viernes, 19 de enero de 2024
La loca y el feminista, corto de Sandra Gallego
jueves, 11 de enero de 2024
Léxico para lectores lunáticos
Mangata
Cuando vemos la luna en el horizonte del mar, una de las cosas que más nos sorprende es el reflejo que deja sobre el agua. Esa luz sobre el agua es conocida como mangata, que para los suecos significa "reflejo similar a un camino de la luna en el agua", sin embargo, en español, este concepto no tiene nombre.
Selenofilia
En casi todas las culturas a la luna se le han atribuido poderes mágicos, por eso, no resulta difícil para muchas personas sentir amor y fascinación por ella, llamado también selenofilia. Los selenófilos suelen ser personas que tienden a expresarse a través del arte, es más, muchos de ellos se consideran también nictófilos, es decir, atraídos por la oscuridad envolvente de la noche. En muchas ocasiones, es confundida por un trastorno psicológico debido a su terminación 'filia', sin embargo, este amor no es perjudicial ni peligroso. El concepto viene del griego 'selene', luna, y 'philia', amor.
Tsukimi
Más allá de sentirse atraído por la luna, el acto de contemplarla y mirarla tiene un nombre, tsukimi, que proviene de una milenaria tradición popular japonesa de comienzos de otoño que normalmente se celebra en el mes de septiembre. Este ritual se da como un agradecimiento a la naturaleza. En Japón, la luna tiene un significado especial en su cultura, por ese motivo, quisieron darle un nombre a su costumbre de admirar el satélite.
Plenilunio
De todas las fases lunares por las que pasa el satélite, el plenilunio es aquella que más inspira y admiran los artistas y pensadores, pero también muchas especies del mundo animal: la luna llena. La palabra proviene del latín plenilunium (luna plena o llena); vocablo compuesto por plenus (lleno), y luna (luna, la luminosa, la que ilumina).
Palabras derivadas de “luna”
- Alunado, da (adjetivo). Lunático. Malhumorado. Referido a un animal, en celo.
- Alunizaje (sustantivo). Acción de alunizar.
- Alunizar (verbo). Descender en la superficie lunar.
- Interlunio (sustantivo). Período lunar en que no se ve la Luna por la conjunción directa entre el Sol y la Tierra.
- Lunación (sustantivo). Tiempo que demora la Luna en pasar de una conjunción con el Sol a la siguiente.
- Lunado, da (adjetivo). Con forma de media luna.
- Lunar (adjetivo). Perteneciente a la luna o relacionado con ella. Como sustantivo, el significado dermatológico es propio del español, donde se documenta desde 1280. La etimología del sustantivo se explica por creerse que estas manchas se debían al influjo de la luna.
- Lunario, ria (adjetivo). Perteneciente a las lunaciones o relacionado con ellas. Como sustantivo, calendario o almanaque.
- Luna (sustantivo). Satélite de un planeta (Júpiter tiene numerosas lunas).
- Lunático, ca (adjetivo). Loco.
- Lunear (verbo). Salir a cazar, pescar o pasear cuando hay luna.
- Lunes (sustantivo). Primer día de la semana.
- Lunita (sustantivo). Diminutivo de “luna”.
- Medialuna (sustantivo). Aquello que tiene la forma de la luna cuando está en fase creciente o menguante. Panificado con esa forma.
- Novilunio (sustantivo). Luna nueva.
- Plenilunio (sustantivo). Luna llena.
- Semilunio (sustantivo). Mitad del período de una lunación.
- Sublunar (adjetivo). Que está por debajo de la luna
- Estar en la luna.
- Estar de buena o mala luna.
- Pedir la luna.
- Quedarse a la luna de Valencia.
- Luna de miel.
- Claro de luna.
