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lunes, 1 de mayo de 2023

Otro milagro de primavera

El orden de las fotos está alterado, hay que recomponerlo 
 
Me regalaron una pequeña orquídea por mi cumpleaños, nunca había tenido una en casa. Duró hasta enero cuando dejó de darle el sol. Estaba a punto de tirarla al compost cuando decidí podarle las hojas. Diez días después, tímidamente brotó un botón minúsculo que se convirtió en un tallo que dio flores a finales de abril. El poder de la naturaleza hacia la luz y hacia la vida emerge con la fuerza de un puño desafiando a los rayos destructores y a los muros opresores. Otro milagro de la primavera que afecta también a los corazones. Ahora solo falta que llueva.




miércoles, 12 de abril de 2023

Dos apuntes: la cesta y la moral

 

El lunes 10 de abril el comentarista Antón Losada, hablando en la SER sobre la inflación, mezcló el coste de la vida y la cesta de la compra y ponderó las dificultades de "la cesta de la vida". Fue un hallazgo involuntario. Con el paso del tiempo vamos cargando nuestra cesta y cada vez nos pesa más. Algunos tratan de eludirlo no poniendo todos los huevos en el mismo cesto, pero el problema es que ya no podemos con ningún cesto.
   Otro día de estos algunos tertulianos expresaban sus temores ante las próximas elecciones por "la desmovilización de la izquierda". Creo que más que desmovilización se trata de desmoralización. Muchos votantes de izquierdas se sienten desanimados por la falta de soluciones de los partidos progresistas, unida a sus peleas internas y a los errores y ruindades de algunos de sus dirigentes, sin olvidar el predominio global de los grandes capitales y la derechización galopante. Y ya sabemos que cuando las cosas se ponen difíciles, lo peor es la parte moral.
...

viernes, 31 de marzo de 2023

Del abrefácil al tapón con instrucciones

Abrefácil 

Tengo pocas habilidades manuales, lo reconozco. Cuando leo que algún producto tiene abrefácil, que se supone que es un sistema que facilita la apertura de envases herméticos, ya me pongo de los nervios. Todo empezó con ese invento del diablo llamado tetrabrik y la línea de puntos, no había manera de abrirlo ni con las manos ni con las tijeras sin que se derramara la leche. Siguieron los paquetes de jamón con una esquina que era imposible despegar. Destapar una lata tirando de la arandela me resulta tan difícil como utilizar un abrelatas sofisticado que no sea marca El Explorador. Hasta tengo problemas para cerrar un tupperware de los buenos: es imposible encajar una parte con otra. Cuando nadie me ve, asesino los plásticos con un cuchillo rompiendo toda esta cadena de inventos que nos imposibilita la vida cotidiana. 

Esto lo escribí hace años en Garcilazomolamazo. Ahora he tenido que luchar con el nuevo diseño de los briks que impide que se separe el tapón del envase para un mejor reciclaje y que será una norma obligada en julio de 2024. 

Si un tapón viene con instrucciones, malo

He tardado meses en hacerme con el nuevo envase de leche Asturiana, he destrozado tapones y he tirado de ellos hasta crear un agujero que derramaba la leche en todas direcciones, algunas veces he tenido que colocar el tapón desprendido al revés para guardarla en la nevera. He leído con calma las instrucciones una y otra vez, he aplicado el oído como si fuera una caja fuerte para oír el clic salvador. He llegado a confundir la derecha con la izquierda y a olvidar incluso cómo giran las agujas del reloj. He estado a punto de pasarme a la competencia (a pesar de que el diseño me permite obtener más espacio en la nevera para otras botellas) que todavía mantiene los tapones antiguos que abro sin pensar, sólo con el poder de mi mente. Lo que antes era fácil, ahora se ha convertido en imposible. Al final, con mucha ayuda de personas cercanas y paciencia, parece que me estoy haciendo con el nuevo invento.



No tengo muy claro si es que nos oponemos a los cambios o son los cambios los que confabulan contra nosotros para hacernos la vida más insoportable. 

miércoles, 15 de febrero de 2023

15 de Febrero, Día del desamor

 El día de los enamorados es otro invento para vender más que hace las delicias de jóvenes entusiasmados por la experiencia revolucionaria del amor que nos vuelve tontos de felicidad y que desgraciadamente sigue unas extrañas leyes de supervivencia que caducan con el tiempo. Tal vez debería inventarse un día para los desenamorados que son legión, no me vale el día del soltero (11 de noviembre) que vive feliz e independiente en un minipiso asombroso. Me refiero a las personas que buscan el amor o el reflejo del amor del que tanto habla la literatura, y solo encuentran desasosiego y falta de afecto, o las que tratan de recuperarse de una experiencia negativa después de haber celebrado varios sanvalentines acompañados. Por eso propongo que se celebre el 15 de febrero el día del desamor, porque la realidad nos demuestra que el amor no es eterno, produce heridas que cada uno trata de lamérselas como puede: ruptura, depresión, desorientación vital... Tenemos que estar preparados para un proceso de desvinculación con la otra persona para afrontar un nuevo futuro sin hacer el ridículo.

La primera novela de Rosa Montero Crónicas del desamor (1979) nos marcó a toda una generación porque nos hablaba del reverso del amor entre las parejas que nada tenía que ver con las películas ni con la sociedad que nos rodeaba. El desamor es un estado emocional confuso en el que caemos cuando se termina la relación de pareja, un desastre que pone patas arriba nuestra existencia, que nos hace dudar de nosotros mismos. Lo más fácil es echarle la culpa al otro o caer en un nido de odio y rabia que nos mueve a la venganza.

Lo peor de ahora son las rupturas mediáticas que no dejan de contribuir a facturar dinero a los protagonistas. Me dije que no escribiría sobre el culebrón televisado de Vargas-Preysler, ni sobre la canción de Shakira; pero aquí y en la siguiente entrada estoy comentándolas. La primera fue civilizada, pero ha destapado algunas miserias. La segunda, la chabacana canción de Shakira es una vergonzosa venganza en toda regla, se ha hecho para herir y destruir al otro y a su nueva pareja. Comparto la opinión de B. O. que expuso en su muro de facebook:   

 Me atreveré a decirlo: la comentadísima canción de Shakira me parece una ofensa. Una ofensa al buen gusto, a los oídos medianamente educados, a los grandes libretistas de ópera y a los letristas de la música popular, a los estudiantes de canto, a las buenas voces relegadas a túneles y vagones de metro, a la música latina, a las mujeres y a los hombres despechados del bolero y de la copla, a los cantautores capaces de emocionar con sus vivencias y a Johann Sebastian Bach.

Me sorprende, como a ella, que las feministas hayan jaleado este circo. ¿Hubieran hecho lo mismo si el hombre fuera el protagonista? No, lo hubieran puesto a caldo. Así que estamos ante un caso de hembrismo. Se aplaude a una mujer que se comporta como una loba (homo homini lupus) siendo cruel con sus semejantes. Sororidad no puede ser aceptar que todo lo que hacen las mujeres esté bien. Esta canción que necesita ser subtitulada no puede ser de ningún modo un himno de empoderamiento y liberación femenina cuando ella misma se compara con objetos de lujo. Ni es original ni era necesario decirlo de esta manera. Tiene la misma gracia, es decir, ninguna, que los chistes de suegras o los antifeministas.

Sea por despecho o desamor, lo mejor es no ofender al otro, aunque sea una rata de alcantarilla. Lo mejor es admitir el sentimiento y pasar cuanto antes el duelo: se nos acabó el amor de tanto usarlo o de no usarlo nada.¡Que te vaya bien! Fue muy bonito mientras duró, aunque tú me dejaste de querer cuando yo más te quería. Y punto y final. A recuperarse de la herida. Sea como fuere, si alguna mujer se siente mejor cantando y bailando la canción, me alegro, Shakira también (seguirá facturando).

viernes, 10 de febrero de 2023

Regaliz de palo y pastillas Juanola

El artículo de El Comidista ¿Qué fue del regaliz de palo? Historia de una golosina natural me ha hecho recordar que hace mucho tiempo que no veía palo de regaliz en los puestos callejeros, porque ahora el dulce tradicional está relegado a herbolarios y tiendas de especias. A la planta del regaliz se la conoce por multitud de nombres: agarradera, alcancuz, alcarzuz, alcazul, alfendol, bena, chocolate del moro, erregaliz, fendoces, findoz, fustdolz, melosa, orojué, ororuz, orozú, orozuz, paliduz, palulú, palo dulce, palo-luz, palodul, palodulce, regalicia, regalistia, regaliz, regaliza y rogalicia. Yo la he llamado siempre palulú. 

Esta raíz medicinal se obtiene del arbusto Glycyrrhiza glabra L., una planta herbácea vivaz, originaria del sur de Europa y de Asia menor que puede llegar a alcanzar el medio metro de altura, cuyas raíces son cilíndricas, largas y leñosas. Su nombre científico significa raíz dulce en griego. En la antigua Grecia utilizaban el regaliz por sus cualidades terapéuticas para tratar cuestiones de salud tan diversas como: úlcera de estómago, virus, gastritis, tos, catarros o dolencias del sistema respiratorio. Su recolección sigue siendo artesanal.



Precisamente el regaliz es el componente básico de las pastillas Juanola junto con el mentol y el eucalipto que se utilizan para calmar la tos. Fueron creadas en 1906, en el laboratorio de una pequeña farmacia del barrio de Gracia en Barcelona por el boticario Manuel Juanola Reixach. Las diminutas píldoras para chupar tuvieron un éxito increíble y se comercializaron en las farmacias españolas.

