domingo, 19 de mayo de 2019

Las limpiadoras


La pintura original es Las espigadoras de Jean-François Millet (1814-1875). Este año, Julie Nahon realizó la segunda imagen para el concurso de arte comprometido  @mr_mondialisation, similar a la de Ward kimball  "The Gleaners" (1964). La finalidad del concurso era relacionar una obra de arte histórico con el mundo moderno.

lunes, 13 de mayo de 2019

Fotos y comentarios sobre Perú

Con esta entrada no quiero aburrir, solo contar algunas de las cosas que más me sorprendieron para que me sirvan de recuerdo y de entretenimiento para los lectores, si es que los tengo. 

Calabaza de Cenicienta junto a la catedral de Lima 





Dentro de ella apareció una cursi quinceañera celebrando el final de la adolescencia para empezar el comienzo de la juventud al estilo Disney. Una muestra de sincretismo con hollywood y de mal gusto que no se le puede achacar a los conquistadores españoles.


Palmeras reales en la Plaza de Armas de Lima 
Acostumbrada a ver las palmeras de mi tierra, Alicante, me sorprendió ver este tipo de palmera originaria de Cuba, de tronco liso que se ensancha en la base y se va estrechando. El estípite, es decir, la unión del tronco con la corona de hojas, es verde, y también se suele engrosar hacia el centro del mismo




El perro chimú


En la puerta de todos los museos se encuentra el único can reconocido como peruano a nivel mundial. La raza normalmente sólo tiene pelos en la cabeza y en la cola, como una brocha, pero el resto de su piel, oscura y muy cálida, está desnuda y es muy vulnerable a la luz solar. Se pensaba que abrazarlo curaba ciertas enfermedades.


 Carrito de Helados D'onofrio




Inconfundibles, están por todas partes, sobre todo en la parte norte donde hace más calor, en una carretilla, en bici, en moto. Incluso se alquilan para cumpleaños. Con lo que me gustan los helados, no tuve tiempo de probar ninguno. 






Una referencia a Palencia en Chiclayo 

En el Museo Nacional de Sicán, entre ajuares funerarios, ceramios y piezas de orfebrería (máscaras funerarias de oro y cuchillos ceremoniales)aparece este panel comparativo en el tiempo entre la cultura Sicán y el resto del mundo que toma como referencia la iglesia románica de San Martín de Tours de Frómista de la segunda mitad del siglo XI en la provincia de Palencia. 












Sombrillas negras en el Pacífico
Junto a las frías aguas del Pacífico y no tan tranquilas como su nombre indica, en la caleta de pescadores de Huanchaco, al lado de los caballitos de totora, antiguas embarcaciones mochicas que utilizaban los pescadores, aparecieron estas fantasmagóricas sombrillas negras. 


















Mercados
Los mercados son laberínticos lugares donde, entre olores, colores y sabores, se exponen gran variedad de productos, desde hierbas medicinales y cactus usados por los chamanes, hasta sombreros y maletas. Las frutas, sobre todo, son dignas de un bodegón. Nunca vi unos aguacates tan grandes ni unas granadas tan apetecibles.




Exposición de fotografías de Morgana Llosa (Casa de la Emancipación en Trujillo)
Una travesía fotográfica, la muestra de la hija de Vargas Llosa en la Fundación BBVA reúne un conjunto de fotografías documentales, que retratan paisajes y hombres y mujeres que trabajan en diferentes zonas de Perú conviviendo con la aspereza de la naturaleza. 













Sala Vallejo en Trujillo

En la Fundación BBVA se encuentra también la sala Vallejo que alberga una colección de libros del poeta peruano César Vallejo (Santiago de Chuco1982) que tanto amó a España (España, aparta de mí este cáliz) y murió en París (1938).



Extraño monumento a la Libertad (Plaza de Armas de Trujillo) 












Cuando lo vi de espaldas parecía un avestruz de una sola pata que soportaba el cuerpo de un hombre. De cerca, descubrí que es un joven sobre el globo terráqueo con una capa corta que ondea al viento que  porta una antorcha en su mano derecha. Fue diseñada por Edmund Möeller en 1921 tras ganar un concurso internacional. El monumento consta de tres cuerpos, cada uno con un significado especial. No puedo ni imaginarme cómo serían los trabajos perdedores. 
 El Tuturutu de Arequipa 


En el centro de la Plaza de Armas se sitúa una fuente sobre la que descansa la entrañable escultura de un duendecillo (se decía que al principio tenía alas) o soldado que toca la trompeta, a ese personaje se le llama Tuturutu.


Capilla de San Ignacio, Iglesia de los jesuitas (Arequipa)
La antigua sacristía de la iglesia, hoy conocida como Capilla de San Ignacio, es una hermosa muestra del arte decorativo arequipeño. Impresiona el extraordinario colorido de sus paredes y cúpula. El frondoso decorado reproduce un ambiente tropical, con extensas enredaderas de flores exóticas que alternan con frutos y pájaros legendarios de colores. Es indudable que la constante relación de los jesuitas de Arequipa con las misiones en las selvas tropicales fue el factor determinante para esta  ornamentación.



Monasterio de Santa Catalina (Arequipa)
Casi en el centro de la Ciudad Blanca se encuentra este bellísimo convento, formado por celdas-casa, un lugar privilegiado para los mujeres obligadas por su familia a dedicarse a la vida monástica. Las autoridades eclesiásticas permitieron que las monjas provenientes de familias adineradas, vivieran con más comodidades y privacidad, para lo que autorizaron la construcción de celdas independientes en las que vivían con sus sirvientas, lo que supuso la urbanización de los espacios interiores del convento, estableciendo calles con el objeto de poder ubicar los recintos de las monjas. No sólo disponían de una habitación propia, sino de todo un apartamento que hubiera hecho las delicias de Virginia Woolf. 











Los toros de Pucará
Colocar dos toritos de Pucará y una cruz en medio sobre las casas es una costumbre muy común en los pueblos andinos para atraer felicidad, protección y prosperidad a los hogares. Representan la dualidad, mujer y varón, padre y madre. Los toros fueron traídos por los españoles durante la conquista del Perú, se dice que durante la época colonial existía una fiesta de la Santísima Trinidad en la que se solía “marcar” el ganado vacuno donde los toros eran adornados. 

Iglesia de San Pedro, en Andahuaylillas 
Ni el pueblo, ni el sobrio exterior de estilo renacentista de la iglesia hace presagiar que alberga en su interior una muestra esplendorosa de barroco realizada por artistas locales, con el objetivo de educar a los nativos sobre los principios de la fe cristiana de los españoles. No se permitía hacer fotos, así que nos quedamos con este vídeo.


Los espejos del agua (Machu Pichu)


Para no quemar las retinas observando el sol y no tener que mirar hacia arriba para observar los estrellas, los incas construyeron piletas que, rebosantes de agua, permitían contemplar el cielo gracias al efecto espejo de estas cavidades de agua. Parecen gafas de aviador olvidadas en la arena. 

La Catedral de Cuzco 
La catedral de Cuzco refleja claramente el sincretismo o identificación entre las dos religiones, la inca y la cristiana. Los religiosos españoles supieron aprovechar esas similitudes para imponer su religión. Construyeron sus iglesias sobre los más importantes palacios y templos incas para demostrar su poder y utilizaron el calendario agrícola para adaptarlo el calendario eclesiástico, exactamente lo mismo que hicieron los cristianos con los romanos.
 La escuela de Cuzco (siglos XVI-XVIII) supone el resultado de la confluencia de dos corrientes poderosas: la tradición artística occidental unida el afán de los pintores indios y mestizos de expresar su realidad y su visión del mundo. Se caracteriza por el desentendimiento de la perspectiva, por la fragmentación del espacio en varios espacios concurrentes con la presencia de la flora y la fauna andinas, y por la predilección por los colores intensos. Sigue sus propias leyes ajenas a la evolución del arte europeo. Aquí tampoco pudimos hacer fotos.