La luna y la poesía
La luna ha despertado la inspiración de diferentes poetas a lo largo del tiempo. Este satélite, cargado de simbolismo y significado, está presente en un buen número de composiciones. Todos recordamos de niños haber cantado la poesía popular «Luna, lunera, cascabelera» y también de mayores (Mina)Trece poemas cortos sobre la luna
José Zorrilla La luna de enero
https://www.poetica2puntocero.com/cisne-redondo-en-el-rio-poemas-sobre-la-luna/
A. García Calvo, Cuando está tan llena la luna
Isabel Escudero, Condiciones de luna
miércoles, 10 de enero de 2024
Casa L. Mujeres al descubierto: Emilia Serrano de Wilson
Emilia Serrano |
El primer día de enero está destinado a Emilia Serrano (autodenominada Baronesa de Wilson), escritora y periodista española, gran viajera por el continente americano, pero casi desconocida en España. Gran acierto, porque la autora fue la valedora de las mujeres de letras de habla española: durante años, fue rescatando noticias en torno a la vida y la obra de numerosas escritoras contemporáneas, pero también de destacadas filántropas, artistas o heroínas olvidadas.
Su vida estuvo llena de grandes misterios que ella nunca aclaró, ya que fantaseó sobre sus orígenes familiares y su pasado que están llenos de datos contradictorios. Lo que sí sabemos es que poseía una refinada cultura y un buen manejo de lenguas. Hacia 1853 huye exiliada a París seguida de su amante, el escritor José Zorrilla*, con el que tendría una hija, Margarita Aurora, que moriría con cuatro años. Allí se codeó con Eugenia de Montijo y la flor y nata de la intelectualidad y burguesía parisinas.
Fue una auténtica "influencer", una mujer sorprendente, curiosa, aventurera. La audacia, el cosmopolitismo y la formación
variada le permitieron trazar en sus viajes poderosas redes sociales y
personales que la conectaron con los principales nombres del panorama cultural
y político del siglo, hasta el punto de llegar a convertirse en asesora de
gobernantes, como el presidente mexicano, Porfirio Díaz, y en historiadora
oficial de países como Venezuela o México y en la autora más difundida en las
escuelas americanas.
Pura Fernández en su novela 365 relojes. La Baronesa de Wilson recrea la vida de esta extraordinaria mujer que pasó de ser una exitosa empresaria
cultural en París, una viajera
aclamada en todas las repúblicas americanas y la impulsora de las relaciones
transatlánticas entre España y sus antiguas colonias, a morir arruinada y
olvidada en Barcelona (1923).
Leed aquí Las perlas del corazón. Deberes y aspiraciones de la mujer en su vida íntima y social (1876).
*La famosa Leila, nombre poético con el que la recordó en sus versos para no descubrir su relación secreta.
miércoles, 3 de enero de 2024
Moisés mata a Moisés
Entre los muchos testimonios que estos días circulan
sobre los horrores de Gaza, se ha visto un video de una mujer palestina lamentando
la muerte de su hijo abatido por las tropas israelíes, un joven llamado Musa.
Esto hace recordar los muchos nombres árabes que proceden del hebreo, al
pertenecer a personajes destacados de la Biblia que pasaron a la tradición
islámica. Ibrahim es Abraham, padre común de los dos linajes, árabes y hebreos,
según el Génesis. Yacub es Jacob, nieto de Abraham. Yusuf es Ioseph, hijo de
Jacob. Suleimán es Salomón, el rey sabio, hijo de David. Marién es el hebreo
Miriam, o Mariam, o sea, María. Susenna (español Azucena) viene del hebreo
Susan (Susana). Younes es Ionas (Jonás), o sea Ioannes (Juan). Algunos de estos
personajes son reconocidos por los musulmanes como grandes profetas que
precedieron a Mahoma.
Podríamos
seguir con otros, pero acabemos con el del joven Musa: este nombre árabe
frecuente (en España todavía es recordado el
moro Muza, uno de los primeros caudillos árabes que entraron en la
Península en tiempo de los godos), viene del hebreo Moshe, para nosotros Moisés,
el gran conductor de las tribus de Israel desde Egipto a la Tierra Prometida,
Canaán, más tarde llamada Israel… y Palestina. Por una de esas madejas de la
historia, esta víctima árabe del actual conflicto lleva el nombre del caudillo
que, por inspiración divina, llevó al pueblo hebreo, hace más de tres mil años,
a las puertas del territorio todavía ensangrentado ahora por el mismo
enfrentamiento.