Para mí, el palulú y las pastillas Juanola van unidos en el recuerdo. En los años sesenta no teníamos tantas chucherías como ahora, apenas caramelos, chicles y alguna chocolatina en determinadas fiestas. En las ferias, el lujo era comer trozos de coco. Los chavales nos entreteníamos comiendo pipas, chupando regaliz y ablandando castañas pilongas. En el pueblo el repertorio aumentaba con "torraos" (garbanzos tostados), chufas y altramuces. Mi padre era nuestro proveedor porque de pequeño invertía parte de su paga semanal en esos sanos manjares a su alcance y nos comprendía mejor que nadie. Se ponía contentísimo cuando conseguía raíces de regaliz y en sus bolsillos siempre llevaba una pequeña caja de juanolas de distintos colores con tapa de plástico trasparente que contenía pequeñas pastillas de un negro brillante y forma romboidal. Por arte de magia aparecía en el momento oportuno para aclarar la garganta y, de paso, hacer amigos, costumbre que había heredado de su padre. Incluso tenía una estrambótica teoría elaborada con datos reales: era más barato comprar una caja de Juanolas que comprar un periódico. 
Tenía razón, hoy un periódico cuesta 2 euros y una caja pequeña de pastillas 2,20. Ahora mismo me acerco al quiosco y a la farmacia.  

lunes, 23 de enero de 2023

VNA SALVS, Virgilio

 

VNA  SALVS   

 Es de un verso de Virgilio (Eneida II 354). El hexámetro completo dice:

                        Una salus victis nullam sperare salutem.   (‘la única salvación para los vencidos es no esperar ninguna salvación’) 

     Lo dice Eneas en el momento crucial de la Iliupersis o destrucción de Troya. El héroe ha reunido un puñado de jóvenes para intentar una defensa desesperada frente a los griegos y les lanza una arenga que acaba con las palabras citadas. La frase anterior dice: Moriamur et in media arma ruamus (‘muramos y lancémonos en medio de las armas’, con su razonable hýsteron-próteron incluido); es, por tanto, un exhorto a ‘morir matando’ o ‘vender caras sus vidas’, como dicen los tópicos bélicos, que cumplirán efectivamente muriendo todos ellos, menos Eneas, claro, que es el chico de la peli.

     Durante mucho tiempo tomé el verso Vna salus… como un lema, olvidando la parte anterior por su militarismo suicida. Lo sentía como una última rebelión negativa frente a la derrota vital que nos suele acontecer al llegar a la mediana edad. La tranquilidad de la desesperación permite sentarse al borde del sendero y ver pasar cadáveres de amigos y enemigos, sin saber tampoco si eres uno de ellos, pero ya no importa.

      Al cabo, sin embargo, como también suele ocurrir, se empieza a ver todo con la distancia que va procurando la edad, y por tanto con mayor ironía, incluido uno mismo.

      Un anónimo tardío (y por ello, como es habitual, muy inferior al verso virgiliano que remeda) evoca un sentimiento semejante al que ahora refiero:

                       Una salus victis risum reputare salutem.

   (‘la única salvación para los vencidos es considerar la risa como una salvación’)

     Pero ya no es tiempo de lemas vitales ni divisas blasónicas, y en este resbaloso mundo nuestro las ideas y las palabras son también escurridizas y multiversas. En otra ocasión podremos ver alguna más.


domingo, 22 de enero de 2023

gordofobia/ginecomastia

 

En la vida social tenemos que aguantar a muchos indeseables, metepatas e irresponsables. Pero entre todos ellos destacan los que carecen de empatía, que por hacer una gracia, casi siempre clasista, homófoba o machista, llegan incluso a atacar a su propia familia. Se sienten los más listos y más guapos porque nadie osa hacerles frente. Los demás, bien por aburrimiento o por no aguar más la fiesta, nos callamos. Pero lo peor es que si hablásemos daría igual, porque ellos ni atenderían ni entenderían, solo levantarían el tono de voz, porque creen tener razón. Pasan por la vida sin reflexionar, sin leer, ciegos y sordos.

Este verano fui calificada de "gordita" sin venir a cuento por la dueña de la casa a la que había sido invitada a su piscina. Me callé, pero me sentó como un tiro, sobre todo por el condescendiente diminutivo que no tenía nada de cariñoso. Además yo no tenía ninguna confianza con ella ni con su familia. Horas después, su marido se metió con su nieto preadolescente con una broma terrible delante de un grupo de personas: "Nene, como sigas así, te voy a tener que comprar un sujetador". El niño se quedó aturdido ante tamaña bofetada, luchó por no llorar y se marchó cabizbajo. Inmediatamente fui a su encuentro y lo abracé diciéndole que era el niño más guapo y listo del mundo, que ya crecería y la pesadilla desaparecería, que el crecimiento hace que unas partes se desarrollen más que otras sin concierto ninguno. Me miró y me reconfortó diciendo: pues a mí no me parece que estés gorda. Acabamos riéndonos.

