jueves, 19 de noviembre de 2020

La claque, aplauso remunerado y orquestado

Escultura de Guido Messer dedicada a la «claque» en Schwetzingen 
Los chimpancés y los niños aplauden instintivamente, es una forma social de reconocimiento. El aplauso se introdujo en nuestras vidas para demostrar a un artista que nos gustó su actuación, ya en el teatro romano, al final de la obra, el protagonista gritaba "Valete et plaudite!". Pero, a veces aplaudimos obligados, no todo lo que aplaudimos nos gusta, excita o emociona. Se juntó lo innato con lo adquirido. Aplaudimos por instinto y por socialización. Los aplausos se han convertido en un código con sus propias reglas para adaptarnos al grupo. Lo que en un principio fue espontáneo, ahora forma parte de una puesta en escena. Una muestra más del gran teatro que es el mundo. 

Claque, clá o clac (del francés «claque», ‘bofetada’), es el nombre que recibe el grupo de individuos pagados para aplaudir o patalear en los espectáculos, bien como cuerpo organizado contratado en las salas de teatro y ópera que sigue las indicaciones de un jefe, o figuradamente los que aplauden o animan a alguien de forma incondicional.​ Curioso que en el lenguaje popular se dijera cuando se amenazaba con pegar a alguien: "Te voy a llenar la cara de aplausos". En el siglo XVII, chiflar, pisotear y aplaudir era lo correcto para mostrar aprobación a un espectáculo, incluso en las iglesias hasta que el clero lo prohibió.

En el siglo XXI, la claque como tal institución ha desaparecido, pero su espíritu permanece en fenómenos de los medios como las risas enlatadas de las series de televisión y en los programas de TV cara al público donde los grupos de invitados son manipulados por un regidor que les indica cuándo y cuánto tiempo deben hacerlo. En el Hemiciclo del Congreso de los Diputados, los políticos aplauden a sus compañeros de partido, digan lo que digan y lo digan como lo digan, mientras que al público que asiste voluntariamente a los debates no se le permite ni aplaudir ni vitorear. Durante la pandemia, especialmente en las aglomeraciones urbanas para promover la permanencia en los hogares, aplaudimos en homenaje y agradecimiento a los trabajadores de la salud que se encuentran en alto riesgo de exposición al virus. En las redes sociales  hemos pasado del aplauso físico al aplauso virtual (likes, shares, retweets, reshouts, etc). El aplauso colectivo despersonaliza, los aplausos virtuales son personalizados, damos nuestros nombres y nuestros perfiles.

En el siguiente vídeo Alejandro Corral, autor de una serie de charlas divulgativas sobre el mundo teatro, nos explica muy bien la peculiaridad del público de la claque “Entre telones y bambalinas. El teatro por dentro” Capítulo 7.


Para utilizar en clase recomiendo el artículo La claque del profesor Javier Huerta Calvo, poeta y catedrático de Literatura, que ha hecho que me ahorre el artículo que tenía previsto escribir, comienza así:
"Mis alumnos, escandalosamente jóvenes como son, no saben lo que es la claque, una institución popularísima de la vida teatral que uno llegó a conocer en su mocedad, cuando ya estaba en las últimas, allá por los años 70. Para que me entiendan rápido, les explico que la claque -un préstamo del francés incorporado al Diccionario académico, aunque no recoja su pronunciación popular, que debe ser clac-  era una forma de comprar entradas a bajo precio, similar a la que ofertan en nuestros días algunas páginas de internet, como ‘Atrápalo’. Al igual que hoy, ir entonces al teatro era no caro sino carísimo. Así es que, para los estudiantillos y los aficionados de menos posibles la claque era el único medio de satisfacer el hambre por el arte de Talía. Gracias a la claque se nos abrían las puertas de los principales teatros de Madrid: María Guerrero, Español, Reina Victoria, Arniches, Bellas Artes, Zarzuela… Y hablo de una época, la del tardofranquismo, que fue, a pesar de la censura, de una vitalidad teatral incontestable: el Tartufo, de Llovet / Marsillach; Las criadas, de Genet; el Marat-Sade, de Peter Weiss; la Yerma lorquiana en la deslumbrante puesta en escena del llorado Víctor García; Castañuela 70; La fundación, de Buero Vallejo; el estreno de Luces de bohemia dirigido por José Tamayo…"


viernes, 13 de noviembre de 2020

Día de las Librerías

Cartel de Ximo Abadía
Cartel de Ximo Abadía
Reyes David Pregunta: "Hoy se celebra el Día de las Librerías, lugares de encuentro y asombro, de descubrimiento y felicidad; la base de todo el sector del libro. Por eso las apoyamos y las celebramos cada día del año, y hoy con más motivos aún. Feliz viernes y no dejéis de visitarlas, os esperan con los libros abiertos".

Estoy convencida de que las librerías seguirán existiendo, son tan necesarias como las tiendas del barrio. La cercanía y el asesoramiento son fundamentales, lo de menos es el soporte del libro. A los editores y a los libreros no les queda más remedio que adaptarse a los tiempos de crisis con entusiasmo e imaginación. 


jueves, 12 de noviembre de 2020

Pereza/Diligencia


Dolce Far Niente, John William Godward
Dolce Far Niente, John William Godward
Para engrandecer la metáfora del chicle de fresa sin sabor de la que me apropié en una entrada anterior, he encontrado esta imagen de una damisela joven, pensativa, lánguida, que refleja perfectamente "Il dolce far niente" (Lo dulce de no hacer nada u ociosidad que resulta agradable) de los cánones de "Il dolce stil nuovo", que contrasta con la máxima latina: "Vitanda est improba siren desidia" de Horacio (Debes permanecer atento a la malvada tentación, la pereza). Pues así estoy yo, salvando todas las distancias de la edad y el marco idílico, reposando sin guerrero y luchando a estas alturas de la pandemia con los dos opuestos: pereza/diligencia en los que he sido educada. 

jueves, 5 de noviembre de 2020

La revista digital de las Bibliotecas de Vila-real: Héroes literarios con diversidad funcional


Preparando la entrada anterior, Varones demediados en la batalla y en la literatura (que no fueron discapacitados de nacimiento), encontré el interesantísimo blog de las Bibliotecas de Vila-real. "En Tesoros Digitales nos proponemos dar a conocer, a través de dossiers temáticos abundantemente ilustrados, las bibliotecas digitales a través de sus portales web. En cada dossier proponemos reseñas y extractos de las obras más relevantes relacionadas con el tema desarrollado, además de ofrecer enlaces al texto en línea, y a veces al audiolibro y a las primeras adaptaciones cinematográficas de las obras citadas". En Los textos de Tesoros Digitales "Proponemos una selección de relatos, cuentos… evocados en alguno de nuestros Tesoros Digitales". Recomiendo recorrer sus páginas con detenimiento. 

Con un título verdaderamente provocador, Jorobados, cojos, tuertos, mancos y sordos: héroes literarios con diversidad funcional, pretenden fomentar la integración de las personas con discapacidad. "Los protagonistas literarios con diversidad funcional no gozaron de mejor suerte que las personas discapacitadas de la vida real, y no siempre tuvieron el mejor papel", afirman. La primera parte abarca el periodo comprendido entre la Antigüedad y el siglo XVIII. La segunda parte, los siglos XIX y XX. Desde 1992, el 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Por su interés incluyo el texto que se puede descargar en los siguientes enlaces:




sábado, 31 de octubre de 2020

Varones demediados en la batalla y en la literatura

En este mes de octubre que ya acaba, me he encontrado en los periódicos con dos grandes figuras de militares: el almirante Blas de Lezo y el general Millán-Astray. Blas de Lezo por la publicación de un cómic sobre sus hazañas, entre otras la defensa de Cartagena de Indias con una exigua tropa durante el asedio británico de 1741. Millán-Astray por cumplirse el centenario de la Legión que él fundó y que haría famosos los lemas «¡Viva la muerte!» y «¡A mí la Legión!». Los dos tuvieron vidas paralelas, perdieron parte de su cuerpo (pierna, brazo y ojo) en los fragores de las batallas en mar y tierra, respectivamente. Quedaron mutilados pero, lejos de retirarse, siguieron en activo y fueron considerados héroes de su tiempo, grandes estrategas, modelos de superación y un ejemplo de la valentía de los soldados españoles.

Pero estos dos novios de la muerte, llenos de ardor guerrero, son para mí la imagen del horror de la guerra. Tanta perseverancia en el sufrimiento y en el valor me sugiere que tal vez exista un síndrome psicológico para explicar cómo su moral se ve reforzada mientras pierden por la patria su cuerpo a cachos. Quién sabe si alguna esquirla vengadora se quedó en su cerebro para perturbarles el alma. Perdieron su integridad física al tiempo que produjeron también mucho daño al enemigo. Fueron al mismo tiempo verdugos y víctimas, símbolos de la grandeza y de la locura.Yo no creo que su físico demediado fomentase las vocaciones militares, sino todo lo contrario. Recuerdo el desagrado que la figura de Millán-Astray me producía cuando aparecía en el NO-DO y el tremendo susto que de niño se llevó un amigo mío al verlo en una carnicería de la calle Jorge Juan de Madrid comprando con su asistente.


Inmediatamente me he acordado de los personajes escindidos y fracturados que la literatura nos ha mostrado. La versión maniquea del mundo en perpetuo conflicto entre el bien y el mal, dos extremos opuestos que nunca se pondrán de acuerdo, subyace en las historias de fantasía tradicionales donde los protagonistas luchan contra las adversidades provocadas por un villano. El bien siempre es sinónimo de luz, de bondad y de belleza; el mal, de la oscuridad y de la destrucción. En la literatura realista, en comunión con la teoría del Yin y el Yang, se busca el equilibrio entre las dos caras opuestas, la tensión se produce en el interior de los personajes donde se pueden encontrar sentimientos y disposiciones positivas al igual que negativos.  El título de la novela Crimen y Castigo de Dostoievski hace referencia al crimen que comete Raskólnikov y al castigo psicológico que nace de su lucha interna, porque comete el asesinato creyendo que posee suficiente fuerza, tanto intelectual como individual, para soportarlo.

El desdoblamiento, símbolo de la condición humana dividida, se produce en dos grandes relatos fantásticos: El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde (1886) y El vizconde demediado (1952). El primero, escrito por Robert Louis Stevenson, es considerado por la crítica como "Una de las mejores descripciones del período victoriano por su descripción de la dicotomía fundamental del siglo XIX: Respetabilidad externa y lujuria interna". En él Gabriel John Utterson investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde. Una bebida, que tiene la capacidad de separar la parte más humana del lado más maléfico de una persona, hace que Jekyll se convierta en Edward Hyde, un criminal capaz de cualquier atrocidad.

El segundo relato, El vizconde demediado, escrito por el autor italiano (aunque nacido accidentalmente en Cuba) Italo Calvino, cuenta la historia ambientada en el siglo XVII del vizconde Medardo de Terralba, partido en dos por un cañonazo de los turcos y cuyas dos mitades continuaron viviendo por separado. Como no podía ser de otra manera, una de ellas es la mitad buena, que quiere lo mejor para los que la rodean y la otra es la mitad mala, que no escatima maldades con tal de satisfacer su sed de sufrimiento con respecto al resto de las personas. Calvino nos coloca en la reflexión del rumbo dividido del hombre contemporáneo, del hombre realizado a medias. La alegoría de la imperfección humana es evidente. Al que es malo se le rechaza, se le teme, se le aleja lo más posible; pero el que es totalmente bueno cansa, llega a importunar muchas veces con sus actitudes extremas de bondad.

jueves, 29 de octubre de 2020

"Tsundoku", el arte de acumular libros

Imagen de Vincent Magni
Imagen de Vincent Magni

    Algunas expresiones nos recuerdan que casi todos los días se aprende algo nuevo: No te acostarás ningún día sin saber una cosa más, ni te levantarás sin dolerte algo; Cuanto más se vive, más se aprende. Hoy he aprendido que la manía de acumular libros leídos o no (bibliomanía), que me acompaña desde la infancia, se puede convertir en un arte según el término japonés "Tsundoku". Aunque Marie Kondo solo sea partidaria de tener una colección de libros lo más pequeña posible. No estaría mal que esta japonesa, gurú del orden, se pasara por mi casa para ayudarme. Y eso que, gracias a mi amigo Vicente García-Arrazola, desde hace cinco años solo entran libros electrónicos. 

