domingo, 21 de julio de 2024

Álex Grijelmo: Todos hacemos aguas, incluidos los políticos

Todos hacemos aguas 

Álex Grijelmo vuelve a hacer una puntualización lingüística al líder del Pp, como ya lo hizo con el uso “debe de” (probabilidad) para significar obligación (“debe”)He oído la expresión “hacer aguas” a Núñez Feijóo dos veces, el 4 de octubre de 2023 y el 12 de junio pasado, lo que aleja la benevolente interpretación del lapsus: “La democracia española empezará a hacer aguas con un presidente que miente”. “La mayoría de sus socios están haciendo aguas”. 

El Diccionario de las academias distingue claramente entre “hacer aguas” (orinar, expeler la orina) y “hacer agua” (presentar debilidad o síntomas de ir a fracasar”). Parece ser que está equivocación en el lenguaje de los comentaristas de deportes está muy extendida. Todos hacemos aguas y algunos, sobre todo políticos, hacen agua. 

domingo, 14 de julio de 2024

El taburete asesino

La barra de un bar puede convertirse en un sitio peligroso, todo el mundo lo sabe. La alegría etílica lleva a la torpeza y se producen contratiempos, que me has pisado, que me miras mal… que conducen a escenas desagradables. Aunque este no es el caso. Fue un accidente provocado por la mente perversa de un diseñador .
Estábamos esperando turno en una barra angosta de un restaurante donde continuamente, sorteando una peligrosa escalera, pasaban las camareras equilibristas llevando los platos de exquisito olor al comedor. A mi lado había dos jóvenes fornidos, sentados en sendos taburetes de estilo industrial, que iban antes que nosotros. Finalmente, los llamaron y fue tal la alegría del que estaba sentado a mi espalda que salió en estampida, de modo que el taburete, desequilibrado porque tenía el respaldo ribeteado por una barra de hierro, se venció hacia atrás. No cayó al suelo, porque yo, que estaba de espaldas ajena al movimiento, lo paré con mis tobillos. En ese momento, pensé que algún loco me había golpeado con un objeto contundente o que había ocurrido un terremoto y que la tierra me iba a tragar. Solo pude articular una frase peliculera mientras las lágrimas descendían por mis mejillas: "no siento las piernas". El bruto se acercó a mí diciendo que no había sido a propósito. Me levanté los pantalones y aparecieron unas heridas ensangrentadas. Afortunadamente no me caí como me suele pasar, pero el tremendo dolor y el calor pegajoso me amargaron ese día y los siguientes. A la semana, mis tobillos estaban tan negros como los de un sin techo que lleva meses sin ver el agua. Un mes después, los huesos y los músculos se resisten a curarse, el dolor implacable persiste cuando camino. El médico ha diagnosticado una tendinitis de Aquiles en los dos tobillos. Otro ejemplo de la mala pata y la mala racha. Deberían meter en la cárcel al que diseñó el artilugio asesino junto al joven imprudente.

P.D.: La foto que acompaña estas líneas no es la del taburete que causó el daño, es el más parecido que he encontrado en internet. 

domingo, 7 de julio de 2024

Las persianas guillotina y otros ruidos de vecinos

Selección de anécdotas en comunidades
 convertidas en campos de batalla
.
Como ya he escrito otras veces, se ha apoderado de mí el espíritu de Javier Marías que sostenía que España es un país muy ruidoso en el que tanto sus gobernantes como sus ciudadanos se esfuerzan por aumentarlo. Contra los ruidos externos poco podemos hacer y al parecer tampoco contra los producidos en la propia comunidad de vecinos, donde siempre hay un gracioso que, ante las quejas de un vecino por los ruidos repetidos, responde que se ponga tapones en los oídos o que se invite a la fiesta y así todos contentos. 
El año pasado casi me volví loca por las obras del edificio colindante y las del vecino de arriba. Afortunadamente terminaron, pero han dejado secuelas: un taconeo arrítmico a todas horas sobre un suelo que no está aislado y unas persianas nuevas del dormitorio que sobre las seis de la mañana se levantan con un estruendo parecido al de una guillotina. Al de mi vecino, le sigue un repicar de ajusticiamientos en otras viviendas. 
Yo también tengo persianas que tal vez puedan molestar, las mías motorizadas, por eso procuro no utilizarlas a horas intempestivas. Aunque es verdad que algunos no son (somos) conscientes de los ruidos que emitimos hasta que se (nos) lo dicen. Por eso me hizo mucha gracia la carta-cuento escrita por las propias persianas que ideó un vecino animando al respeto, la consideración y la empatía. 


Ya ni me molesto en llamar la atención generalizada en las juntas de la comunidad para que tengan en cuenta que el edificio es de los años sesenta con las paredes y los suelos de papel, donde la ducha produce un ruido parecido al sonido de una catarata. De los vecinos que hablan a gritos al altavoz del teléfono móvil en el patio, o de los que ponen rancheras a toda pastilla mientras cocinan, o de los que tienen puertas chirriantes dignas de una película de terror, o los que ponen el aire acondicionado por la noche para estar ellos fresquitos mientras los demás nos cocemos en nuestro propio jugo con las ventanas cerradas para no oírlos, ya ni hablo. La venganza que ideó un vecino cabreado, me parece que tiene ecos shakesperianos:




Así oigo yo el levantamiento de persianas que me despierta todas las mañanas: 




jueves, 27 de junio de 2024

La Casa de Velázquez en Madrid y la Academia de Roma

Patio de la Casa de Velázquez 

La Casa de Velázquez, situada en Madrid cerca de la Escuela de Arquitectura de la Ciudad Universitaria, constituye un pequeño rincón francés y un paraíso para los hispanistas galos. Dice la leyenda que el pintor del Siglo de Oro solía acudir hasta esta zona para pintar sus mejores paisajes con la Sierra de Guadarrama al fondo.

