lunes, 13 de octubre de 2014
Mi doble y yo
Siempre se dice que todos tenemos un doble, alguien que se nos parece mucho y con el que no estamos relacionados. A mí me lo han encontrado: se llama Claudia Paz y Paz y ha luchado a favor de los derechos humanos. Ha sido directora del bufete legal del ACNUR y Consultora Nacional de la Misión de las Naciones Unidas para Guatemala. Además es más joven que yo.
¡Qué suerte he tenido!
viernes, 10 de octubre de 2014
Entrañable discurso de Luciano López Gutiérrez
Estaba tan emocionada que me quedé muda. Un grupo de amigos me invitó a comer con motivo de mi jubilación. Yo no llevaba nada escrito, pero Luciano, con su proverbial locuacidad y buen hacer, me dedicó unas memorables palabras. Sinceramente creo que deberías dedicarte a la profesión de escritor de discursos. Los bordas. Nunca me olvidaré de tu famoso comentario sobre un primero de bachillerato: "Curso con una notable frigidez literaria".
Gracias a todos, siempre estaréis en mi recuerdo.
PARA ÁNGELES
En primer lugar,
Ángeles, quiero agradecerte que durante estos años te hayas esforzado en
contribuir a ordenar mis fotocopias, tan proclives a convertir cualquier
espacio en una chamarilería del rastro, en una librería de lance, en un archivo
olvidado y desbarajustado lleno de cartapacios y legajos polvorientos.
Confieso que echaré
de menos tu presencia junto a Guillermo afanándoos en la búsqueda de la palabra
exacta del crucigrama. Echaré de menos tu personalidad peculiar, indómita y
rebelde, y reacia a cualquier renuncia o componenda, y, sobre todo, echaré de
menos tus comentarios sarcásticos y jacarandosos, de una sinceridad descarnada,
como aquel en que comparabas la nueva decoración de la Sala de Profesores con
el recibidor de un burdel.
No respondes al
manido cliché de la lánguida profesora de Literatura entregada a la lectura de
Bécquer y Campoamor en estaciones solitarias, te imagino más bien como un
detective de novela policíaca descubriendo a sujetos que lograron perpetrar sus
fechorías como si fuera un accidente.
Te imagino en
animadas charlas, locuaz y jaquetona, recordándome a Valle-Inclán, pero sin
barba ni ceceo, o a Quevedo, pero sin misoginia ni cojera.
Liberada de la
tutela de adolescentes tumultuosos, de hormonas encabritadas, de jóvenes
trileros o mocitas de tronío de faca en la liga, pero todos tan entrañables,
entrégate, como te aconsejaría tu casi paisano Manuel Vicent, a disfrutar de
las habas tiernas, de los arroces, de las sepias recién pescadas en ese mar
todavía poblado de dioses antiguos.
Contempla impunemente
el oro viejo del otoño en los árboles, escucha la música mágica de la lluvia
con olor a infancia perdida, y goza de la continuidad de los parques y de la
sombra de las alamedas.
Y si te gana la
nostalgia por la cadencia de los sonetos, la prosa cervantina, la retahíla de
los tiempos verbales, o las dulces islas de las aposiciones, ahí tienes
nuestras clases para matar el gusanillo.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Poesía contemporánea escrita por mujeres: Rosa García Rayego e Iria Fernández
Confieso que no soy lectora habitual de poesía. Mis poetas
preferidos son por orden de descubrimiento en la adolescencia León Felipe, Walt
Whitman, Neruda, Blas de Otero, Jaime Gil de Biedma y Luis Eduardo Aute. Luego
descubrí a Ángel Guinda en la clase de al lado del instituto. Y me gustan porque son
prosaicos, con economía de medios y palabras, te transmiten una emoción como un
relámpago, transmiten una descarga vital que te conmociona. Luego he amado a otros pero no
con el entusiasmo del primer amor. Me gusta un poema aislado, pero soy incapaz
de leer todo un poemario seguido. Es la misma sensación que tienes cuando visitas
un museo, acabas harta de tantos cuadros
y al final solo te llevas el recuerdo de uno. Me gustan los breves encuentros que
me producen admiración por la técnica utilizada y que desarrollan mi intuición.
