En el catálogo de la exposición Juegos de papel del Museo del Traje que utilicé para la entrada Teatros de papel, descubrí que se imprimieron numerosos recortables de Shirley Temple e incluso una mariquita de la pequeña actriz vestida de falangista.
Ediciones T.B.O. |
La auténtica Shirley Temple nacionalista, Falange. Editorial Hergan, Vigo, 1940 |
Dalí, el gran provocador del arte, en 1939 se atrevió a dar una visión diferente de Shirley Temple con una pintura surrealista muy poco conocida que supone una sátira sobre la sexualización de las estrellas infantiles de Hollywood. El título es descriptivo: Shirley Temple, el monstruo sagrado más joven del cine contemporáneo, también conocida como la Esfinge de Barcelona.
La pintura representa en primer plano a Shirley Temple como una esfinge recostada en una playa con un barco abandonado encallado al fondo. La cabeza de la estrella infantil, tomada de una fotografía de un periódico, está superpuesta al cuerpo de una leona roja con pechos y garras blancas, sobre su cabeza se posa un murciélago morado. Alrededor de la esfinge, un cráneo humano y otros huesos blancos parecen haber sido devorados por ella. Las nubes rojas del fondo amenazan una lluvia de sangre. En la parte central inferior de la pintura una etiqueta trompe-l'œil que dice: "¡Shirley! Por fin en Technicolor".
Nos muestra el reverso de la moneda: la explotación infantil al servicio del capital. La vida de cine de la actriz se ha convertido en una verdadera pesadilla. La niña adorable, convertida en un malvado monstruo, en vez de simpatía produce repugnancia. Apenas tiene vida, es una marioneta al servicio de la voz de su amo que devora todo lo que hay a su alrededor. Hierática y sola permanece en un campo de batalla lleno de esqueletos como los que dejó la guerra civil española mientras el fantasma de una nueva guerra recorría Europa.
La obra, un gouache, pastel y collage sobre cartón, se encuentra en el Museo Boijmans Van Beuningen, la principal galería de arte de Róterdam. Ignoro por qué se la conoce como la esfinge de Barcelona. Tal vez si me suscribiese a La Vanguardia podría leer este artículo que debe aportar mucha información.
En los años 60, el director Robert Aldrich parodió en ¿Qué fue de Baby Jane? la cara más siniestra de una copia de Shirley Temple, interpretada por Bette Davis. Un desquiciado personaje anclado en su pasado de niña prodigio, vestida con los trajes infantiles y tirabuzones rubios que la hicieron famosa.