1-  La Virgen de la Almudena y el niño presentan una vestimenta en forma de montaña, porque estas eran consideradas deidades importantes a las que ofrecían sacrificios y ofrendas. La imagen de la Virgen María fue asimilada a la de la Pachamama o madre tierra.

2. El Cristo de los Temblores de color casi negro, habría sido la representación de un emperador Inca, razón por la cual es ataviado por un faldón (en reemplazo del clásico sudario). Se le considera protector de la población contra los terremotos, y su culto se identificó con Pachacámac, deidad subterránea.



3. La escultura del Apóstol Santiago, identificado con Illapa, dios del rayo, está ajusticiando a un soldado inca, por lo que se le llama Santiago Mataindios, en lugar de Matamoros. Dicen que los párrocos y curas de la catedral intentaron transformar esta imagen en una que se pareciera más a la europea, pintándole bigotes. Obsérvese que la cabeza del caballo tiene rasgos casi humanos. Me ha costado mucho encontrar la fotografía que tiene poca nitidez, pero ha merecido la pena, porque el inca se muestra altivo ante la embestida del santo. 



4. La Última Cena, lienzo del siglo XVIII de Marcos Zapata, reconocido pintor de la escuela cuzqueña, nos da una curiosa versión donde aparecen alimentos típicos de los andes peruanos: el plato principal es un cuy (terrible para nosotros que consideramos a este conejo una mascota), una vizcacha que sustituye al pan, papaya y la chicha morada (maíz)). Judas el traidor, el único que mira hacia hacia el espectador, tiene el rostro de Pizarro, aunque su tez es oscura, al contrario que la del resto de los apóstoles.



Las esculturas de Hilario Mendivil y Familia



Este artista cuzqueño fue uno de los mejores en cuanto a imaginería tradicional; su arte, de cuellos alargados inspirados en llamas y alpacas, es inconfundible y reconocido a nivel mundial. No reproduce los modelos coloniales, sino que los recrea de forma original. Sus nacimientos son muy valorados. La casa familiar es un museo que se puede visitar donde sus hijos siguen con la tradición. El proceso de elaboración de las figuras es largo porque no se secan al horno.

Escultura del Museo Lítico de Pucará (Puno)
 Entre los objetos exhibidos de la cultura Pucará se encuentra la figura de piedra del Degollador o Hatun Ñakaj, que de cerca se parece muchísimo al actor Peter Lorre que ha poblado alguna de mis pesadillas desde que era niña .



Si hoy es martes, esto es Bélgica
No recorrimos siete países europeos, como la película; pero a un ritmo frenético visitamos en tan solo cuatro días distintos complejos arqueológicos de diversas culturas: Pachacamac (Lima), Chan Chan (la capital del reino Chimú), El Brujo (donde fue encontrada la sacerdotisa y gobernante la dama de Cao) y Batán Grande, con sus respectivos museos: Larco Herrera (en Lima), Museo de Cao, Museo nacional de Sicán cerca de Chiclayo, y el moderno Tumbas Reales de Sicán. Ni qué decir tiene, que nos fue imposible asimilar lo que veíamos porque presentaban unas características muy parecidas (templos y pirámides, joyas, momias, máscaras funerarias y tumí o cuchillos ceremoniales) y no los visitamos por orden cronológico. Que nadie me pregunte a qué museo pertenece cada foto porque no sabría decirlo. La tortura de los museos continuó en Arequipa, en el Museo de Santuarios Andinos, con la momia de Juanita y en Urubamba, en el Museo Inkariy, No quiero ser políticamente incorrecta y me abstengo de comentar la recreación de la colocación de los enterramientos porque me gustan menos que los museos de cera. 












Ruinas de Pisac
Sorprendentemente, en el Valle Sagrado de los Incas, en las Ruinas de Pisac, en soledad, mientras un viento fresco acariciaba mi cara y trataba de recuperar mis piernas de la ascensión, lloré como hacía tiempo que no lo hacía y me liberé de todas mis angustias, sufrí un síndrome de Stendhal atenuado porque solo tuve relajación y felicidad. Esa experiencia no la tuve en Machu Pichu rodeada de turistas. 



