lunes, 20 de mayo de 2024

Monos en el diccionario


El macaco de Berbería (Macaca sylvanus), también llamado mono de Gibraltar y mona rabona, es el único primate no humano que habita en Europa, concretamente en el peñón de Gibraltar. En España, fue introducido como mascota por los árabes del 700 a 1492. 
La palabra mono viene del árabe andalusí “maymûn”, que significaba primero “afortunado”, pero que ha acabado significando en los dialectos del árabe moderno “mono” o “mandril”. 

 Antes de la teoría de la evolución de Charles R. Darwin, ya se había considerado que los monos y los humanos eran como primos hermanos y se les ha comparado continuamente. Mono es un ejemplo claro de polisemia, palabras que teniendo un origen común pueden tener diferentes interpretaciones o sentidos, dependiendo del contexto en el que se use. Lo que ha dado lugar a muchas expresiones y también a muchas confusiones. Un auténtico lío para alguien que no domina el lenguaje, sobre todo si es un niño o un estudiante de español, como la siguiente frase:

Un mono muy mono vestido con un mono de trabajo – A very cute monkey dressed with overalls.

El Diccionario de la RAE recoge 17 significados distintos y múltiples frases hechas, la mayoría coloquialismos, con el mono como protagonista en sentido real o metafórico. 

http://www.infinitoestudio.com/deja-de-pintar-la-mona/
En español como en la mayoría de las lenguas europeas, las comparaciones de un humano con un simio no son halagüeñas: hombre pequeño y feo, travieso y gamberro, tonto, borracho, lascivo, persona que hace gestos impropios de una persona cuerda y formal. («El hombre es el animal más hermoso y el mono, siendo el que más se le parece, es feísimo» (Juan de Zabaleta, El día de fiesta por la mañana, 1654). Pero en el caso del adjetivo mono, las connotaciones ofensivas fueron sustituidas por las positivas (guapo, gracioso, atractivo, arreglado), tal vez los hablantes habrán pensado que, bien mirados, los monitos no son ridículos, sino graciosos. El primer testimonio inequívoco de esta acepción en una obra literaria aparece en el sainete de Don Ramón de la Cruz La Crítica, la Señora, la Primorosa, la Linda (1762): A una cosa linda dicen/ que es muy mona cosa, luego/ un mono hace mil lindezas/ con sus muchísimos gestos. A este fenómeno Julián Víctor Méndez Dosuna lo llama polisemia incongruente.

De monos y monerías

En mi casa, cuando era pequeña me decían que dejara de hacer el mono porque no paraba de moverme y hacer tonterías; en cambio, alababan las monerías (los gestos) de los más pequeños, que eran muy monos (guapos), y a los que a veces vestían con un mono (ropa cerrada) cuando hacía mucho frío. Si se referían a las ilustraciones del periódico y a los dibujos de las publicaciones infantiles, utilizaban de forma elogiosa la palabra monos (en Hispanoamérica se utiliza también para los dibujos animados). Si me observaban mucho, me enfadaba y preguntaba si es que tenía monos en la cara. Mis padres a alguien que no sabía ejercer bien su oficio lo llamaban pintamonas y si pintaba la mona es que era un holgazán.

En Villena, por Pascua nos íbamos al campo a tomar una mona (bollo típico de Levante, en este caso palabra homónima porque tiene otro origen) y en las fiestas de Moros y Cristianos mis primos, todos mayores que yo, primero cogían una mona (borrachera) y luego la dormían. Incluso alguna una vez me mandaron a freír monas (a paseo). En vacaciones de verano jugábamos a la mona (juego de naipes) y para ello teníamos que descartar antes los monos de la baraja (comodines, arlequines). A veces los vecinos estaban de monos (enfadados) por el ruido que hacíamos.

Sí me ponía muy pesada, me decían que parecía un mono de repetición. Otras veces me advertían que debía darme prisa para no ser el último mono equiparándolo con una idiota. Y si solo había cuatro monos en un lugar, es que no había casi nadie. Supongo que muchas veces me quedé hecha una mona (avergonzada) y otras me he cabreado como una mona. Eso sí, nunca me he pintado como una mona (con maquillaje excesivo) porque suelo ir con la cara lavada.

De mayor aprendí que el síndrome de abstinencia era tener el mono. Que el monosabio era un mono amaestrado capaz de hacer piruetas y ejercicios, además del ayudante del picador que atiende al caballo en la plaza de toros. Que las cucamonas (cucar ‘burlarse’ + monas) equivalen a carantoñas, demostración exagerada de cariños para conseguir algo.

En los años 90, en la televisión había un programa con el título ¡Caña al mono que es de goma!, expresión que se utiliza para recriminar o criticar a alguien con dureza.

Hay cosas que, por mucho que intentemos esconder o disfrazar, siempre seguirán siendo como son, ya lo dice el refrán.Aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Incluyo la expresión de Torcuato Luca de Tena la letra con monos entra que es mucho más reconfortante que la tradicional que entra con sangre. Y ya termino porque voy a llegar a las mil y monas a mi cita (llegar tarde), frase que he oído mil veces y no sé cuál es su origen. 

Por último, no debemos meter en el mismo saco a la "Mona Lisa" (señora Lisa) con la mona Chita, "monna" es el diminutivo en italiano para la palabra "madonna". 

Para saber más

 Arturo Montenegro, Monerías artísticas y lexicográficas 

No hay comentarios:

Publicar un comentario