miércoles, 8 de marzo de 2023

El trabajo de las mujeres: las lavanderas (8 de marzo)

Unidas podemos cambiar la sociedad, como nos lo han demostrado las mujeres que nos precedieron. Lo importante es conseguir la igualdad real y luchar contra el patriarcado que expande sus tentáculos para que nada cambie, poniendo siempre piedras en el camino, buscando siempre la confrontación. No confundamos lo superfluo con lo fundamental. 

La limpiadora, estatua humana 

(Paola Bretones)

En 1977 la Asamblea General de la ONU estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, excluyendo el término de Trabajadora, con el objetivo de descafeinar el contenido de clase revolucionario que dio origen a esta celebración. La mujer no se incorpora al mundo laboral en el siglo XX, como nos han hecho creer, la mujer trabaja desde siempre en casa y en la calle, en empleos que no quería el hombre, lo que pasa es que no era reconocida por ello. Las mujeres empezaron luchando por lo suyo y acabaron luchando por los derechos de todas las mujeres. Normalmente se ensalza a las mujeres intelectuales pertenecientes a la burguesía, y se deja de lado a las mujeres desconocidas que no tienen calles, ni placas, ni aparecen en los calendarios, que trabajaban precariamente para subsistir, formando el escalón más bajo de la sociedad.

Jovellanos fue el primero en defender el derecho de la mujer a ganarse un salario en 1785 y destacó el duro oficio de las lavanderas: Informe dado a la Junta General de Comercio y Moneda sobre el libre ejercicio de las artes.

“Yo conozco, y todos conocemos países, no situados bajo los distantes polos, sino en nuestra misma península, donde las mujeres se ocupan en las labores más duras y penosas, donde aran, cavan, siegan y rozan, […], donde trabajan a la par del hombre en todas sus ocupaciones y ejercicios. Aun hay algunos en que nuestras mujeres parece que han querido exceder á la de los pueblos antiguos. Entre ellos, el oficio de lavanderos se ejercía casi exclusivamente por hombres ¿Puede haber otro más molesto, más duro, más expuesto a incomodidades y peligros? Pues este ejercicio se halla hoy a cargo de las mujeres exclusivamente en las cortes y grandes capitales, esto es, donde se abriga la parte más delicada y melindrosa de este sexo”.

 Durante siglos, las mujeres fueron las encargadas de desempeñar este arduo trabajo, mal pagado e insano porque también se encargaban de las prendas infectadas de enfermos contagiosos, lavando en las fuentes o en el río en el crudo invierno y en el asfixiante verano, hasta que llegó el agua a las casas a finales del siglo XIX. En España continuaron en los años de la posguerra hasta la década de 1960, cuando las lavadoras eléctricas empezaron a difundirse entre las capas medias y populares.

Llevo intentando hacer una entrada sobre su trabajo desde que subí Fuimos indómitas: los oficios de mujeres en Madrid (y Alicante). Hay muchísima información, sobre todo de las lavanderas del Manzanares, que no sé cómo resumir. Afortunadamente el vídeo del final lo hace bastante bien. Me limitaré a dar unas cuantas pinceladas. 

La semana pasada, me levanté con la predicción del tiempo: máximas de 6º y mínimas de -6; en la parte más fría y menos aislada de mi casa el termómetro indicaba 9º, suficiente para que tuviese las manos y los pies helados. Inmediatamente me llegó la imagen de las lavanderas de antaño tosiendo por la bronquitis: cuerpos encorvados y doloridos, manos agrietadas, artríticas, llenas de sabañones rompiendo el agua helada del río en un día como hoy. Como los soldados rasos de los ejércitos, vidas anónimas sin valor para el beneficio de unos cuantos. Y pensar que hacia 1860 el viajero Davillier las llamó “Náyades del Manzanares”.

Lavadero deVillena, años 50
Los lavaderos eran su lugar de encuentro y sociabilidad, así como de solidaridad y ayuda mutua, lejos de los varones. Sin embargo hay muchos testimonios gráficos donde se ve a los hombres vigilando su trabajo mientras fuman tranquilamente un pitillo.¿Qué pensarían esos hombres observando a esas mujeres a sus pies luchando en el barro contra la suciedad? Me ahorro la respuesta. Y por si fuera poco, la creación de los lavaderos cerrados se debe en parte a las críticas de la Iglesia, más preocupada por el decoro que por la higiene, por la inmoralidad de sus posturas con las faldas arremangadas que por sus duras condiciones de trabajo. Allí nacieron expresiones que se extendieron al lenguaje común que todos hemos utilizado alguna vez, como ‘lavar los trapos sucios’ en relación a criticar a otros y ‘hay ropa tendida’ como aviso de que no se podía hablar delante de una persona determinada o de algún niño.

