Mastermind |
Tabla de lavanderas (La Algueña) |
Museo de Olivenza |
Entrada con las fotos de los bisabuelos |
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Tabla de lavanderas (La Algueña) |
Museo de Olivenza |
Entrada con las fotos de los bisabuelos |
Ese mismo día, por la mañana pasé por la puerta y vi a seis de ellos en la calle haciendo un círculo entre un banco del Ayuntamiento y cuatro sillas que habían sacado del propio parque. Espero que aprendan a respetarse a sí mismos y a los demás. Y que la autoridad tome las medidas pertinentes. Recuerdo que tienen un patio interior donde hacer en libertad lo que les apetezca. A los vecinos no nos hace gracia ser testigos de estos desmadres.
fotograma de Abre los ojos (1996) |
Gran Vía, agosto 2022 |
Parte frontal |
Parte posterior |
Intrigada traté de desentrañar el significado de estas dos sorprendentes esculturas de estilo clásico, con un cierto sentido mitológico y un aire enigmático. No lo conseguí. Consulté la Wikipedia que me informó que representan a la sabiduría y a la ignorancia, respectivamente, dos conceptos completamente opuestos pero íntimamente relacionados. Y que el pequeño dinosauro es un un tipo de "stegosaurus" o una "erupción barroca y espontánea". El blog perropaco aporta más información: "Según explicaron en su día los creadores (así lo recogieron los periódicos de la época), la mujer representa al clasicismo, lo angélico, la cultura y la norma, que se opone al pequeño dragón, trasunto de lo espontáneo, lo natural, lo demoníaco... es decir, lo que Hitler llamaba "el arte degenerado"-Alineación cultural dentro de las tradiciones más añejas del "nacional-catolicismo", que establecen una relación muy sólida entre el Bien, la Verdad y la Belleza". De modo que condena la innovación frente al clasicismo.
Así que nos encontramos con una figura femenina con actitud dialogante que representa todo lo bueno de una sociedad cultivada y un monstruo, eso sí pequeño, que representa lo malo. La belleza contra la fealdad más animal. El clasicismo contra el barroco. Razón contra barbarie. Y ahora entiendo la interpretación inteligente que hizo mi amigo Jerónimo, dado el contexto de la época en que vivió el homenajeado: el fascismo contra el comunismo. Un monumento que representa toda la ideología fascista. Menos mal que ninguno de los protagonistas muestra una actitud beligerante.
Interesante el artículo de El Confidencial Esas pequeñas cosas que te irritan cuando te haces viejo: la sátira irresistible de Nora Ephron. "El pasado se me escapa y el presente es una lucha constante. Me resulta imposible seguir el ritmo". 'No me acuerdo de nada' es una recopilación de artículos que ahora recupera en castellano Libros del Asteroide.
Mi limonero, el 25 de junio |
Nunca he tenido mascotas, no me gusta que ningún ser vivo dependa de mí. Sin embargo, para alegrarme la vida me he ido rodeado de plantas a las que hablo, mimo y cuido como si fueran familiares. El problema surge en verano cuando me voy de vacaciones, el riego automático aprovecha cada ola de calor para volverse loco, se estropea, se queda sin pilas o produce fugas de agua. Necesito a alguien que lo vigile y supla con la manguera sus deficiencias, un verdadero engorro para los allegados, que no distinguen una planta crasa de una que no lo es. Mantener las plantas en verano se convierte en una misión imposible. Cuando he vuelto, me he encontrado con cinco plantas que han sucumbido a los rigores de la primera ola de calor; el limonero que nos aprovisionó de limones durante la pandemia se secó y el níspero que planté hace más de quince años presentaba un aspecto lamentable con las hojas alicaídas. El limonero, después de una poda drástica que casi me hizo llorar, ha resurgido más vigoroso que nunca (la foto da testimonio).
Me creo, por tanto, las hipótesis que afirman que las plantas tienen sentimientos, son capaces de reaccionar no solo ante la voz humana, sino también ante los estados de ánimo de sus cuidadores, ya que el organismo de los vegetales establece una comunicación directa con el de las personas que las acompañan de manera habitual. Incluso distintos experimentos llegan a esa conclusión. En la década de 1960, Cleve Backster, un estadounidense que se había especializado en interrogatorios como agente de la CIA, comenzó a hacer pruebas, por simple curiosidad, con un polígrafo y descubrió que las plantas, cuando él iba a regarlas o les manifestaba afecto, producían unas señales similares a las que durante los interrogatorios caracterizaban a sensaciones como bienestar o satisfacción. De la misma manera, evidenciaron signos negativos a través del polígrafo cuando la actitud era amenazante contra su seguridad, como cuando acercaba unas tijeras o fuego a sus hojas o tallos.
Mi limonero, tras la poda, el 15 de julio |
Para jugar, pincha en el enlace wordle.danielfrg.com