lunes, 3 de octubre de 2011
Caprichos de anciana
Leído en una crítica a la película ¡Feliz año, abuela!: "Cuentan que cuando se llega a la vejez y se vislumbra la cuenta atrás, personas que a lo largo de su vida han sido calificadas con eufemismos como difíciles, con genio, de carácter o muy suyas, se pueden convertir directamente en el demonio; que el reclamo de atención puede ir de la mano del fingimiento del dolor físico y la desolación mental; que son capaces de destrozar a toda una familia, acabar con cualquier afecto y que su cuidado deambule entre el viacrucis y el deseo de que todo acabe... como sea".
Relacionado con otra entrada mía:
http://bloggeles.blogspot.com/2011/04/titonismo-sindrome-de-titono.html
sábado, 1 de octubre de 2011
PEDOLATRÍA Y RECORTES
Desde hace bastantes años se viene produciendo en la sociedad española un proceso de verdadero culto a los niños que podríamos llamar pedolatría, o bien, si el término suena mal en oídos refinados, paidolatría, para evidenciar más su estirpe helénica. Es ya un tópico que se les mima en exceso, no se les niega nada en cosas y en acciones, y los tiernos infantes, ya desde muy pequeños, se creen con derecho a todo, se erigen en dictadorzuelos de sus padres y a veces llegan a la edad adulta convertidos en auténticos tiranos del entorno.
Este proceso tiene diversas causas que sería prolijo desgranar ahora en detalle. Basta recordar que desde máximas como la romana que dice “quien no pega a su hijo es que no le quiere” y nuestro “quien bien te quiere te hará llorar”, la situación ha llegado casi a invertirse.
A tal grado de desenfreno ha debido de llegar nuestra infancia y juventud, que las autoridades educativas han decidido atizarles un zurriagazo de tomo y lomo por medio de lo que más daño puede hacerles: empeorar su educación, para que se vayan enterando de lo que vale un peine. Han decidido acabar de un plumazo con la pedolatría para pasar a la pedofobia, olvidando que el punto justo está en otra máxima romana: “al niño se le debe el mayor respeto.”
sábado, 17 de septiembre de 2011
Lo que hay detrás de dos horas más
Interesante conversación con Cruz, profesora de inglés, en el IES Joaquín Araujo donde se explica claramente las horas que dedicamos a la enseñanza.
¿Dónde estudió el asesino de Sandra Palo? ¿Dónde estudian los alumnos recién llegados de Santo Domingo que no han estado escolarizados? ¿Dónde estudian los hijos de los traficantes de droga de la Cañada Real? ¿Dónde estudian los hijos de los rumanos que viven en condiciones infrahumanas? La respuesta la sabemos todos: en colegios e institutos públicos. La enseñanza pública nace con voluntad de servicio para llegar a las clases sociales que han estado tradicionalmente fuera del sistema escolar. De ahí que los gobernantes concienciados siempre hayan tratado de mejorar las condiciones laborales de los encargados de tamaña empresa. Además, los profesores de los institutos eran los encargados de controlar que el sistema funcionase sin enchufismos ni intereses creados.
Hay institutos muy buenos, regulares y malos en función del lugar en el que están situados. No es lo mismo dar clase en un instituto de Boadilla que en uno al lado de Pan Bendito. Por eso no es lo mismo dar clase en la enseñanza pública que en la privada. La privada selecciona a sus alumnos, les pone un uniforme, un ideario y unas cuotas y el que no se somete a esa disciplina es expulsado.
Un profesor de la pública pasa por un sistema de selección -imperfecto, mejorable, a veces injusto- pero que garantiza su idoneidad. Las oposiciones son muy difíciles porque se presentan muchos profesores muy bien preparados para muy pocas plazas. Todo profesor de la privada sabe que si quiere menos horas lectivas al mes debe pasar por ese requisito. Así pues, tenemos los mejores profesores para, a veces, los peores alumnos.
Una jornada de cuatro horas diarias de clase es agotadora. Los que las han dado lo saben. El desánimo llega al mismo tiempo que la afonía y muchos presentan los síntomas del profesor quemado. ¿Cuántos expedientes se tramitan por faltas leves y graves al año? Pocos alumnos disruptores estropean muchas veces al resto.
Por otra parte, la mayoría de los institutos del centro de Madrid están avejentados, los profesores tienen más de cuarenta y cinco años. La savia joven de los interinos ha desaparecido cortada de cuajo. La consejera de educación firmó jubilaciones anticipadas, que se están acabando, y reducción de jornada a los mayores de 55 años, que sigue en vigor pero que no se está cumpliendo.
Como nos gusta nuestro trabajo y nos partimos el alma por hacerlo bien, no exponemos nuestras miserias a la opinión pública, temerosos de que los alumnos buenos y excelentes que tenemos nos abandonen. En las entrevistas a los manifestantes sólo se oye que no hacemos la huelga por las dos horas. Decimos lo que es políticamente correcto. Parece que el discurso de Esperanza Aguirre ha calado también entre nosotros. Pues bien, dos horas más en el infierno de algunas clases es muchísimo trabajo (más alumnos, más asignaturas, más niveles, más correcciones, más juntas de evaluación, más pruebas iniciales) que cae como un mazazo sobre nuestros doloridos hombros.
No he oído nadie decir el problema legal que se plantea con esta ampliación de dos horas. La Ley indica que cada vez que nuestro horario excede una hora de trabajo, tiene que estar recompensado con dos horas (CHL), pero la Consejería por medio de una circular interna ha rebajado a una hora. Si se cumpliese la Ley, los profesores no tendrían horas para trabajar en el centro porque su jornada se vería reducida solo a las horas lectivas. ¿Cómo se le ha podido ocurrir a alguien semejante desaguisado? Al político que pretende acabar con la enseñanza pública estrangulándola, a quien le molesta que, a pesar de las dificultades, en los institutos se dé una enseñanza de calidad para todos.
Tampoco he oído a nadie referirse al agravio comparativo que hay entre los funcionarios del cuerpo A de la Administración. Los profesores (restemos a directores y jefes de estudios) ganamos entre seiscientos y mil euros menos al mes, no disponemos de espacio para trabajar en los institutos, ni ordenador, ni teléfono. Trabajamos en nuestra casa y el material (bolígrafos, folios, internet, tinta) corre de nuestra cuenta. Como no hay apenas personal de conserjería, también hacemos las fotocopias.
Por lo tanto, luchemos contra los recortes con lo que supone de pérdida de derechos para los más débiles y para la educación en general; pero luchemos también por nuestras condiciones laborales. Recordemos también que la ley está hecha para que la ampliación de horario sea una excepción y no una norma. Y no hagamos caso a aquellos que nos envidian las vacaciones, el horario y el sueldo, porque ellos no saben ni quieren saber lo que hay detrás de esas horas.
¿Dónde estudió el asesino de Sandra Palo? ¿Dónde estudian los alumnos recién llegados de Santo Domingo que no han estado escolarizados? ¿Dónde estudian los hijos de los traficantes de droga de la Cañada Real? ¿Dónde estudian los hijos de los rumanos que viven en condiciones infrahumanas? La respuesta la sabemos todos: en colegios e institutos públicos. La enseñanza pública nace con voluntad de servicio para llegar a las clases sociales que han estado tradicionalmente fuera del sistema escolar. De ahí que los gobernantes concienciados siempre hayan tratado de mejorar las condiciones laborales de los encargados de tamaña empresa. Además, los profesores de los institutos eran los encargados de controlar que el sistema funcionase sin enchufismos ni intereses creados.
Hay institutos muy buenos, regulares y malos en función del lugar en el que están situados. No es lo mismo dar clase en un instituto de Boadilla que en uno al lado de Pan Bendito. Por eso no es lo mismo dar clase en la enseñanza pública que en la privada. La privada selecciona a sus alumnos, les pone un uniforme, un ideario y unas cuotas y el que no se somete a esa disciplina es expulsado.
Un profesor de la pública pasa por un sistema de selección -imperfecto, mejorable, a veces injusto- pero que garantiza su idoneidad. Las oposiciones son muy difíciles porque se presentan muchos profesores muy bien preparados para muy pocas plazas. Todo profesor de la privada sabe que si quiere menos horas lectivas al mes debe pasar por ese requisito. Así pues, tenemos los mejores profesores para, a veces, los peores alumnos.
