendero y ver pasar cadáveres de amigos y enemigos, sin saber tampoco si eres uno de ellos, pero ya no importa.

      Al cabo, sin embargo, como también suele ocurrir, se empieza a ver todo con la distancia que va procurando la edad, y por tanto con mayor ironía, incluido uno mismo.

      Un anónimo tardío (y por ello, como es habitual, muy inferior al verso virgiliano que remeda) evoca un sentimiento semejante al que ahora refiero:

                       Una salus victis risum reputare salutem.

   (‘la única salvación para los vencidos es considerar la risa como una salvación’)

     Pero ya no es tiempo de lemas vitales ni divisas blasónicas, y en este resbaloso mundo nuestro las ideas y las palabras son también escurridizas y multiversas. En otra ocasión podremos ver alguna más.


miércoles, 23 de noviembre de 2022

Preferiría no hacerlo (agere nolim)


" Preferiría no hacerlo" es otra de mis frases favoritas que pocas veces he pronunciado en alto y que he tapado con excusas de todo tipo, sustituyéndola por "preferiría que", dándole un tono condicional. Se trata de una expresión que demuestra más que falta de voluntad y de comunicación, una insatisfacción tremenda que sale de lo profundo del alma, por eso no es bien aceptada ni en el entorno laboral o familiar, ni con los amigos. No refleja pasotismo ni vagancia ese extraño símbolo de rebeldía individual que termina con altos costes personales. 

Melville no obtuvo éxito con Moby Dick. Acabó aceptando un trabajo administrativo en un despacho de aduanas. De ese tiempo saldrían relatos como  Bartleby, el escribiente (1853), protagonizado por ese hombre que se enfrentaba a la vida con una educada obstinación atrincherado en su frase predilecta: “preferiría no hacerlo"*. En latín: "agere nolim" y en estos tiempos: "no quiero hacerlo" o "no me da la gana hacerlo”.

 La historia de Bartleby empieza con un tono de humor que va perdiendo a medida que avanza la historia, es contada a través de un abogado de nombre desconocido. En su oficina en Wall Street (Nueva York) tiene tres empleados, los dos escribientes apodados Turkey («Pavo»), Nippers («Pinzas») y Ginger Nut («Bizcocho de jengibre») de doce años, que es el chico de los recados. Pero los dos escribientes no son suficientes y pone un anuncio para contratar un nuevo empleado. Bartleby se presenta y es contratado de inmediato. Su figura es descrita como «pálidamente pulcra, lamentablemente respetable, incurablemente solitaria». El antagonista es el jefe que rompe los estereotipos al tratar a sus subalternos de manera comprensiva y cariñosa, que pretende establecer por todos los medios una comunicación, sin conseguirlo, con el escribiente. Finalmente, tendrá que cambiar la sede de su oficina para quitárselo de encima, sin dejar por eso de preocuparse por él. 

Todo el rencor y amargura de Melville se refleja en el protagonista que se presenta como su alter ego, que poco a poco se va distanciando de la sociedad porque se niega a hacer lo que los demás esperan de él. Al principio muestra diligencia, pero luego la rebeldía se convierte en una resistencia pasiva, que le lleva a vivir sin deseos ni emociones, sin pasado ni futuro. Se ha convertido en un estoico alienado que acepta lo que se ha buscado: la muerte por inanición en la cárcel.   


El relato, que se lee de un tirón en poco tiempo se presenta como precursor del existencialismo y de la literatura del absurdo donde aparecen otros antihéroes que aceptan su destino sin inmutarse: Gregor Samsa (La metamorfosis),  El extranjero de Camus, los personajes de Samuel Becket o  El desierto de los tártaros de Buzzati que casi un siglo después, en 1940, analiza a este militar sin atributos para hacer una crítica más explícita del trabajo tedioso y monótono, sin esperanza que consume la vida. En el 2000, Vila-Matas publicó Bartleby y compañía, donde llama bartlebys a aquellos escritores que renunciaron, por diversas razones, a seguir escribiendo.


Durante los tiempos de Occupy Wall Street (en español Ocupa Wall Street o Toma Wall Street), el filósofo esloveno Slavoj Žižek propuso "Preferiría no hacerlo" como lema oficial del movimiento: estos indignados, como Bartleby antes que ellos, utilizaron la inacción como motor revolucionario para convertirse en palos en la rueda del capitalismo. 