Al rechazo a los cuerpos grandes y gordos se le llama gordofobia. Sin ir más lejos a mí me pasa con mi propio cuerpo, me odio por haberme convertido en una persona gorda y por eso me solidarizo con todas las "gorditas". Pero me rebelo cuando el blanco de las bromas es un menor que está en proceso de crecimiento, no entiende lo que le está pasando y carece de armas para defenderse. No hay derecho a meterse con el físico de nadie, ni a humillarle delante de los demás por ser diferente. Las madres y los padres tienen una misión titánica para que niños y niñas no padezcan los complejos instigados por la sociedad. La gente que no sigue los cánones tradicionales tiene dieciocho veces más riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria. Hay que insistir y transmitir que el valor de las personas no reside en el aspecto físico. Puede que en el cole o en la calle las conductas gordofóbicas golpeen a los niños o adolescentes, pero la familia tiene que ser un lugar seguro. Hay que reforzar que lo importante es lo que son, no como los ven los demás. El aumento del volumen de las mamas en un niño debido al desarrollo se denomina ginecomastia. En la mayoría de ocasiones no se trata de la manifestación de una enfermedad, sino de situaciones normales y transitorias, como en el caso de los bebés y preadolescentes. 

La anécdota me la ha recordado la lectura del artículo Gordofobia en la consulta médica, de la que ha había hablado en mi entrada ¡Como odio a mi endocrino!. 

jueves, 29 de diciembre de 2022

Temístocles y la memoria

       


Una anécdota de Temístocles, general y político ateniense del s. V a.C., vencedor de los persas en Salamina, hombre de gran talento. La cuenta Cicerón en De oratore (‘Sobre el orador’), II, LXXV.

   

 Se le acercó un hombre sabio para ofrecerse a enseñarle las artes mnemotécnicas, que por entonces empezaban a divulgarse. Temístocles le preguntó qué podía conseguirse con aquel arte, y el maestro le respondió que podría recordarlo todo. Y Temístocles le dijo que le haría un mejor servicio si le enseñaba, no a recordarlo todo, sino a olvidar lo que quisiera. De ahí puede deducirse, según Cicerón, que aquel hombre insigne recordaba todo lo que entraba en su mente, aunque fuera una sola vez.

    La formulación más precisa de la frase atribuída a Temístocles la da también Cicerón en otra obra, De finibus bonorum et malorum (‘El supremo bien y el supremo mal’), II 104:

    Memini etiam quae nolo, oblivisci non possum quae volo.

(‘Recuerdo incluso lo que no quiero, no puedo olvidar lo que quiero.’)

   

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Preferiría no hacerlo (agere nolim)


" Preferiría no hacerlo" es otra de mis frases favoritas que pocas veces he pronunciado en alto y que he tapado con excusas de todo tipo, sustituyéndola por "preferiría que", dándole un tono condicional. Se trata de una expresión que demuestra más que falta de voluntad y de comunicación, una insatisfacción tremenda que sale de lo profundo del alma, por eso no es bien aceptada ni en el entorno laboral o familiar, ni con los amigos. No refleja pasotismo ni vagancia ese extraño símbolo de rebeldía individual que termina con altos costes personales. 

Melville no obtuvo éxito con Moby Dick. Acabó aceptando un trabajo administrativo en un despacho de aduanas. De ese tiempo saldrían relatos como  Bartleby, el escribiente (1853), protagonizado por ese hombre que se enfrentaba a la vida con una educada obstinación atrincherado en su frase predilecta: “preferiría no hacerlo"*. En latín: "agere nolim" y en estos tiempos: "no quiero hacerlo" o "no me da la gana hacerlo”.

 La historia de Bartleby empieza con un tono de humor que va perdiendo a medida que avanza la historia, es contada a través de un abogado de nombre desconocido. En su oficina en Wall Street (Nueva York) tiene tres empleados, los dos escribientes apodados Turkey («Pavo»), Nippers («Pinzas») y Ginger Nut («Bizcocho de jengibre») de doce años, que es el chico de los recados. Pero los dos escribientes no son suficientes y pone un anuncio para contratar un nuevo empleado. Bartleby se presenta y es contratado de inmediato. Su figura es descrita como «pálidamente pulcra, lamentablemente respetable, incurablemente solitaria». El antagonista es el jefe que rompe los estereotipos al tratar a sus subalternos de manera comprensiva y cariñosa, que pretende establecer por todos los medios una comunicación, sin conseguirlo, con el escribiente. Finalmente, tendrá que cambiar la sede de su oficina para quitárselo de encima, sin dejar por eso de preocuparse por él. 

Todo el rencor y amargura de Melville se refleja en el protagonista que se presenta como su alter ego, que poco a poco se va distanciando de la sociedad porque se niega a hacer lo que los demás esperan de él. Al principio muestra diligencia, pero luego la rebeldía se convierte en una resistencia pasiva, que le lleva a vivir sin deseos ni emociones, sin pasado ni futuro. Se ha convertido en un estoico alienado que acepta lo que se ha buscado: la muerte por inanición en la cárcel.   