Una jornada de cuatro horas diarias de clase es agotadora. Los que las han dado lo saben. El desánimo llega al mismo tiempo que la afonía y muchos presentan los síntomas del profesor quemado. ¿Cuántos expedientes se tramitan por faltas leves y graves al año? Pocos alumnos disruptores estropean muchas veces al resto.
Por otra parte, la mayoría de los institutos del centro de Madrid están avejentados, los profesores tienen más de cuarenta y cinco años. La savia joven de los interinos ha desaparecido cortada de cuajo. La consejera de educación firmó jubilaciones anticipadas, que se están acabando, y reducción de jornada a los mayores de 55 años, que sigue en vigor pero que no se está cumpliendo.
Como nos gusta nuestro trabajo y nos partimos el alma por hacerlo bien, no exponemos nuestras miserias a la opinión pública, temerosos de que los alumnos buenos y excelentes que tenemos nos abandonen. En las entrevistas a los manifestantes sólo se oye que no hacemos la huelga por las dos horas. Decimos lo que es políticamente correcto. Parece que el discurso de Esperanza Aguirre ha calado también entre nosotros. Pues bien, dos horas más en el infierno de algunas clases es muchísimo trabajo (más alumnos, más asignaturas, más niveles, más correcciones, más juntas de evaluación, más pruebas iniciales) que cae como un mazazo sobre nuestros doloridos hombros.
No he oído nadie decir el problema legal que se plantea con esta ampliación de dos horas. La Ley indica que cada vez que nuestro horario excede una hora de trabajo, tiene que estar recompensado con dos horas (CHL), pero la Consejería por medio de una circular interna ha rebajado a una hora. Si se cumpliese la Ley, los profesores no tendrían horas para trabajar en el centro porque su jornada se vería reducida solo a las horas lectivas. ¿Cómo se le ha podido ocurrir a alguien semejante desaguisado? Al político que pretende acabar con la enseñanza pública estrangulándola, a quien le molesta que, a pesar de las dificultades, en los institutos se dé una enseñanza de calidad para todos.
Tampoco he oído a nadie referirse al agravio comparativo que hay entre los funcionarios del cuerpo A de la Administración. Los profesores (restemos a directores y jefes de estudios) ganamos entre seiscientos y mil euros menos al mes, no disponemos de espacio para trabajar en los institutos, ni ordenador, ni teléfono. Trabajamos en nuestra casa y el material (bolígrafos, folios, internet, tinta) corre de nuestra cuenta. Como no hay apenas personal de conserjería, también hacemos las fotocopias.
Por lo tanto, luchemos contra los recortes con lo que supone de pérdida de derechos para los más débiles y para la educación en general; pero luchemos también por nuestras condiciones laborales. Recordemos también que la ley está hecha para que la ampliación de horario sea una excepción y no una norma. Y no hagamos caso a aquellos que nos envidian las vacaciones, el horario y el sueldo, porque ellos no saben ni quieren saber lo que hay detrás de esas horas.
Las horas de compensación horaria (CHL) por aumento de horas lectivas
Me ha llegado información de un sindicato sobre las horas de compensación lectivas:
http://www.csi-f.es/es/content/horarios-reclamaciones-de-horarios-que-no-cumplen-la-normativa. Como tengo un contencioso con la Administración, paso a resumirlo para que este atropello al que hemos sido sometidos sea entendido por todos.
1. El aumento de horario está contemplado por la ley (Orden ministerial) como una excepción y por eso está recompensado con dos horas libres (no complementarias en el centro) por cada lectiva de más. Incluso se dice que si algún profesor ha salido perjudicado en la distribución de horarios en el Departamento, al año siguiente será otro el que asumirá esas horas.
2. Posteriormente la Comunidad de Madrid envió una circular (con menor rango que la Orden) a los institutos donde rebajaba la reducción a una hora.
3. Los directores ante este hecho tomaron varias posturas:
a) Aplicar la Orden.
b) Aplicar la circular informativa, pero compensar a esos profesores con reducción de guardias.
4. Como algunos directores utilizaron esta arma para someter a los que no pensaban como ellos (es una forma de acoso laboral), algunos profesores, a los que se les asignó una tutoría después de haber asumido 18 horas en el reparto de asignaturas en el Departamento mientras otros tenían menos horas lectivas, han recurrido ante los tribunales. Hay sentencias ganadas donde las horas de más se han considerado como horas extras y por consiguiente se han abonado.