La conciliación familiar sigue siendo la gran lucha de la mujer del siglo XXI. Al final del siglo XIX, las más de cuatro mil lavanderas que trabajaban en un centenar de lavaderos, algunos regentados por mujeres, reivindicaron este derecho. En 1871, la reina María Victoria, consorte de Amadeo I, aprobó la creación de la primera guardería de Madrid en el Asilo de Lavanderas que se encontraba en la glorieta de San Vicente, frente a la Estación de Príncipe Pío. Las madrileñas asalariadas del Manzanares lo utilizaron mientras cumplían con su jornada laboral a los márgenes del río. Se aceptaban bebés y niños menores de 5 años. Recibían clases de cultura general, alimento y había ocho camas a disposición de las mujeres que sufrían accidentes mientras trabajaban.

La lavandera de Gaudí

Numerosos pintores y escultores han utilizado representaciones de lavanderas en sus obras: Renoir, Toulouse-Lautrec, Goya, Le Corbusier o el propio Gaudí. La mayoría nos ha ofrecido una imagen superficial y costumbrista que poco tenía que ver con la realidad. Para mí, destaca la imagen de la lavandera solitaria del Parque Güell de Gaudí a modo de cariátide, todo un homenaje simbólico, cargada y erguida con una cesta sobre su cabeza donde lleva la ropa, transmite una extraordinaria fortaleza y robustez. Parece surgir de forma natural de uno de los inclinados elementos que configuran el pórtico en el que se encuentra.

Muchas personas que han dejado su huella en la historia tienen su origen en este grupo de esforzadas mujeres. Lavandera e hija de lavandera fue Consuelo Bello, "La Fornarina". Hijo de lavandera fue Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y UGT, que acudía en ayuda de su madre por 1892, la sufrida gallega Juana Posse, que vino a pie desde Ferrol a Madrid con sus dos hijos pequeños. También fue hijo de lavandera Arturo Barea, escritor nacido en 1897, que dejó notas e impresiones sumamente realistas de lo que fue aquella vida de penurias de la gente del río.

Yo no he visto trabajar a las lavanderas, mis recuerdos de los años sesenta se reducen a la visión del lavadero casi vacío de mi pueblo poco antes de que desapareciera y al zafarrancho que se organizaba todos los lunes en la casa de La Marañosa, día que se dedicaba casi íntegramente al lavado con una máquina que lavaba pero no centrifugaba. La lavadora venía equipada con una especie de turbina y un motor que hacía girar la ropa, el agua y el jabón en un único sentido. Para aclarar la ropa había que vaciar el agua sucia que siempre acababa rebosando y volver a llenarla, disponía también de un accesorio con dos rodillos de goma que se colocaban en la parte superior. A mí el aparato me tenía hipnotizada. Tal vez fuera una Balay. Quién me iba a decir a mí que, veinte años después, cuando me fui a vivir a un minúsculo apartamento tendría que comprarme una lavadora portátil Jata* que hacía lentísima la cuestión del lavado, sobre todo si eran sábanas. Fue un gran invento que revolucionó la vida de las mujeres y también de muchos hombres.

El blog Lavaderos públicos propone identificar, localizar y fotografiar todos los lavaderos públicos, de todos los pueblos, tanto de España como de cualquier otro país, Recopilar testimonios, anécdotas, historias y leyendas de mujeres que lavaron, lavan o simplemente pasaron momentos inolvidables en estos lavaderos. Así las generaciones más jóvenes  conocerán la vida laboral de sus antepasados y apreciarán del patrimonio local. Si alguien ha llegado hasta aquí, le animo a buscar el de su lugar de nacimiento. 



Fotografía 1915, los lavaderos del río Manzanares 


Pintura idealizada: Lavaderos del Manzanares y Palacio Real, hacia 1800


Cartón para tapiz. Goya (1779-1780)


Fotografía. Lavanderas (1914)




*La marca fue creada a partir del nombre de su fundador, Jacinto Alcorta en Eibar (Gipuzkoa).

Para saber más:





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