"Tsundoku" es el arte de acumular más libros de los que eres capaz de leer, por el simple placer de verlos, esperando a que llegue el momento de hacerlo. Este concepto describe la sensación de felicidad al tener un hogar con libros apilados que anima a la compra de más libros. La palabra viene de los términos de la jerga popular japonesa: "tsunde-oku", que quiere decir apilar cosas para luego y marcharse, y "dokusho", que significa leer libros.

miércoles, 28 de octubre de 2020

A quien dices amar. El corto contra la violencia psicológica

Escrito y realizado por Inés Pintor y Pablo Santidrián, este cortometraje visibiliza la realidad de las personas que sufren maltrato psicológico, una violencia más normalizada, más sutil pero igual de peligrosa.


A quien dices amar (2019) está interpretada por Ana Polvorosa y Miki Esparbé. Ella es Bárbara, una joven que se encuentra en la sala de espera de un aeropuerto esperando embarcar. Al otro lado de un cristal se encuentra su expareja. Una barrera transparente los separa. Menos mal, al menos Bárbara se encuentra a salvo. Hablarán unos minutos, y en ese espacio de tiempo el espectador conocerá el infierno por el que ha pasado la joven al encontrarse sumida en una relación tóxica. Aparecerán los reproches, también la culpa, hasta dar paso a la liberación a través de la verbalización por parte de Bárbara de todos esos traumas que la habían paralizado. Así, cambiará el “cómo se puede amar a quien te destruye” por el “¿por qué destruyes a quien amas?”.

viernes, 23 de octubre de 2020

José Antonio Labordeta y el Festival de los Pueblos Ibéricos (UAM, 09-05-76)

Leyendo la última biografía de Labordeta, Regular, gracias a dios, escrita con una de sus hijas ("Nueva memoria descoyuntada por el cáncer de próstata, la quimioterapia y la amargura del tiempo que se va"), me ha venido a la mente mi recuerdo del primer festival de música multitudinario al que acudí. A pesar de que solo he encontrado fotos en blanco y negro, he evocado ese luminoso día como uno de los más felices de mi vida: por fin se respiraba libertad. Con veintiún años, a punto de licenciarme, unida a la masa de estudiantes solidarios que estaban haciendo historia, no recuerdo haber tenido miedo en ningún momento, solo la tranquilidad de que los tiempos estaban cambiando. Unidas mis manos a las de mis amigos, juntos coreábamos El canto a la libertad del cantautor:

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Hermano, aquí mi mano,
será tuya mi frente,
y tu gesto de siempre
caerá sin levantar
huracanes de miedo
ante la libertad.*


El Festival de los Pueblos Ibéricos se celebró el 9 de mayo de 1976 en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid. Fue organizado por la Federación de Sindicatos Democráticos de Estudiantes apoyados en la Asociación de Música de la Facultad de Derecho y los otros grupos culturales que integraban la FACUM (Federación de Asociaciones Culturales de la Universidad de Madrid), entidades donde sus principales referentes eran militantes del Partido del Trabajo de Estaña (PTE). Se guardaron minutos de silencio en dos momentos, por la mañana en recuerdo de los obreros asesinados en Vitoria y por la tarde al difundirse los asesinatos de Montejurra. Para muchos el Festival de los Pueblos Ibéricos fue la versión española del Festival de Woodstock, de 1969 en Nueva York.

 Años decisivos


"Rota ya la estructura del franquismo, los alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid prepararon en 1977* una gran concentración de estudiantes y cantautores. Allí estuvimos todos, incluidos los cientos de guardias civiles cuyos tricornios acharolados brillaban al sol del mediodía, hasta que llegó la noticia del asesinato de un carlista a manos de otro carlista en Montejurra y el sol, que hacía brillar los charoles, se apagó de golpe. Lo que había sido emocionante y libertario podía acabar en sangriento enfrentamiento. Todos nosotros, conscientes de lo se estaba mascando, nos fuimos marchando de forma muy ordenada. Ya montados en la furgoneta del grupo de música La Bullonera cruzamos en silencio las filas de guardias civiles y en Alcalá de Henares paramos a comer algo. Sentado en aquel restaurante de carretera recordé el momento en el que al subir a cantar se desplegó por la ladera una gran bandera tricolor. La garganta se me hizo un verdadero nudo casi insoportable y al abandonar el escenario como pude regresé al camerino donde andábamos los aragoneses albergados. —De ésta no sé cómo vamos a salir —comentó Eduardo Paz, componente de La Bullonera. Yo aún no me había enterado de nada y al saberlo me quedé perplejo y sin habla. —Marchándonos ahora mismo —sentenció Javier Maestre, el otro Bullonera. Todo era un sinvivir con las noticias más contradictorias, hasta que Montejurra se puso en primer plano y la muerte disolvió todos los sueños bajo la realidad de un disparo de pistola".

José Antonio Labordeta, Regular, gracias a dios (2010)

*Tal vez la vida sea empezar luchando por la libertad para acabar luchando contra la enfermedad. Lo que sí tengo claro es que todos los que allí estábamos no veremos el nacimiento de la Tercera República. 

*Fue en el 76, no sé si el cambio de año se debe a una confusión o una errata de la versión en pdf que he leído.


miércoles, 21 de octubre de 2020

Lázaro: Observatorio del anglicismo en la prensa


 Lázaro
es un proyecto para estudiar el uso de anglicismos (es decir, préstamos crudos del inglés) en la prensa española a lo largo del tiempo y de forma empírica, masiva y sistemática. Cada día, Lázaro se conecta a distintos medios de comunicación españoles, analiza las últimas noticias publicadas y extrae los anglicismos aparecidos en las noticias del día en ochos medios españoles: elDiario.es, El País, El Mundo, ABC, La Vanguardia, El Confidencial, 20minutos y EFE. Las gráficas que aparecen en su página se actualizan semanalmente.

La lingüista computacional Elena Álvarez Mellado (Madrid, 33 años) ha creado una herramienta que permite encontrar los anglicismos publicados cada día en los medios informativos. Se denomina Observatorio Lázaro en recuerdo del exdirector de la Real Academia Española Fernando Lázaro Carreter. Aunque el sistema aún está en fase de desarrollo, ya ofrece algunos resultados. Por ejemplo, el estudio diario de ocho medios españoles muestra que entre todos ellos publican unos 400 anglicismos cada día, de los que 200 no están repetidos y 20 no habían sido detectados anteriormente por el modelo.

