Del personaje de Lou me enamoré cuando vi la película de Liliana Cavani Mas allá del bien y del mal (Al di là del bene e del male, 1977) sobre la tortuosa relación que estableció con Paul Rée y Friedrich Nietzsche. Representaba la audacia de ser libre, la novia de todos y la mujer de ninguno. Educada como un hombre (era la única mujer entre seis hermanos), brillante, provocadora. No ambicionó ni el matrimonio ni la maternidad ("Aut liberi aut libri"), pero ejerció un enigmático poder sobre todos los singulares hombres que conoció a lo largo de su vida: el filósofo Nietzsche, Friedrich Carl Andreas catedrático de Lenguas Asiáticas con el que se casó, el poeta Rilke y el psicoanalista Freud con el que colaboró. Los comentarios que recibió en su época alaban tanto su inteligencia como su belleza. Nada podía frenar sus inquietudes ni su espíritu feminista: “La falta de espacio es tan negativa para la mujer como la falta de libertad de movimiento para el desarrollo del hombre".
En Lucerna (1882), tres amigos, Lou Andreas-Salomé, Paul Rée y Nietzsche se fotografiarían juntos para celebrar la comunidad filosófica denominada Trinidad Pagana que habían formado. Su plan era compartir casa y estudios durante un año, conviviendo como hermanos. El propósito, que duró apenas unos meses, escandalizó a amigos y familiares. La excéntrica imagen ha pasado a la historia. Subida a una carreta, irónicamente Lou blande una fusta, mientras sostiene a modo de riendas una cuerda con la que están atados los dos hombres como si fueran dos mulas de carga. A juzgar por la expresión de sus caras, ninguno de ellos parece cómodo con el papel que han acordado. Otros se han quedado con el sentido literal y observan a una mujer dominante con un látigo que, como la araña, teje su tela para atrapar a los hombres y aprovecharse de ellos. Nietzsche se tomó muy mal que su amada no le correspondiera. Este parece ser el origen de un comentario sarcástico que introdujo en Así habló Zaratustra (1883): “¿Vas con mujeres? No olvides el látigo”.La escritora relata en su libro de memorias, Mirada retrospectiva, cómo se realizó la instantánea: “Al mismo tiempo, Nietzsche se empeñó en hacer la fotografía de nosotros tres, a pesar de las violentas protestas de Paul Rée, que conservó toda su vida un terror enfermizo a la reproducción de su rostro. Nietzsche en plena euforia, no sólo insistió en hacerla, sino que se ocupó, personalmente y con celo, de la preparación de los detalles -como la pequeña carreta (¡que resultó demasiado pequeña!), o incluso en la cursilería del ramo de lilas, etcétera.”
El último vídeo corresponde a la película Lou Andreas-Salomé dirigida en 2016 por otra directora, Cordula Kablitz-Post. Anciana ya, Lou Andreas-Salomé dicta sus memorias al joven Ernst Pfeiffer, donde repasa la relación intelectual y sentimental que tuvo con sus amigos.
*Por internet circula otra fotografía del trío de amigos donde aparecen desnudos, ella en medio, que no creo que sea auténtica, parece una parodia de mal gusto. Los dos hombres tienen un cierto parecido, pero la mujer menuda, de rostro afilado, pelo corto y oscuro no tiene los rasgos de Lou.
*https://filoymas.files.wordpress.com/2016/08/menage-gilles-historia-de-las-mujeres-filosofas.pdf
Una historia alternativa e inclusiva de la Filosofía occidental a golpe de clic Lola Cabrera en un documento de Word abierto, de unas doscientas treinta páginas, confronta los grandes nombres de varones, blancos y muertos con otros de pensadoras coetáneas suyas que o bien la tradición ha considerado heroínas culturales menores o bien ha pasado como de puntillas por encima de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario