jueves, 10 de octubre de 2019

Temerario Nobel doble de Literatura


Me ha hecho gracia la afirmacion de Alberto Olmos en El Confidencial sobre los premios Nobel de este año: demasiado pronto para Tokarezuk, autora polaca casi desconocida en España, y demasiado polémico para Handke que arrastra el estigma de haber apoyado a Milosevic." No me cansaré de repetirles que el Nobel no significa nada, es una decisión de doce suecos sin más valor que la que podríamos tomar doce segovianos con alguna afición por la lectura. Para que Segovia desbanque a Suecia en esto de consagrar escritores sólo nos hace falta un empresario armamentístico avergonzado y un millón de euros cada año" . Está claro que los premios siempre son polémicos, y la historia de la concesión de los Nobel es un ejemplo de ello.
Previamente, había leído entre carcajadas en el blog ULAD (Un libro al día) la entrada ¡NOOOO!BEL en la que explican quién NO debería ganar el Nobel, quién ni de coña debe alzarse con el honor, con el prestigio, CON LA PASTA, porque no nos gusta nada lo que hace, porque no aguantamos lo que escribe, por pura envidia. Motivos no nos faltan": AMÉLIE NOTHOMB, PAULO COELHO, J. K. ROWLING, KARL OVE KNAUSGARD, E.L. JAMES, JOHN BANVILLE, JAVIER MARÍAS. No me resisto a copiar aquí como muestra de su estilo el titulado:
CUALQUIER MIEMBRO O MIEMBRA DE LA RAE
Es obvio que candidatos/as para no merecer jamás de los jamases este premio sobran; mis compañeros han nombrado a varios (yo añadiría al franchute ése con pinta de clochard), pero, ante la imposibilidad de decidirme por nadie, me vais a permitir que haga un disparo por elevación: no se lo daría a ningún o ninguna baranda de los que calientan el sillón en la Real Academia Española de la Lengua. Mis razones (tengo más):
1.                        Porque aún me dura la vergüenza ajena de cuando se lo dieron a Cela. Además del espectáculo de él y su mujer bailando el vals, por la caterva de lameculos que salieron hasta de debajo de las piedras.
2.           Porque todos sabemos que los literatos (incluyo en esto a periodistos) que entran en tan venerable institución lo hacen por puro postureo, para figurar y disimular su mediocridad como autores. No me refiero a filólogos y lingüistas: fijo que José Antonio Pascual, director del Nuevo Diccionario Histórico del Español, curra más en un solo día que todos los CebrianesGoytisolosGimferreresMolinasAnsones en los muchos años que lleven allí.
3.           Que todos los escritores miembros de la Academia son un poco peñazo, para que nos vamos a engañar (sí, incluso PérezZzz-Reverte, que se supone escribe novelas de aventuras y acción): Soledad PuértolazZzz, Javier MaríazZzz, Felix de AzZzúa, Luis Mateo DíezZzz... El único con un poco de chispilla era Álvaro Pombo, pero desde que ya no da mítines de UPyD ha decaído bastante (a ver si le dejan en esta ¿nueva? campaña).
4.           Que mola pensar en la envidia que corroerá a todos éstos cuando se crucen en los pasillos con Vargas Llosa (quien, y dolerá más o menos, pero hay que reconocerlo, sí había hecho méritos para que le concedieran el Nobel). Y encima tendrán que ofrecerle la mejor de sus sonrisas, pues no sólo es uno de los suyos: es el puto macho alfa de la manada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario