Por
casualidad, en el la cadena de los obispos (13) haciendo zapping a la hora de
la siesta, me he encontrado con la película La caza real del sol (The royal hunt of the sun, Irving Lerner,
EE.UU., 1969). La
película, rodada en España pero sin que se llegase a estrenar en las salas
españolas,
relata un episodio de la conquista del Perú: El conquistador extremeño
Francisco Pizarro (interpretado por Robert Shaw) captura al jefe inca
Atahualpa (Christopher Plummer) y se compromete a liberarlo a cambio un enorme
tesoro. Después de haber establecido con Atahualpa una relación de amistad
basada en el respeto, Pizarro se siente dividido entre su afán de riquezas y su
sentido del honor, finalmente no cumple su palabra, le somete a un juicio, y le
da muerte. Nos encontramos ante un duelo de titanes que representan a dos
imperios florecientes y a dos religiones igual de incomprensibles; los dos protagonistas
enfrentados son bastardos, analfabetos y traidores, deseosos de obtener el
poder a toda costa y que, sin saberlo, siguen la máxima de Maquiavelo "Un gobernante
eficaz no debe tener piedad". El fulgor del oro ciega a los conquistadores
españoles y hace que se incline la balanza a su favor con la ayuda de caballos,
acero y pólvora.
Para muestra un fragmento:
1 comentario:
Los bastardos desde hace siglos hacen historia, se hacen del oro ajeno como recompensa. Cuide su tarjeta de credito.
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