 Una frase y un personaje así se presta a múltiples interpretaciones. Que cada uno elija la suya. Hay muchas razones que llevan al silencio. Tal vez Bartleby sea un enfermo de autismo y depresión en una sociedad capitalista.

* En inglés, I would prefer not to do it. 

Puedes leer el texto aquí


lunes, 4 de julio de 2022

Lubricán, Blog La llave del mundo y ejercicios para ampliar vocabulario


 La palabra lubricán, sinónimo de crepúsculo de uso sobre todo literario, aparecía en 1499 en el Diccionario eclesiástico de Fernández de Santaella definido como la ora cerca dela noche. que el vulgo llama entre lubrican de lubrico. por que es ora dispuesta a resbalar y caer y tanbien se dize crepusculum ala mañana’. La etimología de ese antiguo diccionario es errónea, la vincula con lubrico ―del latín lubricus 'resbaladizo'― porque supone que la gente se puede resbalar a esa hora, tal vez por la falta de luz. Lo cierto es que lubricán es un vocablo de origen pastoral formado mediante una composición del latín lupus (lobo) y canis (perro), aludiendo al hecho de que a esa hora, con tan poca luz, los pastores no son capaces de distinguir un lobo de un perro.  

La palabra me ha llevado al blog 365palabras.blogspot.com, La llave del mundo, que nos ofrece la definición, significado, etimología, origen, ejemplos, sinónimos y citas de palabras raras, palabras curiosas, palabras divertidas, palabras hermosas y palabras interesantes para cada día del año. 

También aparecen textos para ser usados en clase. Os presentamos en esta página un texto de nuestro custodio NICTEMERO, que con gran maestría ha logrado aglutinar coherentemente un montón de palabras recientes de La Llave del Mundo (en rojo) en un texto francamente fresco y divertido. No tiene desperdicio, disfrutadlo (ahora, por capítulos y ampliado).

 

El ñango desparramado por el suelo había atafagado a todos los presentes en la cena de despedida. Era un olor insoportable.

Aunque lo cierto es que la mayoría de asistentes eran pelafustanes con aspecto astroso  incapaces de enarmonar ningún tipo de queja al ínclito anfitrión organizador de la cena, que con cariño a sus invitados había preparado y servido un ciquitroque aderezado con paprika que lo hacía gustosísimo , añadiendo alcauciles de Aragón, el dueño de la casa empezaba a sentir el pródromo que anunciaba una próxima enfermedad.

En el ambiente flotaba una especie de ectoplasma que aunque la vitróla seguía desgranando canciones para amenizar, producía una extraña sensación en los presentes, y no hacía la situación precisamente desopilante.

Para aliviar la tensa situación ordenó al ñengo criado que utilizase rápidamente la aljofifa para limpiar rápidamente el suelo, no solo para evitar los malos olores sino, también para evitar la sanción que sin duda le aplicaría el veedor cuando inspeccionase el recinto.
Este último personaje tenía fama de garrulo aficionado a gulusmear por la cocina y seguro que rápidamente se daría cuenta del tema.

El criado cubierto con una especie de greba para protegerse de la suciedad, dejó de candonguear y comenzó a la limpieza.

La anfractuosidad del suelo, a pesar de la profesionalidad del limpiador gracias a la didascalia de su empleador, dificultaba la netedad. El ñengo servidor coñaceaba con ímpetu el pavimento pero la suciedad se abroquelaba en defensa de su natural misión, enmendar entre los pliegues del pavimento

El gatuperio estaba servido, no había solución alguna, Ni la xenoglosia del chozno sería capaz de evitar la ira y la multa del veedor. Los comensales empezaron a desfilar con lentitud abandonado el recinto del ágape, mientras el ínclito y el ñengo lloraban su desgracia vertiendo gruesas lágrimas que ensuciaban todavía más, si fuese posible, el anfractuoso suelo.

