miércoles, 6 de diciembre de 2023

Arboricidio en la Plaza de las Comendadoras


Los pinos de las Comendadoras han formado parte de mi paisaje urbano. Bajo sus ramas, un remanso de paz entre el ajetreo de las calles aledañas, he pasado mucho tiempo cobijada con entretenidas conversaciones sobre todo en verano. También ha sido el escenario de muchas películas. Hoy es el el espacio de la desolación. 

Los pinos de la plaza de Comendadoras, en 2018 

Vista de la zona oriental de Comendadoras, después de la tala

domingo, 3 de diciembre de 2023

La técnica del chibolete (shibboleth)

Doris Salcedo,Shibboleth
En una entrada anterior recogí el artículo de Irene Vallejo Lenguas de fuego sobre la importancia de las lenguas que sirven para comunicarnos, pero también para
 dibujar fronteras. Los idiomas construyen el concepto del otro, del extranjero, y las sociedades jerarquizan los idiomas y los acentos. 

Hoy lo completo con la técnica del chibolete (shibboleth) que establece marcadores para la identificación de las personas por su forma de hablar y por sus costumbres y tradiciones que denotan su origen social y regional tanto geográfico como cultural. Estas diferencias lingüísticas y dialectales a lo largo de la historia han servido también para su exclusión del grupo dominante e, incluso, para su exterminación. Los marcadores tribales o chiboletes se convierten así en una metáfora de las segregaciones y las fronteras.

Ver vídeo https://fb.watch/n_pTEzvGjF/

¿Qué es eso de chiboletes?

El término chibolete no está recogido en el diccionario de la RAE. Su origen es la palabra hebrea «šibóleth» (שִׁבֹּלֶת), que significa literalmente ‘espiga’ o, según otras fuentes, ‘torrente’ y hace referencia a un pasaje bíblico (Jueces 12, 4-6) en el que se cuenta cómo los miembros de un pueblo reconocían a quienes pertenecían o no a ellos por la forma en que pronunciaban esta palabra. El término pasó a las lenguas modernas, como el inglés shibboleth, y se refiere a cualquier palabra o frase que se pueda utilizar para distinguir a los miembros de un grupo de personas. También se convirtió en sinónimo de contraseña, una palabra clave para demostrar que se es parte de un grupo. Actualmente se utiliza en tecnología de la información.

 Miguel de Unamuno castellanizó como chibolete la expresión original shibboleth en su ensayo La fe (1900), le atribuyó el significado amplio de signo que permite identificar a los miembros de un grupo social:

–¿Qué es eso de chiboletes? –dirás. 

Acude al capítulo XII del libro de los Jueces, y hallarás su explicación. Hela aquí: Los de Efraim movieron guerra a los de Galaad, y juntando Jefté a éstos, peleó contra Efraim. «Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a Efraim, y sucedía que cuando alguno de los de Efraim, que había huido, decía: “¿Pasaré?”, los de Galaad le preguntaban: “¿Eres tú efraimita?” Si respondía que no, le decían: “Pues di schibolet”. Y él decía sibolet, porque no podía pronunciar de aquella suerte. Y entonces le echaban mano y lo degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraim cuarenta y dos mil».
 He aquí lo que nos cuenta el libro de los Jueces en los versillos 5 y 6 de su capítulo XII. Que es como si moviendo guerra los de Castilla la Vieja a los de la Nueva, cuando alguno de éstos intentase pasar el Guadarrama le dijeran: ¿eres madrileño? y si respondiese que no: pues di pollo, y él diría poyo, porque no pueden pronunciar de aquella suerte. Y entonces le echaran mano para degollarle en los puertos del Guadarrama.

 Y ha quedado la palabra schibolet, sobre todo en inglés (shibboleth) lenguaje que, como pueblo que lo habla, se ha formado en gran parte bajo el influjo de tradiciones bíblicas– en el sentido de santo y seña de un partido cualquiera o de una secta. Nosotros no hemos adoptado el vocablo, ¿pero la cosa? Estamos llenos de schibolets, o chiboletes, si preferís esta forma, ya adaptada a nuestro idioma, de santos y señas; chiboletes por todas partes. «¡Jesuita!» –y cree haber dicho algo; «¡krausista!»– y se queda tan descansado nuestro hombre. Chiboletes, chiboletes por todas partes, chibolete de la falta de fe. «Di ¡pollo!», y contesta el pobre diciendo: ¡poyo!, y; «¿poyo, poyo dices?… pues te degüello, que tú eres efraimita!».