El País: 20 anglicismos nuevos cada día 

domingo, 11 de octubre de 2020

10 científicas y un científico a los que les robaron sus logros


 La ciencia es uno de los campos profesionales donde a las mujeres más les cuesta destacar y que reconozcan sus descubrimientos. En esta lista podrás encontrar 10 increíbles mujeres científicas que han cambiado el mundo y a las que probablemente no conocías. Científicas cuyos importantes descubrimientos fueron atribuidos a otras personas o a las que no se les dio el reconocimiento que realmente merecían.

Este vídeo me da pie para comentar que en la historia de la ciencia no solo las mujeres han sido silenciadas y menospreciadas, también algunos hombres han sido también discriminados por razones dudosas, espurias, ajenas a sus méritos. Con el fallo del último Nobel de Química a la francesa Emmanuelle Charpentier y a la estadounidense Jennifer Doudna, la Academia Nobel suma una nueva injusticia a la lista de científicos olvidados pese a sus contribuciones claves a la Ciencia. La institución sueca ha reconocido la edición genética como un gran avance, merecedor del mayor reconocimiento científico. Pero el que descubrió que las bacterias tienen su propio sistema inmune y abrió la puerta a esta revolucionaria máquina de manipulación genética es Francis Mojica  (Elche, 1963), biólogo de la Universidad de Alicante. Esperemos que reciba el próximo premio Príncipe de Asturias.

sábado, 10 de octubre de 2020

Día Mundial de la Salud Mental: Hablemos de depresión

El Día Mundial de la Salud Mental se celebra el 10 de octubre en más de 100 países. Este año coincide con un momento en que nuestras vidas cotidianas se han visto considerablemente alteradas como consecuencia de la pandemia de COVID-19. Los últimos meses han traído muchos retos: para el personal de salud, que presta sus servicios en circunstancias difíciles, y acude al trabajo con el temor de llevarse la enfermedad a casa; para los estudiantes, que han tenido que adaptarse a las clases a distancia, con escaso contacto con profesores y compañeros, y llenos de ansiedad sobre su futuro; para los trabajadores, cuyos medios de vida se ven amenazados; para el ingente número de personas atrapadas en la pobreza o en entornos humanitarios frágiles con muy poca protección contra la COVID-19; y para las personas con afecciones de salud mental, muchas de las cuales están todavía más aisladas socialmente que antes. Por no hablar de la gestión del dolor de perder a un ser querido, a veces sin haber podido despedirse. A nuestro alrededor hay muchas personas con depresión, solo en España afecta a más de tres millones. Para salir de esta enfermedad lo más importante es hablar de ella y de sus soluciones. 


Leído en el Facebook de la joven psicóloga Paula Martín :

Hablemos de depresión

Hablemos de no poder dormir por la noche, de despertarte mil veces, de no parar de dormir.

Hablemos de no tener hambre o no dejar de comer, de adelgazar 10 kilos o ganarlos.

Hablemos de ir a dar una vuelta y que la vuelta te la den a ti.

Hablemos de no coger el teléfono, no salir de casa y no querer hablar con nadie

Hablemos de dejar las clases de inglés, el gimnasio y las noches con los colegas.

Hablemos del sonido de la alarma en los oídos cuando toca ir a currar.

Hablemos del nudo en el estómago, en la garganta, de las ganas de llorar. De no dejar de hacerlo. De no poder hacerlo.

Hablemos de sentirte inútil, de sentir que no te quieren, de sentir que has perdido hasta la capacidad de querer

Hablemos del asco infinito hacia cualquier cosa o persona, y de la culpa, de la puta culpa que lo mancha todo.

Hablemos del esfuerzo que supone ir a la ducha, o pensar qué ropa vas a ponerte.

Hablemos del pijama debajo del chaquetón cuando vas a comprar una lata de comida porque pensar en cocinar te desborda.

Hablemos del no mirarte al espejo para no sentir todo lo que no te amas.

Hablemos del túnel. Del jodido túnel en el que estás metido desde hace unos meses y en el que no ves salida.

Hablemos de no querer follar y de que solo la idea te produzca rechazo.

Hablemos de la soledad estando solo y estando rodeado de gente.

Hablemos del no me apetece, no tengo ganas.

Del no quiero... Pero sobre todo del no puedo...

Hablemos de que no lo entienda ni dios, de que digan que tienes cuento, que vas de víctima o que te lo inventas.

Hablemos del "no te rayes", del "anímate" del "solo es un bache"

Hablemos de depresión.

Y hablemos de soluciones. De información, de prevención, de comprensión, de ayuda, de apoyo, de medios, de recursos, de terapia, de recuperación, de salidas.

Porque las hay. Claro que las hay.

Y mientras no hablemos de depresión, no podremos hablar de salir de ella.

Así que, hablemos de depresión.

jueves, 8 de octubre de 2020

Rosa Montero: Suerte, papá


Preparando la entrada sobre el diálogo póstumo entre padres e hijos, he encontrado el relato Suerte, papá de Rosa Montero, publicado en la Revista de verano de El País en 2006, en el que recuerda a su padre Pascual Montero, novillero y banderillero que toreó en las cuadrillas de Mario Cabré, Carlos Arruza, Fermín Rivera, Luis Miguel Dominguín y Antonio Ordóñez, de quien fue peón de confianza. Confiesa en una entrevista Rosa que las primeras palabras que aprendió fueron “suerte, papá”; acudió “un montón de veces” con sus padres a los toros, y fue aficionada hasta los 14 años. “Entonces, lo dejé”, afirma, “por ese sentimiento de rebeldía adolescente de romper con las cosas de la familia”. Volvió a los veintitantos para confirmar o no su rechazo “y, entonces, decidí no volver con conocimiento de causa”. Antitaurina y animalista, recuerda que su padre le enseñó a amar a los animales. Los seres humanos somos así de contradictorios. 