Por eso odio la técnica del comentario de texto que me veía obligada a realizar
cada año para mis alumnos con su estructura corsé que nos induce a decir
tonterías.
He leído poca poesía
de mujeres porque desgraciadamente tienen un papel secundario en los libros de
texto. Recomiendo a dos poetas actuales que también son colegas y que por razones extrañas enlazo: Rosa Garcia Rayego, profesora de universidad, e Iria Fernández, profesora de secundaria. Contra todo
pronóstico, he leído varias veces "Vivir es tu tarea" y me ha conmovido
profundamente. Iría, por ser la más joven, no está todavía incluida en la larga
lista de poetas contemporáneas de las que habla Rosa en el programa de radio.
Ana Merino Por la igualdad en la poesía
martes, 30 de septiembre de 2014
Estado de mudanza
Los manuales que, supuestamente,
enseñan a vivir mejor dicen que tires todo lo que no que no hayas utilizado en
los últimos tres años. Pero, ¿qué hago con los recuerdos, los discos de vinilo,
los libros que no admiten una segunda lectura y la cantidad de panfletos
pedagógicos sobre obras literarias que no he podido utilizar en clase desde que
la Lengua y la Literatura se fundieron en una? Durante años los he ido recopilando
como una hormiga laboriosa, cómo puedo convertirme de la noche a la mañana en
una cigarra si tengo amusia (incapacidad de reproducir los tonos o ritmos
musicales).
Y para qué coño escribí estas
frases tan absurdas que han aparecido traspapeladas: Un poco de coñac, mucha caña y
poco coño; poco coño, poco coñac y no
tomarlo a coña.
Definitivamente, una mudanza es más difícil que ponerle bragas a un pulpo derviche.
Definitivamente, una mudanza es más difícil que ponerle bragas a un pulpo derviche.
lunes, 1 de septiembre de 2014
Sola, fané y descangayada
Se acordó de los besos que todos los días hasta el mes de
marzo daba a su madre y que la hacían reír como una chiquilla de cinco años hasta
que terminaba diciendo: “ya está bien”; porque había sido educada en épocas de
carestía. Y los echó de menos, tanto que se acercó a la cercana gestoría Prats buscando
el rastro del olor familiar. Pero se sintió ridícula ante el portero automático
porque solo se le ocurría balbucir: “soy prima de Vicente, ¿puedo hablar con él?.
Es que me ha dado un ataque de morriña que no he podido superar”. Se volvió a
sentar en el banco, apenas le llegaban los pies al suelo. Ahora sí que se
acababa de romper el cordón umbilical que la unía a los suyos, a esos
habitantes que compartían genes con ella y que parecían ajenos e insensibles a
su desánimo. Enseguida vinieron a rescatarla, la espera liberadora afortunadamente
solo duró diez minutos. La tortura culpable mucho más.
Etiquetas:
Equipaje profesora,
fruslerías,
Villena
viernes, 29 de agosto de 2014
Crímenes bestiales, Patricia Highsmith
martes, 19 de agosto de 2014
Abrazar la pérdida, Leila Guerriero
"Escritos dos meses después, o dos
años más tarde, o al pie de la cama donde yace la carne querida. Amparados en
la piedad de las elipsis, o repletos de detalles drenados al recuerdo. Bajo la
forma de diarios, de epístolas, de canciones de cuna con ardiente error de
paralaje. Erizados de esquirlas de un incendio que no cesa. Hijos de un género
al que nadie querría dedicarse. Libros. Libros que cuentan el fin (la muerte
del padre, el tormento del hijo, la agonía tapizada de metotrexato) y que, para
contar el fin, deben empezar por el principio. Y, para empezar por el
principio, hay que recordar.
Y recordar
duele".
De la misma autora Nueve libros sobre el duelo
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