domingo, 5 de octubre de 2025

La distracción de los políticos: ¿Jugamos al chirili o nos vamos a cazar gamusinos?


En nuestra ya algo lejana adolescencia a veces jugábamos al chirili. Era un juego, generalmente de naipes, pero no necesariamente, pues el juego era falso, imaginario, humorístico. Se trataba de embromar a algún chico o chica que llegaba a nuestro grupo de amigos. Se le decía: Vamos a jugar al chirili, ¿sabes jugar? ¿No? Pues ve mirando mientras nosotros jugamos y así aprendes, verás cómo lo pillas en seguida.

Se repartían las cartas y se iniciaba una serie disparatada de lances producto de la imaginación de los conjurados, sin lógica alguna pero acompañados de grandes exclamaciones de triunfo o de disgusto por los supuestos éxitos o fracasos de cada jugador. Cuando se pensaba que la víctima había aprendido lo suficiente, se le obligaba a entrar activamente en el juego, con lo que su desconcierto llegaba al extremo hasta acabar a veces en un cabreo supino, o aceptar la broma y esperar la ocasión de desquitarse con el próximo novato.

Más conocida es la broma de “cazar gamusinos”, animales imaginarios a los que se obliga a acechar, a horas intempestivas y en lugares incómodos, a algún incauto que sabe poco de la vida rural y las actividades venatorias. Esta gamberrada se da, con nombres distintos, en toda la península y en otros muchos países. Pero es seguro que está en retroceso en todo el mundo, por la disminución de la vida rústica y, con ello, de la caza. En cambio, ha pasado al primer plano de la vida política.

Nuestros grandes partidos, especialmente los de derechas, nos invitan continuamente a jugar al chirili y nos llevan cada noche a cazar gamusinos. En efecto, a diario montan grandes zapatiestas por asuntos absurdos y ridículos, con argumentos imaginarios difundidos a mansalva por medios generosamente pagados y a menudo apoyados en ámbitos judiciales muy determinados, todo ello para distraer la atención de los verdaderos problemas de nuestra sociedad: el deterioro de la sanidad, el hundimiento de la enseñanza pública, los incendios forestales, los problemas autonómicos, las matanzas en los sitios que sabemos, la vivienda... 

Se podría preguntar: ¿nos toman por idiotas? De ninguna manera: somos idiotas, a la hispana y a la griega.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Esperpéntico turismo bélico en Gaza

 Desde hace meses se ha extendido entre algunos ciudadanos del Estado de Israel la siniestra costumbre de acudir a ciertos miradores cercanos a la frontera con Gaza para observar, con la ayuda de gemelos y catalejos, la destrucción sistemática de ese territorio y su población por el ejército hebreo. Los visitantes muestran su regocijo por los fáciles éxitos de su ejército ante gente indefensa, diciendo que “ya era hora de liquidar a los palestinos, que les habían robado su tierra”. La realidad es que los palestinos, con ese mismo nombre o su posterior forma griega (“filisteos”), estaban por esas tierras hace unos 3000 años, más o menos a la vez que los cananeos, arameos, hebreos, árabes y demás tribus semitas, todos ellos peleando entre sí, y el único título de propiedad sobre el territorio que los hebreos podían (y pueden) presentar es que “se lo había prometido su Dios”, sea este denominado Yahvéh, Elohim, Adonay o como fuera (evidentemente, en su origen, dioses diversos).

En fin, un relato que sería grotesco si no fuera trágico, y quizá el primer ejemplo histórico de un esperpéntico turismo bélico.

domingo, 21 de septiembre de 2025

Ángel Guinda siempre presente, Vida ávida y Árboles ilustrados de Espierba

Presentación de "Vida ávida" de Ángel Guinda 


P.D. Al final no pude ir, un imprevisto de última hora. Lo sentí mucho, no me reuní con antiguos compañeros y me perdí el abrazo de mi editor favorito, David Francisco. 

Guinda en la exposición Árboles ilustrados de Espierba

Un encuentro inesperado, un poema de Ángel Guinda en una exposición al aire libre. Las palabras llenan los rincones de Espierba*, pero también sus bosques. Los vecinos de esta pequeña localidad del valle de Pineta han puesto en marcha un proyecto literario en plena naturaleza pirenaica. Se trata de la exposición "Árboles ilustrados", con la que nos proponen un agradable paseo entre robles, hayas, y versos.

* Espierba es una aldea del municipio de Bielsa, perteneciente a la provincia de Huesca (comunidad autónoma de Aragón). Se encuentra en la comarca de Sobrarbe.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Epistoicos y estoicúreos


 EPISTOICOS Y ESTOICÚREOS

El estoicismo es una corriente filosófica que defiende la resistencia frente a un mundo hostil y peligroso. Su lema básico es “resiste y renuncia”: hay que practicar una vida pura, renunciar al placer y al deseo y asumir que ante el universo no somos nada. Cree en la Providencia, pero para someterse a sus inescrutables designios. El alma debe sobreponerse siempre al cuerpo. En suma, “hemos venido a sufrir”.

 El epicureísmo, en cambio, sostiene que la finalidad de la vida humana es el placer. Niega toda Providencia o finalidad en el cosmos, pues este sólo está formado de átomos y vacío, y los dioses serían, en todo caso, seres formados por combinaciones atómicas mejores que las nuestras, pero que no se ocupan en absoluto de la humanidad. El placer debe entenderse sobre todo como ausencia de dolor y temor, más que la saciedad de apetitos ciegos, que sólo lleva al hastío y nuevos sufrimientos. En cualquier caso, “hemos venido a gozar”. 

