domingo, 3 de febrero de 2019

La extraña costumbre de regalar cubiertos por la comunión


En la serie de televisión de Paco León Arde Madrid, ambientada en los años sesenta, me llamó la atención una escena en la que regalan a una niña gitana por su primera comunión un estuche con unos cubiertos de plata, porque me acordé de que ese era el regalo que nos hacía mi abuelo a todos los nietos. El juego estaba compuesto por un cuchillo, un tenedor, una cuchara y un servilletero tamaño cadete, grabados con las iniciales del nombre y la fecha de celebración. Nunca entendí el significado de este regalo que, sin duda, era valioso y estaba destinado a recordar la celebración en el tiempo. Ni qué decir tiene que puse la misma cara de extrañeza que la niña de la serie, no creo que pueda haber un regalo menos atractivo para esa edad. Los cubiertos, después de permanecer en su estuche un tiempo, acabaron en el cajón junto a los demás. Al principio me los ponían todos los días hasta que se quedaron chicos, luego tal vez se perdieron en la basura o los robaron. En internet, para mi extrañeza, he descubierto que todavía perdura la costumbre de regalarlos en bautizos y comuniones, tanto en acero inoxidable (unos 50 euros) como en plata (en torno a cuatrocientos euros). Según mis padres el regalo simbolizaba el rito de tránsito hacia la pubertad y el bagaje con el que había que acudir al colegio privado si se era interno o mediopensionista para evitar contagios ¿Alguien sabe algo sobre el origen clasista de esta costumbre?

Anónimo dijo...
Quizá esto del regalo podría tener que ver con el dicho inglés (o por ahí) de "nacer con una cuchara de plata en la boca", para los niños de buena familia, y la novela de Galsworthy. Yo también tuve ese regalo, pero al nacer, y debo tener alguna pieza guardada. 

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