No me extiendo más, para terminar me tomaré un pisco sour, delicioso cóctel de aguardiente de uvas, limón y clara de huevo. Creo que me lo merezco, ahora que tengo las piernas deshinchadas y descansadas, después de seis vuelos, múltiples horas de autobús y caminatas interminables. Y, sobre todo, después de luchar contra blogger, porque me cambia el tipo de letra de las entradas que he ido haciendo en diversos días y me añade espacios donde no los había. 
Cumplí mi sueño de viajar a Perú, el deseo me apareció antes de ver la película Ópera Prima de Fernando Trueba (1980).


miércoles, 8 de mayo de 2019

Vídeos sobre Perú

El primero, sacado de youtube, está rodado en el mirador del valle del Colca, recoge el momento en que los cóndores despiertan para preparar el vuelo que les llevará a buscar comida. Como música de fondo suena El cóndor pasa, canción perteneciente a una zarzuela peruana, cuya música fue compuesta por el compositor peruano Daniel Alomía Robles en 1913, que sería todo un éxito en 1970, en la versión de Simon & Garfunkel, basada a su vez en la versión del grupo Los Incas. Paul Simon añadió la letra en inglés bajo el nombre de If I Could. Yma Sumac, soprano peruana de gran éxito internacional, que desarrolló desde niña sus facultades imitando a los pájaros, pone la extraordinaria banda sonora. Por cierto, la cantante apareció en la única película rodada en Machu Pichu, El secreto de los Incas (1954), dirigida por Jerry Hopper y cuyo protagonista principal es Charlton Heston.



Lo que realmente vimos está reflejado en el siguiente vídeo que fue grabado por David, el guía del grupo:



El tercero, captado por un compañero del viaje, refleja, mejor que con fotografías, la imborrable impresión que tuvimos a primera hora de la mañana ante las ruinas de la ciudad de Machu Pichu entre nubes que se iban despejando. 



El cuarto, recoge el show turístico que realizan los uros que hablan aimará en el lago Titicaca, después de explicarnos cómo construyen sus islas flotantes con totora, una planta acuática que crece en la superficie del lago. 


Por último, un reportaje de la televisión peruana* sobre vida del escritor y soldado Inca Garcilaso, sobrino de Garcilaso de la Vega, que murió el 23 de abril de 1616, el mismo día que murió Cervantes, aunque ese dato pase desapercibido cuando celebramos El día del Libro y cuyos restos están divididos entre Córdoba (España) y Cuzco. El escritor cuzqueño es el más emblemático representante del mestizaje hispanoamericano como proceso cultural.
 Precisamente, los dos Garcilasos inspiraron el nombre de mi blog garcilazomolamazo dedicado a mis alumnos. Me ha llamado la atención que en el título aparezca escrito Garcilazo, en vez de Garcilaso, como en mi blog. 

*Al final no se oye bien, pero se pueden encontrar esos fragmentos con buen sonido en esa misma página de youtube.


Allí nos recomendaron la trilogía Inca, formada por La princesa del sol; El oro de Cuzco; La luz de Machu Picchu, escrita por Antoine B. Daniel (2004). No la he leído y reproduzco lo que he encontrado por si algún amante de la novela histórica se anima a leerlo:

Quito, 1527, Anamaya, una joven de asombrosos ojos azules, única superviviente de la masacre de su pueblo, es llevada al palacio de Huayana Capac, el undécimo emperador inca, que confía en ella y le revela, en su última noche de vida, los secretos de su reino. Al día siguiente, ella no recuerda nada. Unos años más tarde, Anamaya se convierte en la confidente del nuevo emperador. Atahualpa. Esté debe hacer frente a la revolución de los partidarios de su hermano, Huascar, que le había arrebatado el dominio de Cuzco. Además, desembarca, en la isla de Puna, un pequeño grupo de extranjeros que son, en realidad, conquistadores españoles enviados por Carlos V para invadir el inmenso territorio inca y confiscar todo el oro. Al frente de esta expedición se encuentra el famoso capitán Pizarro, acompañado de sus hermanos y de un joven noble, Gabriel, que acaba de salir de la prisión de la inquisición. Anamaya desea recuperar la memoria para ayudar a su emperador a restablecer la paz, Gabriel necesita olvidar su pasado y dejarse llevar por una emocionante aventura, ¿Conseguirán ambos lo que anhelan?. Un mágico romance donde se entremezclan el miedo, lo sobrenatural y la pasión.
La supervivencia de los hijos del Sol está cada vez más amenazada. Pero no son las armas de los conquistadores lo que está marcando el fin del Imperio inca, sino el oro. ¿Conseguirá Anamaya salvar su relación con Gabriel, el joven conquistador, en medio de esta profunda espiral de odio y violencia?
En los primeros días de mayo de 1536 cientos de miles de indios se reúnen en las cimas de las colinas que dominan Cuzco. Forman una especie de cerco humano que rodea la ciudad: los incas están decididos a recuperar su lugar sagrado. ¿Logrará el amor de Anamaya y Gabriel superar el apocalíptico enfrentamiento?

lunes, 6 de mayo de 2019

El Perú de norte a sur

"Eso vale un Perú", se dice en castellano para realzar la excelencia de algo. La expresión refleja la realidad, el Perú es un fascinante país con una rica cultura prehispánica que salió a la luz gracias a inversiones extranjeras a principios del s.XX. Su territorio se compone de paisajes diversos: los valles, las mesetas y las altas cumbres de los Andes se despliegan al oeste hacia la costa desértica del Pacífico y al este hacia la Amazonía. Es uno de los países con mayor diversidad biológica y mayores recursos minerales del mundo, incluido el oro y la plata. Su gastronomía es excelente y sus gentes son dulces y amables, con gran sentido del humor.
A pesar de ello, Perú se puede definir como un pobre sentado en una silla de oro, es un país rico con mucha gente pobre, que se corresponde con la población indígena que habla distintas lenguas, siendo la más extendida el quechua. A la pregunta de Zavalita, uno de los personajes de la novela de Vargas Llosa, Conversación en la catedral (1969), "¿Cuándo se jodió el Perú?", la mayoría de las respuestas que se han dado apuntan a Pizarro; aunque cuesta creer que en el siglo XVI unos pocos soldados españoles a caballo y provistos de pólvora conquistaran un territorio tan extenso y bien organizado como el imperio Inca, si no se comprende que existía la esclavitud y la clase alta luchaba entre sí por el poder. La época realista y la republicana tampoco trajeron la prosperidad. En la actualidad, sus cinco últimos presidentes, con un suicidio incluido, están acusados de corrupción porque dejaron toda la riqueza en manos de multinacionales. En el norte, los conductores de los autobuses turísticos siempre llevan dinero suelto por si la policía les exige una mordida.
Ahora se observa un cierto despegue porque el país se está convirtiendo en la despensa de Europa con el desarrollo de la agricultura. Su otra fuente de ingresos es el turismo que debe mejorar sus infraestructuras; sus aeropuertos y carreteras me recuerdan a las españolas de hace cincuenta años y el tráfico es un caos rodeado de ruido y polución. Sólo el centro de las ciudades coloniales mantiene una arquitectura lógica, mientras que sus arrabales están rodeados de favelas donde reina la oscuridad, la basura y los escombros. Los perros sueltos, que al parecer tienen dueño, invaden las calles noche y día. Los turistas, acosados por los vendedores, se concentran sobre todo en la zona de Cuzco que está masificada y constituye la gallina de los huevos de oro.
En el viaje, de más quince días de duración, hemos recorrido el país de norte (Trujillo y Chiclayo) a sur (Arequipa, Puno, Lima), y nos hemos adentrado en la cultura Inca (el cañón del Colca, Cuzco y Machu Pichu), tanto en avión como en autobús, además de hacer grandes caminatas por los centros arqueológicos. Ha sido duro, recomiendo un viaje más pausado. 
No he podido decir "¡Esto es Jauja! porque no he estado allí. La renombrada ciudad del altiplano, que tomó el nombre de una ciudad cordobesa, se convirtió en sinónimo de lugar idílico y paradisiaco, que tal vez utilizaron para conseguir que más hombres se unieran a una segunda expedición a América. Lope de Rueda escribió en 1547 el paso titulado La tierra de Jauja y fabuló que allí las calles estaban empedradas con piñones y por ellas corrían arroyos de leche y miel. Tampoco he visitado los lugares míticos El Dorado (Colombia) y Potosí (Bolivia).
Ninguna persona puede salir indemne de la belleza de estas tierras, eso lo saben "de aquí a Lima".
 "¡Viva el Perú, carajo!"

domingo, 5 de mayo de 2019

Vive despeinada


Dedicado a todas las moñonas* como yo.


*significa en mi pueblo (Villena) despeinada.

A propósito de los viajes en grupo


Hay dos tipos de turistas que son tan respetables como irreconciliables: los que se compraron un I-phone y los que utilizan un teléfono Android; los que les gusta viajar en manada y los solitarios que demandan silencio y tiempo libre; los amantes de los selfies y los que odian las fotografías, sobre todo las de grupo; los que viajan con una maleta grande y los que lo hacen con una pequeña; los que disfrutan en los museos y los que prefieren sentarse en un café a ver la vida pasar; los compradores compulsivos y los inmunes a la tentación de las compras que casi siempre son baratijas; los que se cuelan en el buffet y los que respetan la fila; los que corren para llegar antes a las paradas técnicas que incluyen cuarto de baño y los que mantienen su paso; los que sienten "horror vacui" si tienen un minuto libre y los que darían su vida por un descanso después de comer; los que se las agencian siempre para coger los mejores puestos en el autobús utilizando las manidas triquiñuelas de poner un bolso con antelación y los que creen que todos tienen que rotar de una manera justa; los que siempre están dispuestos a dar abrazos en las despedidas y los que se esfumarían antes que abrazar indiscriminadamente; los que aprovechan para contar su vida y los que piensan que todas las vidas no son interesantes. Ni que decir tiene que yo pertenezco al segundo grupo. En la carrera por la supervivencia siempre llego la última porque todo el mundo me adelanta.

sábado, 4 de mayo de 2019

Flor de estufa


No soy Dora la exploradora, soy la princesa del guisante y me he convertido con el tiempo en una flor de estufa, delicada y enfermiza. Me quemo al sol; todos los zapatos me hacen daño; con el calor se me hinchan las piernas y me salen sarpullidos; mi colon es propenso a la irritación; mis alveolos pulmonares no retienen el suficiente oxígeno; y, para colmo, mi piel atrae a todos los mosquitos habidos y por haber. Siempre he admirado a esas viajeras intrépidas y aventureras, a menudo extravagantes, que han explorado territorios ignotos.
He viajado mucho en mi juventud, casi siempre en viajes organizados, y he pasado muchos momentos críticos, a pesar de ser una turista precavida que conoce sus limitaciones. La primera vez, con veintiocho años, en la ciudad de Petra, creí morir al subir unos escalones que conducían a un mirador para ver la fascinante ciudad. La segunda, con cuarenta, en la selva de Irati, donde literalmente tenía  el corazón palpitando en la boca y fastidié el día a mis compañeros que eran excelentes montañeros, mientras pensaba cómo me sacarían de ese bosque impenetrable. En Perú, en el mes de abril de este año, se ha repetido la experiencia agravada por los más de sesenta años y el mal de altura. Los escalones de las ciudades incas son empinados, altos, desiguales y sin barandilla, y como tenía miedo de caerme, opté por ponerme de lado, lo que ha hecho que ande coja y me duelan las corvas. 
Definitivamente, me corto la coleta. Voy a dejar de realizar viajes largos que supongan un gran esfuerzo. No me compensa estar pendiente de respirar y no caerme, en vez de disfrutar de los paisajes y lugares que visito. Padezco labilidad física y emocional. Por otra parte, el turismo, ese gran invento convertido en negocio, está sobrevalorado y masificado. Los mejores viajes son los de la imaginación. Donde no hay peligro es en descubrir la geografía del cuerpo amado.