lunes, 6 de mayo de 2019

El Perú de norte a sur

"Eso vale un Perú", se dice en castellano para realzar la excelencia de algo. La expresión refleja la realidad, el Perú es un fascinante país con una rica cultura prehispánica que salió a la luz gracias a inversiones extranjeras a principios del s.XX. Su territorio se compone de paisajes diversos: los valles, las mesetas y las altas cumbres de los Andes se despliegan al oeste hacia la costa desértica del Pacífico y al este hacia la Amazonía. Es uno de los países con mayor diversidad biológica y mayores recursos minerales del mundo, incluido el oro y la plata. Su gastronomía es excelente y sus gentes son dulces y amables, con gran sentido del humor.
A pesar de ello, Perú se puede definir como un pobre sentado en una silla de oro, es un país rico con mucha gente pobre, que se corresponde con la población indígena que habla distintas lenguas, siendo la más extendida el quechua. A la pregunta de Zavalita, uno de los personajes de la novela de Vargas Llosa, Conversación en la catedral (1969), "¿Cuándo se jodió el Perú?", la mayoría de las respuestas que se han dado apuntan a Pizarro; aunque cuesta creer que en el siglo XVI unos pocos soldados españoles a caballo y provistos de pólvora conquistaran un territorio tan extenso y bien organizado como el imperio Inca, si no se comprende que existía la esclavitud y la clase alta luchaba entre sí por el poder. La época realista y la republicana tampoco trajeron la prosperidad. En la actualidad, sus cinco últimos presidentes, con un suicidio incluido, están acusados de corrupción porque dejaron toda la riqueza en manos de multinacionales. En el norte, los conductores de los autobuses turísticos siempre llevan dinero suelto por si la policía les exige una mordida.
Ahora se observa un cierto despegue porque el país se está convirtiendo en la despensa de Europa con el desarrollo de la agricultura. Su otra fuente de ingresos es el turismo que debe mejorar sus infraestructuras; sus aeropuertos y carreteras me recuerdan a las españolas de hace cincuenta años y el tráfico es un caos rodeado de ruido y polución. Sólo el centro de las ciudades coloniales mantiene una arquitectura lógica, mientras que sus arrabales están rodeados de favelas donde reina la oscuridad, la basura y los escombros. Los perros sueltos, que al parecer tienen dueño, invaden las calles noche y día. Los turistas, acosados por los vendedores, se concentran sobre todo en la zona de Cuzco que está masificada y constituye la gallina de los huevos de oro.
En el viaje, de más quince días de duración, hemos recorrido el país de norte (Trujillo y Chiclayo) a sur (Arequipa, Puno, Lima), y nos hemos adentrado en la cultura Inca (el cañón del Colca, Cuzco y Machu Pichu), tanto en avión como en autobús, además de hacer grandes caminatas por los centros arqueológicos. Ha sido duro, recomiendo un viaje más pausado. 
No he podido decir "¡Esto es Jauja! porque no he estado allí. La renombrada ciudad del altiplano, que tomó el nombre de una ciudad cordobesa, se convirtió en sinónimo de lugar idílico y paradisiaco, que tal vez utilizaron para conseguir que más hombres se unieran a una segunda expedición a América. Lope de Rueda escribió en 1547 el paso titulado La tierra de Jauja y fabuló que allí las calles estaban empedradas con piñones y por ellas corrían arroyos de leche y miel. Tampoco he visitado los lugares míticos El Dorado (Colombia) y Potosí (Bolivia).
Ninguna persona puede salir indemne de la belleza de estas tierras, eso lo saben "de aquí a Lima".
 "¡Viva el Perú, carajo!"

domingo, 5 de mayo de 2019

Vive despeinada


Dedicado a todas las moñonas* como yo.


*significa en mi pueblo (Villena) despeinada.

A propósito de los viajes en grupo


Hay dos tipos de turistas que son tan respetables como irreconciliables: los que se compraron un I-phone y los que utilizan un teléfono Android; los que les gusta viajar en manada y los solitarios que demandan silencio y tiempo libre; los amantes de los selfies y los que odian las fotografías, sobre todo las de grupo; los que viajan con una maleta grande y los que lo hacen con una pequeña; los que disfrutan en los museos y los que prefieren sentarse en un café a ver la vida pasar; los compradores compulsivos y los inmunes a la tentación de las compras que casi siempre son baratijas; los que se cuelan en el buffet y los que respetan la fila; los que corren para llegar antes a las paradas técnicas que incluyen cuarto de baño y los que mantienen su paso; los que sienten "horror vacui" si tienen un minuto libre y los que darían su vida por un descanso después de comer; los que se las agencian siempre para coger los mejores puestos en el autobús utilizando las manidas triquiñuelas de poner un bolso con antelación y los que creen que todos tienen que rotar de una manera justa; los que siempre están dispuestos a dar abrazos en las despedidas y los que se esfumarían antes que abrazar indiscriminadamente; los que aprovechan para contar su vida y los que piensan que todas las vidas no son interesantes. Ni que decir tiene que yo pertenezco al segundo grupo. En la carrera por la supervivencia siempre llego la última porque todo el mundo me adelanta.

sábado, 4 de mayo de 2019

Flor de estufa


No soy Dora la exploradora, soy la princesa del guisante y me he convertido con el tiempo en una flor de estufa, delicada y enfermiza. Me quemo al sol; todos los zapatos me hacen daño; con el calor se me hinchan las piernas y me salen sarpullidos; mi colon es propenso a la irritación; mis alveolos pulmonares no retienen el suficiente oxígeno; y, para colmo, mi piel atrae a todos los mosquitos habidos y por haber. Siempre he admirado a esas viajeras intrépidas y aventureras, a menudo extravagantes, que han explorado territorios ignotos.
He viajado mucho en mi juventud, casi siempre en viajes organizados, y he pasado muchos momentos críticos, a pesar de ser una turista precavida que conoce sus limitaciones. La primera vez, con veintiocho años, en la ciudad de Petra, creí morir al subir unos escalones que conducían a un mirador para ver la fascinante ciudad. La segunda, con cuarenta, en la selva de Irati, donde literalmente tenía  el corazón palpitando en la boca y fastidié el día a mis compañeros que eran excelentes montañeros, mientras pensaba cómo me sacarían de ese bosque impenetrable. En Perú, en el mes de abril de este año, se ha repetido la experiencia agravada por los más de sesenta años y el mal de altura. Los escalones de las ciudades incas son empinados, altos, desiguales y sin barandilla, y como tenía miedo de caerme, opté por ponerme de lado, lo que ha hecho que ande coja y me duelan las corvas. 
Definitivamente, me corto la coleta. Voy a dejar de realizar viajes largos que supongan un gran esfuerzo. No me compensa estar pendiente de respirar y no caerme, en vez de disfrutar de los paisajes y lugares que visito. Padezco labilidad física y emocional. Por otra parte, el turismo, ese gran invento convertido en negocio, está sobrevalorado y masificado. Los mejores viajes son los de la imaginación. Donde no hay peligro es en descubrir la geografía del cuerpo amado.

jueves, 11 de abril de 2019

El urinario de ida y vuelta

Míralo, míralo, míralo, ahí está de vuelta el urinario de las Salesas Nuevas de la calle San Bernardo. Ha cambiado de color, ahora es entre lila y morado, y ha perdido el cartel del horario exclusivo para los fines de semana. Estas cabinas portátiles no disponen de un método de autolimpieza, despiden mal olor, son de dudoso gusto, estropean el entorno y, para hacer juego con las paredes del barrio, enseguida se llenan de pintadas  No entiendo su utilidad porque todavía no he visto a nadie usarlos a pesar de ser gratuitos. Solo faltaba que mi paisano lo decorara con zapatos viejos. ¡Qué poco dura la alegría! Con lo contenta que me puse cuando desapareció.



P.D.: A principios de septiembre volvieron a desaparecer los urinarios

miércoles, 10 de abril de 2019

Vídeo sexista de Cristiano Ronaldo




Cristiano Ronaldo subió a las redes un vídeo jugando con sus hijos gemelos, en el observamos que solo se preocupa de enseñar a jugar al fútbol a su hijo Mateo, sin hacer ni caso a su hija Eva que trata de participar hasta que desiste y acaba jugando con el carrito de la limpieza de juguete. Todo un ejemplo sobre los estereotipos de género: los niños juegan al fútbol, las niñas a limpiar y barrer; los niños protagonistas y las niñas en un segundo plano. Los dos tienen las mismas destrezas y el mismo afán por aprender, pero el padre favorece al varón. Un vídeo que pone en evidencia el importante papel que tienen los padres en la transmisión del sexismo y lo necesaria que es la coeducación para llegar a una verdadera igualdad.

martes, 9 de abril de 2019

Detectives de faltas de Ortografía



Un grupo de estudiantes de 14 y 15 años del Instituto Cuatro Villas de Berlanga (Badajoz), capitaneados por su profesor de Geografía e Historia, Alejandro Gala Martín, se dedica a rastrear y corregir -siempre con mucha educación- las faltas ortográficas que los famosos cometen en Twitter. Muy buena idea la de estos Detectives de la ESO, estoy por contratarlos porque a veces tengo dudas.

Ver vídeo motivador para los alumnos.

Adiós a la falta gramatical más famosa del pop español


En un homenaje a Mecano de reciente aparición, Love of Lesbian e Iván Ferreiro han vuelto a grabar el tema La fuerza del destino, canción escrita por Nacho Cano y grabada en 1989, quitando la ese final ("Te dije: Nena, dame un beso / tú *contestastes que no") que durante años había sido motivo de crítica lingüística.
La segunda persona del singular del pretérito perfecto simple o indefinido viene directamente del latín y nunca ha tenido ese, así "cantavisti" pasando por la forma reducida "cantasti", empleada sobre todo en la lengua hablada, dio lugar a tú cantaste. Ahora bien, todos los tiempos verbales del español, cuando se conjugan en la forma tú, tienen una ese al final: los presentes (contestas, contestes), el futuro (contestarás) y los pasados (contestabas, has contestado, contestases)... todos, salvo el imperativo que no se siente como equiparable al resto del sistema, y el pretérito indefinido. Por tanto, la falta gramatical se produce al alejarse de la etimología y se justifica por analogía. Es habitual en la lengua vulgar y hablada. Aparece también en las sevillanas Cántame, interpretadas por María del Monte: “Yo iba de peregrina y me *cogistes de la mano / me *preguntastes el nombre, me *subistes a caballo”.  En este caso, unida a la ultracorrección porque el habla andaluza tiende a comerse las eses finales. 