 El edificio tras la guerra civil




Este desconocido palacete, sede de la Escuela de Estudios Hispánicos, se construyó en 1928 en un terreno cedido por Alfonso XIII al gobierno de Francia. Durante la guerra civil fue bombardeado y volvió a levantarse en 1959. En la actualidad se puede visitar, acceder a sus exposiciones y consultar libros en su biblioteca. 

Al pasear por el patio de este edificio, la memoria visual me acercó a los dos paisajes de la Villa Médicis (Roma) que Velázquez pintó al natural en 1630 en dos momentos diferentes: el mediodía y la tarde. Su arquitectura, basada en la simetría y la proporción clásica, es muy parecida a la del cuadro Vista del jardín con el Pabellón de Ariadna; aunque aquí, a través de los tres arcos gemelos, destacan los azules lejanos y las cumbres de la sierra de Guadarrama, similares a los fondos únicos y misteriosos de algunos cuadros de Velázquez. Sin esculturas, sin gente, no aparecen jardines con cipreses ni cuevas como en las quintas nobiliarias italianas que conoció el pintor. Un prodigio de sencillez. La casa de Velázquez bien vale una visita.


Paisajes de Villa Médicis de Velázquez

Villa Médicis en la actualidad


Esta institución es similar a otras que mantiene el gobierno de España, como la Academia de Roma española que promueve la formación artística y humanística de creadores e investigadores, con la finalidad de lograr una mayor presencia cultural española en Italia y un mejor entendimiento de las culturas de ambos países. Creada por iniciativa del político Emilio Castelar, se inauguró en la sede del antiguo convento de San Pietro in Montorio en 1881 bajo el reinado de Alfonso XII, siendo dirigida por artistas, historiadores o escritores como Eduardo Rosales, Mariano Benlliure, Ramón María del Valle Inclán y el Marqués de Lozoya.

sábado, 15 de junio de 2024

Un libro, una hora (programa de la SER)

 Un libro Una hora, programa de radio: 
 Aprende a leer, aprende de literatura escuchando. Un programa para contar un libro en una hora. Grandes clásicos de la literatura que te entran por el oído. Dirigido por Antonio Martínez Asensio, crítico literario, productor, escritor y guionista. En la SER. En directo los domingos a las 05:00 y a cualquier hora si te suscribes. 

Para oír mientras cocinas, limpias, conduces o cuidas de las plantashttps://www.podiumpodcast.com/podcasts/un-libro-una-hora-playser-em/


sábado, 8 de junio de 2024

El oasis de libertad en el instituto Santamarca de Madrid (1975-1985)

Fotograma del documental Sexo, drogas, rock 'n' roll, y política.
 Instituto Santamarca, 1975–1985.

Artículo de Guillermo Hormigo en El Diario.es El oasis del ibertad en el Santamarca, el instituto de Madrid donde todo fue posible: “Nadie se atrevía a prohibir”.

El cineasta Pablo Llorca ha plasmado en el documental Sexo, drogas, rock 'n' roll y política. Instituto Santamarca, 1975–1985 sus recuerdos del Instituto Santamarca en el barrio de La Prosperidad de Madrid, corazón obrero del distrito de Chamartín. Allí coincidieron un profesorado valiente y joven y un alumnado brillante y privilegiado en un periodo de esperanza de lucha política después de la muerte de Franco que transformó los hábitos y las costumbres sociales. El Santamarca fue vanguardista en las luchas estudiantiles y antifascistas, albergó una actividad cultural intensa y generó unas relaciones entre los profesores y el alumnado insólitas para los tiempos actuales.

"Raro era el profesor que pasaba lista. El alumnado participaba en las juntas de evaluación y debatía las calificaciones con el personal docente. Los viajes improvisados entre estudiantes y profesores estaban a la orden del día, en muchos de los cuales acaban compartiendo hachís. La efervescencia creativa estaba a la altura de la sexual. El ideal de libertad, en definitiva, tenía poco que ver con las cañas o las poses y mucho con derribar unas fronteras inexpugnables durante la dictadura franquista".

“Libertad es un término escurridizo, nadie está en contra de él. Pero yo creo que en el Santamarca buscábamos esa libertad por la que siempre hay que mirar, la colectiva dentro de un marco legislativo. Por contra está la libertad individual, que a mí modo de ver es falsa e implica que unas personas se comen a otras bajo la ley del más fuerte”.

Una historia única, probablemente irrepetible. Años insólitos que nada tienen que ver con la enseñanza actual. 

A principios de los setenta conocí a alumnos de ese instituto cuando empezaba a despuntar porque allí estudiaba Preuniversitario una amiga del colegio de las Carmelitas, Eva Talamanca. Pero el artículo me ha hecho recordar, sobre todo, mis trece años como profesora en el nocturno del Colegio Covadonga del Hogar del Empleado, donde se respiraba un clima parecido, aunque menos subversivo porque había voces discrepantes. No teníamos patio, pero estábamos al lado del Templo de Debod. Podría escribir sobre esos años ya lejanos, pero no quiero dejarme llevar por la dulce nostalgia que idealiza el pasado, y menos aún por la sombría melancolía.

Para saber más



jueves, 6 de junio de 2024

Narciso Gallego, Nunca perseguí la gloría...

Casi un año después de El tú esencial, Narciso Gallego publica su segundo libro sobre Antonio Machado, esta vez el ensayo se centrará en su poesía. 

Nunca perseguí la gloria, 
ni dejar en la memoria 
de los hombres mi canción; 
yo amo los mundos sutiles, 
ingrávidos y gentiles, 
como pompas de jabón. 

Cantares, Campos de Castilla (1912)