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domingo, 6 de febrero de 2022
Blog El rincón del arte: El calendario de Apeles Mestres
martes, 13 de abril de 2021
El paso y el peso del tiempo en la pintura de Amalia Avia
La noticia del periódico (En busca de la Malasaña desaparecida de la pintora Amalia Avia) informaba de que José Manuel Avia, el sobrino de la pintora Amalia Avia, está intentando, antes de que desaparezcan, encontrar las localizaciones de todos los cuadros que pintó sobre Madrid hace 30, 40 o 50 años, para crear un mapa del Madrid de Amalia, que ha empezado con abundante información gráfica sobre la zona de Malasaña. Así se cierra el círculo, Amalia fotografiaba con su familia en blanco y negro los lugares que le llamaban la atención para luego recrearlos en el estudio de su casa y ahora su sobrino Nel los fotografía para que sepamos cómo están en la actualidad. Los dos tratan de retratar el paso y el peso del tiempo.
San Vicente Ferrer, 15 tal y como lo pintó Amalia Avia y tal y como está en la actualidad |
Amalia Avia (1930, Santa Cruz de la Zarza, Toledo-Madrid, 2011) empezó como pintora en la década de 1950 en el estudio de Eduardo Peña en Madrid. En esos años empieza a conocer a muchos de sus amigos y posteriores compañeros de generación: Esperanza Parada, Antonio López, Julio López Hernández y, sobre todo, Lucio Muñoz, con quien se casa en 1960. Amalia Avia, figura esencial en el arte contemporáneo en España, madre de cuatro hijos*, escribió en sus memorias (De puertas adentro) las puertas de una vida llena de contrastes, teñida de tonos oscuros pero también de luces brillantes.
La pintura de Amalia es la crónica apagada de lugares humildes de la ciudad. Percibe como nadie la erosión, la vejez del Madrid de la posguerra, con una paleta de colores donde predominan los tonos grises y ocres, con un tinte expresionista aunque falten los personajes humanos. Calles, muros, puertas, balcones, rótulos, desconchones, suciedad y relieves. También el mundo interior, de puertas adentro, su casa, su habitación, sus sillas, sus cuadros, sus fotos. Arte y vida, mundo irreal y mundo real, cuadros y fotos. Pintura de la ausencia. Huellas del hombre en el tiempo.
De puertas adentro, apuntes sobre Amalia Avia from Nicolas Muñoz on Vimeo.
martes, 16 de julio de 2019
José Luis Pérez Santiago, pintor y copista
Vista de la rotonda de "Goya alta" del Museo del Prado |
Vista del interior de San Antonio de los Alemanes |
lunes, 27 de mayo de 2019
Escritores famosos que pintaron
Escritores españoles
General Torrijos |
Galdós, Vapores en la bahía de Santander |
En la historia de la literatura española hay bastantes ejemplos de escritores que amaban también la pintura. En el siglo XIX destacan el Duque de Rivas, Gustavo Adolfo Bécquer, Galdós y Santiago Rusiñol. Preparando esta entrada, he descubierto que al Duque de Rivas autor del drama romántico Don Álvaro o la fuerza del sino (1835), fue historiador, estadista y director de la RAE, y aún le quedó tiempo para pintar, a él le debemos el retrato del general José María Torrijos (1825). Tampoco sabía que a Galdós le gustaba pintar acuarelas de paisajes y marinas y que dibujó muchas caricaturas e ilustró partes de sus novelas.
G.A. Bécquer, Los muertos de risa |
Rusiñol, Jardín de las Elegías |
JRJ, Bodegón con uvas |
Juan Ramón Jiménez |
En el siglo XX, Juan Ramón Jiménez estudió el bachillerato de arte y dejó Huelva para ir a Sevilla para desarrollar su carrera como pintor que abandonó para estudiar Derecho como quería su padre.
Miguel Hernández retratado por Buero Vallejo |
Acuarela de Günter Grass |
Citaremos aquí algunos nombres, recordando que no están todos los que son. Antes del siglo XX: William Blake, Hoffmann, Dante Gabriel Rossetti, Víctor Hugo, Johann W. Goethe, Washington Irving, Nicolas Gogol, Tolstoi, Thackeray, Mark Twain, George Sand, Charlotte Brontë, Lewis Carroll.
sábado, 25 de mayo de 2019
Pintura y poesía (ut pictura poesis)
La poesía y la pintura. Francesco Furini. |
La entrada anterior se refería a la redacción de nuevas cartelas para los cuadros del Museo del Prado, aprovechando la simbiosis que siempre ha habido entre la poesía y la pintura, dos artes complementarias que pueden versar sobre un mismo tema. Una relación que, en el terreno literario, va de la reflexión a la descripción, de la glosa interpretativa a la generación de un relato. Una forma de dar voz a las imágenes contenidas en las pinturas. Un modo de emparejar la pluma con el pincel.