Ejemplos más recientes de shibboleth 

Como en el ejemplo bíblico, en numerosos conflictos entre grupos con distintos idiomas o dialectos, uno de ellos ha utilizado shibboleths para descubrir al enemigo. Veamos algunos ejemplos relacionados con la historia de España:

 - Hace tres siglos, en 1715, las guerrillas catalanas utilizaban una técnica parecida cuando en sus controles en los caminos obligaban a los viajeros a pronunciar el popular trabalenguas 'setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat' (dieciséis jueces de un juzgado comen hígado de un ahorcado) y daban matarile a quien no dominaba la hermosa fonética catalana.

- En la Guerra de la independencia de Colombia contra España, los rebeldes idearon un curioso método para diferenciar a los criollos y oriundos de los llegados recientemente de la metrópoli. La prueba pasaba por pronunciar el nombre “Francisco”. La clave para diferenciar entre ambos grupos estaba en sesear, pronunciando la primera “c” como una “s”, un detalle que marcaba la diferencia entre sobrevivir o ser arrojado al río Magdalena.

-En la que se ha dado en llamar “La Masacre de Perejil”, dominicanos y haitianos se enfrentaron dejando aproximadamente 5.000 víctimas. Por orden del dictador Rafael Trujillo, miles de haitianos, la mayoría trabajadores en las fincas agrícolas situadas en la frontera entre ambos países, fueron asesinados. En este caso se utilizó el término “perejil” como instrumento de diferenciación entre la población negra local y los foráneos haitianos, ya que mientras los primeros no tenían problemas en la pronunciación de dicho término, los segundos, que tenían como lengua materna el criollo francés, se atragantaban con las letras “j” y “r”.

https://www.eliberico.com/shibboleth-pronunciacion-costaba-la-vida/ 

https://blog.agirregabiria.net/2021/03/shibboleth-o-chibolete-la-fonetica-como.html

En la literatura, la filosofía, la música y el arte 

La expresión ha aparecido también en escritores y filósofos. Paul Celan, poeta rumano de origen judío, y Derrida, filósofo francés nacido en Argelia de origen sefardí, compartieron su condición de arraigo y desarraigo. El poema Schibboleth de Paul Celan es un canto melancólico que evoca el exterminio de los republicanos españoles y es el título de la monografía que dedica Derrida a Celan. Para él schibboleth es lo que hay que saber reconocer y pronunciar para tener derecho de asilo, para identificar y solventar la fronteras.

Corazón:
dalo también aquí a conocer,
aquí, en medio del mercado.
Haz que resuene, el shibboleth,
en lo extranjero de la patria.
Febrero. No pasarán.

El compositor Juan Manuel Ruiz ha estrenado recientemente la cantata sinfónico-coral Shibboleth (ver el vídeo en Youtube) sobre el texto, escrito expresamente por Diego Valverde Villena, admirador de Celan. Trata sobre la búsqueda de las claves y el código cifrado que rige el universo y nos conduce a nuestro propio conocimiento. La Biblia, la Cábala, la mística y las matemáticas son las herramientas con las que se buscan esas cifras del mundo:

Para entrar en/lo más profundo/de mí/tu nombre es/el shibboleth

La escultora colombiana Doris Salcedo con su exposición Shibboleth (2007) en la gran Tate Modern de Londres lanzó un mensaje sobre la segregación y exclusión que sufren los habitantes del tercer mundo. Para ello realizó una grieta de 167 m. de largo y un máximo de 50 cm. de ancho. Una grieta que habla de exclusión, racismo y esclavitud.

@mnchrome_arts Hoy te presento Shibboleth de Doris Salcedo #obrasdearte #artemoderno #artetiktok ♬ Clair de lune/Debussy - もつ

PD: Quevedo, agente secreto  

Mi amigo Guillermo me ha informado de una anécdota que demuestra que los más listos podían burlar la técnica del chibolete gracias a sus conocimientos lingüísticos. Según algunos escritos, el secretario del virrey de Nápoles, el escritor y poeta Francisco de Quevedo y Villegas logró escapar de Venecia gracias a su perfecto conocimiento del veneciano y a su convincente aliento a vino. En 1613 nuestro ilustre escritor y reconocido espadachín se trasladó a Italia, llamado por su amigo el duque de Osuna, Virrey de Nápoles y Sicilia, quien le nombró Secretario de Estado. Para defender aquellas posesiones de la corona, Quevedo tuvo que intrigar contra Venecia (el principal centro de oposición a la hegemonía española en Italia) y tomar parte en una conjura (1618), destinada a apoderarse de la ciudad. Aunque el golpe se abortó, él consiguió huir disfrazado de pordiosero.

lunes, 27 de noviembre de 2023

Primadomus: Centro de rescate de animales exóticos en Villena

Primadomus (Finca Rincón de Moro) 

En Villena tenemos de todo, incluso un psiquiátrico para animales exóticos en la sierra de Salinas. 

