Tiene razón Fernando Savater (Mi inevitable enemigo) cuando
afirma que los amigos puede uno elegirlos, pero en cuestión de enemigos hay que
resignarse con lo que nos toca en la pedrea. Lo que me sorprende es que su anónimo
enemigo sea un escritor que escribe habitualmente en un periódico de referencia
y que la causa sea política. Savater se queja porque su reconocible enemigo no considera el
separatismo como el peor problema de la ciudadanía en España y en vez de razonarlo,
arremete contra él de forma irreflexiva, acusándole de "ser un fiero
jabalí de la izquierda que no da una a derechas" y, de paso, reparte
mandobles a su mujer, "torrencial novelista".
Pensé que las polémicas entre escritores pertenecían a
siglos pasados, que ya habíamos superado el maniqueísmo absurdo, el cainismo y el empecinamiento cerril que ha
caracterizado el vivir hispano desde hace siglos. Los dos pertenecen a partidos
políticos dispares en la opinión sobre el tema de la unidad de España y están
en su derecho, lo que no invalida otras
facetas de su pensamiento. No conozco el
libro del denostado enemigo que pertenece a la estirpe
del padre Ladrón de Guevara, pero lo que
si sé es que este visceral artículo no debería haber sido escrito por un filósofo
al que admiro. Un eslabón más en la campaña "Todos contra Unidos Podemos". Un poco de cordura, por favor.P:D.Un ejemplo más de escritores a la greña, a los que se suman los académicos Pérez Reverte y Francisco Rico en el mes de octubre.
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