jueves, 12 de septiembre de 2019

Extraña escultura


Extraña escultura, ¿un monumento al perfecto equilibrio? La vi al fondo de la piscina y me llamó poderosamente la atención, se daba de bofetones con el mobiliario restante. No supe distinguir lo que era hasta que me acerqué: una antigua carretilla de hierro sin ruedas encima de unos ladrillos y sobre ella una rejilla. Vi en su interior restos de brasas. Ya no me cabía duda, era una barbacoa rudimentaria e improvisada para cocinar sabrosos pinchos de carne. El ingeniero había utilizado todo lo que tenía a mano para realizarla. Estaba a la altura perfecta para cocinar sin deslomarse. Sólida y fuerte, seguro que había servido para alegrar el paladar de los bañistas. Todo un monolito dedicado a la agudeza y arte de ingenio, pero indudablemente una tumba para la estética.

No hay comentarios:

Publicar un comentario