domingo, 8 de noviembre de 2015

Juan Tallón: Descartemos el revólver

 Me he perdido  varias veces en las páginas del blog de Juan Tallón  descartemoselrevolver saboreando sus trazos como tragos. Así empieza a modo de biografía:

Mi basura personal

Me llamo Juan Tallón, sí, pero no sé… Cualquiera tiene un nombre. También los perros. Tuve uno que se llamaba Pelé. Un nombre no significa una mierda, como se ve. Hablando de mierdas, trabajé una buena temporada en un periódico, pero salí escaldado. Fue la peor etapa de mi vida, aunque no estuvo tan mal. Nunca volveré. Mal se tiene que dar todo para que vuelva. Tal vez un día vuelva, supongo. Ahora ando por ahí, a mi aire, haciendo el imbécil. De vez en cuando escribo en El País, El Progreso o Jot Down, Hablo brevemente en ‘A vivir que son dos días’, de la Ser. No tengo teorías, ni métodos. A veces no pienso. No escribí una novela a los nueve años. Recuerdo que mi primer cigarro fue un Royal Crown. En cuanto a mi primera copa, creo que no hubo una primera copa. Siempre bebí. Mi novela La pregunta perfecta (2011) aborda los misteriosos lazos que vincularon a César Aira y Roberto Bolaño, mientras que en Fin de poema(2013) narra las últimas horas con vida de Pavese, Pizarnik, Sexton y Gabriel Ferrater. Soy autor de El váter de Onetti. Pero en general no sé exactamente de qué tratan mis libros. Me limito a escribirlos. y después a olvidarme de ellos para recordar de qué irá el próximo. Leo a Mario Levrero para saber a dónde quiero ir. Soy el traductor de César Aira al gallego. Puedo estar callado muchísimo tiempo. Soy un tipo taciturno y triste, pero nunca he estado deprimido. Hasta en eso es mi vida gris. Estoy convencido, como aquel personaje de La noche, de Antonioni, que sienta bien insultarse de vez en cuando, sirve para poner las cosas en su sitio y animarse. Nunca utilizaría un blog para hablar bien de mí mismo o para decir algo a mí favor, sólo para contar mis mierdas. No puedes escribir un relato honesto, auténtico, si no pones toda tu basura encima de la mesa. Tú mierda personal es tu carta de presentación. Tienes que respetarla. Todos estamos de mierda hasta arriba. Sin basura, no hay biografía.

  
                   

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