 En AAP Primadomus trabajan por el bienestar de mamíferos exóticos no domésticos a través del rescate y rehabilitación de animales, que en la mayoría de los casos provienen del tráfico ilegal o la tenencia privada. También los rescatan de conflictos o catástrofes. La fundación internacional se financia básicamente con donaciones y cuenta con voluntarios. De origen neerlandés, tiene sedes en Países Bajos, España y Alemania y centros de rescate en Villena y Almere (Países Bajos).

Leopardo refugiado 
En España llevan desde el año 2009 cuando se dieron cuenta del aumento de solicitudes para el rescate del macaca sylvanus, también conocido como mono de Gibraltar. Leones, tigres y primates, son otros de los animales que se pueden ver en el centro de rescate de animales que se puede visitar,  una alternativa a los clásicos zoos. Recientemente ha acogido a cuatro leones provenientes de Kiev que han sufrido las consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania. Ayer Primadomus era noticia en El País por haber recuperado a un leopardo. 


sábado, 25 de noviembre de 2023

25 N "Ahora ya España es otra”, Ministerio de Igualdad 2023


jueves, 23 de noviembre de 2023

Investidura y masturbación (De Machado a Ismael Serrano)

En la pasada investidura de Pedro Sánchez, el cantautor Ismael Serrano se convirtió en uno de los protagonistas del debate al ser mencionado en más de una ocasión por Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, aunque este último reconociera no conocerle.

Las redes sociales se han hecho eco del espectáculo, para algunos fue gracioso y para otros bochornoso. Para mí, fue una muestra más del esperpento de la política que da más importancia al zasca y a la humillación del otro que al argumento de las propuestas. Una sesión parlamentaria convertida en un capítulo de La que se avecina en un patio de colegio. Una cita del pensador Antonio Machado, gracias al Pp, acaba en un chiste sobre la masturbación. Surrealismo puro.

 Este fue el orden de los acontecimientos del rifirrafe entre aplausos enfebrecidos de las dos bancadas del hemiciclo que acaban siendo ridículos:

1. Sánchez hace una cita de Antonio Machado "Hoy es siempre todavía'  (Proverbios y cantares) hablando de la amnistía.

2. Feijóo le achaca que haya recortado la cita completa, que en parte contradecía el uso que quería dar el socialista a esos versos: "Y ahora es el momento de cumplir las promesas que nos hicimos".

 3. Sánchez saca los colores a su adversario: esos versos añadidos no existían, sino que se correspondían a presentación de la canción Ahora en un concierto en vivo que hizo el cantautor Ismael Serrano. "Es lo que pasa cuando se buscan las cosas en Google...", se mofaba recordando unas palabras de Feijóo sobre su amigo el narcotraficante .

4. Feijóo, para rebajar la equivocación, dice que no conocía mucho a Serrano y que él era más de cantautores como Luis Eduardo Aute, Javier Krahe o Joaquín Sabina  y cita "una bonita estrofa" del cantautor –"¡qué bonita, qué divertida es conmigo la convivencia!"– para criticar la deriva política socialista, al mismo tiempo que reconoció no saber nada de buscar en internet en comparación con Sánchez, "que ha hecho con Google la tesis doctoral".

 Pero en realidad el poema Amor propio se refiere a la masturbación. En palabras del cantautor: "Es una oda al amor propio y hago un chiste respecto a la masturbación. A mí también me sorprendió que de entre todas las canciones que tengo eligiera esa... Alguien metido en el psicoanálisis podría decir que es un acto fallido, que es algo que necesitaba expresar. Si es lo malo que tiene Google, agarró la primera cita que le iba bien".