La única solución para atenuar la tensa situación fue llamar a la perendeca de turno para que con las hojas de la matalahúga traída de Oriente intentase atafagar al zurambático criado antes de que preso de ira soltase el arraclán entre los presentes. Con esta actitud el dueño de la casa pretendía acrisolar dentro de lo posible la dramática situación, circunstancia que no había conseguido con el generoso rioja servido con el tragavino.

viernes, 12 de noviembre de 2021

Soy una tiquismiquis


Mi amigo G. me estaba ayudando a colocar una estantería en un armario y yo estaba empeñada en darle un sobre con cinta de carrocero para ponerlo debajo de la broca y así evitar la arenilla en la pared y el suelo (el truco lo había visto en Bricomanía y funciona). Harto de mi insistencia, me dijo: Eres, eres... Como temía que dijese insoportable, le ayudé: tiquismiquis. Al rato le observo oliendo un plato antes de usarlo y me dice que no le gusta utilizar la vajilla si huele a viejo. Total, una pareja de tiquismiquis. Una por insistente y maniática, y el otro por escrupuloso.

Esta palabra tan sonora y casi desusada puede escribirse separada, tiquis miquis. Se usa como adjetivo y como sustantivo. Tiquismiquis es de esas expresiones que, como ‘todo quisqui’, se inventaron en español como alteración de otra latina similar*. Deriva del latín vulgar "tichi michi", que es modificación del dativo de las personas 2ª y 1ª de singular "tibi mihi" (para ti, para mí). Para el pueblo llano la palabra adquirió en un momento determinado la connotación de quien, con sus excesivos latinajos, nos resulta del todo pedante e insufrible. Con el tiempo, el tiquismiquis dejó de saber latín, y entonces se hizo sinónimo de melindres o remilgado.

*Quisqui viene de quisque, que es una palabra del latín que significa «cada uno» o «cada cual».

Para saber más: El arca de las palabras, este blog trata de recuperar las palabras que escuchábamos de pequeños  y se han ido perdiendo por falta de uso, todo un esfuerzo por el placer de nombrarlas y darles vida nuevamente. Presenta un práctico índice.

domingo, 16 de mayo de 2021

Viñeta de Max: ¡Viva el latín!


 

viernes, 26 de febrero de 2021

Un informativo con subtítulos en latín

 

Momento mítico en los anales de la televisión: Desde Galicia (Gallaecia) nos llega una entrevista con subtítulos en latín en un informativo. Irene Vallejo, que ya lleva más de 200.000 ejemplares vendidos del ensayo El infinito en un junco, celebra y reivindica la importancia de las Humanidades, como la historia, la literatura, el latín o el griego: "No hay nada más alejado de la muerte que las lenguas".

 Gratias tibi ad infinitum!

miércoles, 9 de diciembre de 2020

"Aut liberi aut libri", la elección de los filósofos


"Aut liberi aut libri" literalmente significa "O niños o libros"; en sentido figurado, supone la elección entre la vida doméstica y la vida de la mente. El aforismo aparece por primera vez en El crepúsculo de los dioses de Friedrich Nietzsche, filósofo misógino* que nunca logró forjar una relación seria con una mujer. No podemos saber si él fue el creador o la recogió de otros filósofos, lo que sí sabemos es que la mayoría de los grandes hombres de la filosofía (y de las pocas mujeres que lo han sido) nunca disfrutaron de la paternidad. En la antigüedad ni Platón ni Sócrates tuvieron hijos, Platón pensaba que los padres están capacitados para tenerlos, pero no para educarlos. Tampoco dejaron descendencia los filósofos modernos de los siglos XVII y XVIII: Hobbes, Locke, Hume, Adam Smith, Descartes, Spinoza, Leibniz, Kant, Bentham.... Entre ellos destaca el comportamiento de Rousseau que abandonó en un orfanato a los cinco hijos que tuvo con una criada analfabeta, a pesar de escribir el Emilio, un libro sobre la educación de los ciudadanos. El filósofo alemán Arthur Schopenhauer jamás pudo comprobar empíricamente su teoría de que la inteligencia se heredaba de la madre, mientras que el carácter del padre. Contemporáneos como Sartre, Foucault, Deleuze o Vattimo también escaparon de las redes del matrimonio.

El que parece sí estuvo casado fue Aristóteles, que llegó a tener dos descendientes, su obra Ética a Nicómaco estaba dedicada a uno de sus hijos. Fernando Savater hizo lo propio con Ética para Amador, una conversación con su hijo y, por ende, con toda la humanidad.