Los artistas no se conforman con un lenguaje único ni una sola manera de mirar. A lo largo de la historia, los escritores han buscado su fuente de inspiración en el arte y los pintores han ilustrado las obras de los grandes escritores. De tal manera que nos encontramos con pinturas escritas y con poemas ilustrados, pinturas de poetas y poesía de pintores. Aquí solo recojo, a modo de resumen, algunos ejemplos que me han sorprendido gratamente. Los que aparecían en los libros de texto que he utilizado los recoge el documento de slideshare:
Empezó por hacer un escudo grande y pesado; lo labró con arte por todas partes; alrededor le adosó un triple reborde brillante, y a partir de éste, un tahalí de plata. Cinco eran las capas del escudo, en el que hacía sus obras de arte con ingeniosa inventiva. Allí cinceló la tierra: allí, el cielo: allí, el mar: el sol infatigable, la luna llena; allí, las constelaciones todas, de que el cielo se corona: las Pléyades, las Híades y la fuerza de Orión; la Osa, a la que llaman Carro por otro nombre; ella gira sobre si misma y contempla a Orión: sólo ella no tiene parte en los baños del océano. Allí labró dos ciudades de hombres mortales, ciudades hermosas las dos. En la una se celebraban bodas y festejos. A las novias las llevaban por el pueblo desde sus aposentos, bajo antorchas encendidas y al son de muchos cantos nupciales. Los mozos daban vueltas bailando, mientras entre ellos las flautas y las liras hacían oír sus sones. Las mujeres del pueblo, cada una en el portal de su casa, los contemplaban admiradas.
una figura humana
anónima,
embebida
en la amenaza del mar
o en los abismos
de montañas sin límite.
Lo demás es la niebla,
las voces de la luna,
el incierto color de la mañana
y del ocaso,
los árboles desnudos.
Lo demás es silencio,
es el adiós, la pérdida.
Frida Kahlo:
Una de las técnicas vanguardistas más interesantes del siglo XX es el caligrama (del francés calligramne), un poema, frase, palabra o un conjunto de palabras cuyo propósito es formar una figura acerca de lo que trata el poema, en el que la tipografía, caligrafía o el texto manuscrito se arregla o configura de tal manera que crea una especie de imagen visual.
6. Pintar la poesía con el pincel de la pintura
El libro A la pintura (1948) de Rafael Alberti, es un mosaico de impresiones, figuraciones y semblanzas sobre pintura y pintores, donde busca la perfecta unión entre pintura y poesía, quiere que sus palabras creen la sensación de estar contemplando la obra de arte. Un ejemplo de esta unión lo vemos en el poema "El Bosco", donde el poeta no solamente alude a la obra maestra, El Jardín de las Delicias, del pintor holandés, sino que además imita el diseño tríptico que utilizó El Bosco en su pintura. O el poema "Van Gogh", además de aludir a las diferentes obras del artista, utiliza unos versos cortos y entrecortados para reproducir las interrumpidas pinceladas del pintor.
En el enlace aparecen tres representaciones de las poesías de los colores azul, rojo y amarillo.
martes, 21 de mayo de 2019
Cartela abierta en el Museo del Prado
Cartela ganadora |
jueves, 21 de marzo de 2019
Otros retratos colectivos de Esquivel
En los tres lienzos citados, presenta a los grupos en disposición circular o elíptica y los integra en la arquitectura, siendo esta parte importante de la composición. El pintor sevillano lleva a cabo una minuciosa descripción de cada uno de los personajes representados, encontrando entre las figuras multitud de posturas, actitudes e indumentarias: unos están de pie, otros están sentados, algunos entablan conversaciones animadas con las damas.
miércoles, 20 de marzo de 2019
Reconociendo a Los poetas contemporáneos de Antonio Esquivel
Los nueve personajes sentados son, de izquierda a derecha, Juan Nicasio Gallego, Antonio Gil y Zárate, Bretón de los Herreros, Antonio Ros de Olano, Francisco Javier de Burgos, Francisco Martínez de la Rosa, Ramón de Mesonero Romanos, el duque de Frías y Agustín Durán.
Para finalizar, una anécdota curiosa. Se dice que el retratista Antonio María Esquivel, aquejado de una profunda ceguera, intentó en noviembre de 1839 por dos veces seguidas poner fin a su vida románticamente, arrojándose al río Guadalquivir. Fue rescatado a tiempo y con posterioridad se recuperó gracias a una exitosa intervención quirúrgica en Francia que sufragaron sus compañeros del Liceo. No me imagino pesadilla mayor para un pintor que no poder ver.