No soy Dora la exploradora, soy la princesa del guisante y me he
convertido con el tiempo en una flor de estufa, delicada y enfermiza. Me quemo al sol; todos los zapatos me hacen
daño; con el calor se me hinchan las piernas y me salen sarpullidos; mi
colon es propenso a la irritación; mis alveolos pulmonares no retienen el
suficiente oxígeno; y, para colmo, mi piel atrae a todos los mosquitos habidos
y por haber. Siempre he admirado a esas viajeras intrépidas y aventureras, a
menudo extravagantes, que han explorado territorios ignotos.
He viajado mucho en mi
juventud, casi siempre en viajes organizados, y he pasado muchos momentos
críticos, a pesar de ser una turista precavida que conoce sus limitaciones. La
primera vez, con veintiocho años, en la ciudad de Petra, creí morir al subir
unos escalones que conducían a un mirador para ver la fascinante ciudad. La
segunda, con cuarenta, en la selva de Irati, donde literalmente tenía el corazón palpitando en la boca y fastidié el día a mis compañeros que eran
excelentes montañeros, mientras pensaba cómo me sacarían de ese bosque
impenetrable. En Perú, en el mes de abril de este año, se ha
repetido la experiencia agravada por los más de sesenta años y el mal de
altura. Los escalones de las ciudades incas son empinados, altos, desiguales y
sin barandilla, y como tenía miedo de caerme, opté por ponerme de lado, lo que ha
hecho que ande coja y me duelan las corvas.
Definitivamente, me corto la coleta.
Voy a dejar de realizar viajes largos que supongan un gran esfuerzo. No me
compensa estar pendiente de respirar y no caerme, en vez de disfrutar de los
paisajes y lugares que visito. Padezco labilidad física y emocional. Por otra parte, el turismo, ese gran invento convertido en negocio, está sobrevalorado y masificado. Los mejores viajes son los
de la imaginación. Donde no hay peligro es en descubrir la
geografía del cuerpo amado.
Míralo, míralo, míralo, ahí está de vuelta el urinario de las
Salesas Nuevas de la calle San Bernardo. Ha cambiado de color, ahora es entre
lila y morado, y ha perdido el cartel del horario exclusivo para los fines de
semana. Estas cabinas portátiles no disponen de un método de autolimpieza, despiden mal olor, son de dudoso gusto, estropean el entorno y, para hacer juego con las paredes del barrio, enseguida se
llenan de pintadas No entiendo su utilidad porque todavía no he
visto a nadie usarlos a pesar de ser gratuitos. Solo faltaba que mi paisano lo decorara con zapatos
viejos. ¡Qué poco dura la alegría! Con lo
contenta que me puse cuando desapareció.
Cristiano Ronaldo subió a las redes un vídeo jugando
con sus hijos gemelos, en el observamos que solo se preocupa de enseñar a jugar al fútbol a su
hijo Mateo, sin hacer ni caso a su hija Eva que trata de participar hasta que desiste
y acaba jugando con el carrito de la limpieza de juguete. Todo un ejemplo sobre los estereotipos de género: los niños
juegan al fútbol, las niñas a limpiar y barrer; los niños protagonistas y las niñas en un segundo plano. Los dos tienen las mismas destrezas y el mismo afán por aprender, pero el padre favorece al varón. Un vídeo que pone en evidencia el
importante papel que tienen los padres en la transmisión del sexismo y lo necesaria que es la coeducación para llegar a una verdadera igualdad.
Un grupo de estudiantes de 14 y 15 años del Instituto Cuatro Villas de Berlanga
(Badajoz), capitaneados por su profesor de Geografía e Historia, Alejandro Gala
Martín, se dedica a rastrear y corregir -siempre con mucha educación- las
faltas ortográficas que los famosos cometen en Twitter. Muy buena idea la de
estos Detectives de la ESO, estoy por contratarlos porque a veces tengo dudas.
En un homenaje a Mecano de reciente aparición, Love of Lesbian e Iván Ferreiro
han vuelto a grabar el tema La fuerza del destino,canción
escrita por Nacho Cano y grabada en 1989, quitando la ese final ("Te dije:
Nena, dame un beso / tú *contestastes que no") que durante años había sido
motivo de crítica lingüística.
La segunda persona del singular del pretérito perfecto
simple o indefinido viene directamente del latín y nunca ha tenido ese, así "cantavisti" pasando por la forma reducida "cantasti", empleada sobre todo en la lengua hablada, dio lugar a tú cantaste. Ahora bien, todos los tiempos verbales del español,
cuando se conjugan en la forma tú, tienen una ese al final: los presentes
(contestas, contestes), el futuro (contestarás) y los pasados (contestabas, has
contestado, contestases)... todos, salvo el imperativo que no se siente como equiparable al resto del sistema, y el pretérito indefinido. Por tanto, la falta gramatical se produce al
alejarse de la etimología y se justifica por analogía. Es habitual en la lengua vulgar y hablada. Aparece también en las
sevillanas Cántame, interpretadas por María del Monte: “Yo iba de
peregrina y me *cogistes de la mano / me *preguntastes el nombre, me *subistes
a caballo”. En este caso, unida a la ultracorrección porque el habla andaluza tiende a comerse las eses finales.