Hasta aquí parece fácil reclamar, pero no lo es. ¿Qué hace -o hacía- un profesor ante tamaño abuso? No firmaba el horario, se entrevistaba con el inspector, hacía un recurso de alzada y esperaba meses y meses hasta que la Administración le contestaba diciendo que su horario era legal.
La única salida es un contencioso-administrativo, procedimiento costoso (unos 600 euros si no se está sindicado) y largo (se tarda más de dos años; en total, 3 años). La trampa está en que mientras se hace la reclamación el horario, justo o injusto, hay que cumplirlo. Además como sabemos que la justicia es ciega, sorda y subjetiva, te puede tocar un juez que dé la razón a la Administración local.
La que se avecina
Lo que se esconde detrás de esta medida es que si el PP gana las elecciones, cambiará la Ley y esta situación extraordinaria se convertirá en normal con crisis o sin crisis. Todos los derechos que hemos ido adquiriendo con los años como funcionarios del cuerpo A de la Administración del Estado desaparecerán de golpe y porrazo.
Esta entrada se completa con la siguiente (17-11-2012)
Etiquetas:
Equipaje profesora,
I.E.S. Vista Alegre
domingo, 4 de septiembre de 2011
Indignados 15-M frente a “papillas”JMJ
La llegada de esta nueva estrella del rock, llamada Benedicto XVI, a un concierto que ha durado prácticamente seis días en diversos escenarios de Madrid, ha puesto patas arriba toda una ciudad, ha provocado el insomnio de miles de madrileños motivado por el ensordecedor ruido de los helicópteros y esto es lo peor: ha dado lugar otra vez a una muestra más de la división de las dos Españas.
Los seguidores del padre Peyton y su rosario en familia, los hijos y nietos de Viva la gente se nos han impuesto como modelo de juventud porque su reino no es de este mundo. Frente a ellos está la juventud madrileña del movimiento M-15 que lucha por conseguir un mundo más justo aquí y ahora. Están suficientemente preparados, pero sin recursos y sin trabajo, lanzados al paro por una panda de ineptos políticos, voraces empresarios y banqueros especuladores. Molestan a los políticos de la Comunidad de Madrid, porque van contra su forma de gobernar. La mayoría de estos jóvenes se ha formado y forjado en los institutos públicos donde se da una enseñanza laica y de calidad. Esa es la verdadera razón por la que quieren acabar con estos centros para que la enseñanza vuelva a manos de los curas y las monjas que son los que de verdad saben domesticar a los jóvenes porque llevan siglos haciéndolo. Además así se ahorran mucho dinero. Para ellos la educación pública es un gasto y la educación privada y concertada un beneficio.
Está claro que unos y otros tienen derecho a manifestarse, pero en igualdad de condiciones.
Que no apaguen el SOL
Los seguidores del padre Peyton y su rosario en familia, los hijos y nietos de Viva la gente se nos han impuesto como modelo de juventud porque su reino no es de este mundo. Frente a ellos está la juventud madrileña del movimiento M-15 que lucha por conseguir un mundo más justo aquí y ahora. Están suficientemente preparados, pero sin recursos y sin trabajo, lanzados al paro por una panda de ineptos políticos, voraces empresarios y banqueros especuladores. Molestan a los políticos de la Comunidad de Madrid, porque van contra su forma de gobernar. La mayoría de estos jóvenes se ha formado y forjado en los institutos públicos donde se da una enseñanza laica y de calidad. Esa es la verdadera razón por la que quieren acabar con estos centros para que la enseñanza vuelva a manos de los curas y las monjas que son los que de verdad saben domesticar a los jóvenes porque llevan siglos haciéndolo. Además así se ahorran mucho dinero. Para ellos la educación pública es un gasto y la educación privada y concertada un beneficio.
Está claro que unos y otros tienen derecho a manifestarse, pero en igualdad de condiciones.
Que no apaguen el SOL
sábado, 3 de septiembre de 2011
La educación no es un gasto, es una inversión para el futuro
Fábula de Aguirre
CUENTAN de una Raposa
que astuta y rica vivía
y sólo condescendía
a hablar de unas cuantas cosas.