lunes, 5 de octubre de 2020

Lady Macbeth de Mtsensk: una buena novela y una buena película


Lady Macbeth de Mtsensk
, también conocida como Lady Macbeth del distrito de Mtsensk o Lady Macbeth de la provincia de Mtsensk, es una novela corta basada en hechos reales del escritor ruso Nikolái Leskov publicada por primera vez en 1865. El cuento narra los crímenes de una mujer burguesa, Katerina Lvovna en la Rusia del siglo XIX. Todo recuerda a Madame Bovary, Anna Karenina, Ana Ozores, Lady Chatterley y otras mujeres casadas de la literatura social, sexualmente oprimidas, que se convierten en heroínas a su pesar. Esta novela de apenas 100 páginas, que inspiró la conocida ópera de Shostakóvich, narra la historia de la joven Katerina Lvovna. Hastiada por su matrimonio de conveniencia con un hombre que le dobla la edad, siente la falta de libertad desde su infancia. Esta Lady Macbeth no actúa llevada por una desmedida ambición y ansias de poder como la de Shakespeare, sino por un amor apasionado; si el personaje teatral incitaba a su esposo al asesinato, el personaje de Katerina incita a asesinar o ser cómplice de asesinato a su amante, Serguéi, movida por por la obsesión y la pasión enfermiza que siente por él. No pide perdón, se calla, se levanta, lucha por su independencia y decide su propio destino de una manera sanguinaria. Una chica de pueblo, indefensa frente al patriarcado, se convierte así en un ser monstruoso para sobrevivir.

La película, Lady Macbeth, me la perdí en el cine, pero la he podido ver este sábado en tv2 (G.B., 2016. Drama. 89 min. Dir.: William Oldroyd. Int.: Florence Pugh, Christopher Fairbank, Cosmo Jarvis, Naomi Ackie, Bill Fellows, Ian Conningham, Paul Hilton, Joseph Teague, Golda Rosheuvel). La recomiendo.


Aprovecho para autocitarme: Eça de Queirós: otra novela sobre el adulterio (Alves y compañía).

viernes, 2 de octubre de 2020

Irene Rodrigo: ¿Qué es autoficción?


La novela de Manuel Vilas Ordesa ha sido calificada de "autoficción", neologismo creado en 1977 por Serge Doubrovsky, crítico literario y novelista francés, para designar su novela Hijos, un cruce entre un relato real de la vida del autor y el relato de una experiencia ficticia vivida por éste. En internet he encontrado este vídeo de Irene Rodrigo que explica muy bien el término que está de moda. Esta joven valenciana, periodista y divulgadora cultural, pretende transmitir la pasión lectora a través de vídeos sobre libros. Lo ha hecho durante tres años en el programa de radio y televisión Una habitació pròpia (À Punt) y a través de las redes sociales.

www.irenerodrigo.com/

www.instagram.com/irenelivre

No utilizo el término porque me parece redundante, la literatura por definición es ficción, un pacto ambiguo entre lo que es real y no lo es, la verdad de las mentiras, un puente entre la verdad y la mentira. Me parece innecesario perder el tiempo en descubrir si ocurrió en realidad o fue inventado. Disfrutemos de las obras literarias sin más galimatías.


El nombre de Irene Rodrigo se une a otras jóvenes escritoras citadas en mi blog: Irene Vallejo, Lola Pons y Elena Álvarez Mellado. Yo las llamo cariñosamente las pizpiretas porque se crecen ante un micrófono o  una cámara.

jueves, 1 de octubre de 2020

Quino allá, Mafalda acá


 Ayer me quedé huérfana otra vez. 

Biblioteca Mafalda  Pincha el enlace para obtener los libros en pdf 


martes, 29 de septiembre de 2020

Diálogos póstumos: escribir sobre los padres


Este verano he leído dos novelas que tienen mucho en común: dos libros de memorias de dos escritores, un hombre y una mujer que colocan a sus padres, niños en la posguerra, como protagonistas, y suponen una crónica íntima de la España de las últimas décadas, un recuerdo de una familia que ya no vive y las reflexiones que produce su legado. Estas novelas no responden a una moda, sino a una casualidad. No son un ajuste de cuentas ni una elegía en prosa laudatoria, sino una muestra de amor filial para llevar mejor el duelo. Entre sus páginas hallamos nostalgia, admiración, dependencia, incomprensión, complicidad, a veces dolor, y la intensidad que da enfrentarse con honestidad a esos sentimientos. Ordesa* (2018) de Manuel Vilas nos recuerda que somos seres vulnerables y debemos salir adelante cuando casi todos los lazos que nos unían a los demás han desaparecido. Elvira Lindo en A corazón abierto * (2020) se enfrenta a su álbum familiar para contar la apasionada y tormentosa relación de sus padres, cómo la personalidad desmedida de él y el corazón débil de ella marcaron el pulso de la vida de toda la familia: «Mi padre era un personaje, por su carácter explosivo, arbitrario, muy llamativo para todas las personas que lo conocieron. Mi madre estaba en las antípodas, era reflexiva, dulce, en ocasiones meditabunda". En las dos la figura del padre se convierte en el verdadero protagonista porque tiene una profesión más interesante y está más ausente que la madre relegada al papel de ama de casa. 

me he acordado de otro libro que leí el año pasado, También esto pasará (2015) donde Milena Busquets expresa el dolor por la muerte de su madre Esther Tusquets; una pérdida que le ha hecho crecer como autora: «No es casualidad que me haya puesto a escribir en serio con ella muerta». Pero debo confesar que ninguno de los tres me ha emocionado tanto como El olvido que seremos (2007) de Héctor Abad Faciolince que traslada al lector toda la devoción y ternura por el hombre que dio su vida por defender sus ideas.


Ya sabemos que la literatura siempre tiene un carácter confesional: el yo del escritor y sus relaciones con la familia de una manera u otra dejan siempre huella en sus escritos. Este tipo de libros supone una reflexión sobre la vida en general y sobre la propia, los autores intentan devolver a los padres por medio de la palabra escrita todo lo que les dieron y les ayuda a entender mejor el tiempo pasado que justifica muchas veces su actuación. Todos necesitamos conocer de dónde venimos, quiénes somos, para saber adónde nos dirigimos. No es fácil ser padre o madre, como tan poco lo es ser hijo o hija. Creo que este diálogo de forma póstuma representa una manera de pedir perdón porque en la adolescencia empezamos a separarnos de nuestros padres, dejamos de tocarnos y de hablarnos, marca el principio de una separación física y moral. Se escribe sobre los padres, tan conocidos y desconocidos al mismo tiempo, porque nos parecemos a ellos o porque no nos parecemos. A través de la escritura se contestan todas las preguntas que no nos atrevimos a hacer en vida de ellos. Su muerte nos ha colocado en primera línea de batalla y, de repente, los entendemos. Nos han dejado en la madurez con un sentimiento de orfandad inconsolable.