Pierre Riffard, en su libro  Los filósofos: vida íntima, apunta como una razón de peso que el 68% de los filósofos quedó huérfano antes de los cinco años. De tal manera que educa a la humanidad quien, de niño, no ha tenido educación. Los filósofos, además, no suelen ser hijos de papá (pocos filósofos son hijos de filósofos). Ni niños precoces. A la filosofía se llega tarde, porque es un trabajo de madurez y de maduración. Riffard se toma la molestia de comparar las fechas de publicación de las obras maestras de 21 grandes filósofos y concluye que la media de edad para la publicación de su obra es de 42 años. Para ser reconocido como filósofo, hay que adoptar la lengua cultural dominante (griego, latín, árabe, francés, alemán, inglés) y rechazar la religión dominante (los escolásticos no lo hacen, y se pasan a la teología). En todo caso, para un filósofo la familia intelectual (maestros, colegas) cuenta más que la familia doméstica (padres y hermanos) o la familia conyugal. Parece que el filósofo prefiere la relación lógica a la relación sexual.

Resumiendo, los filósofos se sienten abrumados por la responsabilidad de la paternidad y piensan que su labor científica se vería obstaculizada por la vida doméstica. Prefieren ser profesores antes que padres. Otras razones para huir del matrimonio serían la misantropía, la misoginia, la vida monástica, la rareza, los problemas mentales, la homosexualidad... Las mismas que las del resto de los mortales que prefieren permanecer solteros, que no solitarios, y asumir la decisión de no ser padres de forma consciente, aunque estén cometiendo la gran equivocación de su existencia. Ejercen la paternidad como padres de sus propios alumnos y de los futuros, de ahí que muchos sigan teniendo el apellido del padre intelectual (platónicos, nietzscheanos, heideggerianos, volpianos... ).

*http://www.alonsofia.com/fn/docsFN/Nietzsche%20misogino.pdf

Para saber más: https://www.milenio.com/opinion/julieta-lomeli-balver/lo-bello-l

o-triste/al-papa-filosofo

https://elpais.com/elpais/2017/04/27/icon/1493301741_726476.html

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20191015/47902385034/nietzsche-mujeres-filosofia-pensamiento.html

viernes, 31 de julio de 2020

Versión en latín de Smells like teen spirit de Nirvana

Smells like teen spirit tal vez sea la canción más versionada de Nirvana, el vídeo de The miracle aligner nos trae una versión en latín que respeta en lo posible el original añadiendo algunos giros. El estribillo pasa de hablar de «un mulato, un albino, un mosquito, mi libido» a «un bárbaro, un albino, un mosquito y mi libido». El latín con acentos es bastante macarrónico.


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viernes, 20 de septiembre de 2019

Cat Stevens: O Caritas, una canción en latín contra el cambio climático


Esta vez regalo una canción del polifacético Cat Stevens* (hoy llamado Yusuf Islam), especialmente, a los profesores de latín y, de paso, a los de biología. A mí me vino muy bien cuando la utilicé el primer año de mi vida profesional en el que me tocó dar Latín en Bachillerato, asignatura para la que no estaba especialmente preparada (pido perdón a todos los que me padecieron). Recuerdo con emoción la alegría de una alumna al oírla después de una charla inicial sobre la utilidad de esta lengua que no está tan muerta dada la importancia del latín en nuestra cultura. Y, qué narices, que sin tenerla aprobada no podrían cursar COU.
O caritas, perteneciente al álbum "Catch Bull at Four" de 1972, fue compuesta en latín e inglés. No sé si la traducción que incluyo es buena o macarrónica, pero espero que sirva para entender esta canción que entronca con la filosofía hippy (rebeldía, paz y amor ante un mundo cruel), al mismo tiempo que nos advierte de los peligros de su destrucción por el hombre y nos acerca a los actuales jóvenes indignados que asumen hoy la lucha contra el calentamiento global del planeta. Resulta curioso que los jóvenes estén ahora más cerca de la ideología de sus abuelos que de la de sus padres.