Leí el artículo de Muñoz Molina La narración ilimitada sobre las novelas de Don
Winslow e inmediatamente rescaté del olvido La frontera, que había arrinconado solo
por su portada y por el excesivo número de páginas. Su lectura me ha parecido
apasionante, porque cuenta con un estilo preciso y claro, no exento de
poesía, lo que hay detrás de las noticias que nos llegan de EEUU y de México
sobre el narcotráfico, como la muerte de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala. Debo confesar que en algunas ocasiones tuve que abandonar la lectura, impactada por el relato. Winslow, tras años de investigación, traza con
precisión el camino del dinero desde los campos de amapolas de Sinaloa y
Jalisco hasta los despachos de Washington y Wall Street. En medio, un
gigantesco mosaico social en el que tienen voz propia narcos y yonquis,
políticos y camellos, policías e informantes. El narcotráfico ha propiciado la
aparición de grandes capos y ha poblado el escenario de asesinos psicópatas; ha
causado la muerte violenta de centenares de periodistas comprometidos, de más
de cien mil mexicanos y decenas de miles de estadounidenses en tiroteos o por
adicción a sustancias como el crack o la heroína. Además, ha marcado la
política de EEUU al más alto nivel (con la aparición de convincentes trasuntos
de Donald Trump, John Dennison en la novela, y su yerno). Todos acaban, de una
u otra manera, con las manos manchadas de sangre porque en esta trama de
intereses económicos la vida no vale nada. Un mosaico compuesto por varios
hilos narrativos, cada uno de ellos centrado en un personaje diferente, reconocible
o anónimo, que nos transmite la realidad del día a día de los afectados por
estas organizaciones criminales. Resulta sobrecogedora la historia del joven Nico que
huye de Guatemala para tratar de vivir con sus tíos en Nueva York y cae en otro de los negocios generados por el narcotráfico: los correccionales y las cárceles.
Ayer asistí a la presentación de la primera obra de Narciso
Gallego editada en Opera Prima (calle Espejo) y presentada en la Ciudad Invisible cerca de
Ópera: Poemas y Paisajes, veintisiete poemas agazapados que merecen ser descubiertos. Su autor
define la poesía como un artefacto, "arte factum", algo hecho con
esmero, con técnica y con arte.
Narciso fue mi jefe de Departamento y es mi amigo, aunque nos
veamos poco y siempre me eche la bronca por mi pesimismo, le dice la sartén al
cazo. Con él he compartido momentos memorables en viajes, vomitamos juntos en una
bolsa de Simago en un velero por Cartagena, y muchísimos desayunos en el instituto ("Cuando
la luz nos atraviesa a preguntas"). Paloma, cuando lo conoció, lo comparó con
Norman Bates, el protagonista de la película Psicosis, a él ella le pareció una misionera seglar; hoy siguen
formando una pareja envidiable. A mí, su mirada, que rezuma sentido del humor, me recuerda a la de Buster Keaton. Taciturno y observador, irónico y conversador,
esconde su alma de poeta comprometido en poemas tan impresionistas como
expresionistas, semejantes a sus fotografías que tratan de reflejar con su
desenfoque paisajes heridos por la fugacidad del tiempo y los recuerdos de la
infancia. Retrata un mundo cotidiano (fruteros, radios, libros, habitaciones,
ciudades) surcado por inquietantes imágenes que expresan la angustia del ser
humano: labios como una navaja que se abre, sangre que brota de una
opinión, ciudades torturadoras, rostro encerrado en una jaula vacía, sillas
desocupadas, armarios sin ropa, botellas sin abrir, escaleras sinuosas. Para
él, eso creo, la poesía es la puerta abierta que nos libera, porque
"Cuando se cierra una puerta/es que alguien se ha equivocado".
¿Es esta la crítica que esperabas?
Narciso
Gallego (Santander, 1957), profesor de enseñanza media de Lengua y Literatura
castellana, ha publicado crítica literaria y poemas en diversos periódicos y
revistas. Colaboró en el apartado de poesía en el Diccionario de literatura
española e hispanoamericana. Actualmente trabaja en un proyecto fotográfico
basado en poemas de Antonio Gamoneda y prepara un libro sobre el héroe trágico
griego frente a su destino.
La educación empieza desde pequeños en nuestra casa. Somos monos de repetición, aprendemos imitando los gestos y comportamientos de nuestros padres que son el espejo que miramos para aprender a comportarnos en la vida. Pensamos que su actuación es la correcta y desgraciadamente esto siempre no es así. De ahí la importancia de la creación de las escuelas de padres
El vídeo tiene el título de Mejor anuncio del mundo, lo subí en 2010 a internauta.ning para resaltar la importancia que tienen todos los adultos en la educación de los jóvenes. Sirve para educar en valores, para hacernos reflexionar, ya que muestra algunos ejemplos de cómo los niños imitan las actitudes de los padres, incluidas las violentas. Es la respuesta a la pregunta que muchos padres se hacen: "¿Cómo ha salido este niño así?, ¿por qué es tan agresivo, desordenado, egoísta, contestón? ¡Si no he hecho más que darle cariño!"