* "Ordesa" la he leído por recomendación de un antiguo alumno, Juan Pablo Sintes, que me escribió en el blog que su lectura avivó sus recuerdos.

*  Las ilustraciones que acompañan al relato son de Miguel Sánchez Lindo, hijo de la escritora.

 Para saber más

https://elpais.com/cultura/2020/08/21/babelia/1598028959_811256.html?ssm=FB_CC&fbclid=IwAR0uV2odvUK8xXZcyXxSVzxrY4WRpbxavEPq9bNc85B9y4c3XqPrwxUbKU4

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/libros-padre_0_1117988936.html

https://www.vozpopuli.com/altavoz/cultura/padres-historia-literatura-nadie-querria_0_1008800199.html

https://www.estandarte.com/noticias/libros/da-del-padre-libros-sobre-padres-e-hijos_3546.html

https://elpais.com/elpais/2018/03/16/album/1521204135_619314.html#foto_gal_5

https://www.heraldo.es/noticias/ocio-y-cultura/2019/03/18/diez-libros-de-padres-e-hijos-1304243.html


sábado, 26 de septiembre de 2020

Josema Carrasco: La felicidad, cariño, es para malgastarla

Incluyo este poema porque me impactó el título del libro y, sobre todo, la primera estrofa del poema Rutina, me parece que refleja muy bien mi estado de ánimo en estos momentos de estupor y reclusión cuando parecía que habíamos superado el confinamiento. Masticando el chicle de fresa sin sabor no se me ocurre cómo recuperar la felicidad que podríamos tener y malgastar.

Con prólogo de Ángel Guinda y epílogo de Fernando Rivarés, el artista aragonés Josema Carrasco se lanza al mundo de la poesía con 'La felicidad, cariño, es para malgastarla', un poemario editado por Olifante. Bajo el sugerente título, se esconde el imaginario visual de Carrasco traducido en una colección de versos. En palabras de mi admirado poeta Ángel Guinda, se trata de poesía "hedonista, antidepresiva, de feroz confidencialidad coloquial". En palabras del autor, el volumen es una forma distinta de pensar acerca de la felicidad porque "todos tenemos la obligación de ser un poquito felices y de cuidarnos y, como es un lujo, hay que malgastarlo".

Ángel Guinda en Facebook: ¡Qué razón tienes, Josema! Ya sabes más que el gran Léo Ferré ("Le Bonheure, Le Bonheur...qu´est que c´est?") Desde tu libro me aplico a tu teoría y me va bien, muy bien, requetebién.

 

miércoles, 23 de septiembre de 2020

25 siglos de vanidades


Entre los siglos V y III a.C. un anónimo escritor judío que se presenta como el Predicador, conocido universalmente por la versión griega de este nombre, Eclesiastés, compone una obra sobre la vacuidad de la vida humana. El comienzo ha quedado entre los más célebres: “Vanidad de vanidades, y todo vanidad”; recordemos que la construcción “vanidad de vanidades” equivale a un superlativo, “vanidad vanísima”, “vaciedad máxima”. El autor pretende atribuir sus palabras al considerado más sabio de los personajes hebreos, el rey Salomón, pero hace mucho que sólo se ve en ello un intento más, habitual en la antigüedad, de poner una obra bajo un nombre famoso para darle credibilidad y difusión.
       El libro tiene tal fuerza y expresividad que logró colarse en el canon oficial de la Biblia hebrea (más o menos, el Antiguo Testamento para los cristianos) pese a los reparos de algunos rabinos por el pesimismo e incluso nihilismo del texto, que se llegó a considerar blasfemo al deducirse que Dios creó al hombre para una vida miserable y oscura, sin esperanza, pues los judíos de aquel tiempo no tenían muy clara su visión del más allá. En cualquier caso, el Eclesiastés se hizo un clásico, y en los siglos siguientes discurre como un guadiana que asoma aquí o allá sus sombrías aguas en el pensamiento judío y cristiano. Naturalmente, el desesperanzado texto original se va diluyendo al leerse bajo la luz de la creencia cristiana en la otra vida, con sus premios y castigos.
       Una muestra de ello, entre los Santos Padres, fue un gran orador sirio del imperio bizantino, Juan de Antioquía, apodado Pico de oro y más conocido por ello como san Juan Crisóstomo (s. IV d.C.), que empieza uno de sus discursos más célebres, En defensa de Eutropio, un ministro caído en desgracia, citando la versión griega del comienzo del Eclesiastés: “Vanidad de vanidades…” El mismo autor escribió una obra donde mezcla extrañamente este asunto con otros: De la vanagloria, la educación de los hijos y el matrimonio.
       Durante la Edad Media este tema subyace en uno de los tópicos habituales de la época, el desprecio del mundo, y son varios los libros titulados De contemptu mundi. En España su eco principal está en el poema anónimo conocido como Libro de miseria de omne (s. XIV), escrito en castellano.
       Con el Renacimiento y la afirmación del Yo va decayendo el espíritu del Eclesiastés, pero sigue latente la visión de la inanidad de la vida humana. Un último espasmo se produjo nada menos que en el epicentro del humanismo renacentista, la Florencia de finales del XV, donde el fraile Savonarola (m. 1498) impuso un régimen teocrático fundamentalista. Una de sus exigencias fue el establecimiento de la llamada ‘hoguera de las vanidades’, donde se quemaban en público objetos considerados lujosos o indecentes, como ropas, perfumes, obras de arte, libros, etc.
       Hay que dar un salto de casi dos siglos. En el XVII el clérigo inglés John Bunyan (m. 1688) escribe uno de los libros más leídos en lengua inglesa, The Pilgrim’s Progress (El progreso del Peregrino), novela alegórica llena de figuras y episodios simbólicos que expone la marcha del alma durante la vida humana hasta desprenderse del pecado y alcanzar la Ciudad Celestial. En uno de los incidentes de su viaje, y citando al Eclesiastés, el Peregrino llega a una ciudad llamada Vanidad, donde se celebra permanentemente la “Feria de Vanidad” (Vanity Fair), en la que se compra y se vende todo (honores, lujos, personas…). Quien no compra nada en la feria es encarcelado por las autoridades, como le ocurre a nuestro Peregrino.
  
