sábado, 18 de noviembre de 2023

Francisco Franco Martínez Bordiú inmortalizado en el Homenaje al Maestro

 

El monumento Al Maestro, que se encuentra en el parque del Oeste, fue una iniciativa de 1943 de un grupo de profesores de Geografía, que hasta 1965 no se materializó (el diario ABC le dedicó una página a su inauguración). Representa a un maestro con una mano posada sobre un niño mientras que alza la otra «explicando la lección». Lo que yo no conocía era que Francisco Franco Martínez Bordiú*, nieto del general Franco, había posado como modelo para la figura infantil.

 No deja de sorprenderme que uno de los colectivos más represaliados tras el golpe de estado de 1936 fuera homenajeado de esa manera tras la guerra civil. Durante los primeros días el ensañamiento de los sublevados con los maestros republicanos fue de tal magnitud que, en muchos casos, la primera acción de los falangistas y requetés al llegar a los pueblos era fusilarlos. Cientos de ellos fueron asesinados y a más de seis mil se les impidió continuar ejerciendo su profesión. La purga de los maestros de escuela primaria, como la de otros grupos profesionales, fue un instrumento de la represión política organizada y planificada para establecer, conservar y legitimar el «nuevo orden» sociopolítico que se implanta después la victoria militar de Franco.


La escultura sigue la forma tradicional de representar al maestro de forma patriarcal, pero en internet he encontrado otra que me parece más adecuada a los tiempos modernos y que guarda las debidas distancias. La obra se localiza en pleno casco histórico de Palencia, en la plaza de la Inmaculada, justamente enfrente de una de las portadas de la Catedral. Fue realizada por Rafael Cordero en el 2003.


Monumento al Maestro en Palencia 


El escultor, docente de profesión, hablaba así de su obra en la inauguración de la misma:

" Desde el principio pensé en el maestro como agente transmisor de la cultura en aquellas viejas escuelas, las de toda la vida. He querido representar al que yo conocí, una figura entrañable de alguien que luchó mucho por llegar a ese puesto, no muy bien retribuido.

Quería reflejar el mecanismo que une al que sabe con el que no sabe, pero en el momento más distendido de esa relación, cuando el maestro al finalizar las clases nos leía un libro. Por eso he hecho dos figuras: la del viejo maestro y la de la alumna que le escucha.

La verdad es que ser profesor de enseñanzas medias y trabajar con maestros me empujó un poco a participar en el concurso porque es un mundo que yo conozco”.


 *Un primo mío dio clases de Farmacología al nietísimo en la Facultad de Medicina de la Autónoma. No aprobaba y comentaba que el escolta que le acompañaba parecía estar más interesado que él en aprender. 


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