Me ha hecho gracia la afirmacion de Alberto Olmos en El Confidencial sobre los premios Nobel de este año:
demasiado pronto para Tokarezuk, autora polaca casi desconocida en España, y
demasiado polémico para Handke que arrastra el estigma de haber apoyado a
Milosevic." No me cansaré de repetirles que el Nobel no significa nada, es
una decisión de doce suecos sin más valor que la que podríamos tomar doce
segovianos con alguna afición por la lectura. Para que Segovia desbanque a
Suecia en esto de consagrar escritores sólo nos hace falta un empresario
armamentístico avergonzado y un millón de euros cada año" . Está claro que los premios siempre son polémicos, y la historia de la concesión de los Nobel es un ejemplo de ello.
Previamente,
había leído entre carcajadas en el blog ULAD (Un libro al día) la entrada ¡NOOOO!BEL en la que explican quién NO debería ganar el
Nobel, quién ni de coña debe alzarse con el honor, con el prestigio, CON LA
PASTA, porque no nos gusta nada lo que hace, porque no aguantamos lo que
escribe, por pura envidia. Motivos no nos faltan": AMÉLIE NOTHOMB, PAULO
COELHO, J. K. ROWLING, KARL OVE KNAUSGARD, E.L. JAMES, JOHN BANVILLE, JAVIER
MARÍAS. No me resisto a copiar aquí como muestra de su estilo el titulado:
CUALQUIER
MIEMBRO O MIEMBRA DE LA RAE
Es
obvio que candidatos/as para no merecer jamás de los jamases este premio
sobran; mis compañeros han nombrado a varios (yo añadiría al franchute ése con
pinta de clochard), pero, ante la imposibilidad de decidirme por nadie, me vais
a permitir que haga un disparo por elevación: no se lo daría a ningún o ninguna
baranda de los que calientan el sillón en la Real Academia Española de la
Lengua. Mis razones (tengo más):
1. Porque aún me dura la vergüenza
ajena de cuando se lo dieron a Cela. Además del espectáculo de él y su mujer
bailando el vals, por la caterva de lameculos que salieron hasta de debajo de
las piedras.
2. Porque todos sabemos que los
literatos (incluyo en esto a periodistos) que entran en tan venerable
institución lo hacen por puro postureo, para figurar y disimular su mediocridad
como autores. No me refiero a filólogos y lingüistas: fijo que José Antonio
Pascual, director del Nuevo Diccionario Histórico del Español, curra más en un
solo día que todos los CebrianesGoytisolosGimferreresMolinasAnsones en los
muchos años que lleven allí.
3. Que todos los escritores miembros de
la Academia son un poco peñazo, para que nos vamos a engañar (sí, incluso
PérezZzz-Reverte, que se supone escribe novelas de aventuras y acción): Soledad
PuértolazZzz, Javier MaríazZzz, Felix de AzZzúa, Luis Mateo DíezZzz... El único
con un poco de chispilla era Álvaro Pombo, pero desde que ya no da mítines de
UPyD ha decaído bastante (a ver si le dejan en esta ¿nueva? campaña).
4. Que mola pensar en la envidia que
corroerá a todos éstos cuando se crucen en los pasillos con Vargas Llosa
(quien, y dolerá más o menos, pero hay que reconocerlo, sí había hecho méritos
para que le concedieran el Nobel). Y encima tendrán que ofrecerle la mejor de
sus sonrisas, pues no sólo es uno de los suyos: es el puto macho alfa de la
manada.
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