Ambas escuelas se desarrollan en la Grecia del s. III aC, la llamada época helenística, que sigue al hundimiento del enorme y efímero imperio de Alejandro Magno. Es una sociedad (curiosamente algo parecida a la nuestra) en que han colapsado las antiguas ciudades griegas y los imperios del Cercano Oriente, surgen reinos y naciones, el comercio es intenso y sobre todo hay guerras continuas que destruyen territorios y poblaciones y las someten a deportación y esclavitud. Avanza la tecnología, producto de la ciencia griega y apoyada por la riqueza, pero apenas se aplica (tenemos el extraordinario reloj astronómico de Anticitera, rescatado de una nave hundida). Se diseñó hasta la máquina de vapor, pero no se construyó.

 En ese ámbito inestable y amenazador, el estoicismo y el epicureísmo fueron, entre otros, un refugio y un asidero para alguna gente. El primero, con su espiritualismo, propugna cumplir con el deber y aguantar lo que venga. El segundo, materialista, defiende el derecho del individuo a buscar su vida propia y a llevar una existencia sin sufrimiento. No deja de ser simbólico que la palabra estoico deriva del griego stoá ‘pórtico, porche’, donde Zenón, el fundador, impartía su enseñanza: el estoicismo nos pone a cubierto de las inclemencias exteriores. Y Epicuro, creador de la otra doctrina, estableció su escuela en un jardín (o huerto, que los antiguos no distinguían mucho), al aire libre, en placentero contacto con la Naturaleza: la “filosofía del jardín”, como se la llamó, busca el placer moderado acotando un espacio de libertad en un mundo hostil.

 Un mundo hostil es también el nuestro, y quizá con males y amenazas que los antiguos no podían imaginar, ni nosotros mismos hace unos años. Puede ser el momento de sintetizar estos antiguos saberes y hacernos epistoicos o estoicúreos: asumir la responsabilidad individual y colectiva, la austeridad frente al despilfarro, la racionalidad ante los enormes peligros que nos rodean, pero también defendiendo a rajatabla los derechos de la gente a vivir con dignidad, a tener su parcela de intimidad y de disfrute porque la evolución de la mente humana así lo exige, la asunción de los derechos de los demás para mantener legítimamente los nuestros, la eliminación del fanatismo y la violencia como única ley… Quizá todo imposible. Pero ser un poco estoicos y algo epicúreos podría ser el primer paso para avanzar o, al menos, quererlo.

domingo, 31 de agosto de 2025

Comienzo del nuevo curso


Villena, las 12 de la mañana del domingo 31 de agosto, último día de las vacaciones, una profesora está preparando clases para el nuevo curso. La escena se repite, antes que ella, lo hicieron su madre, su abuela y su bisabuela. ¡Y aún dicen que los profesores no trabajan y tienen muchas vacaciones! 

sábado, 30 de agosto de 2025

Adelina Jiménez, un referente: la primera gitana maestra nacional

Orgullosa de su etnia y de su aspecto, Adelina Jiménez, la primera maestra gitana de España, ha luchado por convencer a los jóvenes gitanos y a sus mayores sobre la importancia de estudiar y de formarse para poder ocupar puestos de relevancia en la sociedad. Sitúa la batalla en la Secundaria, adonde estos chicos no llegan o de la que se escapan. Y asegura que es cuestión de tiempo y trabajo conjunto conseguir en esta etapa la plena escolarización

Adelina Jiménez Jiménez (Ayerbe, Huesca, 5 de abril de 1945)
fue la primera mujer gitana en España en aprobar una oposición y conseguir plaza como maestra nacional, en 1966. Con solo 21 años, en plena dictadura franquista, rompió barreras impuestas por la pobreza, el machismo, el racismo y los estereotipos hacia su comunidad.
Nació en una familia humilde y numerosa. Era una niña gitana en un mundo que no esperaba que llegara a nada. Pero ella quería estudiar, y sus padre —sobre todo su abuela — la apoyaron. Se presentó a las oposiciones a magisterio… y las ganó.
Ejerció como maestra durante 34 años, defendiendo siempre la educación como herramienta de libertad. Enseñaba en la escuela, pero también fuera de ella: trabajó por la inclusión del pueblo gitano, animó a las niñas a estudiar, y trató de derribar prejuicios que aún hoy pesan.
No fue famosa. No salió en portadas. Pero su gesta abrió un camino que hasta entonces parecía imposible.
En 2007, el Consejo de Ministros le concedió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, por su labor pionera. Aun así, pocas personas saben su nombre.
Hoy, Adelina vive en Zaragoza. Dice que no se considera heroína, pero que se siente feliz si su historia ayuda a otras niñas gitanas a imaginarse en la universidad, en una escuela, o donde quieran estar.

No tiene calle, ni estatua, ni lugar en los libros de texto. Pero fue la primera en saltar el muro.


martes, 19 de agosto de 2025

Matando dragones con tirachinas y fuegos con una manguera de jardín


En esta foto ridícula de 2006, Feijóo, vestido y calzado como si estuviera en una ciudad, simula que apaga un fuego ya extinguido con una manguera doméstica en un monte de Ourense. 
Una situación tan absurda como la de intentar matar a un dragón con un tirachinas que sirve como metáfora esclarecedora sobre la gestión de los fuegos que están asolando algunas comunidades autónomas. Pone de manifiesto que es un desafío demasiado grande para ser resuelto con recursos limitados o inadecuados. Imagen que desgraciadamente se repite año tras año sin que los políticos tomen medidas de preventivas.