domingo, 7 de abril de 2019

La frontera, Don Winslow


Leí el artículo de Muñoz Molina La narración ilimitada sobre las novelas de Don Winslow e inmediatamente rescaté del olvido La frontera, que había arrinconado solo por su portada y por el excesivo número de páginas. Su lectura me ha parecido apasionante, porque cuenta con un estilo preciso y claro, no exento de poesía, lo que hay detrás de las noticias que nos llegan de EEUU y de México sobre el narcotráfico, como la muerte de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.  Debo confesar que en algunas ocasiones tuve que abandonar la lectura, impactada por el relato. 
Winslow, tras años de investigación, traza con precisión el camino del dinero desde los campos de amapolas de Sinaloa y Jalisco hasta los despachos de Washington y Wall Street. En medio, un gigantesco mosaico social en el que tienen voz propia narcos y yonquis, políticos y camellos, policías e informantes. El narcotráfico ha propiciado la aparición de grandes capos y ha poblado el escenario de asesinos psicópatas; ha causado la muerte violenta de centenares de periodistas comprometidos, de más de cien mil mexicanos y decenas de miles de estadounidenses en tiroteos o por adicción a sustancias como el crack o la heroína. Además, ha marcado la política de EEUU al más alto nivel (con la aparición de convincentes trasuntos de Donald Trump, John Dennison en la novela, y su yerno). Todos acaban, de una u otra manera, con las manos manchadas de sangre porque en esta trama de intereses económicos la vida no vale nada. Un mosaico compuesto por varios hilos narrativos, cada uno de ellos centrado en un personaje diferente, reconocible o anónimo, que nos transmite la realidad del día a día de los afectados por estas organizaciones criminales. Resulta sobrecogedora la historia del joven Nico que huye de Guatemala para tratar de vivir con sus tíos en Nueva York y cae en otro de los negocios generados por el narcotráfico: los correccionales y las cárceles. 

jueves, 4 de abril de 2019

El artefacto de Narciso Gallego: Poemas y paisajes


Ayer asistí a la presentación de la primera obra de Narciso Gallego editada en Opera Prima (calle Espejo) y presentada en la Ciudad Invisible cerca de Ópera: Poemas y Paisajes, veintisiete poemas agazapados que merecen ser descubiertos. Su autor define la poesía como un artefacto, "arte factum", algo hecho con esmero, con técnica y con arte.
Narciso fue mi jefe de Departamento y es mi amigo, aunque nos veamos poco y siempre me eche la bronca por mi pesimismo, le dice la sartén al cazo. Con él he compartido momentos memorables en viajes, vomitamos juntos en una bolsa de Simago en un velero por Cartagena, y muchísimos desayunos en el instituto ("Cuando la luz nos atraviesa a preguntas"). Paloma, cuando lo conoció, lo comparó con Norman Bates, el protagonista de la película Psicosis, a él ella le pareció una misionera seglar; hoy siguen formando una pareja envidiable. A mí, su mirada, que rezuma sentido del humor, me recuerda a la de Buster Keaton. Taciturno y observador, irónico y conversador, esconde su alma de poeta comprometido en poemas tan impresionistas como expresionistas, semejantes a sus fotografías que tratan de reflejar con su desenfoque paisajes heridos por la fugacidad del tiempo y los recuerdos de la infancia. Retrata un mundo cotidiano (fruteros, radios, libros, habitaciones, ciudades) surcado por inquietantes imágenes que expresan la angustia del ser humano: labios como una navaja que se abre, sangre que brota de una opinión, ciudades torturadoras, rostro encerrado en una jaula vacía, sillas desocupadas, armarios sin ropa, botellas sin abrir, escaleras sinuosas. Para él, eso creo, la poesía es la puerta abierta que nos libera, porque "Cuando se cierra una puerta/es que alguien se ha equivocado".
 ¿Es esta la crítica que esperabas?

Narciso Gallego (Santander, 1957), profesor de enseñanza media de Lengua y Literatura castellana, ha publicado crítica literaria y poemas en diversos periódicos y revistas. Colaboró en el apartado de poesía en el Diccionario de literatura española e hispanoamericana. Actualmente trabaja en un proyecto fotográfico basado en poemas de Antonio Gamoneda y prepara un libro sobre el héroe trágico griego frente a su destino.

lunes, 1 de abril de 2019

Monos de repetición

La educación empieza desde pequeños en nuestra casa. Somos monos de repetición, aprendemos imitando los gestos y comportamientos de nuestros padres que son el espejo que miramos para aprender a comportarnos en la vida. Pensamos que su actuación es la correcta y desgraciadamente esto siempre no es así. De ahí la importancia de la creación de las escuelas de padres

El vídeo tiene el título de Mejor anuncio del mundo, lo subí en 2010 a internauta.ning para resaltar la importancia que tienen todos los adultos en la educación de los jóvenes. Sirve para educar en valores, para hacernos reflexionar, ya que muestra algunos ejemplos de cómo los niños imitan las actitudes de los padres, incluidas las violentas. Es la respuesta a la pregunta que muchos padres se hacen: "¿Cómo ha salido este niño así?, ¿por qué es tan agresivo, desordenado, egoísta, contestón? ¡Si no he hecho más que darle cariño!" 

Los niños ven
Los niños imitan.
Sé una influencia positiva. 

 “Top-25”: Los mejores anuncios con valores

jueves, 28 de marzo de 2019

Mis pinturitas

Ayer asistí a la exposición colectiva de pintura que se celebró en el Centro Cultural de Lavapiés. El denominador común era la utilización del color rojo. Los alumnos realizaron obras sorprendentes. Unos cuadros sobresalían por el dibujo, otros por el color, otros por su originalidad. Dos amigos del IES Buñuel realizaron unas composiciones magníficas que no coloco aquí porque no les he pedido permiso. Me dio una sana "endivia" y me acordé de mis clases en el Centro Clara del Rey cuando experimenté el enorme susto de enfrentarme con un lienzo en blanco y la satisfacción de poder crear formas y colores. No se me da bien dibujar, ni mezclar colores, ni copiar del natural, pero lo intenté y aquí está una muestra de parte de mi producción que trata de ocultar el gotelé de las paredes de mi casa. Tengo el talento de reconocer que no tengo talento. Mi estilo es naif, infantil y sencillo, la técnica tirando a puntillista. Me da pudor ponerlo aquí. Sed benévolos conmigo y con el vídeo porque es la primera vez que hago uno y me ha resultado una tarea casi tan difícil como la de pintar al óleo. Los cuadros vistos de lejos tienen un pase, pero el primer plano de las fotos no les favorece nada. 




lunes, 25 de marzo de 2019

Madrid hizo pop: exposición Pongamos que hablo de Madrid


Madrid me gusta aunque a veces me mata. Madrid hizo pop en los ochenta, con mucho retraso y mucha energía. Había que contrarrestar con la modernidad el exceso de costumbrismo y casticismo chusco de la dictadura. En la exposición Pongamos que hablo de Madrid en el Conde Duque, paseando entre pinturas, dibujos y obras gráficas de artistas tan relevantes como Javier de Juan, El Hortelano, Ceesepe, Úrculo, Miguel Trillo, Fernando Vellver, Luis Gordillo o Ouka Lele, he vuelto a recordar esos movidos años juveniles en mi ciudad, “donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo”. Años después Madrid hizo plof.
En la sala, no os perdáis el divertido video interactivo realizado por el equipo de videoartistas Refugio 93, que describe la evolución de la historia del arte del siglo XX y su conexión con algunas de las piezas de la exposición.

sábado, 23 de marzo de 2019

Semillas como bombas en el Conde Duque

Enorme sorpresa la que me llevé al entrar en el patio central del Centro Cultural del Conde Duque que, como todo el mundo sabe antes fue cuartel, y ver diseminadas unas enormes esferas que asemejan bombas resquebrajadas, solo al aproximarme me di cuenta de que están hechas de madera maciza. Forman parte de la  exposición  Semillas (resurrección) del artista Jaime Miranda a partir de madera de árboles caídos, casi todos eucaliptos, en la costa y la cordillera de Perú, debido a la tala indiscriminada e ilegal que se realiza allí y en el mundo entero. Las piezas se han pulido para generar una especie de germinación que ayude a sembrar diversos espacios con el fin de concienciar sobre este problema medioambiental. Las semillas mayores miden 2,10 metros de diámetro y pesan casi 4 toneladas. Son objetos que ocupan físicamente un espacio, pero también son ideas que inseminan la psique del espectador. Bombas cargadas de deseos de fecundidad. Nada mejor que un cuartel para sembrarlas. Impactantes.

Jaime Miranda Bambarén (izq.) y Gustavo Buntinx


viernes, 22 de marzo de 2019

La cutrez de la calle del Pez


En los alrededores de la calle del Pez aparecieron hace tiempo unos misteriosos y originales pantalones-maceteros, esculturas realizadas con pantalones viejos, rellenos con papeles de periódico impregnados en alquil para dar forma a las piernas, apoyadas en zapatos, que sirven de soporte a macetas con plantas. Estas esculturas espontáneas provocaban en el paseante primero extrañeza y luego una sonrisa. Hasta El País se hizo cargo de la noticia y nos presentó a su autor, un jubilado del barrio de 70 años, nacido en Alicante, que estudió Industriales. Cuando puse cara al vecino, esta me resultó conocida y al ver su email, ya no tuve ninguna duda, es de Villena como toda mi familia y casi estamos emparentados porque su hermana se casó con un primo mío. Además, los dos pertenecemos al gremio de la enseñanza, nos une el gusto por las plantas -en las casas antiguas del pueblo siempre había un patio interior cuajado de aspidistras- y la obsesión por hacer de Malasaña un lugar bello y acogedor.
Ahora también están repoblando los alcorques, iniciativa que se llevó a cabo este otoño por parte del Ayuntamiento, tras una propuesta incluida en los presupuestos participativos 'Tu barrio se planta', que busca la implicación de vecinos y comerciantes en su cuidado. Una buena idea la de plantar estos mini jardines, aunque desaparecieron en poco tiempo, se hicieron de manera artesanal y algo chapucera, más digna de un colegio de primaria de que de un proyecto de la capital de España. Los viandantes se llevaban las plantas, estas no se reponían y los vándalos desaprensivos que nos invaden los fines de semana se ensañaron con ellos. 