No quiero perder la armonía del universo.
Veo todas las cosas ardiendo, me escucho gritando.
Ahora es la luz del mundo y las estrellas las que se apagan.
Ahora la culpa de todo este desastre recae sobre los hombres.
El sufrimiento es intenso con lágrimas y tristeza.
Grandioso es el ruido de la tierra y los océanos.
Oh amor!, oh amor!,
quédate por siempre con nosotros.
Los que falleceremos saludamos a la muerte.
La vida sigue su rumbo sola!
(
bis)

Ah, este mundo se está quemando rápidamente.
Oh, el mundo nunca durará.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo.
No quiero perderlo aquí,
en mi época.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre.
Dame tiempo para siempre aquí,
en mi época.

Como coda, otra canción dedicada a su primer hijo: Rubylove, esta vez a ritmo de sirtaki con una estrofa en griego moderno.


Quién será mi amor
Tu serás mi amor
Tu serás el cielo sobre mí
Quién será mi luz
Tu serás mi luz
Tu serás mi día y noche
Tu serás esta noche mía
Roupi Glukeia.
(Rubí dulce regresa)
Ela xana konta mou
(Regresa a mi lado)
Ela prwi, Me thn augh
(Entra en la mañana con el alba)
Esu soun san hliou actida
(Tu eras como un rayo de sol)
Rouph mou mikrh
(mi pequeño Rubí)
* Steven Demetre Georgiu (Londres, 1948) de padre grecochipriota y madre sueca, estudió Bellas Artes, algunas de las portadas de sus discos son obra suya. Sus canciones reflejan su interés por la música clásica, brasileña, latinoamericana, rock, y las canciones tradicionales de la tierra de su padre. En 1977 se convirtió al Islam y abandonó la música, por lo que recibió numerosas críticas. Retornó en 1990, después de haber sido duramente criticado por unas supuestas palabras suyas contra Salman Rushdie.

martes, 12 de febrero de 2019

Vespasianas (urinarios)


Entre todos los sinónimos de urinario (lavabo, servicio, excusado, retrete, aseo, baño, tocador, wáter, letrina. garita, letrina, retrete, evacuatorio, servicio, mingitorio) el primero que me vino a la mente para mi entrada en el blog sobre el que colocó el Ayuntamiento delante de las Salesas Nuevas fue el de urinario porque me parecía menos eufemístico y más arcaico. Le podría haber llamado vespasiana, que apenas se usa en castellano, pero el de san Bernardo era gratuito.

Vespasiana es una palabra que no está recogida en el DLE, aunque sí en el Diccionario de americanismos, que la considera un chilenismo en desuso. Se denominaba así a una pequeña construcción que albergaba un urinario público para hombres. Recibió este nombre por el emperador romano Vespasiano (69-79 d.C.), quien, en su afán recaudatorio, creó un impuesto sobre la orina que utilizaban los artesanos para curtir pieles y blanquear telas. Suetonio recoge que cuando su hijo Tito le recriminó la idea, el emperador le puso delante una de las monedas recaudadas y le preguntó si le olía mal. Al negarlo Tito, Vespasiano respondió: "Pecunia non olet" (el dinero no huele). Frase que se emplea en nuestros días para señalar con cinismo que el dinero vale lo que vale, independientemente de la nobleza o vileza de su origen. El nombre de Vespasiano se asocia todavía hoy a los urinarios públicos: Francia (vespasiennes), Italia (Vespasiani) y Rumanía (vespasiene).
 Entre otros, la célebre sentencia de Vespasiano aparece en el relato Sarrasine de Balzac en relación con la misteriosa procedencia de la fortuna de una familia parisiense. Asimismo, es probable que Scott Fitzgerald aludiese a ella en su novela  El gran Gatsby, cuando se refiere al dinero como "no olfativo". Non olet también es el título de un libro de ensayos del escritor español Rafael Sánchez Ferlosio donde reflexiona sobre las luces y las sombras del beneficio económico.

lunes, 24 de abril de 2017

Cacoethes loquendi/cacoethes scribendi

Cuando oí por primera vez la expresión "cacoethes loquendi" me quedé prendada de ella. Como tengo una ligera dislexia y tiendo a cambiar de sitio las sílabas y letras que oigo o escribo por primera vez (además de que si no sé una cosa, me la invento), en mi cabeza se quedó grabada como "cacahuetes para los loros" o "cacatúas". 
Para mayor claridad, después de consultar con un experto, dejo aquí sus sabias palabras:

