domingo, 20 de diciembre de 2020

La serie "Pioneras", La invisibilidad no es un superpoder

 Me parece muy interesante la nueva serie que emite Movistar que da visibilidad a mujeres que se adelantaron a su época y fueron olvidadas por la historia. La recomiendo. A través de Luisa Ignacia Roldán, Dolors Aleu, Carmen de Burgos y María de Castilla, las cuatro protagonistas históricas en las que se centra el relato, conoceremos a mujeres que influyeron en campos acotados a los hombres hasta el punto de cambiarlos.


martes, 15 de diciembre de 2020

Las amistades de Lou (Andreas-Salomé)

 


Lou Andreas-Salomé (San Petersburgo, 1861– Göttingen, 1937) fue una de las grandes mujeres de finales del siglo XIX. Su biografía y su obra siguen fascinando, porque en el contexto en que vivió pocas podían permitirse dedicarse a la vida intelectual. Fue un ícono de la mujer liberada de principios del siglo XX.  Como otras mujeres que se dedicaron a la filosofía, su nombre no aparece en los libros de texto y cuando la citan, lo hacen más por sus relaciones con otros intelectuales que por ella misma. Como afirma Umberto Eco: "No es que no existieran mujeres que filosofaban. Es que los filósofos han preferido olvidarlas, quizás tras haberse apropiado de sus ideas". Su pensamiento mezcló el psicoanálisis freudiano con la filosofía de Nietzsche y sus estudios se basaron, principalmente, en el narcisismo y en la sexualidad femenina.

Del personaje de Lou me enamoré cuando vi la película de Liliana Cavani Mas allá del bien y del mal (Al di là del bene e del male, 1977) sobre la tortuosa relación que estableció con Paul Rée y Friedrich Nietzsche. Representaba la audacia de ser libre, la novia de todos y la mujer de ninguno. Educada como un hombre (era la única mujer entre seis hermanos), brillante, provocadora. No ambicionó ni el matrimonio ni la maternidad ("Aut liberi aut libri"), pero ejerció un enigmático poder sobre todos los singulares hombres que conoció a lo largo de su vida: el filósofo Nietzsche, Friedrich Carl Andreas catedrático de Lenguas Asiáticas con el que se casó, el poeta Rilke y el psicoanalista Freud con el que colaboró. Los comentarios que recibió en su época alaban tanto su inteligencia como su belleza. Nada podía frenar sus inquietudes ni su espíritu feminista: “La falta de espacio es tan negativa para la mujer como la falta de libertad de movimiento para el desarrollo del hombre".

En Lucerna (1882), tres amigos, Lou Andreas-Salomé, Paul Rée y Nietzsche se fotografiarían juntos para celebrar la comunidad filosófica denominada Trinidad Pagana que habían formado. Su plan era compartir casa y estudios durante un año, conviviendo como hermanos. El propósito, que duró apenas unos meses, escandalizó a amigos y familiares. La excéntrica imagen ha pasado a la historia. Subida a una carreta, irónicamente Lou blande una fusta, mientras sostiene a modo de riendas una cuerda con la que están atados los dos hombres como si fueran dos mulas de carga. A juzgar por la expresión de sus caras, ninguno de ellos parece cómodo con el papel que han acordado. Otros se han quedado con el sentido literal y observan a una mujer dominante con un látigo que, como la araña, teje su tela para atrapar a los hombres y aprovecharse de ellos. Nietzsche se tomó muy mal que su amada no le correspondiera. Este parece ser el origen de un comentario sarcástico que introdujo en Así habló Zaratustra (1883): “¿Vas con mujeres? No olvides el látigo”.

La escritora relata en su libro de memorias, Mirada retrospectiva, cómo se realizó la instantánea: “Al mismo tiempo, Nietzsche se empeñó en hacer la fotografía de nosotros tres, a pesar de las violentas protestas de Paul Rée, que conservó toda su vida un terror enfermizo a la reproducción de su rostro. Nietzsche en plena euforia, no sólo insistió en hacerla, sino que se ocupó, personalmente y con celo, de la preparación de los detalles -como la pequeña carreta (¡que resultó demasiado pequeña!), o incluso en la cursilería del ramo de lilas, etcétera.”

El último vídeo corresponde a la película Lou Andreas-Salomé dirigida en 2016 por otra directora, Cordula Kablitz-Post. Anciana ya, Lou Andreas-Salomé dicta sus memorias al joven Ernst Pfeiffer, donde repasa la relación intelectual y sentimental que tuvo con sus amigos. 