  

Esta semana volví a pasear por Pez, después de un tiempo sin hacerlo, y me sorprendió la cantidad de tiendas cerradas y el abandono de la calle, al que contribuye la proliferación de los pantalones con plantas que cuelgan ahora sin gracia, como si fuesen ahorcados con las perneras llenas de pintadas, y los zapatos viejos que sirven de maceteros. La impresión no fue agradable, lo que al principio era original se ha convertido en decoración cutre, más que una muestra de arte pobre*. Bien están las iniciativas populares y participativas, pero mejor está guardar el decoro. Supongo que a algunos vecinos les gustará, a mí no, hay gustos para todo, y toda esta decoración me parece ya un poco obsesiva. Creo que es el Ayuntamiento el que debe poner plantas en condiciones con materiales apropiados, no recuperados de los ropavejeros, y encargarse de su mantenimiento. Yo quiero arte en la calle y que mi barrio esté tan limpio y cuidado como el barrio de Salamanca porque pagamos los mismos impuestos, no quiero que sea pasto del mal gusto porque ya está bastante degradado. ¡Pobre barrio mío! ¡SOS Malasaña!



Marzo 2019. Así está ahora el proyecto Tu barrio se planta en la calle La Palma 














*El término  arte pobre (del italiano  arte povera) es una tendencia dada a conocer a finales de la década de 1960, cuyos creadores utilizan materiales considerados pobres, de muy fácil obtención, como madera, hojas o rocas, vajilla, placas de plomo o cristal, vegetales, telas, carbón o arcilla, o también materiales de desecho y, por lo tanto, carecían de valor.

Finalmente (otoño, 2022)  Adiós a la macetas de la calle Pez, el photocall verde deMalasaña

El jardinero urbano que creó la instalación de plantas en 2018 desmonta su cuerpo principal en torno a uno de los edificios. Juan dice estar más que orgulloso de la experiencia disfrutada con los vecinos y que “todo tiene su final, como la vida misma”.

jueves, 21 de marzo de 2019

Otros retratos colectivos de Esquivel


En 1846, Esquivel pintó también Ventura de la Vega leyendo en el Teatro del Príncipe que dejó inacabado y que podemos admirar en el Museo del Romanticismo. En él realiza otro retrato de grupo, esta vez ambientado en el madrileño Teatro del Príncipe, una de las instituciones más emblemáticas de la época cuya trayectoria como corral de comedias se remontaba al siglo XVI, en el que quedan reflejados algunos de los actores más célebres del momento, como Julián Romea, Teodora Lamadrid o Carlos Latorre. La arquitectura interior aparece descrita con detalle, con la distribución de la platea y los espacios en torno al palco real, oculto tras la cortina y los dos palcos laterales reservados para las autoridades. La reunión tiene lugar en el propio escenario del teatro, en cuyos laterales vemos las tramoyas de los distintos decorados y las figuras que se distribuyen ordenadamente en tres filas alrededor de Ventura de la Vega, que lee unas cuartillas a todos los actores que, en la mayoría de los casos, aparecen distraídos o ajenos al acontecimiento trascendental que les reunía: la lectura del proyecto de creación de un Teatro Nacional con compañía propia. Aunque para otros autores, Ventura de la Vega estaría leyendo su célebre obra Un hombre de mundo, estrenada sobre esas mismas tablas el 2 de octubre de 1845.
Como retrato colectivo de los principales actores del Madrid isabelino, se pueden identificar a los siguientes personajes: Fernando Osorio Romero (1831-1862), Antonio Guzmán (1786-1857), Juan Lombía (1806-1851), Vicente Caltañazor (1814-1895), Joaquín Lledó, Teresa Baus, Javiera Espejo (doc. 1852-1868), José Valero Villavicencio (1808-1891), Carlos Latorre (1799-1851), Florencio Romea Yanguas (doc. 1840-1862), Josefa Valero (1820-1850), Manuel Osorio Romero (1827-1890), Jerónima Llorente (1815-1848), Joaquín Arjona (1817-1875), Cristina Osorio Romero (1835-1920), ¿Rosa Tenorio? (doc. 1872), Cándida Dardalla (1841-1903), Pepita Hijosa (doc. 1857-1899), Bárbara Lamadrid (1812-1893), Ántera Baus (1787-doc. hasta 1834), Teodora Lamadrid (1820-1896), Julián Romea Yanguas (1818-1868), Matilde Díez (1818-1883), Ventura de la Vega (1807-1865).

Para terminar mencionar el boceto que se encuentra también en el Museo del Romanticismo, titulado Reunión Literaria. Reparto de premios en el Liceo, que guarda similitudes estilísticas con los otros dos citados. Algunos investigadores han querido ver en este retrato colectivo a las figuras de la reina Isabel II y al célebre actor Julián Romea.
En los tres lienzos citados, presenta a los grupos en disposición circular o elíptica y los integra en la arquitectura, siendo esta parte importante de la composición. El pintor sevillano lleva a cabo una minuciosa descripción de cada uno de los personajes representados, encontrando entre las figuras multitud de posturas, actitudes e indumentarias: unos están de pie, otros están sentados, algunos entablan conversaciones animadas con las damas. 