Otro salto de dos siglos, o más bien bote, porque seguimos en Inglaterra: en 1847 William Thackeray publica la novela Vanity Fair (título traducido habitualmente al español como La feria de las vanidades), otra obra mayor de las letras inglesas, donde analiza y critica las costumbres de su época.
       La obra de Thackeray continúa la línea iniciada por Bunyan para establecer en el mundo anglosajón el interés por las vanidades mundanas, con una mezcla de rechazo puritano y fascinación inevitable. En 1913 se funda en Estados Unidos la célebre revista Vanity Fair, dedicada, entre otros temas, a seguir las vidas de personas de la alta sociedad y de lo que luego se conocerá como “el famoseo”, un tipo de publicación que se mantiene en la actualidad y ha pasado, sobre todo, a los medios televisivos.
       En 1987 el estadounidense Tom Wolfe publica otro éxito mundial, La hoguera de las vanidades (The Bonfire of the Vanities), novela sobre los altos ejecutivos financieros del momento. El título evoca a Savonarola, y al jugar con la parcial homonimia entre bon-fire (‘hoguera’) y fair (‘feria’) nos remite de nuevo a Bunyan y Thackeray.
       Aún podrían recordarse, entre otras muchas obras, dos clásicos del siglo XX, los ensayos Teoría de la clase ociosa, de Thornstein Veblen (USA, 1899), y Lujo y capitalismo, de Werner Sombart (Alemania, 1921). Así, la voz lanzada por el Predicador sigue vigente hasta nuestros días, bajo la sombra de las nuevas plagas bíblicas. Y en cuanto a la vanidad como arrogancia propia de la especie humana, no olvidemos que su forma más perfecta consiste, como siempre se ha sabido, en conseguir ocultarla.
      

viernes, 18 de septiembre de 2020

El trabajo de los ojos, Mercedes Halfon


El trabajo de los ojos, primer libro en prosa de apenas 100 páginas de la poeta Mercedes Halfon (Buenos Aires, 1980), es original y sorprendente. Un tratado sobre los ojos y sobre la mirada, sobre las dificultades de la visión y su efecto en las personas que las padecen, construido a base de escenas breves y heterogéneas desde una óptica poética y divertida. Parte de una autobiografía ocular, de su propia historia clínica, del estrabismo hereditario que padece y que conlleva otras afecciones oculares:  el astigmatismo, la miopía, la blefaritis*. Las visitas a la consulta del oculista se entremezclan con sus recuerdos infantiles, las historias familiares, la identificación con el personaje televisivo de la Chilindrina, la niña “gafotas",  el miedo que le plantea la idea de la maternidad y el vínculo entre la visión y la experiencia del mundo.  El trabajo de los ojos también es una genealogía de la escritura en un sentido más amplio, de los ojos dañados de Borges, Sartre, Cortázar, Joyce, Homero… Y un paródico tratado de oftalmología con las anécdotas de sus pioneros: la ceguera del científico experimental Plateau al mirar al Sol fijamente; los aparatos de tortura de los primeros médicos de ojos; la invención de una “lengua de ciegos”, el braille.  Así la manera de ver y los problemas oftálmicos, incluida la ceguera, se conectan con la literatura desde la iconografía que distingue al intelectual por los anteojos hasta el valor terapéutico de la escritura que sería una forma de orientación posible, un mapa para los ojos  que “están extraviados, no saben hacia dónde dirigirse”.  “En última instancia, la subjetividad y el punto de vista tienen un principio fisiológico antes que psíquico".

Todo comienza con la muerte de Balzaretti, el oftalmólogo de la narradora, cuya palabra predictiva la salvó de la cirugía, casi un rito dentro de una familia en la que los desvíos oculares han sido una herencia ineludible. Según evaluaciones posteriores, tal operación habría resultado muy perjudicial.

El Trabajo de los ojos me ha emocionado profundamente, es el libro que me hubiese gustado escribir*.

*El tratamiento de la blefaritis, por ejemplo, consiste en aplicarse un gel en los ojos que la deja “mirando a través de una nube densa. Como si me hubiesen recetado un estado de melancolía”.

* A una damita bizca y hermosa.

miércoles, 16 de septiembre de 2020

El Diablo Cojuelo: un vídeo de hace 400 años


Vista de la Carrera de San Jerónimo y el Paseo del Prado con cortejo de carroza (1686). Museo Thyssen.

      En El Diablo Cojuelo, de Luis Vélez de Guevara (1641), un diablillo muestra al estudiante Cleofás los secretos de Madrid levantando mágicamente los tejados de las casas, primero de noche, y luego de día. Como el diablico es cojo, la novela está dividida en trancos, en vez de capítulos. Al comienzo del tranco III los personajes ven el despertar de la Villa que el autor describe con tal vis dynamica que parece un video a vista de pájaro y de no poca actualidad*: 

“Ya comenzaban en el puchero humano de la Corte a hervir hombres y mujeres, unos hacia arriba y otros hacia abajo, y otros de través, haciendo un cruzado al son de su misma confusión, y el piélago racional de Madrid a sembrarse de ballenas con ruedas, que por otro nombre llaman coches, trabándose la batalla del día, cada uno con disinio [“designio”] y negocio diferente, y pretendiéndose engañar los unos a los otros, levantándose una polvareda de embustes y mentiras, que no se descubría una brizna de verdad por un ojo de la cara,” […]

  Y ya que han salido esas ballenas con ruedas, es inevitable recordar otro pasaje en que se describe la manía de tener coche entre los madrileños del siglo XVII (tranco II):

       […] acompáñame a reir de aquel marido y mujer, tan amigos de coche, que todo lo que habían de gastar en vestir, calzar y componer su casa lo han empleado en aquel que está sin caballos agora, y comen y cenan y duermen dentro dél, sin que hayan salido de su reclusión, ni aún para las necesidades corporales, en cuatro años que ha que le compraron; que están encochados, como emparedados, y ha sido tanta la costumbre de no salir dél, que les sirve el coche de conchas, como a la tortuga y al galápago, que en tarascando cualquiera dellos la cabeza fuera dél la vuelven a meter luego como quien la tiene fuera de su natural, y se resfrían y acatarran en sacando pie, pierna o mano desta estrecha religión; y pienso que quieren ahora labrar un desván en él para ensancharse y alquilalle a otros dos vecinos tan inclinados a coche que se contentarán con vivir en el caballete dél.”