Ayer asistí a la exposición colectiva de pintura que se celebró en el Centro Cultural de Lavapiés. El denominador común era la utilización del color rojo. Los alumnos realizaron obras sorprendentes. Unos cuadros sobresalían por el dibujo, otros por el color, otros por su originalidad. Dos amigos del IES Buñuel realizaron unas composiciones magníficas que no coloco aquí porque no les he pedido permiso. Me dio una sana "endivia" y me acordé de mis clases en el Centro Clara del Rey cuando experimenté el enorme susto de enfrentarme con un lienzo en blanco y la satisfacción de poder crear formas y colores. No se me da bien dibujar, ni mezclar colores, ni copiar del natural, pero lo intenté y aquí está una muestra de parte de mi producción que trata de ocultar el gotelé de las paredes de mi casa. Tengo el talento de reconocer que no tengo talento. Mi estilo es naif, infantil y sencillo, la técnica tirando a puntillista. Me da pudor ponerlo aquí. Sed benévolos conmigo y con el vídeo porque es la primera vez que hago uno y me ha resultado una tarea casi tan difícil como la de pintar al óleo. Los cuadros vistos de lejos tienen un pase, pero el primer plano de las fotos no les favorece nada.
Madrid me gusta
aunque a veces me mata. Madrid hizo pop en los ochenta, con mucho retraso y mucha energía. Había que contrarrestar con la modernidad el exceso de costumbrismo y casticismo
chusco de la dictadura. En la exposición Pongamos que hablo de Madriden el Conde Duque, paseando entre pinturas,
dibujos y obras gráficas de artistas tan relevantes como Javier de Juan,
El Hortelano, Ceesepe, Úrculo, Miguel Trillo, Fernando Vellver, Luis Gordillo
o Ouka Lele, he vuelto a recordar esos movidos años juveniles en mi
ciudad, “donde
se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre
el fugitivo”.Años después Madrid hizo plof.
En la sala, no os perdáis el divertido video interactivo realizado por el
equipo de videoartistas Refugio 93, que describe la evolución de la historia
del arte del siglo XX y su conexión con algunas de las piezas de la exposición.
Enorme sorpresa la que me llevé al entrar en el patio central del Centro
Cultural del Conde Duque que, como todo el mundo sabe antes fue cuartel, y ver
diseminadas unas enormes esferas que asemejan bombas resquebrajadas, solo al aproximarme me di cuenta de que están hechas de madera maciza. Forman parte de la exposición
Semillas(resurrección) del artista Jaime
Miranda a partir de madera de árboles caídos, casi todos eucaliptos, en la costa y la cordillera de Perú, debido a
la tala indiscriminada e ilegal que se realiza allí y en el mundo
entero. Las piezas se han pulido para generar una especie de germinación que
ayude a sembrar diversos espacios con el fin de concienciar sobre este
problema medioambiental. Las semillas mayores miden 2,10 metros de diámetro y
pesan casi 4 toneladas. Son objetos que ocupan físicamente un
espacio, pero también son ideas que inseminan la psique del espectador. Bombas cargadas de deseos de fecundidad. Nada mejor que un cuartel para sembrarlas. Impactantes.
En los alrededores de la calle del
Pez aparecieron hace tiempo unos misteriosos y originales pantalones-maceteros,
esculturas realizadas con pantalones viejos, rellenos con papeles de periódico impregnados
en alquil para dar forma a las piernas, apoyadas en zapatos, que sirven de soporte a
macetas con plantas. Estas esculturas espontáneas provocaban en el paseante primero
extrañeza y luego una sonrisa. Hasta El País se hizo cargo de la noticia y nos
presentó a su autor, un jubilado del barrio de 70 años, nacido en Alicante, que estudió
Industriales. Cuando puse cara al vecino, esta me resultó conocida y al ver su
email, ya no tuve ninguna duda, es de Villena como toda mi familia y casi
estamos emparentados porque su hermana se casó con un primo mío. Además, los
dos pertenecemos al gremio de la enseñanza, nos une el gusto por las plantas -en las casas antiguas del pueblo siempre había un patio interior cuajado de
aspidistras- y la obsesión por hacer de Malasaña un lugar bello y acogedor.
Ahora también están repoblando los alcorques, iniciativa que se llevó a cabo este otoño por parte del Ayuntamiento, tras una propuesta
incluida en los presupuestos participativos 'Tu barrio se planta', que busca
la implicación de vecinos y comerciantes en su cuidado. Una buena idea la de plantar estos mini jardines, aunque desaparecieron en poco tiempo, se
hicieron de manera artesanal y algo chapucera, más digna de un colegio de
primaria de que de un proyecto de la capital de España. Los viandantes se llevaban las plantas, estas no se reponían y los vándalos desaprensivos que
nos invaden los fines de semana se ensañaron con ellos.
