Pero la reforma de la casa de mi madre fue total, a la mitad
del trabajo descubrimos que las tuberías eran de plomo y los cables de la luz
de papel. Lo que iba a durar tres meses (de mayo a julio) no se ha terminado
todavía. Encima hemos sido denunciados al Ayuntamiento por un vecino. Los azulejos se pusieron torcidos, el suelo cruje,
las puertas no encajan, las ventanas no son aislantes y se oye el ruido de la
calle más que cuando eran de hierro. Han desaparecido la mayoría de los
enchufes, el cuarto de baño huele a cloaca, se ha unido una tubería de hierro
de la calefacción a una de cobre y se creó una fuga de agua que ha estropeado
la tarima, el rodapié y los muebles
nuevos de una habitación. Todavía hay un agujero de tamaño de un obús en la pared. El armario empotrado tenía la barra tan alta que teníamos que
saltar para poner las perchas. Resumiendo: una chapuza en toda regla que ha
costado millones de pesetas (no me hago al cálculo en euros).
El albañil ha abandonado la obra más de tres veces antes de
darse a la fuga, alegando problemas con los suministros; se ha inventado
enfermedades de su madre y suyas, incluso una operación para dar pena. No ha sabido manejar los
tiempos y los materiales que ha utilizado son baratos y de poca calidad (nos ha
llevado a sitios donde le hacían descuento y estaban en liquidación), ha
contratado a carpinteros, fontaneros y electricistas que no están preparados
para su trabajo y, cuando había que reclamar, desaparecía. No se ha hecho
responsable de sus errores. Me he tenido
que hacer una experta en aluminio, electricidad y carpintería para pelearme con
ellos. Siempre he pensado que el refrán Bien
está lo que bien acaba es cierto; pero aquí no se ha cumplido.
Me siento como una mujer a la que el novio le ha salido
rana. El albañil ha salido chulo y estafador, además de carero, porque promete
cosas que están fuera de su alcance. He descubierto que a los mentirosos, que
juran en vano, el olor les delata. No sabe hacer de maestro de obras, la obra
le ha venido grande. Le debería
denunciar por negarse a emitir factura, por incumplimiento de
plazos y por estafa, entendiendo como
tal recabar un dinero por un servicio que no tiene intención de
satisfacer. Ahora sé que tiene una mala
fama merecida en el barrio, que ha sido llevado a los tribunales y ha perdido.
No tiene seguro porque le han echado de todos y lo único que le gusta es ver
trabajar a los demás, beber y contar chistes. Me parecía listo y es un listillo
de poca monta, Otilio y Pepe Gotera todo en uno.
Solo me quedaría denunciarle, proceso lento y costoso que prolongaría la agonía. En lugar de eso, lo desenmascaro en mi blog con esta entrada que se debería llamar Manolete, si no sabes torear, para que te metes, como aviso de navegantes para que sepan cómo es su forma de trabajar, aunque no cite ni su nombre ni sus apellidos.
Incluyo recomendaciones antes de hacer una obra, sobre todo si sois mujeres solas y no tenéis ni idea de albañilería:
· Es mejor invertir tiempo en tenerlo todo bien atado antes de la obra que es cuando tienes energías. Te evitará muchos sinsabores.
· Pedid siempre varios presupuestos y contactar con empresas solidas. Poneos en manos de un arquitecto o aparejador. Al final la obra saldrá más barata.
· Desconfiad del que viene a trabajar sin materiales: cintas métricas, bolígrafos, escaleras, trapos, herramientas, si lo hace el primer día, lo hará durante toda la obra.
· Pedid permiso siempre al ayuntamiento.
· Vigilad que tengan seguro y que se hagan cargo de los desperfectos que puedan causarte a ti y a los vecinos.
· No te fíes nunca de las personas que se hacen las simpáticas y son dicharacheras. Ante todo seriedad y eficacia. Que sean resolutivos y no te cuenten pamplinas, ellos son los expertos y tienen que salir del atolladero sin quejas.
· Las facturas siempre con iva en tres plazos, dejando siempre para el final una cantidad elevada. Así podrás demandarle. No entregues ninguna cantidad fuera de plazo, aunque te lloren.
· Poned en el contrato que se penalizará el incumplimiento de plazos en la terminación de la obra. Es la única manera de que se pongan las pilas.
· Que se cumplan los horarios laborales. Nada de trabajar sábados o domingos. En ningún caso hará que la obra se acelere.
Inhabilitad la nevera cuando hacen la obra, aunque sea el mes de agosto, porque como te descuides, te la llenan de comida y bebidas alcohólicas. Desgraciadamente, tratar bien a las personas en este gremio no supone que te vayan a tratar bien a ti. El intrusismo y la crisis ha hecho estragos en la profesión.
Solo me quedaría denunciarle, proceso lento y costoso que prolongaría la agonía. En lugar de eso, lo desenmascaro en mi blog con esta entrada que se debería llamar Manolete, si no sabes torear, para que te metes, como aviso de navegantes para que sepan cómo es su forma de trabajar, aunque no cite ni su nombre ni sus apellidos.
Incluyo recomendaciones antes de hacer una obra, sobre todo si sois mujeres solas y no tenéis ni idea de albañilería:
· Es mejor invertir tiempo en tenerlo todo bien atado antes de la obra que es cuando tienes energías. Te evitará muchos sinsabores.
· Pedid siempre varios presupuestos y contactar con empresas solidas. Poneos en manos de un arquitecto o aparejador. Al final la obra saldrá más barata.
· Desconfiad del que viene a trabajar sin materiales: cintas métricas, bolígrafos, escaleras, trapos, herramientas, si lo hace el primer día, lo hará durante toda la obra.
· Pedid permiso siempre al ayuntamiento.
· Vigilad que tengan seguro y que se hagan cargo de los desperfectos que puedan causarte a ti y a los vecinos.
· No te fíes nunca de las personas que se hacen las simpáticas y son dicharacheras. Ante todo seriedad y eficacia. Que sean resolutivos y no te cuenten pamplinas, ellos son los expertos y tienen que salir del atolladero sin quejas.
· Las facturas siempre con iva en tres plazos, dejando siempre para el final una cantidad elevada. Así podrás demandarle. No entregues ninguna cantidad fuera de plazo, aunque te lloren.
· Poned en el contrato que se penalizará el incumplimiento de plazos en la terminación de la obra. Es la única manera de que se pongan las pilas.
· Que se cumplan los horarios laborales. Nada de trabajar sábados o domingos. En ningún caso hará que la obra se acelere.
Inhabilitad la nevera cuando hacen la obra, aunque sea el mes de agosto, porque como te descuides, te la llenan de comida y bebidas alcohólicas. Desgraciadamente, tratar bien a las personas en este gremio no supone que te vayan a tratar bien a ti. El intrusismo y la crisis ha hecho estragos en la profesión.
2 comentarios:
Si hubiera leído tu publicación, exactamente hace 1 mes no estaría pasando por lo mismo que tú.
Eh contratado a un albañil que ha resultado un fracaso en su trabajo, reventó mi Rotoplas nuevo y el trabajo lo ha dejado a medias.
Eh iniciado un proceso de conciliación pero no se presenta y tengo miedo que más adelante se de a la fuga. No sé que hacer
No sé qué decirte. Lo único que se me ocurre es recordarte que que no te amargue y que sigas insistiendo. Un saludo.
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