El relato, que se lee de un tirón en poco tiempo se presenta como precursor del existencialismo y de la literatura del absurdo donde aparecen otros antihéroes que aceptan su destino sin inmutarse: Gregor Samsa (La metamorfosis),  El extranjero de Camus, los personajes de Samuel Becket o  El desierto de los tártaros de Buzzati que casi un siglo después, en 1940, analiza a este militar sin atributos para hacer una crítica más explícita del trabajo tedioso y monótono, sin esperanza que consume la vida. En el 2000, Vila-Matas publicó Bartleby y compañía, donde llama bartlebys a aquellos escritores que renunciaron, por diversas razones, a seguir escribiendo.


Durante los tiempos de Occupy Wall Street (en español Ocupa Wall Street o Toma Wall Street), el filósofo esloveno Slavoj Žižek propuso "Preferiría no hacerlo" como lema oficial del movimiento: estos indignados, como Bartleby antes que ellos, utilizaron la inacción como motor revolucionario para convertirse en palos en la rueda del capitalismo. 

 Una frase y un personaje así se presta a múltiples interpretaciones. Que cada uno elija la suya. Hay muchas razones que llevan al silencio. Tal vez Bartleby sea un enfermo de autismo y depresión en una sociedad capitalista.

* En inglés, I would prefer not to do it. 

Puedes leer el texto aquí


lunes, 14 de noviembre de 2022

Heridas abiertas (síndrome de "burnout")

En facebook apareció esta sorprendente fotografía de un árbol quemado por un rayo exponiendo su tejido vascular: xilema y floema, cuya función es conducir la savia por las diferentes partes del tronco. ¿Podrá hacerlo con esas heridas?

La imagen del árbol mostrando sus entrañas no se me quitó de la cabeza. Me impresionó tanto como cuando vi en la televisión un abdomen abierto mostrando los intestinos. Una muestra de realismo visceral que tiene algo de indecente y desagradable. A tronco abierto y al rojo vivo nos muestra sus interioridades, manifiesta lo oculto, lo desconocido, las venas que transportan el fluido que alimenta, la esencia de la vida. Serviría como una representación visual del síndrome "burnout", también llamado síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado, la respuesta que da un trabajador cuando percibe la diferencia existente entre sus propios ideales y la realidad de su vida laboral. Se desarrolla, generalmente, en las profesiones de ayuda y de interrelación social frecuente (sanitarios, profesores y trabajadores sociales), se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador. Dos de los síntomas más comunes son depresión y ansiedad, motivos de la gran mayoría de las bajas laborales.

Una nueva similitud entre los árboles y los humanos cuando son maltratados por el rayo que no cesa. La naturaleza muestra sus heridas abiertas y las personas las mantienen ocultas. 

martes, 8 de noviembre de 2022

Mi níspero florece mientras yo tirito de frío

 

Las flores del níspero se observan a la izquierda de la foto


Tengo alergia en un mes que se supone que no la hay. El níspero de mi patio, que no tuvo flores en primavera y por lo tanto no ha dado frutos, despistado lo ha hecho ahora en este veroño. Pero el frío ya ha llegado a mi casa, la comunidad de vecinos ha restringido el horario de la calefacción porque en los meses que llevamos de este año hemos pagado tres veces más que todo el año pasado entero. Y tampoco me atrevo a encender el aire acondicionado porque las eléctricas nos roban. Mientras tirito, con los dedos engarabitados aprovecho para hacer un resumen de algunas de mis lecturas de ayer.


1) Leo en la prensa una entrevista a Ignacio Ramonet (Redondela, Pontevedra, 1943) con motivo de la presentación de un nuevo libro:  En La era del conspiracionismo: Trump, el culto a la mentira y el asalto al Capitolio (Clave Intelectual, 2022). "Yo escribí un artículo hace un tiempo llamado Informarse cuesta. No solo cuesta dinero, porque hay que abonarse a diferentes medios de información sino porque hay que dedicar mucho tiempo a consultar fuentes diferentes. Hay sitios especializados en la revelación del origen de las fotografías o vídeos. Hoy se puede saber, pero se necesita mucho tiempo. Un ciudadano normal no tiene tanto tiempo. Quiere abrir el noticiero de televisión y que le digan la verdad. Eso hoy no es posible".

2)  Isaac Rosa publica el artículo Greta mal, las del museo mal, protestar contra el cambio climático siempre mal. Conclusión: no protesten. O háganlo sin molestar, que nadie tiene la culpa: ni Goya, ni los turistas del museo, ni los gobiernos en la cumbre, ni las empresas comprometidas con reducir emisiones y plantar árboles.

Las activistas han escrito el mensaje “+1,5º” para “alertar sobre la subida de temperatura mundial 


3) Miss Pad Thai, alter ego de Esther González, publica Living la vida sola. «Soy una señora de 35 años, con mentalidad un poco adolescente, economía igual de precaria y un poco intensita», se define. Detrás de su personaje, se encuentra una cántabra, licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco y afincada en Barcelona. Un alegato hecho cómic para desmontar las virtudes de la existencia en pareja. Total, ya es bastante complicado convivir con una misma, como para multiplicar el reto por dos…«El mundo está hecho para la vida en pareja, desde la compra de comida en el supermercado hasta el pago de las facturas. Cuando descubres todo eso, te das cuenta de lo valiente que es estar solo», señala.

viernes, 30 de septiembre de 2022

Villena, encuéntrame

 Buscando información en Villena Cuéntame*, me he encontrado con una foto muy nítida de los años cuarenta en la que mi tía y madrina, Mª Luisa Bravo Prats, aparece encaramada a la reja que rodea a la fuente de "la Rana". La fuente fue sustituida en 1948 por la escultura de Chapí y llevada al santuario de La Virgen. Toda una sorpresa que coincide casi con su fecha de nacimiento. Los muertos siempre están a nuestro lado.

El blog debería cambiar su nombre y llamarse Villena, encuéntrame. 

*Villena Cuéntame es una fábrica de crear recuerdos, su autor Santiago Hernández Reig realiza una gran labor de recopilación de imágenes que reflejan la historia de la ciudad. La he visitado muchas veces. 

http://www.villenacuentame.com/search?q=fuente+la+rana+

viernes, 2 de septiembre de 2022

La desconocida tabla de lavanderas

En un lugar de Alicante, cerca de Murcia, de cuyo nombre sí me acuerdo, no ha mucho tiempo que vivía un librepensador, amigo de Francos Rodríguez*, amante de su tierra, preocupado por el bien común, la arquitectura y la agricultura. De él ha quedado una espléndida casa de dos alturas con jardín que cuidan con delicada atención sus descendientes. Entrar en ella es volver a vivir a finales del XIX y principios del XX, pero con las comodidades de la actualidad. Se ha conjugado perfectamente lo antiguo con lo moderno. Destacan los altos techos de vigas de madera los suelos hidráulicos y su hermosa escalera. Cada mueble y cada objeto son auténticas obras de arte. Serviría perfectamente como plató de una película de la época y debería convertirse en un museo de la localidad. En ese viaje al pasado, en una de las estancias me llamó la atención un artilugio que colgaba de la pared: una extraña tabla de madera parecida a una tabla de lavar de juguete o a un prototipo de mastermind. 

Mastermind
Esta pequeña tabla artesanal servía para controlar y contabilizar las prendas que las lavanderas llevaban a lavar, en este caso a la casa de la lavandera que disponía de un aljibe. Cuenta con numerosos orificios organizados en 25 filas, tantas como tipo de prendas, cada una con 16 orificios. Los nombres de las prendas de la época están manuscritos* y presentan un orden alfabético. Cuando las lavanderas se llevaban la ropa, anotaban el número de prendas sucias introduciendo un palito en el orificio correspondiente según la cantidad de cada una de ellas. La tabla se quedaba en casa de la propietaria y cuando la lavandera regresaba con las prendas limpias se comprobaba si estaban todas. La ropa se solía recoger una vez a la semana después del baño dominical en las casas acomodadas. Recordemos que el agua en aquella zona y en aquella época era un bien escaso, sólo en las grandes ciudades llegó el agua corriente a las casas.


Tabla de lavanderas (La Algueña)
Museo de Olivenza 
   

















En internet he encontrado una tabla de 1882 
parecida a esta, 
Cuenta del lavado de ropa.


Entrada con las fotos de los bisabuelos

*José Francos Rodríguez (Madrid, 5 de abril de 1862-Madrid, 13 de julio de 1931) fue un periodista, escritor, médico y político español, alcalde de Madrid, y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y de Gracia y Justicia durante el reinado de Alfonso XIII.

*Almohadas, baberos, cabeceros, calcetines, calzoncillos, camisas, camisetas, cubiertas, cortinas, colchas, colchones, enaguas, fundas, faldas, jubones, paños, pañuelos, pantalones, mantas, manteles, medias, servilletas, sábanas, tohallas (sic), chambras (blusas).

viernes, 19 de agosto de 2022

A la vejez, comedia



No sé si hacen más daño los años que los perjuicios o las lesiones (los prejuicios, también). Envejecer es una putada, pero es una etapa más de la vida que nos ha dado y quitado tanto. Recuerdo que mi padre siempre leía en el periódico la sección Necrológicas y se ponía contento cuando alguien más joven que él había muerto. Una alegría triste porque sentía enormemente que hubiese sido antes de tiempo, pero de esa manera manifestaba su deseo de seguir vivito y coleando. Y eso que la vejez, como las canas, no nos llega a todos a la misma vez. Se empieza a asomar a cualquier edad cuando el cuerpo se convierte en tu carcelero, andas como una tortuga y vas más a la farmacia que a los bares. Duermes poco y te ilusionas menos. Prefieres quedar a comer que a cenar. Hablas en diferido, los nombres se te enganchan en la punta de la lengua. Miras sin ver y oyes sin entender. Tienes la mente frágil y el metabolismo atascado. Cometes errores imperdonables en el blog. La televisión no tiene nunca el volumen adecuado a tus oídos, los jóvenes actores no saben vocalizar como los que salían en Estudio1. Vendes el coche y no renuevas el carné. Te da pereza llamar por teléfono. No te has fumado un cigarro desde la última vez que hiciste el amor, sino cartones. Gruñes más que ríes y piensas que los demás, que son tu espejo, son insoportables. No nos queda otra que tomárnoslo con humor. Sentimos las molestias de la edad que nos causan dolencias y las molestias que causamos a las demás por nuestras dolencias, pero todavía nos queda mucho por disfrutar. Como dice Maitena, humorista gráfica, todavía hay cosas que son dignas de envidiar a los mayores: no trabajamos, tenemos todo el tiempo libre; vestimos, hacemos y decimos lo que nos apetece; no sentimos apego por las cosas materiales; disfrutamos de los amigos sin competir con ellos... ¡Fuera las prisas! ¡Qué bien que sigo vivo! 
Cuando alguien me pregunte ¿Cómo estás?, responderé: mayor, que es una forma más acertada de decir vieja. Así me ahorro de dar otro tipo de explicaciones que pueden ser engorrosas. 


