De repente, recibí muchísimas visitas en mi entrada Demolición del edificio que albergó la sala Cadarso y el colegio Covadonga que había escrito hace años llena de melancolía (y cursilería, todo hay que decirlo) recordando versos clásicos sobre ruinas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está confinada y encantada en las habitaciones de un apartohotel de lujo, propiedad de Be Mate. Me quedé sorprendida, el edificio era una réplica casi exacta del anterior, pero para qué destruir para volver a construir. Hoy, comparando las fotos, he encontrado la finalidad de la operación, el nuevo edificio ha ganado en altura, con unas terrazas que no estaban en el original, para que las vistas del centro de Madrid sean espectaculares. La explicación es tan sorprendente como las explicaciones que ha dado la política. Lo que yo sé es que el Hogar del Empleado alquilaba los pisos bajos a los jesuitas que tenían una residencia más arriba, en el ascensor nos encontrábamos a veces a José María Díez-Alegría. Supongo que, cuando cerraron el colegio, decidieron vender el edifico. Alguien habrá ganado mucho dinero con esta especulación inmobiliaria.
miércoles, 20 de mayo de 2020
Cadarso 18: Colegio Covadonga/Demolición/Apartamentos de lujo Be Mate
Etiquetas:
Hogar del Empleado,
Paseos por Madrid
lunes, 11 de mayo de 2020
Stoner, John Williams
Stoner es una novela sencilla, sin alardes técnicos, emotiva,
perfecta en su trazado y en sus palabras. Es un libro al que cualquier público
se puede acercar, pero que, como las grandes obras, satisface a los amantes de
la lectura y a los filólogos. Su ritmo es como una música melancólica cuya
cadencia resuena en nuestros oídos después de haberla leído. Es literatura
en estado puro. Es vida. Es muerte.
Stoner — considerada una especie de novela de culto—, narra la vida de John Stoner, un hijo de
campesinos que en 1910 entra a la universidad de Misuri a estudiar agricultura
pero que al poco tiempo cambia de rumbo cuando descubre su gusto por la
literatura y su vocación como profesor universitario. Una novela un tanto
triste sobre un idealista que aspira a triunfar en el amor y en su trabajo,
pero que –sin poder evitarlo- ve cómo su matrimonio y su ascendente carrera
como profesor se precipitan al despeñadero. “Al cabo de un mes él supo que su
matrimonio era un fracaso; al cabo de un año abandonó toda esperanza de que
fuera a mejorar. Aprendió a callarse y dejó de imponerle su amor”, se lee en la
primera parte de la novela. El mismo sentimiento de decepción va a estar
presente en la relación de Stoner con los otros profesores y sus alumnos,
aunque el autor siempre negó el carácter triste del protagonista. “Creo que es
un verdadero héroe”, dijo John Williams en una entrevista: “Mucha gente que ha
leído la novela piensa que Stoner tuvo una vida triste y mala. Yo creo que tuvo
una muy buena vida. Él estaba haciendo lo que quería".
Me he emocionado con la vida de este
profesor, que tanto tiene que ver con su propio autor, y con las dificultades que tuvo que vivir y afrontar que no eran
obstáculos inquebrantables o sucesos extraordinarios, sino el mismo paso del
tiempo y el peso de la vida que a veces puede resultar insoportable.
jueves, 7 de mayo de 2020
Saludo vírico, la "zamorana" contra el coronavirus
Lo que más echo de menos en estos
tiempos de coronavirus son los abrazos, esos lazos cotidianos que te transmiten
cariño y energía. Sin ellos se vive, pero mal. El virus nos ha aislado, no lo
hemos podido derrotar por ahora. Huérfanos de contactos, no sé cómo volverán a ser las relaciones
personales a partir de ahora, convertidos en solitarios seres mutantes con
mascarilla y guantes que arrastran su tristeza por las calles. Me temo que los abrazos perdidos y rotos no volverán.
Los saludos con el codo como
alternativa al apretón de manos, que se han puesto de moda, me hacen reír
porque me recuerdan a la famosa parada del portero Ricardo
Zamora que tantas veces veía de pequeña en el NODO. Alfredo Di Stéfano
decía que solo han existido dos porteros: San Pedro en el cielo y Ricardo
Zamora en la tierra. La "zamorana" era una parada con el codo, un
espectacular despeje con el antebrazo, que le hacía ser un guardameta
invencible. La "zamorana" era un corte de mangas en toda regla, un
gesto que demostraba la furia española. Los saludos virales también me
recuerdan al "pericote", una danza originaria de la zona de Llanes de un hombre y
2 mujeres o 2/4, 3/6... siempre en proporción 1/2; en ciertos momentos el
hombre lleva una mano al hombro contrario, presentando el codo a sus
compañeras, y luego cambia de mano y codo. Se parece al saludo militar de mano
derecha con la palma hacia abajo llevada a la parte izquierda del pecho, pero
en el pericote se marca más la presentación del codo, como en el saludo vírico de estos días.martes, 5 de mayo de 2020
Bodegón del coronavirus
Mi ahijada ha diseñado y confeccionado unas mascarillas para tiempos del coronavirus. Hoy las hemos estrenado. Como todas, dan mucho calor y empañan las gafas. A mí me agobian muchísimo. Al llegar compuso este bodegón con unas frutas de madera de balsa. Se podría titular Naturaleza muerta y tapabocas.
Las mascarillas de mi sobrina se parecen a las quirúrgicas, no
a las que tienen formas de seno y parecen un sujetador "monomástico",
adjetivo inexistente, formado a partir
de la raíz griega mastos (pecho, mama, teta), que tendría que ponerse de moda.
domingo, 26 de abril de 2020
Diagnóstico sin pruebas
El médico de
cabecera la envió al urólogo tras hacerle una ecografía, porque la infección de
orina presentaba un cultivo negativo desde verano y y estaba fuera de su
sabiduría. "¿De dónde pueden venir los leucocitos en orina si no hay infección?",
le preguntó al especialista. El médico sonrió y respondió: "Muy fácil, de
la tuberculosis del tracto urinario". Era el 30 de diciembre y se le cayó literalmente
el mundo encima cuando oyó el nombre de la temida enfermedad de su familia
materna. No sabía que hubiese una tuberculosis urinaria. Al ver su cara, el
médico recomendó:" Tiene que llevar una muestra de orina tres días
consecutivos para que le hagan en el laboratorio unas pruebas de tinción que
tardaran más de dos meses. Hay que esperar los resultados,
entonces sabremos si la tiene o no. Si no la tiene, realizaremos otras pruebas.
Y no se preocupe, ese tipo de tuberculosis no es contagiosa y tiene cura. Puede
hacer vida normal. Mientras tanto beba mucha agua". Le dio el volante y le
deseó feliz año.
Sus deseos no se
cumplieron. Cuando llegó a casa, buscó en internet y comenzó la zozobra. Se
obsesionó con cómo me he podido contagiar y recordó que, en el último Instituto
en el que dio clases, hubo un caso de tuberculosis pulmonar e hicieron la
prueba de la tuberculina a todos los alumnos y profesores, pero ella afortunadamente
no tenía ese curso. A medida que iban pasando los días más largos de su vida, resignada se fue haciendo a la idea, tal vez sea un bacilo que se haya reactivado por una bajada de defensas. A principios de
marzo llegaron los resultados. Alea iacta est. Tardó un rato en mirarlos. Por
fin, después de angustias e insomnios, se quedó tranquila, todo daba negativo. Hubiese
preferido un médico más cauteloso a la hora de emitir un diagnóstico. Ahora no
tiene miedo al coronavirus. Lo que tiene que ser, será. Lo único que conserva de tísica es el oído.
jueves, 23 de abril de 2020
2020, Día del Libro en cuarentena
Toñi y Ramón nos han obsequiado con este especial regalo, un vídeo sobre la película El hombre de la Mancha, un homenaje a Cervantes. Esperemos que sus deseos se cumplan y ganemos la batalla.
Los libros vistos por los maestros del Prado. El Museo del
Prado selecciona 10 obras de sus grandes maestros para celebrar el Día del
Libro 2020. El Bosco, Tiziano, Rembrandt, Velázquez y Goya son solo algunos de
los artistas que representaron en sus obras los libros como símbolo de
sabiduría, elemento de disfrute o refugio espiritual.
jueves, 16 de abril de 2020
Los Cazalet, Elisabeth Jane Howard
En la
cuarentena me he dedicado a leer los cinco volúmenes de las Crónicas de los
Cazalet. Los recomiendo. Su autora, Elizabeth Jane Howard (1923-2014), se
inició en la literatura en 1947, tras unos primeros intentos de ser actriz y
modelo. De su amplia obra, esta pentalogía es sin duda su obra maestra, que
obtuvo un éxito extraordinario de público y cuyos dos primeros volúmenes fueron
adaptados a la pequeña pantalla por la BBC.
Los Cazalet son una familia que se extiende a lo largo de tres generaciones. Los
conocemos en 1937, cuando comienza el primer volumen, y se despiden en la
Navidad de 1958. Lo que sucede entre esas fechas es una prodigiosa exposición
del desarrollo de la sociedad inglesa a través del extenso vínculo familiar
iniciado por una pareja, el Brigada y la Duquesita. La historia empieza
significativamente en Home Place, la residencia de verano de la pareja
fundadora con sus cuatro hijos, esposas y nietos: un reducto de intimidad y
afecto donde se han empezado a superar las dolorosas consecuencias de la I
Guerra Mundial en los adultos y donde comienza inocente y alegremente a vivir
la primera generación de nietos. A lo largo de la serie iremos conociendo los
cambios de mentalidad, sociales, personales y económicos, de todos los
integrantes del clan y sus servidores, la dificultad de afrontar y entender las
nuevas formas de vida y, sobre todo, el paso de un clan familiar a la búsqueda
de la vida por parte de todos ellos, unidos por el afecto y disgregados por sus
vidas personales y el signo de los tiempos.
La escritura de esa serie es una verdadera
proeza en lo que tiene de reunir y construir tantas personas y vidas
singulares, tantas relaciones; una verdadera comedia humana que extrae del
relato de la cotidianeidad un mundo complejo de valor universal. Y los saltos
en el tiempo se asumen con la misma naturalidad con que asumimos las distancias
temporales en la vida real y recuperamos la intensidad de trato con los seres que
nos importan. En la recreación del grupo es decisivo el clima sentimental y
emocional que la autora consigue plasmar, así como el entrecruzamiento de las
conciencias de todos en el camino de sus esperanzas, engaños, fracasos y
logros. Una lectura inolvidable.
Crónicas de los Cazalet (1-5). Elizabeth
Jane Howard.
Traducción de Celia Montolío (1-4) y Raquel García Rojas (5). Siruela, 2017-1019.
Los años ligeros. 436 páginas.
Tiempo de espera. 468 páginas.
Confusión. 402 páginas.
Un tiempo nuevo. 560 páginas.
Todo cambia. 472 páginas.
Traducción de Celia Montolío (1-4) y Raquel García Rojas (5). Siruela, 2017-1019.
Los años ligeros. 436 páginas.
Tiempo de espera. 468 páginas.
Confusión. 402 páginas.
Un tiempo nuevo. 560 páginas.
Todo cambia. 472 páginas.
Para abrir boca, pincha en el siguiente enlace.
https://books.google.es/books/about/Los_a%C3%B1os_ligeros_Cr%C3%B3nicas_de_los_Cazal.html?id=VbGyDgAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
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