miércoles, 20 de marzo de 2019

Reconociendo a Los poetas contemporáneos de Antonio Esquivel

El cuadro Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor aparecía en el manual de Literatura Española Contemporánea de Preuniversitario de Lázaro Carreter y Correa Calderón (1966) con el que yo estudié. La foto pequeña, borrosa y en blanco y negro, hacía imposible saber quién era quién en esa galería de escritores románticos. Casualmente, por Instagram, Un cuadro del Museo al día, he descubierto que el lienzo pintado en 1846 por el sevillano Antonio Esquivel se encuentra en el Museo del Prado desde 1971. La escena se enmarca en el estudio del pintor, un salón iluminado por un gran ventanal lateral, junto al que se sitúa en un pedestal el busto de la reina Isabel II, en el reúne de forma ficticia a los literatos, pintores, músicos e historiadores más relevantes de su tiempo, pertenecientes en su mayoría al Liceo Artístico y Literario de Madrid (1831-1851) que no contó con la presencia de ninguna mujer. Las paredes aparecen cubiertas con lienzos del propio autor y otras obras de su colección privada, entre ellas destaca una Venus púdica cuya zona púbica está cubierta por una tela transparente. La composición está centrada por las dos figuras centrales: el dramaturgo José Zorrilla que lee unas cuartillas y el propio pintor que se autorretrata ante el caballete. En total, cuarenta y un personajes retratados, más dos cuadros: el duque de Rivas a la izquierda que no se encontraba en Madrid en esos momentos, y el de Espronceda a la derecha, como homenaje póstumo. Sin que haya sabido la razón, faltan llamativamente dos literatos ilustres de la época: Antonio García Gutiérrez y Mariano José de Larra, en cuyo entierro se dio a conocer Zorrilla con una elegía (1837).



Los nueve personajes sentados son, de izquierda a derecha, Juan Nicasio Gallego, Antonio Gil y Zárate, Bretón de los Herreros, Antonio Ros de Olano, Francisco Javier de Burgos, Francisco Martínez de la Rosa, Ramón de Mesonero Romanos, el duque de Frías y Agustín Durán.
También de izquierda a derecha, parados en pie, posan: Ferrer del Río, Hartzenbusch, Rodríguez Rubí, Gil y Baus, Rosell, Flores,  González Elipe, Escosura, el conde de Toreno, Pacheco, Roca de Togores, Pezuela, Tejado, Amador de los Ríos, Carlos Doncel, el mencionado José Zorrilla leyendo, Güell y Renté, Fernández de la Vega, Ventura de la Vega, Luis de Olona, el propio pintor, el actor Julián Romea, Manuel José Quintana, José María Díaz, Campoamor, Manuel Cañete, Pedro de Madrazo y Kuntz, Fernández Guerra, Cándido Nocedal, Romero Larrañaga, Asquerino y Manuel Juan Diana.


El retrato colectivo, inusual en la época por su carácter gremial, nos permite apreciar un catálogo muy completo de la moda masculina de mediados del siglo XIX: trajes oscuros compuestos por frac, pantalones y chaleco generalmente de color claro. También, la importancia del cuidado del cabello y de la barba. Destacan lacias o rizadas melenas brillantes de pomada y  la mayoría porta barba, bigote y grandes patillas, pocos aparecen totalmente rasurados. Esa uniformidad en el vestir había servido para unificar a la burguesía y a la nobleza para distinguirla de las clases populares. Cuerpo de dandy y cabeza de artista, así podemos resumir los cánones de su indumentaria.

No me extraña que, en el vídeo que incluyo en esta entrada, se relacione estéticamente a estos hombres atildados con los modernos de ahora tan preocupados por su aspecto externo. Si los románticos compartían un espacio físico común (tertulias, sociedades, cafés) para relacionarse, los de ahora lo hacen a través de las redes sociales.


Para finalizar, una anécdota curiosa. Se dice que el retratista Antonio María Esquivel, aquejado de una profunda ceguera, intentó en noviembre de 1839 por dos veces seguidas poner fin a su vida románticamente, arrojándose al río Guadalquivir. Fue rescatado a tiempo y con posterioridad se recuperó gracias a una exitosa intervención quirúrgica en Francia que sufragaron sus compañeros del Liceo. No me imagino pesadilla mayor para un pintor que no poder ver.

Con motivo de la celebración de los doscientos años del nacimiento del poeta y dramaturgo José Zorrilla (2017), el Museo del Romanticismo sorprendió a sus visitantes con distintos dioramas formados por Clics de Playmobil, los famosos muñequitos de plástico. Uno de ellos era precisamente  Los poetas contemporáneos.


lunes, 18 de marzo de 2019

Ligera de equipaje

Cuando llegue el día del último viaje, 
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.
                                  Retrato, Antonio Machado 

Hace dos días desapareció la foto monigote de mi perfil del blog, supongo que como un daño colateral de Google+ que ha cerrado y que tantos quebraderos de cabeza me ha dado. Así que le voy a facilitar la tarea eliminando otras fotos que se han quedado obsoletas, porque mi blog, que ha cumplido más de ocho años, se ha ido desmarcando de la ruta original que era acompañar a mis alumnos en el viaje de la vida con el equipaje de la experiencia de los libros y la literatura. Ahora solo es un cuaderno de bitácora, como el que obligaba a escribir a mis adolescentes por lo menos una vez a la semana. Y es que el peso de tanta maleta me está pasando factura, quiero transitar ligera de equipaje.