Para mí, las frustraciones de la edad avanzada se ponen de manifiesto sobre todo a principios del verano, cuando trato de entrar en la ropa y en los zapatos del año pasado, tarea imposible. Encima, el médico me vaticina que mis curvas junto a mis análisis ahora son peligrosas de verdad. Creo que las personas mayores todavía llevamos dentro el joven que fuimos (ver sexalescencia) y algunas almacenan toda la sabiduría adquirida con los años. Por eso me gusta relacionarme con personas de mi misma quinta, me hacen sentirme joven, van a mi compás. 
La vida es rica en todas las edades a pesar de sus ridiculeces y de la manera estúpida en que nos obsesionamos con lo superfluo. El humor es nuestra tabla de salvación, nos hace reírnos de nuestras vulnerabilidades. A la vejez, comedia.

Interesante el artículo de El Confidencial Esas pequeñas cosas que te irritan cuando te haces viejo: la sátira irresistible de Nora Ephron. "El pasado se me escapa y el presente es una lucha constante. Me resulta imposible seguir el ritmo". 'No me acuerdo de nada' es una recopilación de artículos que ahora recupera en castellano Libros del Asteroide.

Víctor Hugo: Poniéndome viejo.

Benedetti, en el poema Pasatiempo, refleja la percepción de la vida y la muerte desde niño hasta la vida adulta:

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía

luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque era océano
la muerte solamente
una palabra

ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros

ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.

miércoles, 20 de julio de 2022

Nadie me echa de menos, salvo las plantas, es natural

Mi limonero, el 25 de junio

Nunca he tenido mascotas, no me gusta que ningún ser vivo dependa de mí. Sin embargo, para alegrarme la vida me he ido rodeado de plantas a las que hablo, mimo y cuido como si fueran familiares. El problema surge en verano cuando me voy de vacaciones, el riego automático aprovecha cada ola de calor para volverse loco, se estropea, se queda sin pilas o produce fugas de agua. Necesito a alguien que lo vigile y supla con la manguera sus deficiencias, un verdadero engorro para los allegados, que no distinguen una planta crasa de una que no lo es. Mantener las plantas en verano se convierte en una misión imposible. Cuando he vuelto, me he encontrado con cinco plantas que han sucumbido a los rigores de la primera ola de calor; el limonero que nos aprovisionó de limones durante la pandemia se secó y el níspero que planté hace más de quince años presentaba un aspecto lamentable con las hojas alicaídas. El limonero, después de una poda drástica que casi me hizo llorar, ha resurgido más vigoroso que nunca (la foto da testimonio). 

Me creo, por tanto, las hipótesis que afirman que las plantas tienen sentimientos, son capaces de reaccionar no solo ante la voz humana, sino también ante los estados de ánimo de sus cuidadores, ya que el organismo de los vegetales establece una comunicación directa con el de las personas que las acompañan de manera habitual. Incluso distintos experimentos llegan a esa conclusión. En la década de 1960, Cleve Backster, un estadounidense que se había especializado en interrogatorios como agente de la CIA, comenzó a hacer pruebas, por simple curiosidad, con un polígrafo y descubrió que las plantas, cuando él iba a regarlas o les manifestaba afecto, producían unas señales similares a las que durante los interrogatorios caracterizaban a sensaciones como bienestar o satisfacción. De la misma manera, evidenciaron signos negativos a través del polígrafo cuando la actitud era amenazante contra su seguridad, como cuando acercaba unas tijeras o fuego a sus hojas o tallos.

Mi limonero, tras la poda, el 15 de julio


viernes, 24 de junio de 2022

Celebración de San Juan en Alicante: Mascletás y Fogueres


Playa del Postiguet un 24 de junio

El solsticio de verano en época romana se celebraba el matrimonio de Júpiter y Juno. Junio era el mes ideal para los matrimonios y la fecundidad. También se celebraba el día de Servio Tulio, nacido del fuego y favorito de la diosa Fortuna. La tradición era mantenerse toda la noche sin dormir, encendían lucernas y antorchas para iluminar las casas, y hogueras por la ciudad para que la fuerza del Sol no decayera y las cosechas fueran buenas. Estas hogueras habían de ser saltadas tres veces, así se purificaban y atraían la fortuna. Pero además de la fiesta del fuego, era también una fiesta del agua en la que se paseaba en barcas adornadas con flores por los lagos, ríos y mares. 