       Al leer lo de estos dos que están encochados, recuerdo que en los años 70, cuando alguien tenía el coche en el taller, decía estoy descochado (no en DRAE).

[cito por la edic. de Enrique Rodríguez Cepeda, Cátedra, M. 2019]

* Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, considera que los atascos "Era (sic) parte de la vida de Madrid. Si sigue Podemos en el Ayuntamiento de Madrid no va a haber atascos, más que, eso sí, por el día porque estos están en todas partes".

martes, 15 de septiembre de 2020

Subnormal, cómic sobre acoso escolar basado en la vida del ex-jugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta

Se ha publicado Subnormal , un cómic dibujado por Miguel Porto sobre el acoso escolar que sufrió el ex-jugador de baloncesto Iñaki Zubizarreta, jugador de baloncesto de la ACB con una exitosa carrera deportiva. Por su aspecto actual (alto, fuerte, cabeza rapada, perilla) nadie diría que sufrió acoso. Sin embargo sufrió todo tipo de vejaciones en el colegio y el instituto hasta el punto de quedar en coma por una paliza que le dieron sus compañeros. Ahora se dedica a  compartir su historia en distintos colegios e institutos, centros deportivos o ayuntamientos dando charlas y trabajando para acabar con el bullying. Su testimonio, el de un niño que sobrevivió al acoso escolar, es estremecedor. Este libro de dura lectura debería estar en todas las bibliotecas de los institutos. 


Os dejo también el enlace a la entrevista que le hicieron en TVE, en el programa Millenium.



lunes, 14 de septiembre de 2020

Teorías fantásticas sobre el origen de los números

Para Guillermo

La imagen me llegó por facebook y me la creí. Investigando, he descubierto que es solo una más de las teorías fantásticas sobre el origen de los números. Su origen es un powerpoint que circuló hace años por la red, donde cada cifra se representa con una forma, trazada a base de rectas, cuyo número de ángulos coincide con el valor numérico de la misma. Así, la representación gráfica del 1 tiene un ángulo, la del 2 consta de dos ángulos, así hasta el 9, del que se muestra también una forma, cercana a la escritura actual, en la que pueden apreciarse nueve ángulos, y por supuesto, el cero, redondo, no tiene ángulos.

Lo mejor en estos casos es acudir a los expertos en esta materia, como Georges Ifrah (“Historia Universal de las Cifras”). Por lo que se sabe, la grafía de los números modernos –así como todo nuestro sistema de numeración, arábigo o indo-arábigo– tiene su origen en la India, de donde pasaría a los árabes, y de ellos a Europa, en un viaje que duraría más de 1.000 años. Además, a lo largo de todo ese tiempo la representación gráfica de las cifras iría evolucionando continuamente, hasta llegar a las definitivas y actuales cifras.

Esta “teoría del powerpoint” y otras hipótesis fantásticas nos muestran el origen de la representación gráfica de las cifras como una creación racional, realizada por un solo individuo, y no como lo que fue en realidad, un fruto de la evolución temporal y espacial, a través de muy distintos pueblos.

sábado, 12 de septiembre de 2020

El negacionismo y los buenos deseos

          


 Al menos en algunos casos quienes niegan, en el grado y modo que sea, la realidad de la pandemia caen en el impulso inconsciente de creer lo que se ajusta a sus deseos íntimos: no me gusta nada que haya coronavirus ni las consecuencias y problemas que conlleva, luego no creo en ello. Algo de esto ha ocurrido siempre, ya que el ser humano es casi igual desde hace miles de años.

       En la Guerra de las Galias se narra el intento de una tribu gala de atacar un campamento romano al considerarlo mal protegido y suponer desmoralizados a sus defensores, creencia hábilmente fomentada por el comandante romano, uno de los lugartenientes de Julio César. Y éste añade a los motivos que tenían los galos para su ataque un colofón lapidario y desgraciadamente de plena actualidad:

                          fere libenter homines id quod volunt credunt,

lo que podría traducirse: ‘en general la gente cree con gusto en lo que desea’ (B. G. 3,18,6). El intento galo acabó rápidamente en una completa derrota, o eso al menos nos cuenta César. Esperemos que las actitudes negacionistas no contribuyan a aumentar la derrota que ya nos está causando eso que anda por ahí.

jueves, 10 de septiembre de 2020

Micromachismo enlatado

Vi la foto en facebook, pensé que era un montaje que pretendía denunciar la utilización sexista del cuerpo de la mujer en la publicidad. Investigué y descubrí que es la imagen de unas sardinas de origen portugués y se venden al precio de 3,25 euros hasta en el Corte Inglés. Encima, como las busqué en Google, mi ordenador se ha llenado de publicidad con su imagen.
Un micromachismo más que se tolera porque se considera normal y hasta divertido. Y lo peor, funciona, me temo que yo misma les estoy dando publicidad. 

martes, 8 de septiembre de 2020

Ramón Alemán: Sonetos lingüísticos


Si no se te queda en prosa, se te quedará en verso. Esa es la intención con la que la obra Cincuenta sonetos lingüísticos (Pie de Página, 2020) que ha escrito Ramón Alemán, con prólogo del escritor y periodista Juan Cruz e ilustraciones de Ventura Alemán, ve la luz: que corrijamos esos fallos a la hora de escribir (y de hablar) que cometemos los hablantes.
Alemán es también corrector de textos*, este canario no se cansa de animarnos a usar correctamente nuestra lengua de una manera amena y sin abroncamientos, que ya estamos todos muy cansados del tono abrupto de muchos sabios que en el mundo han sido y son. «Yo tengo un blog, Lavadora de textos, en el que llevo diez años publicando artículos sobre el buen uso del español»


Soneto lingüístico al traductor (nº 60)
Gracias a Dios, y nunca mejor dicho,
existen traductores en el mundo,
pues fue ese Dios, celoso y tremebundo,
quien dio a Babel mil lenguas por capricho.

El traductor, juicioso masoquista,
convierte en comprensible un raro texto
vertiendo habilidad, duda y contexto
en su ancestral marmita de alquimista.

Por él cabalga don Quijote en Francia,
a Dickens en polaco ya han leído
y El principito tuve yo en mi infancia.

La traducción es puente que ha tendido
el hombre sobre ríos de ignorancia,
y allá el altivo Dios si se ha ofendido.



*Esta entrada del blog completa la anterior sobre el autor.