*Por internet circula otra fotografía del trío de amigos donde aparecen desnudos, ella en medio, que no creo que sea auténtica, parece una parodia de mal gusto. Los dos hombres tienen un cierto parecido, pero la mujer menuda, de rostro afilado, pelo corto y oscuro no tiene los rasgos de Lou.

*https://filoymas.files.wordpress.com/2016/08/menage-gilles-historia-de-las-mujeres-filosofas.pdf


Una historia alternativa e inclusiva de la Filosofía occidental a golpe de clic Lola Cabrera en un documento de Word abierto, de unas doscientas treinta páginas, confronta los grandes nombres de varones, blancos y muertos con otros de pensadoras coetáneas suyas que o bien la tradición ha considerado heroínas culturales menores o bien ha pasado como de puntillas por encima de ellas. 

lunes, 14 de diciembre de 2020

Ni niego ni afirmo

Cuando llegamos a cierta edad, caemos en la tentación de replantearnos nuestro pasado en un deseo de conciliarnos con él. Evitamos los conflictos a toda costa, huyendo de las discusiones estériles. Tarea que casi siempre resulta fallida. Antes, para salirme por la tangente, contestaba con respuestas de Bart Simpson: "Yo no he sido y estaba así cuando llegué". Ahora utilizo, como Isabel Coixet, una frase que contiene tres negaciones que empiezan por "n": No niego nada. Espartaco Santoni, marido de la ahora baronesa Thyssen, la utilizó como título de sus memorias, en las que aireaba todo tipo de intimidades acerca de las mujeres que habían pasado por su vida. Joaquín Sabina inició una gira bajo el lema "Lo niego todo" a pesar de no estar en desacuerdo con su vida ("Aquellos polvos y estos lodos"). Somos todo lo que hemos hecho y lo que hemos dejado de hacer, batallando con los miedos y los arrepentimientos. Soñamos con lo que pudo ser y no fue. Con lo que dijimos y lo que callamos. Con lo que escribimos y lo que censuramos. Andamos como equilibristas ciegos obligados a seguir adelante mientras vendemos humo. Así, mantengo que no me arrepiento de nada al mismo tiempo que me arrepiento de casi todo: no niego, ni afirmo. Ni confirmo, ni desmiento. Así es, si así os parece.


miércoles, 9 de diciembre de 2020

"Aut liberi aut libri", la elección de los filósofos


"Aut liberi aut libri" literalmente significa "O niños o libros"; en sentido figurado, supone la elección entre la vida doméstica y la vida de la mente. El aforismo aparece por primera vez en El crepúsculo de los dioses de Friedrich Nietzsche, filósofo misógino* que nunca logró forjar una relación seria con una mujer. No podemos saber si él fue el creador o la recogió de otros filósofos, lo que sí sabemos es que la mayoría de los grandes hombres de la filosofía (y de las pocas mujeres que lo han sido) nunca disfrutaron de la paternidad. En la antigüedad ni Platón ni Sócrates tuvieron hijos, Platón pensaba que los padres están capacitados para tenerlos, pero no para educarlos. Tampoco dejaron descendencia los filósofos modernos de los siglos XVII y XVIII: Hobbes, Locke, Hume, Adam Smith, Descartes, Spinoza, Leibniz, Kant, Bentham.... Entre ellos destaca el comportamiento de Rousseau que abandonó en un orfanato a los cinco hijos que tuvo con una criada analfabeta, a pesar de escribir el Emilio, un libro sobre la educación de los ciudadanos. El filósofo alemán Arthur Schopenhauer jamás pudo comprobar empíricamente su teoría de que la inteligencia se heredaba de la madre, mientras que el carácter del padre. Contemporáneos como Sartre, Foucault, Deleuze o Vattimo también escaparon de las redes del matrimonio.

El que parece sí estuvo casado fue Aristóteles, que llegó a tener dos descendientes, su obra Ética a Nicómaco estaba dedicada a uno de sus hijos. Fernando Savater hizo lo propio con Ética para Amador, una conversación con su hijo y, por ende, con toda la humanidad.