En toda la geografía española, especialmente en Levante, se sigue esta costumbre popular. Desde 1928, desde el 20 al 24 de junio, ‘Les Fogueres de Sant Joan‘ se convirtieron en la festa oficial de Alicante, beneficiando así económicamente a la ciudad. Estas fiestas nacieron a la sombra de las famosas Fallas* de Valencia con las que guardan gran similitud y alguna diferencia. La principal que las Fallas se celebran el 19 de marzo, día de san José patrón de los carpinteros, fecha cercana a la celebración del equinoccio de primavera. Las Fallas y las Hogueras van acompañadas también de un concurso de mascletás* menos conocido.

Este año, en la Plaza de los Luceros a las 14 horas, a la hora de más calor, desde la terraza del restaurante Nou Palas, saboreando unos canelones Rossini como antaño y un trozo de coca amb tonyina (empanada de atún), por primera vez he asistido más atónita que emocionada a una Mascletà en directo, un disparo pirotécnico que conforma una composición muy ruidosa y rítmica. Cada mascletà tiene una composición musical diferente que se origina a través de los ruidos de los cañones de pólvora y de la sucesión de petardos. El disparo empieza despacio y va aumentando gradualmente de sonoridad hasta llegar a lo que se conoce como “terremoto”. Finalmente se disparan unas carcasas muy potentes en forma de bombardeo.

Mascletá en la plaza de los Luceros
La mascletá es un fenómeno estético, social y musical de larga tradición en la Comunidad Valenciana que produce un impacto multisensorial (visual, sonoro, olfativo), una apoteosis de vibraciones ensordecedoras en una plaza que ejerce de embudo sonoro que llega a los cuerpos de los espectadores y produce un éxtasis colectivo. Emociona hasta las lágrimas a los mayores y extrañamente no hace llorar a los niños, acostumbrados desde pequeños a este rito. Sonidos aéreos y terrestres que a mí me recuerdan a los rayos, truenos y terremotos que se describían en la muerte de Cristo el Viernes Santo, o al sonido del Apocalipsis.

Incluyo la primera parte del documental Historia de Les Fogueres de Sant Joan que recoge los primeros pasos de la creación en 1928 de la ‘festa més fermosa’ de Alicante. Las primeras Fogueres presentaban unos muñecos articulados de cera, cubiertos de tela y peluca, que fueron dando paso al cartón del ninot sin perder su capacidad satírica mientras que buscaban nuevos caminos estéticos en la abstracción y el simbolismo, con sus formas ascendentes y remates estilizados de tonalidades más claras. Los vestidos que llevan las falleras y las belleas son muy parecidos, clásicos y de ricas telas; se diferencian solo por el peinado, las valencianas llevan de uno a tres moños y tapan las orejas con unos rodetes como los de la Dama de Elche; las alicantinas sólo se cubren con un velo ondulado de novia. Hay más diferencias, pero por no cansar al lector, no las reproduzco. Eso sí, que no se te ocurra llamar Fallas a las Hogueras porque te caerá toda la ira del orgullo fogueril alicantino. Algo aturdida por el estruendo, cogí el ave para Madrid, contenta de que las fiestas en mi ciudad sean aburridas sin sobresaltos sonoros.


Por último, añado una rareza, un poema de Rafael Duyos: EL NINOT ENAMORADO
(Revista “Utielanías”, Utiel 2020)

Quisiera ser el hombre de madera
- sin arterias, sin nervios, sin memoria
que plantado en la falla giratoria
- pelea del amor- al fuego espera...
Quisiera preludiar la primavera,
llama viva de loca trayectoria,
rebasando la línea divisoria
donde la carne se convierte en cera...
Y derretirme inmóvil, lentamente,
frente a la muchedumbre indiferente,
sobre montones mágicos de leña.
Y “ninot” de mí mismo, ante tus ojos,
ser de ceniza y humo los despojos
de un corazón que hasta el final te sueña.

*La palabra valenciana falla deriva del latín facula, que significa "antorcha". Las antorchas que se colocaban en lo alto de las torres de vigilancia romanas.
*Recibe su denominación de los masclets (petardos de una gran potencia sonora) ligados mediante una mecha conformando una línea o traca.

Para saber más


viernes, 15 de octubre de 2021

Cumpleaños en la suave pendiente de la ola


La respuesta de un amigo de mi edad a mi felicitación por su cumpleaños me ha parecido muy ingeniosa: "Pues bien, como deslizándome sobre una tabla de surf por la suave pendiente de la ola..."

Conjunta una metáfora y una ironía: en vez de bailar con las olas, mantenemos el equilibrio como podemos con la vida en su atardecer. Tarea que todos sabemos que es muy difícil.