Esta semana volví a pasear por Pez, después de un tiempo sin hacerlo, y me
sorprendió la cantidad de tiendas cerradas y el abandono de la calle, al que contribuye
la proliferación de los pantalones con plantas que cuelgan ahora sin gracia, como si fuesen
ahorcados con las perneras llenas de pintadas, y los zapatos viejos que sirven de maceteros. La impresión no fue agradable, lo que al
principio era original se ha convertido en decoración cutre, más que una muestra de arte pobre*. Bien
están las iniciativas populares y participativas, pero mejor está guardar el decoro. Supongo que a algunos vecinos les gustará, a mí no, hay gustos para todo, y toda esta decoración me parece ya un poco obsesiva. Creo que es el Ayuntamiento el que debe poner plantas en condiciones con materiales apropiados, no recuperados de los ropavejeros, y
encargarse de su mantenimiento. Yo quiero arte en la calle y que mi barrio esté tan limpio y
cuidado como el barrio de Salamanca porque pagamos los mismos impuestos, no
quiero que sea pasto del mal gusto porque ya está bastante degradado. ¡Pobre barrio mío! ¡SOS Malasaña!
Marzo 2019. Así está ahora el proyecto Tu barrio se planta en la calle La Palma
*El término arte pobre (del italiano arte povera) es una tendencia dada a conocer a finales de la década de 1960, cuyos creadores utilizan materiales considerados pobres, de muy fácil obtención, como madera, hojas o rocas, vajilla, placas de plomo o cristal, vegetales, telas, carbón o arcilla, o también materiales de desecho y, por lo tanto, carecían de valor.
El jardinero urbano que creó la instalación de plantas en
2018 desmonta su cuerpo principal en torno a uno de los edificios. Juan dice
estar más que orgulloso de la experiencia disfrutada con los vecinos y que
“todo tiene su final, como la vida misma”.
En 1846, Esquivel pintó también Ventura de la Vega leyendo en el Teatro del
Príncipe que dejó inacabado y que podemos admirar en el Museo del
Romanticismo. En él realiza otro retrato de grupo, esta vez ambientado en el
madrileño Teatro del Príncipe, una de las instituciones más emblemáticas de la
época cuya trayectoria como corral de comedias se remontaba al siglo XVI, en el
que quedan reflejados algunos de los actores más célebres del momento, como
Julián Romea, Teodora Lamadrid o Carlos Latorre. La arquitectura interior aparece descrita con detalle, con la distribución de la platea y los espacios en torno al palco real, oculto tras la cortina y los dos palcos laterales reservados para las autoridades. La reunión tiene lugar en el
propio escenario del teatro, en cuyos laterales vemos las tramoyas de los
distintos decorados y las figuras que se distribuyen ordenadamente en tres
filas alrededor de Ventura de la Vega, que lee unas cuartillas a todos los
actores que, en la mayoría de los casos, aparecen distraídos o ajenos al
acontecimiento trascendental que les reunía: la lectura del proyecto de
creación de un Teatro Nacional con compañía propia. Aunque para otros autores,
Ventura de la Vega estaría leyendo su célebre obra Un hombre de mundo,
estrenada sobre esas mismas tablas el 2 de octubre de 1845.
Como retrato colectivo de los principales actores del Madrid
isabelino, se pueden identificar a los siguientes personajes: Fernando Osorio
Romero (1831-1862), Antonio Guzmán (1786-1857), Juan Lombía (1806-1851), Vicente
Caltañazor (1814-1895), Joaquín Lledó, Teresa Baus, Javiera Espejo (doc.
1852-1868), José Valero Villavicencio (1808-1891), Carlos Latorre (1799-1851),
Florencio Romea Yanguas (doc. 1840-1862), Josefa Valero (1820-1850), Manuel
Osorio Romero (1827-1890), Jerónima Llorente (1815-1848), Joaquín Arjona
(1817-1875), Cristina Osorio Romero (1835-1920), ¿Rosa Tenorio? (doc. 1872),
Cándida Dardalla (1841-1903), Pepita Hijosa (doc. 1857-1899), Bárbara Lamadrid
(1812-1893), Ántera Baus (1787-doc. hasta 1834), Teodora Lamadrid (1820-1896),
Julián Romea Yanguas (1818-1868), Matilde Díez (1818-1883), Ventura de la Vega
(1807-1865).
Para terminar mencionar el boceto que se encuentra también en el Museo del Romanticismo, titulado Reunión
Literaria. Reparto de premios en el Liceo, que guarda similitudes
estilísticas con los otros dos citados. Algunos investigadores han querido ver en este retrato colectivo a las figuras de la reina Isabel II y al célebre actor Julián Romea.
En los tres lienzos citados, presenta a los
grupos en disposición circular o elíptica y los integra en la arquitectura, siendo esta parte importante de la composición. El pintor sevillano lleva a cabo una
minuciosa descripción de cada uno de los personajes representados, encontrando
entre las figuras multitud de posturas, actitudes e indumentarias: unos están
de pie, otros están sentados, algunos entablan conversaciones animadas con las
damas.
El cuadro Los poetas contemporáneos. Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor aparecía en el
manual de Literatura Española Contemporánea
de Preuniversitario de Lázaro Carreter y Correa Calderón (1966) con el que yo
estudié. La foto pequeña, borrosa y en blanco y negro, hacía imposible saber
quién era quién en esa galería de escritores románticos. Casualmente, por
Instagram, Un cuadro del Museo al día, he descubierto que el lienzo pintado en 1846 por el sevillano
Antonio Esquivel se encuentra en el Museo del Prado desde 1971. La escena se enmarca
en el estudio del pintor, un salón iluminado por un gran ventanal lateral, junto al que se sitúa en un pedestal el busto de la reina Isabel II,
en el reúne de forma ficticia a los literatos, pintores, músicos e historiadores más
relevantes de su tiempo, pertenecientes en su mayoría al Liceo
Artístico y Literario de Madrid (1831-1851) que no contó con la presencia de ninguna mujer. Las paredes aparecen
cubiertas con lienzos del propio autor y otras obras de su colección privada, entre ellas destaca una Venus púdica cuya zona púbica está
cubierta por una tela transparente. La
composición está centrada por las dos figuras centrales: el dramaturgo José
Zorrilla que lee unas cuartillas y el propio pintor que se autorretrata ante
el caballete. En total, cuarenta y un personajes retratados, más dos cuadros: el duque
de Rivas a la izquierda que no se encontraba en Madrid en esos momentos, y el
de Espronceda a la derecha, como homenaje póstumo. Sin que haya sabido la
razón, faltan llamativamente dos literatos ilustres de la época: Antonio García
Gutiérrez y Mariano José de Larra, en cuyo entierro se dio a conocer Zorrilla con
una elegía (1837).
Los nueve personajes sentados son, de izquierda a
derecha, Juan Nicasio Gallego, Antonio Gil y Zárate, Bretón de los Herreros,
Antonio Ros de Olano, Francisco Javier de Burgos, Francisco Martínez de la
Rosa, Ramón de Mesonero Romanos, el duque de Frías y Agustín Durán.
También de izquierda a derecha, parados en pie, posan:
Ferrer del Río, Hartzenbusch, Rodríguez Rubí, Gil y Baus, Rosell, Flores, González Elipe, Escosura, el conde de Toreno, Pacheco,
Roca de Togores, Pezuela, Tejado, Amador de los Ríos, Carlos Doncel, el
mencionado José Zorrilla leyendo, Güell y Renté, Fernández de la Vega, Ventura
de la Vega, Luis de Olona, el propio pintor, el actor Julián Romea, Manuel José
Quintana, José María Díaz, Campoamor, Manuel Cañete, Pedro de Madrazo y Kuntz,
Fernández Guerra, Cándido Nocedal, Romero Larrañaga, Asquerino y Manuel Juan
Diana.
El retrato colectivo, inusual en la época por su carácter
gremial, nos permite apreciar un catálogo muy completo de la moda masculina de
mediados del siglo XIX: trajes oscuros compuestos por frac, pantalones y
chaleco generalmente de color claro. También, la importancia del
cuidado del cabello y de la barba. Destacan lacias o rizadas melenas brillantes
de pomada y la mayoría porta barba, bigote y grandes
patillas, pocos aparecen totalmente rasurados. Esa uniformidad en el vestir había
servido para unificar a la burguesía y a la nobleza para distinguirla de las
clases populares. Cuerpo de dandy y cabeza de artista, así podemos resumir los
cánones de su indumentaria.
No me extraña que, en el vídeo que incluyo en esta
entrada, se relacione estéticamente a estos hombres atildados con los modernos de
ahora tan preocupados por su aspecto externo. Si los románticos compartían un espacio
físico común (tertulias, sociedades, cafés) para relacionarse, los de ahora lo
hacen a través de las redes sociales.
Para finalizar, una anécdota curiosa. Se dice que el retratista Antonio María Esquivel, aquejado de una
profunda ceguera, intentó en noviembre de 1839 por dos veces seguidas poner fin
a su vida románticamente, arrojándose al río Guadalquivir. Fue rescatado a
tiempo y con posterioridad se recuperó gracias a una
exitosa intervención quirúrgica en Francia que sufragaron sus compañeros del Liceo. No me imagino pesadilla mayor para un pintor que no poder ver.
Con
motivo de la celebración de los doscientos años del nacimiento del poeta y
dramaturgo José Zorrilla (2017), el Museo del Romanticismo sorprendió a sus
visitantes con distintos dioramas formados por Clics de Playmobil, los famosos
muñequitos de plástico. Uno de ellos era precisamente Los poetas contemporáneos.
