El primero, sacado de youtube, está rodado en el
mirador del valle del Colca, recoge el momento en que los cóndores despiertan
para preparar el vuelo que les llevará a buscar comida. Como música de fondo
suena El cóndor pasa, canción
perteneciente a una zarzuela peruana, cuya música fue compuesta por el
compositor peruano Daniel Alomía Robles en 1913, que sería todo un éxito en
1970, en la versión de Simon & Garfunkel, basada a su vez en la versión del
grupo Los Incas. Paul Simon añadió la letra en inglés bajo el
nombre de If I Could. Yma Sumac,
soprano peruana de gran éxito internacional, que desarrolló desde niña sus
facultades imitando a los pájaros, pone la extraordinaria banda sonora. Por cierto, la cantante apareció
en la única película rodada en Machu Pichu, El secreto de los Incas (1954), dirigida
por Jerry Hopper y cuyo protagonista principal es Charlton Heston.
Lo que realmente vimos está reflejado en el siguiente vídeo que fue grabado por David, el guía del grupo:
El tercero, captado por un
compañero del viaje, refleja, mejor que con fotografías, la imborrable impresión
que tuvimos a primera hora de la mañana ante las ruinas de la ciudad de Machu
Pichu entre nubes que se iban despejando.
El cuarto, recoge el show
turístico que realizan los uros que hablan aimará en el lago Titicaca, después de explicarnos cómo construyen sus islas flotantes con totora, una planta acuática que crece en la superficie del lago.
Precisamente, los dos Garcilasos inspiraron el nombre de mi blog garcilazomolamazo dedicado a mis alumnos. Me ha llamado la atención que en el título aparezca escrito Garcilazo, en vez de Garcilaso, como en mi blog.
*Al final no se oye bien, pero se pueden encontrar esos fragmentos con buen sonido en esa misma página de youtube.
Quito, 1527, Anamaya, una joven de asombrosos ojos azules, única superviviente de la masacre de su pueblo, es llevada al palacio de Huayana Capac, el undécimo emperador inca, que confía en ella y le revela, en su última noche de vida, los secretos de su reino. Al día siguiente, ella no recuerda nada. Unos años más tarde, Anamaya se convierte en la confidente del nuevo emperador. Atahualpa. Esté debe hacer frente a la revolución de los partidarios de su hermano, Huascar, que le había arrebatado el dominio de Cuzco. Además, desembarca, en la isla de Puna, un pequeño grupo de extranjeros que son, en realidad, conquistadores españoles enviados por Carlos V para invadir el inmenso territorio inca y confiscar todo el oro. Al frente de esta expedición se encuentra el famoso capitán Pizarro, acompañado de sus hermanos y de un joven noble, Gabriel, que acaba de salir de la prisión de la inquisición. Anamaya desea recuperar la memoria para ayudar a su emperador a restablecer la paz, Gabriel necesita olvidar su pasado y dejarse llevar por una emocionante aventura, ¿Conseguirán ambos lo que anhelan?. Un mágico romance donde se entremezclan el miedo, lo sobrenatural y la pasión.
La supervivencia de los hijos del Sol está cada vez más amenazada. Pero no son las armas de los conquistadores lo que está marcando el fin del Imperio inca, sino el oro. ¿Conseguirá Anamaya salvar su relación con Gabriel, el joven conquistador, en medio de esta profunda espiral de odio y violencia?
En los primeros días de mayo de 1536 cientos de miles de indios se reúnen en las cimas de las colinas que dominan Cuzco. Forman una especie de cerco humano que rodea la ciudad: los incas están decididos a recuperar su lugar sagrado. ¿Logrará el amor de Anamaya y Gabriel superar el apocalíptico enfrentamiento?