Pierre Riffard, en su libro  Los filósofos: vida íntima, apunta como una razón de peso que el 68% de los filósofos quedó huérfano antes de los cinco años. De tal manera que educa a la humanidad quien, de niño, no ha tenido educación. Los filósofos, además, no suelen ser hijos de papá (pocos filósofos son hijos de filósofos). Ni niños precoces. A la filosofía se llega tarde, porque es un trabajo de madurez y de maduración. Riffard se toma la molestia de comparar las fechas de publicación de las obras maestras de 21 grandes filósofos y concluye que la media de edad para la publicación de su obra es de 42 años. Para ser reconocido como filósofo, hay que adoptar la lengua cultural dominante (griego, latín, árabe, francés, alemán, inglés) y rechazar la religión dominante (los escolásticos no lo hacen, y se pasan a la teología). En todo caso, para un filósofo la familia intelectual (maestros, colegas) cuenta más que la familia doméstica (padres y hermanos) o la familia conyugal. Parece que el filósofo prefiere la relación lógica a la relación sexual.

Resumiendo, los filósofos se sienten abrumados por la responsabilidad de la paternidad y piensan que su labor científica se vería obstaculizada por la vida doméstica. Prefieren ser profesores antes que padres. Otras razones para huir del matrimonio serían la misantropía, la misoginia, la vida monástica, la rareza, los problemas mentales, la homosexualidad... Las mismas que las del resto de los mortales que prefieren permanecer solteros, que no solitarios, y asumir la decisión de no ser padres de forma consciente, aunque estén cometiendo la gran equivocación de su existencia. Ejercen la paternidad como padres de sus propios alumnos y de los futuros, de ahí que muchos sigan teniendo el apellido del padre intelectual (platónicos, nietzscheanos, heideggerianos, volpianos... ).

*http://www.alonsofia.com/fn/docsFN/Nietzsche%20misogino.pdf

Para saber más: https://www.milenio.com/opinion/julieta-lomeli-balver/lo-bello-l

o-triste/al-papa-filosofo

https://elpais.com/elpais/2017/04/27/icon/1493301741_726476.html

https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20191015/47902385034/nietzsche-mujeres-filosofia-pensamiento.html

sábado, 5 de diciembre de 2020

Allegados/necesarios/imprescindibles/indispensables


Ayer todos los periodistas andaban buscando en el diccionario el significado de la palabra "allegado"* porque una de las excepciones para viajar en estas fiestas es la de reunirse con allegados. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, trataba de explicar durante su comparecencia este concepto, refiriéndose a una persona con la que se tiene “una afectividad especial”, incluso si no existe un "vínculo familiar definido en el sentido tradicional". Según la RAE, un allegado es una persona “cercana a otra en parentesco, amistad, trato o confianza".

Buscando un adjetivo para este sustantivo me encontré el término necesario que viene del latín "necessarius", formado con sufijo de relación -arius sobre la forma neutra y a veces adverbializada "necesse" (lo inevitable e imprescindible, aquello de lo que uno no puede apartarse). También se utilizaba como sustantivo: "necessarii " (los íntimos indispensables con parentesco o sin él). Un amigo o una pareja –sin necesidad de unión formal– son casi siempre más necesarios que la propia familia. Allegados necesarios que estas Navidades van a estar, me temo, más alejados que nunca.

*Allegado, la palabra que define con quién podemos reunirnos estas Navidades

viernes, 4 de diciembre de 2020

El libro de horas, Rainer Maria Rilke


Hoy se cumplen ciento cuarenta y cinco años del nacimiento de Rainer Maria Rilke, uno de los escritores más influyentes e importantes de la historia de la literatura.
Este 2020 Pregunta Ediciones comenzaba publicando 'El libro de horas', uno de sus poemarios más destacados, con una nueva e inmejorable traducción de Fernando J. Palacios León. 'El libro de horas' relata de modo simbólico el romance del autor con la escritora y filósofa Lou Andreas-Salomé, quien ejerció una fuerte influencia sobre la vida, el pensamiento y la escritura del poeta.

No dejéis de leer y releer a Rilke, hoy y cualquier día del año.

                                                                             David Francisco

martes, 1 de diciembre de 2020

Gilbert Legrand recrea los objetos cotidianos

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Cómo admiro la habilidad de algunas personas para ver lo que otros no percibimos.  El artista francés Gilbert Legrand nos da un ejemplo de cómo los objetos de nuestra vida cotidiana se pueden convertir en cualquier cosa si dejamos fluir al niño que todos tenemos dentro. Ha creado una maravillosa serie de esculturas, cargadas de creatividad y humor, a partir de objetos que se pueden encontrar en cualquier hogar. Un paseo por su página web te alegrará el día y te llenará de ideas.