"Cacoethes es una palabra latina tomada del griego y formada por kakós 'malo' y êthos 'modo de ser, carácter' y significa 'mala costumbre, manía'; loquendi y scribendi son genitivos de gerundio; por tanto, cacoethes loquendi significa 'manía de hablar' y cacoethes scribendi 'manía de escribir'. En "Diccionario de expresiones y frases latinas" de Herrero Llorente (Gredos, varias ediciones) están recogidas las dos frases. La  expresión cacoethes scribendi  está en Juvenal (s.II d.C.), Sátira VII 52:  insanabile scribendi cacoethes 'incurable manía de escribir' (esa sátira está dedicada a la mala situación de los escritores, en su época como en todas). La palabra cacoethes aparece también en otros autores latinos, y ya antes en los griegos. No he encontrado citas de c. loquendi en autores antiguos latinos; pero la expresión está en el latín culto moderno, y puede ser (digo yo) de origen medieval o humanista, quizá creada a partir del verso de Juvenal".

Esta fiebre u obsesión por hablar o escribir es irrefrenable y afecta sobre todo a los escritores y a aspirantes a serloNada que ver (eso espero) con la grafomanía, enfermedad mental que se expresa en la pasión de una persona para escribir sin habilidades literarias. Pensándolo bien, prefiero padecer verborrea antes que gonorrea y grafomanía antes que ninfomanía. 

sábado, 17 de diciembre de 2016

Adjetivos terminados en -ando/a y en -endo/a y afines

La mayoría son cultismos que proceden del participio pasivo latino llamado "de obligación", formado con la terminación -ndus -a -um: servandus 'el que ha de ser salvado', amanda 'la que debe ser amada', dicendum (neutro) 'lo que ha de ser dicho', que a menudo se pueden traducir en forma refleja 'lo que se ha de decir' o directamente activa 'lo que hay que decir', 'el / al que hay que salvar', etc.; a veces se usa el giro 'digno de': amandus 'digno de ser amado', o incluso un adjetivo en -ble: 'amable', etc.  Estos participios latinos entran en la llamada "conjugación perifrástica pasiva", con el verbo sum: patria servanda est 'la patria ha de ser salvada', 'hay que salvar a la patria'; “la virtud ha de ser cultivada por mí” (en activa “tengo que cultivar la virtud”); otros ejemplos famosos son la frase atribuida a Catón el Viejo "Delenda est Carthago" ('C. ha de ser destruida'), y el célebre artículo de Ortega en el periódico El Sol "Delenda est Monarchia", que ha llevado a usos como "algo delendo".
Este participio en -ndus ha derivado también a las formaciones latinas llamadas gerundio y gerundivo, que servían para complementar las funciones del infinitivo cuando no hacía de sujeto ni de objeto.  El ablativo del gerundio  latino ha dado origen al gerundio castellano (amando 'amando', audiendo 'oyendo')
Las palabras terminadas en -ando/-a y -endo /-a se pueden agrupar en tres grandes grupos:
1.      Adjetivos verbales con "base verbal directa" en español: sumando (de sumar), educando, graduando, examinando, tutorando, memorando,  ordenando, consagrando, execrando, venerando, laureando, alfabetizando; y los que no la tienen en español sino en su original latino: tremendo (del latín tremo -ere 'temblar, temer mucho'), nefando (que no se puede decir), reverendo, vitando,  estupendo, horrendo, pudendo…
2.      Adjetivos sustantivados masculinos que indican términos matemáticos: sumandos,  sustraendo, minuendo, multiplicando, dividendo. Sustantivos femeninos que en origen eran plurales neutros latinos en –a, en los que cuesta más ver el valor pasivo de obligación: molienda, prebenda, leyenda, vivienda, hacienda (y el derivado faena)…
3.      Nombres propios que no suelen evocar su sentido original ni siquiera para algunos de los cultos que usan estas palabras: Amando -a, Servando, Miranda  'admirable'.
Como hemos visto, por su origen, estas palabras no deben confundirse con los gerundios, forma verbal no personal, aunque algunos gerundios españoles se han sustantivado, por ejemplo en el lenguaje jurídico: el considerando, el resultando (según los considerandos de la sentencia, el resultando cuarto del fallo).
Algunas expresiones de formación parecida como a sabiendas, en volandas, no tienen que ver directamente con los adjetivos en -ando/-endo, sino que parecen formaciones analógicas de las locuciones adverbiales del tipo a oscuras, a solas, a hurtadillas...
En cualquier caso estas palabras parecen "exterminandas" (que deben ser exterminadas) porque en la escritura práctica y en el análisis morfológico resultan una jodienda.  

domingo, 24 de enero de 2016

Un libro de emblemas y google

Hace unos días compré en las rebajas un libro de emblemas: la Enciclopedia Akal de Emblemas españoles ilustrados, que es parcialmente accesible en google  a través de su título. Un emblema es una frase, generalmente en latín, acompañada de una explicación y un grabado alusivo. La frase, o lema, que suele aparecer en el grabado, procede de la Biblia o algún autor clásico, y encierra una lección moral o política, y a menudo directamente religiosa. Este género, o subgénero, se extiende durante el s XVI, a partir del italiano Andrea Alciato, y se cultivó hasta finales del XVII. Los libros de emblemas fueron usados por los predicadores para sus sermones, los escritores para sus creaciones, los pintores, etc.  Se los considera un avance en la extensión de la cultura de la imagen, al estar cada frase que se comentaba acompañada de una figura, aunque las ilustraciones no siempre fueran de gran calidad.
    En el índice del libro aparecía una frase atribuida a Lucrecio: NIHIL MAGNUM LONGO NISI TEMPORE (nada grande hay sino tras mucho tiempo). Está en un libro de emblemas publicado en España hacia 1600 por el célebre lexicógrafo Covarrubias. En el grabado se ve una gran palmera con un elefante, en un paisaje árido. La lección moral es evidente: aun en un ambiente hostil, con el tiempo, se pueden dar grandes árboles, como la palma y sus dulces frutos, y los mayores animales; o sea, las grandes obras requieren tiempo, paciencia, trabajo, sacrificio...

 El propio Covarrubias atribuye la frase original, en una versión más amplia, a Lucrecio, sin concretar en qué pasaje. Como sé que existe un grupo de entusiastas seguidores de Agustín García Calvo, que se reúne todos los miércoles para dar una clase de latín, y está trabajando sobre Lucrecio, me dirigí a ellos para saber si sabían a qué pasaje se refería: no pudieron, porque no está en el De rerum natura. Buscando en Internet averiguaron que responde a 2 hexámetros que dicen:
                                      At rerum natura parens nil edere magnum
                                     spectandumque solet, longo nisi tempore adultum.

   (Pero la madre natura de todo no suele producir nada grande y digno de verse, si no ha crecido   largo tiempo)
En otras versiones del texto, en vez de At aparecen Nam (pues) o En (he aquí que), que apenas cambian el sentido. Estos versos fueron escritos a principios del s XVI por un humanista italiano conocido como Pietro (o Pierio) Valeriano, de apellido Bolzani, dentro de un poema latino y con un contexto que quizá algún día podríamos ampliar. La resonancia lucreciana "rerum natura", al correr estos versos sacados de su original y sin nombre, como suele ocurrir, hicieron al erudito hispano atribuírselos sin más a Tito.

En la segunda imagen  aparece la explicación de Covarrubias. Si os fijáis, a la derecha hay otro emblema: una pareja bajo un yugo con el lema  Pressi iugo gemuere, o sea, 'Oprimidos por el yugo gimieron'; se refiere a los casados que, tras las alegrías iniciales, se sienten agobiados bajo el yugo con-yugal. 
Me encanta que una casualidad absurda, una anécdota sin importancia, nos haga entrar en una madeja enrollada que, poco a poco, gracias a la ayuda inestimable de personas versadas en la materia y con el apoyo de las nuevas tecnologías, se vaya desenmarañando y pasado mucho tiempo aporte nuevas luces a la oscuridad.

domingo, 16 de mayo de 2010

Poemas visuales, Caligramas

Para trabajar saber más de los caligramas visita esta página:
http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/PROPUESTAS_LECTURA/VANGUARDIAS/caligramas/caligramas.htm
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