Cuando llegue el día del último viaje, y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar. Retrato, Antonio Machado Hace dos días desapareció la foto monigote de mi perfil del blog, supongo que como un daño colateral de Google+ que ha cerrado y que tantos quebraderos de cabeza me ha dado. Así que le voy a facilitar la tarea eliminando otras fotos que se han quedado obsoletas, porque mi blog, que ha cumplido más de ocho años, se ha ido desmarcando de la ruta original que era acompañar a mis alumnosen el viaje de la vida con el equipaje de la experiencia de los libros y la literatura. Ahora solo es un cuaderno de bitácora, como el que obligaba a escribir a mis adolescentes por lo menos una vez a la semana. Y es que el peso de tanta maleta me está pasando factura, quiero transitar ligera de equipaje.
A principios del siglo XX Rusia se consolidó como uno de
los centros de la vanguardia artística mundial del que surgieron algunas de las
propuestas más radicales y revolucionarias del arte y el diseño modernos.
Muchos artistas del país viajaron a Francia y Alemania, donde entraron en
contacto con los movimientos culturales más avanzados. Estos artistas
anunciaron y acompañaron al proceso revolucionario que desembocó en la
Revolución de Octubre, hasta los años treinta, momento crítico en que ven
reducida su capacidad de acción ante la evolución del régimen a un estado
totalitario. La muestra de la Fundación Mapfre tiene como figuras de referencia
a Marc Chagall y Kazimir Malévich,
que representan dos polos opuestos en las innovaciones de la vanguardia
pictórica: el caso de Chagall, más poético y narrativo, abre el camino al
surrealismo; el de Malévich, más radical y tendente a la abstracción
geométrica. Entre ambos se despliega la obra de otros veintisiete artistas,
entre ellos, Natalia Goncharova, Liubov
Popova, El Lisitski, Vassily Kandinsky o Alexandr Ródchenko.
La mujer leía esto en el programa de la exposición, mientras pensaba que hubiese
sido mejor dejarse llevar por el placer de observar unas obras tan originalmente bellas y dejarse de tanta información previa. En casa ya buscaría el
verdadero significado de la jerga artística: constructivismo, suprematismo, cubofuturismo, neopositivismo, rayonismo.
El cuadro de Chagall El
paseo (1917) la tenía hipnotizada, por ser un canto a la alegría y al
enamoramiento a los que hay que agarrarse porque son efímeros. La pintura, nada
realista, muestra a una pareja paseando por el campo en un día luminoso: el pintor y su esposa
Vera. Ligeramente a la izquierda está la figura masculina que parece empequeñecida al lado de la mujer que, como una cometa, vuela a la derecha con un
vestido violeta, cogida a la mano de su amado que sostiene con la otra mano un
pájaro. Los dos van elegantemente vestidos, con una vestimenta no apropiada para
un picnic. De fondo Vitebsk, la ciudad natal del pintor, con casas cubistas de
madera tapizadas con el mismo verde que el campo y un templo en rosa. En la parte inferior
izquierda aparece un bodegón sobre el rojo brillante de la tela del mantel. Contraste
de colores sutiles, de figuras esbeltas, de libertad, de realidad y deseo, que reflejan un mundo onírico.
De Malévich la sorprendió el cuadro Deportistas
(1930) por su aparente simplicidad, en él aparecen cuatro figuras masculinas idénticas, realizadas con formas geométricas, sobre las que combinan los colores primarios aleatoriamente a modo de vestimenta deportiva. Todas en la misma postura rígida del cuerpo, no presentan
ningún rasgo de un rostro que los individualice. Parecen atrapados
en una habitación. Pese al título, no hay nada que los identifique
como deportistas, porque también podrían ser maniquíes vestidos con uniformes militares o disfrazados de arlequines. En el cuadro no hay emoción, solo geometría y uniformidad, arte abstracto puro. La postura de
sus manos en forma de gancho le recordaba a las figurasde Playmobil. Al
llegar a casa leyó que el artista, poco antes de iniciarlo, había pasado por
prisión por sus desacuerdos y críticas a la política cultural de Stalin, que apostaba fuerte por el realismo socialista y la supremacía del deporte. Los autorretratos de los dos pintores explican sin palabras la forma de entender cada uno de ellos el arte de la pintura.
El poeta Manuel Martínez Forega, amigo de Ángel Guinda, está subiendo a
facebook la conferencia que pronunció en la Universidad de Zaragoza en 2008
(Cátedra "José Martí"); en la Bibliothèque de l'Abbé en Brantôme
(francia, 2010); y en el centro "Joaquín Roncal" (2012). En ella
analiza una serie de figuras femeninas representativas de la literatura
universal.
Incluyo aquí, por su interés, la primera entrega, la semblanza sobre Delmira Agustini, escritora uruguaya desconocida para el gran público, que fue víctima de un feminicidio.
1. DELMIRA AGUSTINI
Tan
contingente es el ejercicio de escribir un poema, que citaré a una poeta que
resume dos hechos sustanciales: la afinidad poética de su carácter y la
afinidad contemporánea de su destino vital.