domingo, 10 de marzo de 2019

De Chagall a Malévich: el arte en revolución


A principios del siglo XX Rusia se consolidó como uno de los centros de la vanguardia artística mundial del que surgieron algunas de las propuestas más radicales y revolucionarias del arte y el diseño modernos. Muchos artistas del país viajaron a Francia y Alemania, donde entraron en contacto con los movimientos culturales más avanzados. Estos artistas anunciaron y acompañaron al proceso revolucionario que desembocó en la Revolución de Octubre, hasta los años treinta, momento crítico en que ven reducida su capacidad de acción ante la evolución del régimen a un estado totalitario. La muestra de la Fundación Mapfre tiene como figuras de referencia a Marc Chagall y Kazimir Malévich, que representan dos polos opuestos en las innovaciones de la vanguardia pictórica: el caso de Chagall, más poético y narrativo, abre el camino al surrealismo; el de Malévich, más radical y tendente a la abstracción geométrica. Entre ambos se despliega la obra de otros veintisiete artistas, entre ellos, Natalia Goncharova, Liubov Popova, El Lisitski, Vassily Kandinsky o Alexandr Ródchenko.
La mujer leía esto en el programa de la exposición, mientras pensaba que hubiese sido mejor dejarse llevar por el placer de observar unas obras tan originalmente bellas y dejarse de tanta información previa. En casa ya buscaría el verdadero significado de la jerga artística: constructivismo, suprematismo, cubofuturismo, neopositivismo, rayonismo.
El cuadro de Chagall El paseo (1917) la tenía hipnotizada, por ser un canto a la alegría y al enamoramiento a los que hay que agarrarse porque son efímeros. La pintura, nada realista, muestra a una pareja paseando por el campo en un día luminoso: el pintor y su esposa Vera. Ligeramente a la izquierda está la figura masculina que parece empequeñecida al lado de la mujer que, como una cometa, vuela a la derecha con un vestido violeta, cogida a la mano de su amado que sostiene con la otra mano un pájaro. Los dos van elegantemente vestidos, con una vestimenta no apropiada para un picnic. De fondo Vitebsk, la ciudad natal del pintor, con casas cubistas de madera tapizadas con el mismo verde que el campo y un templo en rosa. En la parte inferior izquierda aparece un bodegón sobre el rojo brillante de la tela del mantel. Contraste de colores sutiles, de figuras esbeltas, de libertad, de realidad y deseo, que reflejan un mundo onírico.
De Malévich la sorprendió el cuadro Deportistas (1930) por su aparente simplicidad, en él aparecen cuatro figuras masculinas idénticas, realizadas con formas geométricas, sobre las que combinan los colores primarios aleatoriamente a modo de vestimenta deportiva. Todas en la misma postura rígida del cuerpo, no presentan ningún rasgo de un rostro que los individualice. Parecen atrapados en una habitación. Pese al título, no hay nada que los identifique como deportistas, porque también podrían ser maniquíes vestidos con uniformes militares o disfrazados de arlequines. En el cuadro no hay emoción, solo geometría y uniformidad, arte abstracto puro. La postura de sus manos en forma de gancho le recordaba a las figuras  de Playmobil. Al llegar a casa leyó que el artista, poco antes de iniciarlo, había pasado por prisión por sus desacuerdos y críticas a la política cultural de Stalin, que apostaba fuerte por el realismo socialista y la supremacía del deporte. Los autorretratos de los dos pintores explican sin palabras la forma de entender cada uno de ellos el arte de la pintura.

sábado, 9 de marzo de 2019

Semblanza de la poeta Delmira Agustini, víctima de un feminicidio (1914)


El poeta Manuel Martínez Forega, amigo de Ángel Guinda, está subiendo a facebook la conferencia que pronunció en la Universidad de Zaragoza en 2008 (Cátedra "José Martí"); en la Bibliothèque de l'Abbé en Brantôme (francia, 2010); y en el centro "Joaquín Roncal" (2012). En ella analiza una serie de figuras femeninas representativas de la literatura universal. 
Incluyo aquí, por su interés, la primera entrega, la semblanza sobre Delmira Agustini, escritora uruguaya desconocida para el gran público, que fue víctima de un feminicidio.
1. DELMIRA AGUSTINI
Tan contingente es el ejercicio de escribir un poema, que citaré a una poeta que resume dos hechos sustanciales: la afinidad poética de su carácter y la afinidad contemporánea de su destino vital.
Rubén Darío equiparó a Delmira con Teresa de Ávila, advirtiendo en ella la convicción, como en la abulense, de estar expresándose como mujer. Delmira Agustini fue una moderna Safo que murió asesinada a los veintisiete años. Poeta precoz en ese tiempo (escribía desde que era niña), compuso tres libros de poemas (otros tres aparecerían póstumamente). Pero querría destacar uno de su libro "Cálices vacíos", donde vierte un sensualismo iconoclasta considerando que es una mujer nacida en 1886, cuando el erotismo era un asunto clandestino y que, en su versión literaria, tenía, en todo caso, sólo cabida en la experiencia masculina. Delmira fue admirada por sus contemporáneos, pero con qué escasa fortuna ha calado en España esta poeta uruguaya de verso límpido, elegante y, además de modernista, extraordinariamente moderno que se adelantó a las corrientes vanguardistas de los años veinte. Ya no la sensualidad que se aprecia en Safo, sino que su lenguaje aderezado de desinhibida lubricidad confieren a Delmira Agustini la paridad total con la expresión poética reservada a los hombres hasta no hace mucho. Delmira es el antecedente formal de cuantas poetas hoy en el contexto hispanoamericano han abrazado su erotismo como un valor destacado y, por lo tanto, legítimamente expresable tanto desde el sensual y gozoso intimismo como desde su perfil biológico inexcusablemente femenino. A este respecto, podríamos citar, por ejemplo, a Cecilia Vicuña, a Gioconda Belli, a Idea Vilariño o a María Auxiliadora Álvarez. Pero leamos el soneto de Agustini:
Eros, yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas
¡su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!
La eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas.
Da a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril... Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca...
¡Así tendida, soy un surco ardiente
donde puede nutrirse la simiente
de otra estirpe sublimemente loca!
Es el último terceto el que designa con evidencia constatable un argumento en su fondo social y literariamente revolucionario. La poeta no se conforma con expresar un deseo cierto de la carne sobrecogida de amor, sino que está proclamando un cambio de actitud que dé paso a una nueva progenie capaz de equipararse al hombre en la comunicación de sus emociones y anhelos tanto como en la aceptación natural de esos valores.

