miércoles, 4 de enero de 2012
El museo de la inocencia, Orhan Pamuk
El museo de la inocencia , del Premio Nobel Orhan Pamuk, cuenta las fases de la pasión amorosa que siente el joven Kemal, perteneciente a la rica burguesía de Estambul, por la joven Füsun, una lejana y empobrecida pariente. La felicidad en el amor es un tema central en esta novela, que, a veces, sólo existe sólo de manera retrospectiva. Kemal descubre (y olvida) su simple receta: "La felicidad consiste sólo en estar cerca de la persona amada (no hace falta poseerla de inmediato)".
lunes, 2 de enero de 2012
La realidad copia a la ficción: Soraya y Lisa Simpson
http://www.lavanguardia.com/television/20120102/54243888792/video-similitudes-soraya-lisa-simpson.html
Los Simpsons y la historia:
Fíjate por donde, los Simpson nos sirven para repasar la Historia y la Literatura
http://www.sentadofrentealmundo.com/2011/01/los-simpsons-y-la-historia.html
miércoles, 28 de diciembre de 2011
Trabajar con imágenes
Narra esta peculiar versión de El estrangulador de Bostón siguiendo el orden de las viñetas. Después desordena las viñetas y vuelve a contar la historia con el nuevo orden:
Después de estudiar atentamente las imágenes, rellenar los bocadillos del cómic La espada y la rosa:
Fijándote en las imágenes, escribe el final de la Leyenda de Bécquer
El monte de las ánimas:
lunes, 26 de diciembre de 2011
Fiesta de jubilatas (11/11/11)
El 11/11/11 Charo Encinas y Ester Landaburu se jubilaron. Son tan generosas que nos invitaron a una cena a los que seguimos en el tajo con dos horas más clavadas como puñales.
Toñí Olcina les escribió estas letras que cantamos entre lágrimas de risa y envidia.
VIVIR ASÍ
Este curso los sesenta ya cumplió
y al fin su sueño alcanzó:
la anhelada jubilación.
Siempre gastando en los demás
todos los euros que cobraba
y por eso no se jubilaba.
Mas ya lo consiguió,
el curre se acabó
y así ha cambiado el rumbó de su historia.
Su patrimonio valoró
y con alegría comprobó
que podría apañarse con la nómina.
Vivir así, ¡ay que subidón!,
se acabó ya la mala vida,
no pensar más este año a qué centro me destinan.
Lo merecía.
Vivir así, mola mogollón.
No pensar en oposiciones
ni en más listas
ni en más ciclos, ni evaluaciones.
Lo merecía.
LIBRE
Tiene apenas los sesenta
y ya está
Cansada de gastar
la suela de las adidas cada día
yendo a trabajar.
Correteando por el patio sin resuello
con la ESO detrás,
enseñando a hacer el pino y a dar saltos
a esa panda de gagas.
Libre,
No ponerse el puto chándal
en la vida nunca más...
Libre
No tener más tutorías que llevar
ni actas que firmar.
Libre sin ver la cara al dire
y además
de no ir a trabajar
pasarse sin cesar
todo el día en “los chinos”
P´a comprar.
Que gustito cada día
en la cama
quedarse a retozar.
ahora ya no tiene prisa para nada
ni quien se la meta.
LA FELICIDAD
Antes nunca estuve
Así de relajada,
no hay que madrugar
no hay que corregir.
Me siento en la gloria
y nada estresada,
tirada a la bartola.
Esto si es vivir.
La jubilación o o o on
me ha llegado ya a a a a
y mi corazón o o o on
se ha puesto a bailar a a a ar.
La jubilación o o o on
ee la ha dado el MEC e e e ec
que satifacción o o o on
sin nada que hacer.
No pensé que nunca
llegara el momento
de cobrar la nomina
sin mover un dedo.
Moríos de envidia
los pringaos que ahora
ganáis menos pelas
currrando más horas.
La Esperanza a mí i i i i
no me va a explotar a a a ar
porque en el instituto o o o o
no vuelvo a pisar a a a ar
ni un puto claustro más
ni una evaluación.
No doy palo al agua.
Y estoy como Dios,
Gracias a la jubilación.
Narciso Gallego, nuestro cronista oficial,nos sorprendió con un brindis final de acertados versos:
Que el mercurio se detenga y no marque las temperaturas.
Que la nieve detenga su acometidas invernales.
Que los aeropuertos cancelen todas las expectativas: Charo y Ester se jubilan.
Jubilarse, gritos salvajes, fuertes, de alegría, según los latinos que de esto sabían.
Enredarse con la vida girar sobre si mismo,
Para que nos podáis mirar, no ver, siempre.
Tal como éramos, famosa película. Robert Redford, guapo, ¿verdad?
Y nos mantengamos siempre así:
Que a Eduardo le cueste tanto salir de casa,
Viky mantenga su intensa serenidad,
Ángeles admita al fin que este puede ser un gran día,
Chuchi ensanche aún más la bondad de sus ojos,
Paloma siga siempre teniendo razón,
Lidia nos proteja con su optimismo serio,
Toñi dude y dude hasta que definitivamente deje de ser invisible,
Nieves siga siendo tan hermosa, a pesar de ella,
Carnen siga creciendo por dentro, no sus piernas,
José Luis dé vacaciones a sus no sé, no sé,
Reme, qué decir, nos confirme cada día la belleza,
Oigáis siempre la risa de Blanca,
Suene siempre el silbido reparador de Jose,
Veáis multiplicada la elegancia de Aurora,
Charo se quede tranquila porque Narci la seguirá saludando,
Ester siga comprobando lo conjuntado que va Narci, ¡esos calcetines!
De manera que nos sigáis acompañando en este paisaje que vamos construyendo cada día: la amistad y la memoria.
Amor y paz os acompañen.
¡Gracias por vuestra amistad y por los ratos que hemos pasado juntos! ¡Viva el jodío Jovellanos!
La piedad peligrosa, Stefan Zweig
En diciembre he leído con entusiasmo (me pasé dos veces la parada del metro) La piedad peligrosa de Stefan Zweig, uno de los autores favoritos de mi padre, en el primer tomo de sus obras completas publicado en la editorial Juventud en 1952 y que costó en 1954 la entonces desorbitada cantidad de 248 pesetas como indica un recibo que había en su interior. El argumento es muy sencillo: un joven teniente austríaco es invitado a una fiesta. Durante la celebración invita a bailar a la hija del dueño de la mansión, sin saber que la joven está impedida. Al día siguiente le envía unas flores para pedir disculpas por el incidente y, a raíz de ese detalle, la chica piensa que el teniente se ha enamorado de ella. Su deseo de no hacer sufrir, de no incomodar, de evitar el dolor ajeno, le lleva a un prolongar el pequeño malentendido que se ha producido en la fiesta. Por no entristecer a aquella ilusionada y caprichosa chica inválida, retrasa una y otra vez la necesaria aclaración sobre su supuesto amor por ella, y se ve envuelto poco a poco en un inmenso absurdo que tiene consecuencias cada vez más trágicas para él y para aquellos a quienes quería evitar cualquier daño.
El análisis psicológico del joven e inexperto protagonista es impecable, asistimos agobiados al enredo en que se ve envuelto por una falsa compasión, que le obliga a mentir, a engañar, a eludir la realidad incomoda y las responsabilidades molestas. El autor además nos presenta también la historia del padre de la inválida, un judío que empieza respondiendo a todos los tópicos de la época y termina siendo el más humano.
Esta obra debería ser publicada de nuevo para deleite de todos.
domingo, 4 de diciembre de 2011
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