Rubén
Darío equiparó a Delmira con Teresa de Ávila, advirtiendo en ella la
convicción, como en la abulense, de estar expresándose como mujer. Delmira
Agustini fue una moderna Safo que murió asesinada a los veintisiete años. Poeta
precoz en ese tiempo (escribía desde que era niña), compuso tres libros de
poemas (otros tres aparecerían póstumamente). Pero querría destacar uno de su
libro "Cálices vacíos", donde vierte un sensualismo iconoclasta
considerando que es una mujer nacida en 1886, cuando el erotismo era un asunto
clandestino y que, en su versión literaria, tenía, en todo caso, sólo cabida en
la experiencia masculina. Delmira fue admirada por sus contemporáneos, pero con
qué escasa fortuna ha calado en España esta poeta uruguaya de verso límpido,
elegante y, además de modernista, extraordinariamente moderno que se adelantó a
las corrientes vanguardistas de los años veinte. Ya no la sensualidad que se
aprecia en Safo, sino que su lenguaje aderezado de desinhibida lubricidad
confieren a Delmira Agustini la paridad total con la expresión poética
reservada a los hombres hasta no hace mucho. Delmira es el antecedente formal
de cuantas poetas hoy en el contexto hispanoamericano han abrazado su erotismo
como un valor destacado y, por lo tanto, legítimamente expresable tanto desde el sensual y
gozoso intimismo como desde su perfil biológico inexcusablemente femenino. A este
respecto, podríamos citar, por ejemplo, a Cecilia Vicuña, a Gioconda Belli, a
Idea Vilariño o a María Auxiliadora Álvarez. Pero leamos el soneto de Agustini:
Eros,
yo quiero guiarte, Padre ciego...
pido a tus manos todopoderosas
¡su cuerpo excelso derramado en fuego
sobre mi cuerpo desmayado en rosas!
La
eléctrica corola que hoy despliego
brinda el nectario de un jardín de Esposas;
para sus buitres en mi carne entrego
todo un enjambre de palomas rosas.
Da
a las dos sierpes de su abrazo, crueles,
mi gran tallo febril... Absintio, mieles,
viérteme de sus venas, de su boca...
¡Así
tendida, soy un surco ardiente
donde puede nutrirse la simiente
de otra estirpe sublimemente loca!
Es
el último terceto el que designa con evidencia constatable un argumento en su
fondo social y literariamente revolucionario. La poeta no se conforma con
expresar un deseo cierto de la carne sobrecogida de amor, sino que está
proclamando un cambio de actitud que dé paso a una nueva progenie capaz de
equipararse al hombre en la comunicación de sus emociones y anhelos tanto como
en la aceptación natural de esos valores.
En el viaje que tengo programado a Perú para esta
primavera no se incluyen las líneas de Nasca (o Nazca), situadas en su
costa meridional -en la cuenca del Río Grande- y realizadas entre el 200 a.C. y el 650 d.C.;pero, gracias a la exposición de la Fundación Telefónica, he
podido acceder a esta enigmática cultura a través de audiovisuales, paneles,
planos geológicos y dioramas. Sin necesidad de madrugones, de cuatro horas en
autobús, de los avatares y mareos que puede producir un vuelo en avioneta, he observado
con total nitidez sus geoglifos, marcas en la tierra, a través
de las cuales los antiguos habitantes de Nasca transformaron un terreno
pedregoso en un espacio ritual definido por miles
de líneas y figuras que representan imágenes gigantescas de animales, seres
humanos y diseños geométricos. Además de muestras la cerámica, tejidos y
objetos de metal de esta cultura que empezó a estudiarse a principios del siglo XX y que, paradójicamente, no dejó ningún documento escrito.
El mono
Durante
años las piedras que estaban en la superficie se oxidaron y crearon el llamado
“pavimento del desierto” que podía observarse desde las montañas cercanas. Para
crear el geoglifo simplemente había que retirar manualmente las
piedras oxidadas dejando al descubierto el suelo claro que hay debajo. Las líneas y sus formas están realizadas con
una perfección inusitada a pesar de que algunas de ellas pueden ocupar varios
kilómetros de largo y todas ellas se extienden sobre más de 500 kilómetros
cuadrados. El ancho de las líneas trazadas en el suelo oscila entre los 40 y
los 210 centímetros. Debido a que el clima es muy cálido y una de las zonas más
secas del planeta, han impedido que estas líneas se borren porque el aire
caliente obliga al viento a cambiar de dirección.
Lejos de
las teorías pseudocientíficas que nos indican que pudieron llevarlas a cabo
extraterrestres o que los nasca utilizaron cometas para sobrevolar sus dibujos,
los expertos nos dicen que se pudieron realizar con cuerdas, estacas, y miras
verticales hechas colocando unas piedras encima de otras. En la actualidad se
piensa que las líneas, sobre las que peregrinaban, estaban relacionadas con el agua, tan importante para
sobrevivir en el desierto, para
marcar su ubicación y/o dar las gracias a las divinidades. El único inconveniente de la exposición es la iluminación de la sala. Falta luz, muchos focos están apagados o mal dirigidos. Algunos de los objetos, sobre todo las telas, no se pueden apreciar porque están en penumbra.
Su hijo no puede sudar porque no tiene glándulas
sudoríparas, el problema de su piel, dientes y pelo es como consecuencia de una
enfermedad poco común que no tiene cura por lo que no podrá hacer una vida
normal. Eso nos afirmaron.