viernes, 8 de marzo de 2019

Iñaki Gabilondo: Yo también soy " feminazi"



¡Ole y Ole!

miércoles, 6 de marzo de 2019

Exposición: Nasca, Buscando huellas en el desierto



En el viaje que tengo programado a Perú para esta primavera no se incluyen las líneas de Nasca (o Nazca), situadas en su costa meridional -en la cuenca del Río Grande-  y realizadas entre el 200 a.C. y el 650 d.C.; pero, gracias a la exposición de la Fundación Telefónica, he podido acceder a esta enigmática cultura a través de audiovisuales, paneles, planos geológicos y dioramas. Sin necesidad de madrugones, de cuatro horas en autobús, de los avatares y mareos que puede producir un vuelo en avioneta, he observado con total nitidez sus geoglifos, marcas en la tierra, a través de las cuales los antiguos habitantes de Nasca transformaron un terreno pedregoso en un espacio ritual definido por miles de líneas y figuras que representan imágenes gigantescas de animales, seres humanos y diseños geométricos. Además de muestras la cerámica, tejidos y objetos de metal de esta cultura que empezó a estudiarse a principios del siglo XX y que, paradójicamente, no dejó ningún documento escrito. 

El mono
Durante años las piedras que estaban en la superficie se oxidaron y crearon el llamado “pavimento del desierto” que podía observarse desde las montañas cercanas. Para crear el geoglifo simplemente había que retirar manualmente las piedras oxidadas dejando al descubierto el suelo claro que hay debajo. Las líneas y sus formas están realizadas con una perfección inusitada a pesar de que algunas de ellas pueden ocupar varios kilómetros de largo y todas ellas se extienden sobre más de 500 kilómetros cuadrados. El ancho de las líneas trazadas en el suelo oscila entre los 40 y los 210 centímetros. Debido a que el clima es muy cálido y una de las zonas más secas del planeta, han impedido que estas líneas se borren porque el aire caliente obliga al viento a cambiar de dirección. 
Lejos de las teorías pseudocientíficas que nos indican que pudieron llevarlas a cabo extraterrestres o que los nasca utilizaron cometas para sobrevolar sus dibujos, los expertos nos dicen que se pudieron realizar con cuerdas, estacas, y miras verticales hechas colocando unas piedras encima de otras. En la actualidad se piensa que las líneas, sobre las que peregrinaban,  estaban relacionadas con el agua, tan importante para sobrevivir en el desierto, para marcar su ubicación y/o dar las gracias a las divinidades.

El único inconveniente de la exposición es la iluminación de la sala. Falta luz, muchos focos están apagados o mal dirigidos. Algunos de los objetos, sobre todo las telas, no se pueden apreciar porque están en penumbra.


jueves, 28 de febrero de 2019

Ángel García, ¿Sabes lo que te toca hacer ahora? Microrrelato para leer el día de las enfermedades raras (28 de febrero)


“Cada cosa que nos sucede es una prueba a superar
que nos ayuda a empezar a vivir de nuevo”.

¿SABES LO QUE TE TOCA HACER AHORA?

Su hijo no puede sudar porque no tiene glándulas sudoríparas, el problema de su piel, dientes y pelo es como consecuencia de una enfermedad poco común que no tiene cura por lo que no podrá hacer una vida normal. Eso nos afirmaron.
Al salir del Hospital, mi madre me miró y me dijo: ¿Sabes lo que te toca hacer ahora?
Tienes los dientes como Drácula que además de volar. ¡Mira que mujeres tan guapas van con él!
Tienes la piel blanca y los ojos verdes muy claros como los alemanes que son muy fuertes y tienen mucho dinero.
Como tu pelo es como la lana. ¡Menudos jerséis te voy a hacer!
Tus labios son gordos como los de los negros que bien hacen deporte.
Tus ojos, rasgados y pequeños como los japoneses que son muy listos.
¿Sabes lo que te toca hacer ahora?
Con tal motivación, después de pasar mi juventud jugando al baloncesto, trabajando y estudiando, no es difícil adivinar que hoy en día sea abogado Internacionalista, que sabe lo que le toca hacer ahora: darte las gracias, mamá.

Las enfermedades raras se llaman así porque son poco frecuentes. En Europa, para que una enfermedad se considere rara, debe afectar a menos de 1 de cada 2000 habitantes. El día de las enfermedades raras  es el 29 de febrero y los años no bisiestos, el 28.
Ángel García, su autor, es el hijo de Carmen, la mujer que nos cuidó a mi hermana y a mí cuando éramos pequeñas en La Marañosa.  Lo escribió  para darle las gracias porque le hizo fuerte para poder afrontar su enfermedad. El microrrelato lo leí en el IES Iturralde a mis alumnos de 1º de la ESO, que eran de armas tomar. Fue un instante mágico. Se produjo un  silencio sorprendente y emotivo. Todos comprendieron que a ellos les podía haber pasado. En 1ºE,  una alumna se puso a llorar.  Dos alumnos me pidieron el texto para sus padres.