Aquí puedes oír la canción y leer el texto completo del que destaco esta estrofa para mayor claridad:

Y voy y me levanto cada mañana,
feliz y seguro.
Me hago el desayuno,
me lo sirvo en la cama,
y allá voy,
menudo soy,
me dedico un arrechucho:
sexo seguro,
sin riesgos, sin contemplaciones,
dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor,
menudo soy para el amor.
Y que le voy a hacer si la gente
me condenó al olvido, a ser autosuficiente,
si con eso sobrevivo, que no es poco,
mejor loco que mal acompañado.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Eduardo y los dictadores

Jules et Jim 

De una chafardera lletraferida a un xarnego, pariente sentimental de Pijoaparte

Los jóvenes catalanes de los setenta estaban más cerca de París que de Madrid, que por entonces era el centro del poder franquista, el ombligo de la España pintada de color gris y banderas rojigualdas. A los madrileños nos llamaban mesetarios y no estaban equivocados. Allí conocí a Eduardo y su amigo Felipe, ambos de L´Hospitalet de Llobregat​​​. Eduardo era entonces un guapísimo joven de ensortijada melena negra y sonrisa encantadora (seguro que lo sigue siendo). Ingenioso, impredecible, divertido, compaginaba Magisterio con estudios de Arte en la escuela Massana de Barcelona. Sus dibujos y pinturas reflejaban todo el mundo de de las vanguardias. Felipe, de pelo largo y una piel tan blanca como la mía, trabajaba. Eran opuestos físicamente y complementarios en sus actitudes. A su lado, cautivada por su personalidad, me sentía tan libre y feliz como Jean Moreau en la película Jules y Jim de Truffaut, Con ellos sentí la fuerza de los veinte años que cantaba Serrat (Ara que tinc vint ans) pensando en la enorme suerte que tenía por haberlos conocido. Recibir las cartas y postales de Eduardo con una letra redonda de esmeradas mayúsculas me llenaba de alegría. La amistad que forjamos estaba basada en dos pilares: la película El gran dictador y la muerte del general Franco. 

El gran dictador

En el verano del 75 estuve dos meses viviendo en París, donde asistí a las clases de la Alliançe Française. En el puente de Nôtre Dame hubiese podido cambiar mi vida (no sé si para mejor o peor) si hubiese ido a Copenhague; pero me quedé a medio camino, acabé en Ámsterdam con unas amigas. El autobús nocturno que hizo el viaje de ida y vuelta estaba lleno de extranjeros, pero me llamó la atención un grupo de catalanes formado por dos chicos con pinta de charnegos (Eduardo y Felipe) y una silenciosa chica rubia con pinta de pija, tal vez el recuerdo esté influido por la lectura de Últimas tardes con Teresa. Los chicos se sentaron juntos y la chica compartió asiento toda la noche con un senegalés de enorme envergadura. A  la semana siguiente me los encontré en la cola del cine para ver la película de Charlot  El gran dictador. Sacamos juntos las entradas y compartimos carcajadas. A la salida, descubrimos que vivíamos muy cerca, yo en la rue de la Glacière y ellos en la rue de la Santé. Se ofrecieron a llevarme en su coche y me dejaron el sitio del copiloto. Eduardo Iba conduciendo de una forma temeraria. Al doblar una rotonda nos paró la policía, nos pidieron la documentación y los papeles del coche. A la pregunta de quién era el vehículo, él contestó que de su tía con la que estaba pasando unos días. Nos enfocaron con las linternas y nos dejaron ir. Los nervios me entraron cuando me enteré de la historia verdadera: no tenía carné de conducir, lo había falsificado, su tía estaba de vacaciones y había cogido el coche sin su permiso. Pensé que en España, esa contestación sincera nos habría llevado al calabozo por chulos.

La muerte del pequeño dictador

La siguiente vez nos vimos en Madrid cuando murió Franco en un frío día de noviembre. Vinieron los dos amigos que seguían manteniendo su pinta de sospechosos y en los alrededores del Palacio Real nos paró la secreta. Solo les pidieron a ellos los carnés y les acribillaron a preguntas por ser catalanes. Otra vez temí que acabáramos en chirona. No fue así. Nos libramos por segunda vez. Mis padres entonces vivían en Granada y yo les acogía en su casa, donde dormían acojonados bajo la amenaza de una araña de bronce descomunal encima de la cama de matrimonio. 