De nombre, aunque no era
verde pero verde se ponía,
fuera de esperar templanza,
aunque Esperanza, decía:
“¡Ay, que no quedan dineros
en mis arcas capitales!”
Pues busquemos animales
a quien quitárselos quiero.
Habló primero al banquero,
amigo suyo querido:
¿A quién miraré que pueda
darme con qué gobernar?
Al burro no, que cocea.
Al gallo no, que pelea.
Al jefe, que no es león,
mas de León sigue siendo.
No, que es otro sin razón
con el que ando discutiendo.
¿Al topo que es muy gallardo,
hace hoyos y tunela;
aquel que vive en mi casa,
aunque en mala relación...?
No, pues que suelo insultarle
y, más que llamarle alcalde,
yo le llamo so... cavón.
Está, además, fastidiado,
pues en tan alta belleza
quiso poner su ciudad
que, yendo aún por la mitad,
anda bastante endeudado.
Ya sé qué es lo que yo haré,
dijo gritando triunfante,
del Holgazán Enseñante
mi ruina subsanaré.
¿Acaso no es un mangante
con tan poco trabajar
y decir que es importante
la tontuna de enseñar?
Que está sólo algunas horas
y no es trabajo esforzado
y, total, si hay más parados
qué pudieran enseñar...
¿a quién ello ha de importar
si, en poniendo dos horitas,
que ni ponen, que ni quitan,
muchos puestos me he de ahorrar?1.
¿O, acaso, es que puede haber
labor menos productiva?
¿Fabrican algo importante:
dinero, joyas, comida...?
¿Comemos fiIosofía?
¿Números primos cobramos?
¿Qué más me da a mí saber
si el pesao de Saramago
era un señor portugués
o una Sara de 'Bilbado'?”
“Mil contratos, que no haré,
irán a la papelera
y que encima no se quejen,
que enseñar puede cualquiera”.
Y así, el pobre enseñador,
que maestro era llamado,
encontróse harto insultado
por tan ilustre orador.
“Que trabajen –dicen muchos-,
que hacen grandes vacaciones”.
Y no saben los gritones que,
en materia de trabajo,
el que enseña a los de abajo
debe mucho cavilar
y, aun en casa descansando,
está siempre preparando
y no deja de pensar.
Por eso, señora Aguirre,
déjese usted ya de ultrajes,
diga pronto otras lindezas,
piense más con la cabeza
y estudie más personajes.
Escriba usted
y sepa que está muy feo
criticar si no se sabe
y robar si uno es banquero.
Jose Luis Povedano
Blog A pie de aula
domingo, 28 de agosto de 2011
Inés y la alegría, Almudena Grandes
He leído de un tirón, en mi huerto debajo de una higuera en las tediosas tardes de verano, la última novela de Almudena Grandes, Inés y la alegría, pero no sé si me ha gustado. La obra está bien escrita (la autora cada vez escribe mejor) y es de lectura fácil (incluso algunos datos se repiten demasiado ) aunque le sobren bastantes páginas, sobre todo las del final que sintetizan de una forma muy rápida los últimos años de la clandestinidad. La historia, interesante, era para mí desconocida: no sabía que en 1944 un grupo de soldados republicanos quisiera invadir España a través de los Pirineos para derrocar a Franco. Tampoco sabía que Pasionaria hubiese tenido un amante. Pero la novela parece un episodio más de la serie televisiva Amar en tiempos revueltos, una unión perfecta, y a veces tediosa, de datos históricos con historias sentimentales en la línea de los agilísimos Episodios Nacionales de Galdós.
Y es que Inés, el personaje principal que, a través de su comida infunde valor y sensualidad a los soldados necesitados, se convierte al final de tantas peripecias y tanta lucha contra los prejuicios en un arquetipo de lo más convencional, el reposo del guerrero: madre amantísima, mujer de la limpieza, cocinera exquisita, amiga del alma, prostituta en la cama. Eso sí, feliz.
Y es que Inés, el personaje principal que, a través de su comida infunde valor y sensualidad a los soldados necesitados, se convierte al final de tantas peripecias y tanta lucha contra los prejuicios en un arquetipo de lo más convencional, el reposo del guerrero: madre amantísima, mujer de la limpieza, cocinera exquisita, amiga del alma, prostituta en la cama. Eso sí, feliz.
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