lunes, 12 de agosto de 2013

A la mierda el cuelga fácil


Marisa se ha arreglado la casa, ha cambiado el suelo y las puertas y ha pintado. Intenté ayudarla para colgar los cuadros porque, ya que no había dinero para cambiar los muebles, por lo menos quería cambiar de sitio algunos cuadros y deshacerse de los que no le gustaban. Fue una tarea imposible, nunca nos hemos sentido tan impotentes. Como no estaba segura de dónde ponerlos lo intentamos primero con los cuelga fácil de IKea, el primero que pusimos se llevó la pared detrás porque probablemente lo colocamos encima del yeso que habían dado para ocultar un agujero anterior. El segundo no se clavaba porque la pared era de cemento puro. Su indecisión y el miedo a cargarse la pared recién pintada, me llevó a proponerle las tiras para colgar cuadros el de la marca  Command que anuncian en Decogarden (por cierto, nada baratas), programa que veo cuando puedo, igual que Bricomanía, para intentar aprender las habilidades de las que la naturaleza no me ha dotado (no por ser mujer, este escrito es políticamente correcto). En las instrucciones no decía que con el gotelé se despegaba y nos pusimos manos a la obra, nada más poner cuatro cuadros nada pesados empezamos a oír un cric-cric sospechoso y uno de los cuadros se vino abajo. Intentamos ponerle superglú en la parte que se adhería al cuadro y tampoco, el cuadro se cayó junto con la regla niveladora recién estrenada, que acabó manchando de cola el sofá de cuero. Toda una mañana, una de las más calurosas del año, perdida. Al final acabamos gritando como posesas imitando a Fernando Fernán Gómez entre carcajadas liberadoras:
¡A LA MIEEEERDA EL CUELGA FÁCIL!
Lo aconsejo, es una buena terapia. No pienso volver a ver ninguno de esos programas que muestran una publicidad engañosa. La próxima vez que tengamos que hacer una ñapa,  utilizaremos un taladro.

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