Al salir del Hospital, mi madre me miró y me dijo: ¿Sabes lo que te toca hacer ahora?
Tienes los dientes como Drácula que además de volar. ¡Mira
que mujeres tan guapas van con él!
Tienes la piel blanca y los ojos verdes muy claros como los
alemanes que son muy fuertes y tienen mucho dinero.
Como tu pelo es como la lana. ¡Menudos jerséis te voy a
hacer!
Tus labios son gordos como los de los negros que bien hacen
deporte.
Tus ojos, rasgados y pequeños como los japoneses que son muy
listos.
¿Sabes lo que te toca hacer ahora?
Con tal motivación, después de pasar mi juventud jugando al
baloncesto, trabajando y estudiando, no es difícil adivinar que hoy en día sea
abogado Internacionalista, que sabe lo que le toca hacer ahora: darte las
gracias, mamá.
Las enfermedades raras se llaman así porque son poco
frecuentes. En Europa, para que una enfermedad se considere rara, debe afectar
a menos de 1 de cada 2000 habitantes. El día de las enfermedades raras es el 29 de febrero y los años no bisiestos,
el 28.
Ángel García, su autor, es el hijo de Carmen, la mujer que nos cuidó a
mi hermana y a mí cuando éramos pequeñas en La Marañosa. Lo escribió para darle las gracias porque le hizo fuerte
para poder afrontar su enfermedad. El microrrelato lo leí en el IES Iturralde a mis alumnos de 1º de la ESO, que eran de armas tomar. Fue un instante mágico. Se produjo un silencio sorprendente y emotivo. Todos comprendieron que a ellos les podía haber pasado. En 1ºE,una alumna se puso a llorar.Dos alumnos me pidieron el texto para sus padres.
Esta vez recomiendo un
programa de TV2 dedicado a la música: "Un país para escucharlo" que
empezó su andadura el 5 de febrero de la mano Ariel Rot. El
que fuera componente de Tequila recorre la
geografía española para encontrarse con sus músicos más representativos en su
entorno más cercano. En esta ‘road movie’ aparecerán músicos reconocidos junto
a jóvenes renovadores. Sonidos tradicionales y sorprendentes. Entornos
naturales, rincones conocidos y desconocidos de ciudades y salas de conciertos.
Música viva y en vivo. No os lo perdáis: los martes a las 23h o en
Radiotelevisión a la carta.
Pinchando aquí podréis disfrutar el programa número 3 dedicado a Asturias:
Un país para escucharlo sube del sur al norte en su tercer episodio. Ariel Rot llega
ahora a Asturias para conocer sus lugares y sonidos de la mano de un mito del
rock como Jorge Martínez, líder de Ilegales. Con él descubriremos, a las faldas
de la iglesia ovetense de Santa María del Naranco, a un hombre que ha puesto
patas arriba el folclore astur: Rodrigo Cuevas. Y, en la misma ciudad, a una
mujer que más o menos ha hecho lo mismo sin pretenderlo: Lorena Álvarez.Nos encontraremos en el Centro Niemeyer de Avilés con la
figura más importante que ha dado la música popular asturiana, Víctor Manuel.
El veterano cantautor recordará parte de su trayectoria y nos introducirá a una
nueva figura de la tonada tradicional, Marisa Valle Roso. Y en Gijón,
asistiremos a la inquieta pulsión indie rock que siempre ha desarrollado la
ciudad. No podía faltar Nacho Vegas, quien compartirá canciones (¡inéditas!) y
conversación junto al puerto con su más aventajado heredero, Pablo Und
Destruktion. En una de sus más emblemáticas salas de conciertos, nuestros dos
protagonistas hablarán de rock (y lo tocarán) con uno de los músicos que mejor
sabe reflexionar sobre él, Igor Paskual. Y, para rematar la jugada, seremos
testigos del cambio generacional que se está produciendo en aquel movimiento
que se conoció como Xixón Sound. Mar Álvarez (Pauline en la Playa, Undershakers,
Petit Pop) nos introducirá su escuela de música para los más jóvenes y nos
presentará a su primer grupo insignia, Las Eléctricas. Para rematar la jugada,
Jorge nos llevará a su local de ensayo para mostrar la excelente forma que
mantiene su grupo, Ilegales.
Me ha llegado por facebook este mensaje feminista que contiene dos incorrecciones gramaticales: se utiliza un infinitivo por un imperativo* (pensad/pensaos) y falta una tilde en el pronombre quién que aquí es interrogativo y que introduce una oración subordinada sustantiva de CD. Quiero suponer que el autor del texto ha preferido utilizar el registro coloquial para llegar a todos.
*RAE: No se considera correcto, en el habla esmerada, el uso del infinitivo en lugar del imperativo para dirigir una orden a una segunda persona del plural, como se hace a menudo en el habla coloquial:
Un microcuento muy claro que explica cómo votamos los españoles (incluso los que se abstienen): con odio cainita. La moraleja es clara: mal para todos. Aún estamos a tiempo, para que no pase lo que en Andalucía.