(Para
acabar de rizar el rizo, el tal Moisés, suponiendo que fuera un personaje real,
con sus cuernecillos divinos, sus Tablas de la Ley con los diez mandamientos y
su majestuosa imagen profética, probablemente no era hebreo sino egipcio…)
En todo
caso, con unos entresijos tan implicados entre ambos pueblos, sería de esperar
algo más de entendimiento y no sólo la aplicación de la ley del más fuerte, y
con esta razón añadida: si Moisés mata a Moisés es una forma de suicidio simbólico del
pueblo judío.
lunes, 1 de enero de 2024
viernes, 29 de diciembre de 2023
David Araújo, un tuitero ilustrado: Tú dices..., Bécquer decía ...
David Araújo, un enamorado de las palabras, se define así en su cuenta Chuzo de punta: Lacónico con grelos. De Vigo sin viguir en mí. Covachuelista. Estos son mis tuits. Son como son. A nadie los pedí prestados.
Tú dices: "Aún flipo cuando recuerdo nuestro primer polvo".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) April 2, 2018
Miguel Hernández decía: "Aún me estremece el choque primero de los dos; cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas".
Tú dices: "Me puto flipas cuando llevas el pelo suelto".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) June 26, 2022
Quevedo decía: "En crespa tempestad del oro undoso nada golfos de luz ardiente y pura mi corazón, sediento de hermosura, si el cabello deslazas generoso".
Tú dices: "¿Por qué siempre acabamos liándola parda?".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) May 11, 2021
Emilia Pardo Bazán decía: "¿Por qué el hombre ha de dejar que lo pesque el diablo con tan tosco anzuelo y cebo tan ruin?".
Tú dices: "Pues claro que buscamos el retuit, no te jode".
— Chuzo de Punta (@chuzodepunta) January 1, 2021
Larra decía: "Porque la palabra escrita necesita retumbar y, como la piedra lanzada en medio del estanque, quiere llegar repetida de onda en onda hasta el confín de la superficie".
Para saber más: https://www.yorokobu.es/david-araujo-chuzo-de-punta/
domingo, 24 de diciembre de 2023
Serie para estas navidades: El encargado
La serie de Disney+ El encargado me ha parecido extraordinaria. En sus dos temporadas destila ironía y humor. Es una comedia negra con un buen guión y magníficos actores, entre los que destaca su protagonista Guillermo Francella, que ya me sorprendió en El secreto de sus ojos (2009) y en El clan (2015).
Eliseo es el portero de un edificio de clase alta en Buenos Aires, donde hace uso y abuso de su poder de vigilancia e intromisión. Debajo de su apariencia servicial, oculta un talento extraordinario para manipular. Considera que el edificio es suyo porque lleva décadas trabajándolo, está al servicio de los vecinos y los vecinos, sin saberlo, al suyo. Su existencia se verá amenazada cuando se entera del plan para construir una piscina en la azotea donde tiene su casa. Esto ocasionaría su despido y liquidación tras treinta años. Pero él tiene un plan para solucionarlo.
Eliseo juega a ser dios según sus caprichos, ánimo o ganas de impartir justicia. Aunque eche una mano a vagabundos, empleadas del hogar e inquilinos buenos a punto de ser estafados. Carente de escrúpulos, cobra comisiones a los obreros que vienen a hacer reparaciones, e incluso saca beneficio alquilando por días el apartamento de unos vecinos. Detrás de su apariencia servicial se esconde un maestro del engaño, un bufón mentiroso y demente, un solitario pícaro que vive acompañado de una planta carnívora que alimenta con moscas. Unas veces pierde, pero la mayoría gana. No es una serie de crítica social, pero nos presenta una ficción con personajes reconocibles. Este portero sin uniforme no tiene nada que ver con sus colegas de las series de televisión españolas.