                         

        

El verano en Sitges

En junio del 76 inauguró una exposición en Sitges y me invitó a pasar unos días. En medio de la sala colgaba del techo una butifarra, enmarcada y dispuesta a ser engullida, con la que todo el mundo tropezaba sin inmutarse. Un toque surrealista que debía a su maestro Dalí. Los bares de Sitges, llenos de extranjeros de todas las orientaciones sexuales, no tenían nada que ver con los familiares de Alicante que yo conocía, nuestro preferido era un bar donde los asientos eran unas camas que se balanceaban suspendidas en unas guirnaldas de colores. Una noche, Felipe que venía de Barcelona llegó tarde a cenar, Eduardo le sorprendió con un plato de carne especialmente preparado para él. Apenas lo probó Felipe, Eduardo apareció sonriente con una lata de conservas con el lema Para perros felices. Escenificaron un enfado y estuvieron peleándose y buscándose por todo el apartamento como en una película muda. Siempre ponían un grado de locura maravillosa en mi vida tan ordenada como aburrida, su extroversión contrastaba con mi introversión.

Los últimos encuentros

De vuelta de un viaje a Granada en Vespa, pasaron por Madrid, no sé la de horas de viaje que le echaron. Las locuras geniales continuaban, pitaban los anuncios en el cine y  saludaban al entrar en el Metro y en el Burguer King de Princesa que acaban de inaugurar. En El último cuplé, Eduardo se presentó voluntario para escenificar uno de los picantes cuplés de Olga Ramos. Poco después a Eduardo le tocó hacer la mili en Vitoria y nos volvimos a ver en Madrid. Recuerdo que me dijo entonces que en la mili, toda una escuela de vida domesticada, había que pasar desapercibido: ni ser el último ni el primero. Poco a poco las cartas se distanciaron hasta perder el contacto, justo cuando la vida se iba poniendo seria. 

El blog La Tabla para amar las plantas y los jardines

sábado, 18 de noviembre de 2023

Francisco Franco Martínez Bordiú inmortalizado en el Homenaje al Maestro

 

El monumento Al Maestro, que se encuentra en el parque del Oeste, fue una iniciativa de 1943 de un grupo de profesores de Geografía, que hasta 1965 no se materializó (el diario ABC le dedicó una página a su inauguración). Representa a un maestro con una mano posada sobre un niño mientras que alza la otra «explicando la lección». Lo que yo no conocía era que Francisco Franco Martínez Bordiú*, nieto del general Franco, había posado como modelo para la figura infantil.

 No deja de sorprenderme que uno de los colectivos más represaliados tras el golpe de estado de 1936 fuera homenajeado de esa manera tras la guerra civil. Durante los primeros días el ensañamiento de los sublevados con los maestros republicanos fue de tal magnitud que, en muchos casos, la primera acción de los falangistas y requetés al llegar a los pueblos era fusilarlos. Cientos de ellos fueron asesinados y a más de seis mil se les impidió continuar ejerciendo su profesión. La purga de los maestros de escuela primaria, como la de otros grupos profesionales, fue un instrumento de la represión política organizada y planificada para establecer, conservar y legitimar el «nuevo orden» sociopolítico que se implanta después la victoria militar de Franco.


La escultura sigue la forma tradicional de representar al maestro de forma patriarcal, pero en internet he encontrado otra que me parece más adecuada a los tiempos modernos y que guarda las debidas distancias. La obra se localiza en pleno casco histórico de Palencia, en la plaza de la Inmaculada, justamente enfrente de una de las portadas de la Catedral. Fue realizada por Rafael Cordero en el 2003.


Monumento al Maestro en Palencia 


El escultor, docente de profesión, hablaba así de su obra en la inauguración de la misma:

" Desde el principio pensé en el maestro como agente transmisor de la cultura en aquellas viejas escuelas, las de toda la vida. He querido representar al que yo conocí, una figura entrañable de alguien que luchó mucho por llegar a ese puesto, no muy bien retribuido.

Quería reflejar el mecanismo que une al que sabe con el que no sabe, pero en el momento más distendido de esa relación, cuando el maestro al finalizar las clases nos leía un libro. Por eso he hecho dos figuras: la del viejo maestro y la de la alumna que le escucha.

La verdad es que ser profesor de enseñanzas medias y trabajar con maestros me empujó un poco a participar en el concurso porque es un mundo que yo conozco”.


 *Un primo mío dio clases de Farmacología al nietísimo en la Facultad de Medicina de la Autónoma. No aprobaba y comentaba que el escolta que le acompañaba parecía estar más interesado que él en aprender.